Hola, si, si, tengo mi fanfic "Nuevos sentimientos" como proyecto, pero este es otro pequeño (enserio espero que pequeño) proyecto que paso por mi mente después de ver una novela koreana de este tipo :v pero es muy diferente lo que tengo planeado a lo que sucedió en esa novela (honestamente, el final fue de lo peor :c) Continúen…

LOVE OR HATE

Prologo:

—¡Déjame explicarte lo que pasó, Kanda!— suplico Allen mientras seguía al japonés de un lado a otro en el apartamento que ambos compartían, mientras él la ignoraba y continuaba empacando sus cosas, todo fue un malentendido, un accidente

—No quiero volver a saber nada de ti, Walker— Walker, no Allen, ni Moyashi, la había llamado por su apellido, cosa que nunca antes había hecho, hasta ahora. Antes de que Allen pidiera decir algo, Kanda ya había salido por la puerta, azotándola

—Kanda...— Allen se deslizó por la puerta hasta terminar en el suelo, llorando, con el corazón roto y un profundo dolor en su ser

Un año de relación arruinado por un malentendido

—Yuu...— Susurro con voz áspera mientras las lágrimas se deslizan por su rostro y caían al suelo

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8 Años después…

—Mamá— Sintió como un peso se movía de un lado a otro en su cama

—Cinco minutos más, Mana— Susurro mientras se removía, buscando conciliar el sueño

—Mamá, prometiste que me llevarías a ver al tío Mana y al tío Nea hoy— Decía una gruñona y dulce voz femenina infantil, de pronto sintió como algo se dejaban caer encima de ella, aunque realmente no le dolía

—Ya voy, ya voy— Susurro con pesadez mientras se reincorpora de su cómoda cama y veía a la pequeña niña que la veía molesta, de edad no mayor a diez años, cabellera azulada larga hasta la cintura atada en una coleta mal hecha, ojos violetas, de tez blanca y rasgos asiáticos

—Hana, todavía no amanece, duérmete— La niña hizo un puchero

Con sus dos brazos la rodeo y la atrajo a si misma para abrazarla

— Eres más efectivo que un despertador, ahora tráeme el cepillo, vamos a acomodar bien tu cabello—La niña asintió y salió corriendo de la habitación

Allen lanzó un suspiro, ya habían pasado ocho años desde aquel amargo día, y siete de haber dado a luz al fruto de esa fatídica relación

Se levantó de su cama y se dispuso a poner orden, como Hana había dicho, ese día tenían que ir a visitar a sus dos hermanos: Mana y Nea Walker, la única familia que le quedaba desde la muerte de sus padres, hace más de quince años

Hana llegó en cuestión de segundos con el cepillo en manos, Allen se sentó en su cama y acomodo a Hana en su regazo, disponiéndose a deshacer los nudos que había en el cabello de su hija

— Mamá...— Comenzó a hablar la pequeña después de varios segundos en silencio

—¿Si?— pregunto mientras buscaba el modo de deshacer un nudo sin llegar a lastimar a Hana

—Yo... ¿tengo papá?— esa pregunta la descoloco, Hana ya tenía siete años, si, sabía que algún día preguntaría por su padre, pero nunca mostraba interés en el tema cuando surgía, hasta ahora

—Sí, ¿Por qué lo preguntas Hana?— aunque no lo demostrara, estaba nerviosa, muy nerviosa

—Es que... Todas las niñas de la escuela me dicen que yo no tengo papá porque nunca lo he visto— Allen término de atar correctamente el lazo que sostenía el cabello de Hana, después ella se giró a verla con sus orbes violetas inocentes

—¿Porque nunca lo he visto?— Y, la pregunta del millón, ¿cómo le iba a responder de forma sutil a su hija que su padre las abandono por un malentendido y básicamente, no quería saber nada de ellas?

— Hana, ¿Tu quieres a mamá?—La niña asintió con clara inocencia, Allen le sonrió de forma maternal

— ¿Algún día conoceré a mi papá?— Esos ojos tan vivos, puros e inocentes, hicieron que Allen mintiera por primera vez en mucho tiempo

—Sí, algún día lo conocerás, y lo querrás mucho— la niña se levantó feliz y salió del cuarto de su madre

En cuanto Hana dejo la habitación, Allen dejo de sonreír, lanzo un audible suspiro y se dio la vuelta buscando su cambio de ropa

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—¡Allen!— Como de costumbre, Mana y Nea las recibieron con un fuerte abrazo y un sin fin de preguntas sobre todo tipo de cosas

Hana se fue más por el lado de Nea, al parecer ambos se llevaban muy bien, mientras que Allen caminaba con más tranquilidad junto a Mana, observando cómo Nea correteaba a Hana en un infantil juego de las atrapadas

—Ha pasado tiempo. Aún recuerdo aquel día en el que llegaste llorando con la noticia de que estabas embarazada— Allen miro a Mana con confusión

*flash back*

Era un día lluvioso, el pronóstico indicaba que estaría así toda la semana, y vaya razón que tenía, durante la mayor parte del día estuvo lloviendo, Mana servía unas tazas de té para él y su hermano, debido al clima, ambos estaban en la sala observando viejas películas de ficción junto con un montón de comida

Unos golpes a la puerta hicieron que pusieran pausa a la película y fueran a atender la puerta, ¿Quién andaría en las calles con una lluvia como esa?

—¡¿Allen?!—Exclamaron ambos al ver a su hermana menor cabizbaja y empapada de agua, rápidamente la hicieron entrar en la casa y le dieron lo necesario para que no se resfriara, incluso un cambio de ropa que tenían por ahí guardada

Una vez que se aseguraron de que Allen estaba bien, vino el interrogatorio

—¡¿Qué te paso Allen?! Tu sabes que no debes salir con una lluvia como esta— Por primera vez desde su llegada Allen levanto la cabeza, solo dejando ver como estaba llorando de forma desconsolada, rápidamente Mana la abrazo, mientras Nea se encargaba de hacer te para su invitada

Una vez que ambos hermanos estaban a un lado de su hermana, ella les conto todo lo que sucedió y como Kanda había terminado con ella sin dejarla explicar nada

—Allen, todo va a estar bien, ya, no llores—Decía Nea abrazando a su hermana menor, mentalmente deseaba golpear al idiota que le hizo eso a su hermanita, no se lo perdonaría

—Lo siento, lo siento—Decía Allen evitando el contacto visual, solo consiguiendo preocupar más a Mana y Nea

—Yo…yo…—Ambos Walker intercambiaron miradas para después posarla en Allen que no dejaba de moverse incomoda

—Yo… estoy embarazada— y ahora entendían porque del llanto de su hermana, sin saber que hacer realmente, solamente reaccionaron en abrazar a su hermana

Solo tenía dieciséis años, Allen solo tenía dieciséis años y el padre de ese bebe la había abandonado por un malentendido, vaya suerte que tenía su hermana

*fin de flash back*

—Hana quiere conocer a su padre...— Mana se sobresalto al escuchar eso, conocía perfectamente a Allen, y era posible que ella no estuviera lista para volver a ver a Kanda Yuu, y posiblemente jamás lo estaría

—Y...¿Qua harás?—Pregunto con tranquilidad, con suerte Hana estaba más ocupada intentando alcanzar a Nea

—No lo sé, no he sabido nada de él en mas de siete años, ¿no sería muy raro salir de la nada diciéndole que tiene una hija?— Excusa, fue lo primero que pasó por la mente de Mana

—Kanda Yuu... Campeón en torneos de Kendo a nivel nacional, muy reconocido en Japón, amigo de Alma Karma, Lenalee Lee y Lavi Bookman, gente a la cual conoces muy bien ¿y no sabes nada de él en los últimos ocho años?—Allen se encogió de hombros incómoda

—Además, todo lo que pasó ese día fue un accidente, ¿no? Allen, sabes que siempre te he apoyado en tus decisiones, pero esta vez no pienses en lo que es mejor para ti, piensa en lo que es mejor para Hana, ella no tiene la culpa de todo lo que paso—Allen miro el suelo, pensativa

—Solo piénsalo…—Y diciendo esto, Mana se acerco a Nea y Hana y comenzó a jugar con ambos, dejando a Allen con su mente

Allen saco su teléfono y busco en sus contactos a Lenalee, ambas eran buenas amigas, se conocieron en un evento deportivo de nivel internacional, había participado en esgrima, pero en un tiempo libre que tuvo fue a las competencias de patinaje artístico, y ahí la conoció, después de felicitarla por obtener el segundo lugar en la competencia, de ahí conoció a Lavi Bookman, y desgraciadamente a Kanda Yuu

Hola Lenalee, ¿Cómo has estado? Espero que bien, ¿tienes tiempo libre el próximo fin de semana? Hay cosas que quiero preguntarte

Pd: Puedes llevar a Lavi si quieres

Después de enviar el mensaje, guardo su teléfono y prosiguió a caminar, siguiendo a sus hermanos e hija hasta la residencia Walker

Después de todo este tiempo, jamás le había comentado a sus conocidos sobre Hana, debido a que ella y Kanda eran bastante reconocidos por los medios, y sabían de su relación, el que Kanda la dejara y que la gente se enterara después de que estaba embarazada, solo dejaba al japonés como un cretino o un patán, y ella no quería eso, ya que a pesar de todo, aun le tenía cierto afecto al japonés, no quería arruinar su carrera por algo como eso

Y por ello mismo abandono la suya para dedicarse a Hana, y realmente no se arrepentía de nada, porque cada momento que pasaba con ella, cada risa, cada lagrima, cada mueca de dolor, cada mal momento, todo lo atesoraba más que nada en el mundo

—¡Mamá!— Observo de nuevo a su hija, y sonrió como de costumbre, luego corrió hacia ella y la tomo de la cintura para después cargarla, todos esos entrenamientos de esgrima y demás sirvieron para algo, Hana no necesitaba un padre, ella era ambos a la vez, y ella era todo lo que Hana necesitaba

¿O no?

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Bueno, hasta aquí el prologo, honestamente, no se cada cuanto sacare un capitulo de este fic, como tengo "Nuevos sentimientos" como actividad principal, esta es otra de menor prioridad, por así decirle, así que si les gusto esta idea, háganmelo saber por sus comentarios, acepto criticas contractivas :), tengan paciencia entre cada actualización, no pienso abandonarlo

—Lizzy