Disclaimer: Los personajes de Rurouni Kenshin les pertenecen a sus respectivos autores, editoriales y productoras. Es una historia destinada sólo al entretenimiento y sin fines de lucro.
Traducción del fic "Who is she?" de la serie "The Kenji Chronicles" de amoet, id: 1879193.
La estación de tren estaba muy concurrida esa mañana. El enorme tren proveniente de Tokio se detuvo y la gente se aglomeró para recoger a sus seres queridos que venían para el festival de Obon. Un hombre pelirrojo con gi y hakama blanca, y un bokken en su cintura descendió del tren y extendió su mano. Una mujer con el pelo negro y kimono azul tomó la mano del hombre antes de bajar del tren. Después, un jovencito de cabello rojo, algo más oscuro, salió del mismo. Usaba un gi azul y hakama blanca. Su cabello estaba atado en una alta cola de caballo y tenía su shinai colgando en su espalda. Momentos después, una pequeña mujer de largo cabello negro agitó sus manos con entusiasmo.
- ¡Himura! ¡Kaoru-san! ¡Kenji-kun!
El pelirrojo mayor se volvió y sonrió cuando vio a la mujer.
- He ahí la señal de que hemos llegado a Kioto, - dijo el chico en voz baja, ganándose una mirada asesina de su madre. Kenji sonrió. - Fue solo una broma, Madre.
Misao saltó repetidamente en cuanto llegó ante ellos. - Misao-dono, qué bueno verla de nuevo. ¿Cómo están todos? - Kenshin Himura, el legendario ex hitokiri del Bakumatsu saludó a la mujer.
- Oh, estamos bien. Están ansiosos por verlos. - Misao sonrió a Kenji. - Konichiwa, Kenji-kun.
Kenji Himura, el hijo de Kenshin y Kaoru Himura, aunque solía ser poco cortés, se inclinó ante Misao. - Konichiwa, Misao-oba-san. Es bueno verte otra vez.
Misao sonrió y puso sus manos sobre los hombros de Kenji. - Siento que veo a tu padre en sus días de juventud a medida que creces.
Kenji sonrió levemente.
- Vamos, - Misao tomó repentinamente la mano de Kenji.
- ¡Oro!
Kenshin y Kaoru solo sacudieron sus cabezas.
Este año, como todos los años anteriores, los Himura habían viajado a Kioto desde su hogar en Tokio para celebrar el Festival de Obon. Para ellos, o para sus padres, pensaba Kenji, había alguien muy querido por ellos. Cuando Kenji era más joven, nunca estuvo interesado en lo que hacían sus padres cuando visitaban Obon ya que se quedaba con su Sofu, o mejor dicho el Shishou de su padre. Kenji lo llamaba Sofu porque era lo más cercano a un familiar que su padre tenía. Y no era algo que le molestara.
Y ahora, que era mayor y después de que su padre le contara sobre su pasado como Hitokiri Battousai, Kenji supo que en Kioto yacía otra historia que él no sabía. Así que, cuando se alistaron para ir a Kioto como siempre, Kenji hizo tripas corazón y le preguntó a su padre si podría ir con ellos al cementerio. Su padre se sorprendió, pero luego solo sonrió y asintió. Y eso dejó a Kenji contento, pero también curioso.
Kenji se sentó en el engawa, usando un ligero kimono y con su cabello suelto. Si alguien pasara, lo confundiría con su padre, excepto que la cabellera de Himura no era tan corta como la de Kenji. El muchacho se cruzó de brazos, apoyándose contra el pilar. Sus padres ya se habían retirado a sus habitaciones un rato antes. Kenji personalmente no quería ni pensar sobre qué hacían sus padres detrás del shoji. Recordó cuando tenía alrededor de 8 años y accidentalmente escuchó a su madre gritar desde la habitación de sus padres y eso lo dejó preguntándose si su padre la había lastimado. Y cuando se hizo mayor y su padre tuvo 'esa conversación' con él, repentinamente ese recuerdo volvió a su mente. A menudo se preguntaba por qué era hijo único si sus padres no podían sacarse las manos de encima el uno del otro detrás del shoji. Kenji sacudió su cabeza tratando de alejar esa imagen mental.
La noche estaba calma; el sonido proveniente de los grillos llenaba el aire. El joven Himura miró al cielo y casi sonrió cuando vio las estrellas. Más tarde, sintió un fuerte ki y se giró para ver a Misao. La shinobi también estaba usando un ligero kimono y su largo cabello trenzado caía suelto sobre sus hombros.
Kenji sonrió e hizo una inclinación de cabeza, fuera de hábito. - Misao-oba-san.
Misao sonrió y se sentó cerca de Kenji. - Cada vez que te veo, me siento más joven porque es como ver a Himura otra vez cuando luchamos juntos.
Kenji levantó las cejas y rio por lo bajo. - Supongo que puedo ser tu ingrediente secreto para la juventud.
Misao tarareó algo alegremente. - ¿Cómo hiciste para saber que estaba cerca tuyo?
- Otousan me enseñó a percibir el ki. Solíamos jugar a las escondidas cuando era pequeño y trataba de encontrarlo usando mi ki. A veces lo encontraba, pero otras no.
Misao sonrió. - Eso suena muy a Himura.
Kenji sonrió otra vez y se volvió para mirar el jardín.
- ¿Vas a ir a ver a Hiko-san mañana? - preguntó Misao.
- Iie. - Kenji negó con la cabeza. - Voy a ir al cementerio con Padre y Madre.
Lo ojos de Misao se ensancharon. - ¿Nani? ¿Tu padre estuvo de acuerdo?
Kenji se encogió de hombros. - No dijo nada cuando le dije que quería ir con ellos. Cuando era niño, nunca presté atención en por qué ellos siempre venían aquí durante el Festival de Obon.
Pero, ahora quiero saber quién es esa persona por la que mis padres viajan desde Tokio a Kioto cada año. ¿Qué tan importante es esa persona? - Kenji miró a Misao mientras el corazón de la shinobi se estrujaba cuando veía los ojos de Kenji. Los ojos de Kaoru. - ¿Sabes algo sobre esa persona, Misao-oba-san?
Misao respiró hondo. - Sí, lo sé, pero creo que Himura es el único que debería contarte sobre esa persona, Kenji-kun.
Kenji soltó una bocanada de aire. - Si es otra historia de su pasado, me preguntó cuántas historias me ocultó.
- No creo que te oculte nada, - Misao trataba de razonar con el joven Himura. - Creo que solo está esperando que te hagas mayor y puedas pensar concienzudamente.
Kenji resopló. - Bien, ahora tengo catorce años.
Misao sonrió y golpeó de manera juguetona el hombro de Kenji. - Lo sé. - Y luego, sus ojos se suavizaron. - Debes saber cuán especial eres, Kenji. Tus padres han tenido que pasar por mucho para estar juntos y tenerte. Eres una bendición para ellos, especialmente para Himura. Durante el Bakumatsu, él ya estaba peleando en una guerra teniendo tu edad. Él está tratando con todas sus fuerzas de que no tengas que tomar el mismo camino que él.
Kenji asintió y miró a Misao a los ojos. - Hai. Lo sé, Misao-oba-san. - Su padre ya le había contado sobre su pasado un año antes. Bueno, parte de él. - Pero, esta era no es el Bakumatsu. Tal vez sea el hijo de un legendario espadachín, pero tengo que seguir mi propio camino. - suspiró Kenji. - Creo que es la razón por la que me llamaron Kenji, el camino de la espada.
- Sí, eso es lo que ellos quieren para ti, Kenji. - Misao palmeó el hombro de Kenji. - Ahora, ve a dormir un poco antes de salir con tus padres mañana.
Kenji sonrió y se incorporó del engawa. Se inclinó ante la shinobi.
- Oyasuminasai, Misao-oba-san.
- Oyasuminasai, Kenji-kun.
Kenji se volvió y abrió su shoji para cerrarlo, dejando a Misao en el engawa. Misao suspiró y esperó que Kenji pudiera asimilar la verdad mañana.
