Epilogo
No creía en el amor, eran tonterías que solo se hacían realidad en las novelitas de moda que leía Alice. ¿Cómo era posible que tuviéramos el privilegio de leer y mi hermana gastara el tiempo en tonterías? Yo en cambio… quería más. ¿Porqué ser mujer me cerraba las puertas y solo me dejaba un camino en la vida? Si lo obvio: ma- tri – mo- nio.
Bueno pero aún tenía tiempo antes que fuera mi turno, que alivio ser la menor. En este momento aún no buscaban comprometerle ni nada por el estilo; todas las energías de mi madre estaban concentradas en la boda que se celebraría mañana: Emmet Cullen y Rosalie Hale. Sonaba frío… bueno dejemos las formalidades para mi madre, mañana era la boda de mi hermano mayor y mi mejor amiga. ¿Cómo pudo pasar esto?
Rosalie, Alice y yo siempre fuimos muy unidas, ella siempre fue como una más de nosotros; nos conocimos desde muy pequeñas, su casa de campo era continua a la nuestra y nuestros padres dentro de sus visitas sociales del verano, incluían la casa de los Hale.
Y era de lo más encantador. Rose es hija única y a pesar de ser un poco caprichosa, siempre no recibió con agrado y buenos modales y poco a poco los compromisos sociales dejaron de ser compromisos y se convirtieron en verdadera amistad, hasta tal punto que nuestros padres cuando estábamos en la ciudad nos permitían ir de visita a su casa con frecuencia y sus padres también se lo permitían a ella.
Era todo tan armónico, pero ahora la perdimos, y todo empezó con esas tontas novelas que leía Rose y que ahora atacan a Alice, creo que también la perderé.
Rose solo hablaba de encontrar al amor verdadero, de mirar en sus ojos y perderse en la profundidad de su mirada y no se cuantas tonterías más; aunque ahora que lo pienso cuando éramos pequeñas le encantaba el cuento de ricitos de oro, y lo que más le encantaba eran los osos, porque mi hermano encajaba más con un oso que con alguien con ojos para "perderse en la profun..." ay en fin no quiero seguir hablando como Rose.
El caso es que Emmet y Rose hablaban ocasionalmente, y cada uno parecía particularmente interesado en cualquier cosa menos en el otro, pero el día de la presentación de Rose todo cambió; mi hermano por cortesía y cómo era debido le pidió un baile, pero justamente la pieza que sonó era algo que estaba tomando furor en Londres: el vals.
Desde ese día prometí jamás bailarlo; sé que ese baile terminó de cerrar el circulo que las novelas habían empezado; fue tan extraño, Alice y yo estábamos conversando, más bien, Alice no paraba de parlotear acerca de una nueva tienda de sombreros y bla, bla, bla… no le estaba prestando la menor atención a Alice, no podía dejar de observarlos en medio de la gente, Emmet le decía a Rose algo que la hacía reír tontamente; luego la vi girar y girar por la pista, sonrojarse, reír tontamente, girar, girar, sonrojarse, reír tontamente, girar, sonrojarse, sonrojarse aun más (si era eso posible) y para cuando terminó el baile, miraba a Emmet como si fuera la primera vez que lo viera y él solamente le sonrió, le izo una reverencia y cortésmente la escoltó hacia nuestro sitio.
Cuando Rose regresó a nuestro lado solamente nos dijo:
Oh por Dios Bella, Alice, qué ciega he sido, todo el tiempo lo tuve en mis narices y… por Dios, es él, tengo que conquistarlo, es el amor de mi vida, lo sé…
Espera Rose cálmate, toma aire, ¿de qué estás hablando? – exclamé algo confusa, ¿de quién rayos hablaba? - Emmet ha encontrado al hombre con los ojos etc., etc., que tanto mencionas?
Bella no exactamente… es él
¿Dónde? – Exclamamos al mismo tiempo con Alice, mirando hacia todos los lados para ver al misterioso elegido.
No tontas, es él, Emmet, todo el tiempo ha sido Emmet y tienen que ayudarme a que se de cuenta que él es mi Romeo y yo su Julieta
Ay Rose eso sonó demasiado cursi hasta para ti – Alice decía entre carcajadas
Que bromista eres Rose – Exclamé totalmente de acuerdo con Alice
Rose se puso muy seria y comprendimos que se creía perdidamente enamorada de nuestro hermano; pero era un capricho más, el amor era cosas de novela y entre menos tiempo creyera en esas tonterías sufriría menos.
El caso que ella siempre fue muy hermosa, su larga callera rubia, su esbelta figura, despertaba miradas por doquier, y si a eso le sumabas su flamante apellido y fortuna de sus padres la hacía más que un buen partido, cosa que Emmet no iba a desaprovechar así que cuando menos lo esperaba, pidió el correspondiente permiso para cortejarla y para el fin del otoño se comprometieron. Emmet jamás hablaba de amor y su trato para con Rose era de acuerdo a las normas sociales establecidas: un perfecto caballero.
Pero Rose, mi querida Rose, seguía creyendo que lograría que Emmet abriera sus profundo ojos y se diera cuenta que ella era su amor verdadero y no solamente su esposa por conveniencia como lo sabía yo. Alice no ayudaba mucho, cada día la seguía alentando, diciéndole que lo lograría, que el amor verdadero siempre triunfaba y todas esas tonterías que también dice Rose; no quiero que sufran cuando la realidad las golpee con todas sus letras.
Estoy segura que esa boda marcará el inicio de un cambio para todos. De lo único que estoy segura es que el ser tan racional como los soy hará que semejante sandez nunca me pase a mi.
Hola a todas:
Este es mi primera historia. Espero les guste y estaré atenta a sus comentarios, sugerencias, dudas y demás. Y por supuesto los persones son de Meyer y la historia es mía.
