A/N: Esto era originalmente un solo fic. Pero como voy a traducir más oneshots y viñetas de la misma autora, decidí ponerlos todos en una sola historia. Así que aquí va el primero. Enjoy!

Autora original: ohwhatsherface

Género: Romance/Humor

Rating: T

Longitud: 1.103 palabras

Disclaimer: Nada de esto me pertenece.


Colección: Sasuke & Sakura
(I)
Por Culpa De Todo El Estrógeno


Resumen: "Estúpido estrógeno. Tenía que llegar y hacer que a Sakura le crecieran pechos y un culo."


El estrógeno, según el libro que leía mientras se sentaba en la oficina de ella en el hospital, aburrido, era conocido por funcionar como la principal hormona sexual femenina.

Si bien estas hormonas estaban presentes tanto en hombres como mujeres, los estrógenos se presentan generalmente en niveles significativamente más altos en las mujeres, que se encuentran en edad reproductiva. Las hormonas promueven el desarrollo de las características sexuales femeninas secundarias.

Dichas características incluyen aumento en la estatura—

Ch, él siempre sería más alto.

—una voz más aguda—

Con la cual solo la escuchaba quejarse…

—caderas más anchas—

Se veían igual…

—menos vello facial—

En realidad, nunca había notado ninguno en ella.

—depósitos de grasa alrededor de los glúteos, muslos y caderas—

Con lo que admitía, se veía aún más atractiva.

—textura de piel más suave—

Vaya, si no lo sabía.

—y crecimiento de los pechos—

Tragó saliva con fuerza.

Las hormonas del estrógeno también están involucradas en el engrosamiento del endometrio y otros aspectos reguladores del ciclo menstrual.

En los hombres, las hormonas del estrógeno son usadas para regular ciertas funciones del sistema reproductor, lo que es importante para la maduración de los espermatozoides. Además, en ciertas personas, pueden ser necesarias para una libido saludable.

Heh…

Hablando de una libido saludable…

—Sasuke-kun, ¿por qué estás mirando un libro sobre el sistema reproductivo de las mujeres?

Sasuke levantó la vista del libro y observó a Sakura en la puerta de su oficina, con unas cuantas carpetas en sus brazos, aunque bastante gruesas y llenas de papeles. Su larga figura (estrógeno…) estaba ligeramente encorvada contra el marco mientras lo observaba a él, sentado en su súper confortable silla mientras leía acerca de las mujeres. Ella caminó hacia su escritorio y dejó caer su trabajo sobre este. Sakura lo punzó con fuerza en el brazo.

—Fuera de mi silla, Sasuke-kun.

—Hn.

Era claro que estaba muy cómodamente sentado.

¿Por qué debería escucharla?

—¡Sasuke-kun! —se quejó ella, con su maldita voz aguda (¡estúpido estrógeno!) tratando de empujarlo. Sabía, sin embargo, que si realmente quería sacarlo de la silla podría moverlo con su meñique, considerando esa insensatamente malvada estúpida maldita fuerza que tenía—. ¡Muévete!

Él se encogió de hombros, sin preocupación.

—Hn.

Sus ojos se entrecerraron y lo agarró del cuello de la camiseta, acercando tanto su rostro al de ella que podía sentir su aliento contra su piel. Estaba tan cerca que podía ver su vello facial, o en realidad, la falta de este (maldito seas, estrógeno). (Aunque en realidad no se estaba quejando porque, evitando pensar en ello, Sakura con un montón de vello facial no era demasiado atrayente).

Desafortunadamente para ella, al levantar a Sasuke su pierna golpeó el escritorio, derribando algunas cosas.

Sakura lo soltó para recoger lo que sea que hubiese tirado, murmurando lo que pensó afirmativamente, que eran insultos contra él en voz baja.

Ella se inclinó y no pudo dejar de notar la forma en que el final de su trasero sobresalía peligrosamente cerca de él. ¿Cuándo demonios el trasero de Sakura creció y dejó de ser plano? Frunció el ceño, porque en serio, ¿cuándo obtuvo tan buenas curvas? (Ah claro, el estrógeno).

Suspiró, después de levantarse y poner sus materiales caídos sobre la mesa.

—Sasuke-kun, de verdad necesito que te muevas-

Una expresión aprehensiva se abrió paso en su rostro, y Sasuke se preguntó por qué.

—¡Estás muy rojo! —exclamó ella, poniendo una mano contra el rostro de Sasuke, sintiendo su piel caliente (porque estaba totalmente ruborizado).

Sus ojos verdes estaban genuinamente preocupados.

—¡Creo que te está viniendo una fiebre, Sasuke-kun!

Luchó muy duro contra sí mismo, porque una parte de él se estaba muriendo por presionar su mejilla y frotarla contra la suave delicadeza de la mano derecha de Sakura (ugh, maldito estrógeno).

Con cuidado de no ser demasiado brusco, Sasuke le golpeó la mano para quitarla de su piel, apartándose del escritorio, agradecido de que su oh-muy cómoda silla tuviera ruedas.

—Estoy bien —murmuró secamente.

Ella retrocedió, luciendo un tanto lastimada. Sakura volvió a mirar su escritorio, frunciendo el ceño levemente.

—Bien. Como quieras.

Parecía que realmente no quería hablar con él, ya que comenzó a hacer su trabajo de pie, apenas inclinándose sobre la mesa, con una mano afirmando su peso y la otra sosteniendo su lápiz.

Desde el ángulo en que estaba sentado, podría ver su pecho perfectamente.

(El ángulo era perfecto. No sus pechos. O bien…)

Y por alguna razón, aunque supiera que se veía como un pervertido, no podía apartar la vista.

Maldición.

Realmente odiaba al estrógeno (aunque su inner pervertido le estuviera diciendo que, según el libro de Sakura, el estrógeno era parte de lo que mantenía a su libido saludable, así que no tenía que maldecirlo tanto).

Aparentemente, en el lapso de tiempo en que estuvo teniendo una pelea con su inner pervertido acerca de estrógeno, libido y los pechos de Sakura, con su mirada aún fija en ellos, ella notó su mirada.

Negro se encontró con verde.

(Aunque era un poco difícil ver el verde, considerando lo entrecerrados que estaba sus ojos).

Oh, genial.

Estaba enfadada.

—Sasuke-kun, dime que estás mirando mi pecho —gruñó ella, el lápiz que sostenía ahora partido por la mitad.

Él arrugó las cejas.

—No estoy mirando tu pecho.

—Bien. Estabas mirando mi pecho.

—Yo…

Sasuke frunció el ceño y arrojó el libro sobre su escritorio.

—¡Es por culpa tuya y de tu estúpido estrógeno! —exclamó Sasuke.

Sonaba realmente molesto, aunque Sakura no podía pensar el por qué.

—Tenías que ir, volverte más alta, hacer algunas curvas y que te crecieran unos malditos pechos.

Cruzó los brazos sobre su torso.

—Es tu culpa.

Sasuke parecía bastante disgustado.

—¡Todo se debe al maldito estrógeno!

Ella parpadeó y simplemente lo miró de forma neutra.

—¿Me estás increpando por ser mujer?

El solo soltó un bufido.

—Ch, los hombres también tienen estrógeno, sabes —respondió Sasuke, tratando de sonar listo—. Mantiene nuestra libido en su lugar.

Pausa.

Sakura se vio a sí misma esbozando una sonrisa divertida, mientras volvía a mirar su libro.

—Realmente estuviste leyendo sobre el estrógeno… —rió para ella—, y yo que pensaba que estabas siendo un pervertido y mirabas las fotografías del libro. Naruto lo hace cada vez que viene a mi oficina.

Sonriendo malévolamente, caminó hacia la puerta, moviendo las caderas con cada paso que daba.

Sintió la mirada de Sasuke en su espalda.

(O más bien en su parte trasera).

Le puso el cerrojo a la puerta y luego se volvió hacia él, notando que la estaba mirando con cansancio.

—Veamos entonces que tan bien está trabajando el estrógeno en ti, Sasuke-kun.

Sexo.