Hola~ tal vez no me conozcan porque realmente este es el primer Fic largo que publico en este Fandom, me paso todo el tiempo en Junjou Romántica xD, en fin, pasemos al Fic.
Yo creo que todos nos hemos preguntado ¿qué clase de relación tienen Mikoto y Reisi? para nadie es un misterio que estos dos se traen algo y como fiel seguidora del MikoRei decidí hacer mi versión de como fue que estos dos se conocieron, me ubiqué en un ambiente juvenil, o más bien que estos dos tienen una relación desde la Preparatoria, Escuela Media o High School como le conozcan.
No tengo mucho que decir sólo espero que este Fic se bien recibido por ustedes y les agrade.
A leer~
Enemigos Íntimos
By: Izanami Kuro
Capítulo I
El bolígrafo se fue deteniendo después de las últimas palabras del profesor, frente a él, una libreta llena de anotaciones pulcras se cerraba por el día de hoy.
-Eso es todo alumnos, no olviden que le proyecto final es para el próximo lunes. Pueden retirarse.
En cuanto el profesor terminó de hablar el salón entero se llenó de murmullos y el sonido de algunos alumnos guardando sus cosas para ir a sus hogares. Otros de ellos se reunían en pequeños grupos y conversaban animados. Él no era exactamente muy social, tenía amigos sí, pero era de esas personas que corrían a encontrarlos en cada rato libre que les daba la escuela.
Prefirió guardar lo que había usado y se levantó con calma de su asiento una vez que vio todo en orden. Se quedó parado al lado de su asiento cual idiota, debatiéndose entre voltear o no a la izquierda, y aunque ya sabía que era lo que vería aún así volteo, encontrándose con una banca vacía, para variar.
—Suoh— siseo.
Comenzó a caminar a paso firme y con un rumbo fijo, oh sí, ya sabía dónde estaba ese vándalo, y estaba harto de que siempre pasara sobre su autoridad. Tomó su bolso con fuerza y subió las escaleras casi corriendo, era una actitud bastante extraña en él, pero es que ese "tarado" le hacía hervir la sangre.
Abrió la puerta frente a sí para llegar a la ya famosa azotea, hasta parecía cliché de manga. Caminó hasta plantarse frente al cuerpo que yacía descansando en el piso.
—Munakata… cincuenta segundos después del timbre, es un nuevo record.
—Deja de decir idioteces y levántate.
— ¿Uh? Que frío— Suoh se levantó lentamente y lo miró a los ojos con una ligera e irónica sonrisa en los labios —Bien, ¿y ahora que hice?
—Sabes que me importa muy poco tu vida y lo que hagas con ella, ¡pero si eso llega a interferir con la mía…!— tomó un poco de aire intentando calmarse — ¿Tanto te cuesta entrar a clases como cualquier otro chico?
—No sabía que te interesaras en mi futuro.
—Suoh…
—Bien, ya entendí. Pero para tu información sabe-lo-todo entre a dos clases hoy.
— ¡De siete! — Definitivamente hablar con Suoh Mikoto sin que se alteraran sus nervios era todo un reto. Pensó rápidamente en todas las técnicas de relajación que sabía y las aplicó. Tenía que calmarse para acabar de una vez con esta situación —Mikoto, no te pediría esto si no estuviera implicado.
—Lo sé. "Es tu deber como Delegado responsabilizarte de tus compañeros".
—No había necesidad de decirlo así… en resumen, si no me reprendieran a mí por tus tonterías ni siquiera sabrías que existo, y con suerte yo tampoco sabría de ti.
—Oh, eso me hirió.
—Nos queda menos de un año en este lugar— continuó ignorando su comentario — ¿Dejarías de causarme problemas mientras tanto?, por favor.
Mikoto relajó los hombros y suspiró derrotado, había ocasiones en las que odiaba su lado Mamá-Mikoto se preocupa por todos. —Creo que… creo que intentaré cumplir tu deseo.
Reisi sonrió comenzando a andar hacia la puerta seguido de Suoh. Ellos no eran especialmente amigos, más bien sólo dos simples compañeros de clases que por la irresponsabilidad de un y el cargo del otro habían terminado conociéndose. De hecho no había ningún momento del día en el que hablaran más que en esos encuentros cuando terminaban las clases, que más que platicas de amigos eran sermones para Mikoto.
Fuera de eso, eran completos extraños el uno para el otro y ciertamente a ninguno le interesaba cambiar eso.
—Y, ¿dónde está tu secuaz? No lo vi hoy.
—¿Izumo? Él no es mi "secuaz"— El pensar que Kusanagi se llegara a enterar de lo que el Delegado pensaba de su amistad le provocaba bastante risa.
—Bueno no me interesa, responde mi pregunta.
Caminando por los largos pasillos de la institución llegaron a la puerta de entrada, ya casi no había ningún alumno y todo estaba en completo silencio, el cual se cortaba por el sonido de las suelas de sus zapatos rozar el piso.
—Digamos que hoy estaba… ¿enfermo, tal vez? No lo sé, entró a la mayoría de las clases y se fue en las últimas dos.
—Entra a sus clase eh, tal parece que al menos uno de los dos tendrá un futuro.
—Te fascina lastimarme ¿cierto, Munakata?— dijo divertido Suoh mientras se calzaba sus zapatos para regresar a casa.
—Sí Suoh, como tú digas.
Al salir de la institución cada uno se fue por su cuenta si siquiera despedirse, ¿para qué hacerlo si no eran amigos ni nada? Así de "fría" era su relación.
Tal vez lo único que los unía era la costumbre, o eso era lo que pensaba Mikoto mientras caminaba a su hogar. La extraña relación que compartían llevaba rondándole la cabeza durante ya un buen rato.
No había duda de que Munakata era una buena persona, no era especialmente amable con las palabras pero era confiable y tal vez no era tan mala idea ser amigos, verdaderos amigos…
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio un grupo de chicos frente a él, encarándolo y no con una buena expresión.
—De nuevo ustedes…
…
Reisi caminaba tranquilamente bajo el cielo oscuro, había tenido que salir de su hogar para comprar la cena y alguna que otra cosa que necesitar o se le antojara, vivir solo conllevaba hacerse cargo de ese tipo de cosas.
Llegando a un callejón un cuerpo inconsciente calló a sus pies.
—Keh, sólo son basura.
Munakata volteo hacia el hombre que había hablado reconociendo su voz.
—Suoh…— ahí estaba él y cuatro cuerpos más, al parecer se habían enfrentado cual pandilleros y el pelirrojo había ganado. —Creí que eras del tipo pacífico Suoh.
Este volteo a verle sorprendido de encontrárselo allí, fue entonces cuando se percato del dolor en su cabeza, pero prefirió ignorarlo.
—¿Qué haces aquí? ¿Acaso me sigues Munakata.
—¿Tanto te gustaría que lo hiciera? Lamento romper tus ilusiones.
Mikoto camino abriéndose paso entre los cuerpos tirados hasta llegar junto a Reisi, y sin decir nada comenzaron a caminar, o más bien el comenzó a seguir a Munakata. Lo oía hablar pero el dolor en su cabeza no le permitía prestarle atención, y de un momento a otro todo se volvió oscuro.
Reisi vio a su compañero desplomarse y en seguida fue en su ayuda cuando se acercó vio una profunda herida en la cabeza de Mikoto y de ella salía una gran cantidad de sangre.
—Suoh…
Bueno hasta ahí por hoy xD
¿les gustó? me dejarían un review~ Nos leemos en la conty.
