Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto.
Aviso: Este es un BrithdayFic hecho con mucho cariño para "karla-eli-chan" por su cumpleaños.
Advertencia: AU.
Prueba de fuego.
Capítulo 1: Le gustas.
Estaban en el gimnasio de la escuela. Un grupo de cuatro chicas parloteaban en las gradas mientras que en el campo de juego los chicos del equipo de basquetball hacían lagartijas y abdominales; estaban siendo entrenados por el profesor Gai para el campeonato de la semana entrante.
Ese era el motivo por el que muchas chicas estaban allí. Nada mejor que sentarse a ver a los galanes de sus cursos entrenando en cuero sus ya bien trabajados cuerpos. También era una buena ocasión para animarlos por el próximo juego y acercarse a ellos.
—Hina-chan, ya deja de mirar tanto a Naruto-kun. Haces que sea muy obvio el hecho de que estás enamorada de él. —Dijo Ino codeando a su amiga de ojos perla.
Al instante la Hyuga agachó un poco la mirada y sus mejillas se tornaron de un muy visible —demasiado para su gusto— color carmesí.
"¿Soy tan obvia?" Se preguntó en su interior la pelinegra, haciendo que se sonrojase aún más ante el pensamiento de que quizá ya todos se daban cuenta de que le gustaba... más bien, le encantaba Uzumaki Naruto, o peor, que hasta el mismo rubio sabía que traía a la ojiperla babeando por él y que se hacía el distraído o a veces la ignoraba porque no quería absolutamente nada con ella.
Eso, además de hacerlo sonrojar, la entristecía.
—¡Ino! —La reprendieron Sakura y Tenten al ver la expresión de tristeza que había logrado formar la Yamanaka en el rostro de Hinata.
—Sólo digo que tenga más cuidado con esas miradas poco discretas. —Se defendió la rubia.
—Hina-chan, ¿Porqué no vas a hablarle luego del entrenamiento? —Preguntó la chonguitos marrones para intentar animar a su amiga de ojos perla.
—Es una buena idea —Acotó la pelirosa—. Naruto-kun siempre es el último en salir porque siempre le gusta quedarse hasta lo último, así estarían solos.
—¿Quién sabe? Hasta podrías besarlo. —Habló una sonriente y pícara Tenten.
—Y nosotras podríamos cuidar la puerta del gimnasio para que nadie entrara y los molestara. —Agregó la rubia.
La Hyuga ya que con el simple hecho de que plantearan que fuera a hablarle al rubio había hecho que se sonrojara visiblemente, por lo que, por ende, cuando escuchó la idea de besarlo, su rostro pasó a un nuevo nivel, completamente rojo, que jamás habían visto sus amigas, y que, al ser tan grave y junto con la expresión no muy comprensible de Hinata, sus amigas empezaban a preocuparse por su estado de salud. Parecía que se iba a desmayar.
Millones de dudas la asaltaron a la vez. ¿Y si él ni si quiera quería hablar con ella y la rechazaba? ¿Y si sí quería hacerlo pero al momento se congelase de la vergüenza y timidez? Por un momento se dijo que no debía ser tan pesimista y pensar o esperar a que todo salga bien. Pero luego de eso, otra duda peor la asaltó; ella no había besado nunca, ¿Qué haría? De seguro sería terrible que el rubio se diese cuenta que la ojiperla no tenía experiencia y no tenía idea de qué hacer con su boca...
O con su lengua. Increíblemente se puso aún más rojo —cosa que parecía imposible con lo rojo que ya de por sí estaba— de lo que ya estaba al imaginarse dándole un beso francés al Uzumaki.
—¿Estás bien, Hina-chan? —Preguntó la Haruno poniendo una mano en su frente.
—Exagerada. —Dijo la rubia en tono bajo.
—¡Ino! —Volvieron e reprender Tenten y la pelirosa.
La rubia solo chasqueó la lengua.
Cuando tienes un millón de dudas, todas esas dudas son generadas por dudas anteriores, ya que todo tiene un comienzo, entonces, para hacer entender a sus amigas las mil y un incógnitas que le estaban dando vueltas en la cabeza, la ojiperla solo elevó la mirada a sus amigas, aún algo sonrojada, y les hizo una pregunta simple de formular y difícil de responder, pero muy aceptable:
—¿Y-y si no le gusto? —Preguntó jugueteando con los pliegues de su falda; parte del uniforme escolar.
Sus tres amigas cambiaron sus expresiones a una de comprensión y entendimiento. Pero al poco tiempo el silencio y el buscar la forma de darle ánimos a la Hyuga para que valla a hablarle y averiguara la respuesta fueron opacados por la implacable "sabelo todo del amor" —según ella misma—, Ino Yamanaka.
—¿Y si sí le gustas y todo resulta bien? —Contra-atacó la última pregunta la rubia de brazos cruzados.
—Eso es cierto. —Admitió la pelirosa.
Tenten solo asintió mostrando que estaba de acuerdo con ambas. Luego hubo un silencio en el que la pelinegra no supo qué responder, lo único que le quedaba era decirles que no porque tenía vergüenza, lo cual no sería nuevo para la chias ya que conocían lo tímida que era la ojiperla. Pero de igual forma sabía que sus amigas insistirían una y otra vez hasta que fuera a hablarle.
Haruno, al comprender lo tímida que era su amiga, más ante la persona que le gustaba, tal y como ella solía ser, quiso darle ánimos, ya que sentía que Naruto y Hinata podrían hacer una hermosa pareja.
—¿Qué tal si buscamos señales que indiquen que a Naruto-kun le gustas? Así no estarás tan nerviosa cuando le hables —Acotó la pelirosa.
—¡Es una gran idea! —Respondió sonriente la de pelo color chocolate.
—Y yo sé justo como efectuarla —Habló la rubia con una sonrisa orgullosa—. Sólo debemos prestar atención a las señales. Por ejemplo: los chicos muestran interés cuando alguien les gusta, eso es lo obvio y lo más básico.
Y sí, lo era. La mayoría a la hora de buscar 'señales' que muestren que alguien gusta de otro alguien, plantearían primero el tema del interés, ya que es obvio que a si a los hombres les gusta algo se interesan por ello, no como el caso de las mujeres cuando quieren hacerse las difíciles o no mostrar interés en un hombre que les fascina porque creen en ese dicho de: "Ellos quieren lo que no tienen".
Pero lamentablemente, Hinata no era de esa mayoría. Para ella si algo te gustaba mostraban interés y punto, siendo hombre o mujer. Ella no contaba con que al mostrar interés, cada vez que podía y su timidez no le ganaba, hacia Naruto y éste no viera las señales ya que era muy despistado, no significaba que él realmente no estuviera enamorado de ella y, al ser inexperto, no tuviera idea de qué hacer frente a ella.
"Lo más básico." Repitió la pelinegra en su interior. ¿Es que acaso ni si quiera sabía lo más básico?
—Vamos, Hina-chan. Muévete. No te quedes ahí. —Dijo la voz de la rubia desde abajo de la gradas, haciéndole señas de que las siguieran.
Se había quedado sentada y pensando en sus cavilaciones, tanto que no se dio cuenta de que sus tres amigas ya habían bajado de las gradas y se dirigían al baño. Bajó rápidamente y alcanzó a sus amigas, que iban a paso lento para esperarla. En el pasillo, en camino al baño de mujeres, la charla continuó.
—Muy bien... —Prosiguió Ino— Busquen señales de que Naruto-kun esté interesado en Hina-chan.
—Yo tengo una —Dijo Tenten—. Sakura-chan y Hina-chan son muy buenas estudiantes, pero a la que siempre le pide ayuda es Hina-chan.
—Buen punto. ¿Él te escucha cuando hablas? —Preguntó la rubia mientras habría la puerta del baño y la pelinegra asintió adentrándose en el tocador de damas.
Ya dentro del baño, la rubia sacó de su bolso algo de maquillaje, Tenten le arreglaba el uniforme y Sakura peinaba su larga y lacia cabellera negra. La charla continuó.
—Genial. Que te escuche cuando hablas demuestra que siente interés por ti como más que una amiga. —Dijo la Yamanaka.
También hubiera dicho que él siempre sonreía y se ponía algo nervioso cuando la veía, pero apenas si contaba porque al ser atolondrado, eso disfrazaba el nerviosismo, además, el chico parecía sonreír a pesar de todo cada minuto de su vida.
—El otro día, cuando fue el cumpleaños de Ino-chan, te llevó hasta tu casa de regreso aunque tú le dijiste que Ko-san pasaba a buscarte. —Habló Tenten.
Y así, fueron una por una diciéndole a Hinata, mientras la embellecían, todas las señales que le había dado Naruto para que se diera cuenta de que estaba enamorado de ella, desde la más mínima hasta la más obvia de todas. La confianza en la ojiperla poco a poco volvía a su ser y el rojo abandonaba sus mejillas.
—¡Ya estás lista! —Anunció la rubia, sonriendo orgullos con ambas manos en sus caderas.
No habían hecho demasiado, ya que Hinata siempre estaba bien arreglada, pero ella no utilizaba maquillaje, así que lo único que hicieron sus amigas fueron varios retoques y agregar rimel de pestañas, delineador y un brillo labial muy natural que nutría los labios.
Salieron del baño y se encaminaron hacia el gimnasio. Al llegar cerca de las puertas vieron como todos los chicos salían de éste, a excepción del Uzumaki. La rubia sonrió con condescendencia; siempre parecía acertar en sus predicciones y también emparejar bien a las personas, o dar buenos consejos.
—Ahora sólo entra al gimnasio. —Animó la rubia dándole empujoncitos para que entrase.
—Todo saldrá bien. —Le dijo en un susurro Tenten mientras le sonreía con ternura.
—Recuerdo lo que te dije: Para saber si le gustas, debes hablar con él sobre el Baile de Primavera de éste año. Si te invita al baile cuando saques ese tema, entonces está completamente enamorado de ti.
Hinata asintió sonriendo levemente. Tenía un destello de esperanza en su interior.
Dejó a sus amigas atrás, quienes cerraron la puerta del gimnasio y se quedaron allí para hacer guardia. Entró y efectivamente, aún estaba el rubio tratando de encestar allí. Hinata paró en seco al ver que Naruto, con el torso descubierto, se giraba hacia ella y le sonreía pícaro, para luego comenzar acercarse intentando peinar su cabello con algo de nerviosismo al verse en ese estado, todo sudoroso y despeinado, ante la chica que a su parecer era la más bella de la escuela.
—¡Hola Hinata-chan! —Saludó, como siempre, efusivo.
—Ho-hola, Naruto-kun —Le respondió agachando la mirada con timidez— ¿Qué tal el entrenamiento? —Preguntó luego de un incómodo silencio en el que no sabían qué hacer.
—Muy bien. Para mi es mu fácil, ni si quiera estoy cansado. ¡Ya verás que a semana entrante ganaremos el campeonato! ¡De veras! —Contestó sonriéndole.
Ella le devolvió la sonrisa y comenzaron a charlar. La charla fue sobre cosas cotidianas, no muy animada pero tampoco aburrida del todo. La timidez y nerviosismo fueron desapareciendo a medida que fluían los temas de conversación y comenzaban a sonreír más. Hasta que llegó el momento en que la ojiperla decidió hacer la prueba de fuego y hacer la pregunta que hace rato quería hacer. El rubio también quería hacerle una pregunta que tenía que ver con el tema, por lo que ambos ganaban al sacar ese tema de conversación.
—¿Irás al Baile de Primavera? —Preguntó jugueteando con sus dedos.
—¡Por supuesto que iré! —Contestó sonriéndole— Pero... no tengo con quien ir —Admitió el rubio y comenzó a ponerse algo nervioso— Hina-chan...
—¿Sí?
—Yo...Tú... ¿Ya tienes con quién ir al Baile? —Preguntó para asegurarse de tener el pase libre con la Hyuga.
Ella lo miró y le sonrió. Estaba funcionando. Negó con la cabeza en respuesta a la pregunta del rubio. Desde afuera, sus amigas festejaban, ya que habían pegado las orejas a la puerta y escuchado toda la conversación de la tórtolos.
—Entonces... ¿Quieres ir al Baile de Primavera conmigo? —Preguntó al fin el rubio.
La tres chicas fuera del gimnasio chocaron sus manos en señal de victoria. Al rato, salió Hinata sonriendo de oreja a oreja. Todas se tomaron de los brazos y comenzaron a azotarla a preguntas y, entre risas y sonrojos, la ojiperla las contó todo detalladamente, aunque ya supieran de lo que habían hablado gracias a lo que escucharon detrás de la puerta.
Entraron a clases riendo. Hinata, obviamente, era la más feliz de todas; iría con su amor desde la infancia al baile, lo más probable, sería que la bese allí mismo...
Y ahí devuelta la asaltó esa condenada pregunta: ¿Qué haría y cómo lo haría?
—¿Pasa algo, Hina-chan? —Preguntó Tenten al ver que a la pelinegra se le había esfumado la sonrisa.
—¿Ahora qué le pasa? —Preguntó la rubia Yamanaka en tono de queja— Le gustas e irás al baile con él. Se su pone que deberías estar feliz.
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Naruto salió ya limpio de las duchas y se vistió. Salió del gimnasio y se dirigió a paso rápido hacia su salón, ya que estaba llegando tarde a clases. En el camino se encontró con Sasuke, quien había pedido permiso para ir al baño y ahora también estaba de camino al salón de clases junto con su amigo rubio.
—¿Porqué sales tan tarde del gimnasio? —Preguntó como al pasar.
—Me quedé hablando con Hinata-chan. —Contestó felizmente.
El pelinegro levantó una ceja sorprendido. No se lo esperaba. Se preguntó si al fin el rubio se había dado cuenta de que la pelinegra estaba profundamente enamorada de él hace tiempo y éste se había animado a hablarle como más que un simple amigo de una buena vez.
—Ella vino al gimnasio mientras estaba entrenando. —Le aclaró poniéndose ambas manos manos en la nuca.
El Uchiha rodó los ojos, no podía ser que la Hyuga tenía que haber dado el primer paso para que ambos se quedasen hablando a solas. El pelinegro puso sus manos en los bolsillos.
—¡Y a la invité a salir al Baile de Primavera! —Le comunicó sonriendo emocionado.
Sasuke volvió a alzar las cejas. Bueno, no se había dado cuenta de que había estado enamorada de él desde el primer momento ni dio el primer paso para iniciar conversación, pero al menos la había invitado al Baile.
—Creo que empiezo a gustarle. —Comentó sonriente.
—Naruto —Dijo deteniéndose frente a la puerta del salón, y cerrando los ojos intentando no perder la paciencia—. A Hinata-chan, ya le gustas, le gustabas y lo más probable es que sigas gustándole. —Le informó.
Luego de decir aquello entró al aula de clases sin más, dejando sólo y congelado a Naruto ante su comentario.
Hinata siempre había estado enamorado de ella y recién se daba cuenta. ¿Qué tan despistado podía llegar a ser? Se reprendió mentalmente por aquello mientras entraba a clases.
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N/A:
¡Hola! Gracias por leer, ojalá les haya gustado. Les agradecería muchísimo si dejaran un review comentando que les pareció.
Cómo ya dice al principio del fic, éste es un fic de regalo de cumpleaños para "karla-eli-chan". ¡Feliz cumpleaños! :)
Ella me pidió que hiciera un ItaHina o NaruHina, como no tenía idea que cómo hacer un ItaHina, aquí le dedico con mucho cariño este NaruHina. Éste no fue tan romántico como me hubiera gustado... o como te hubiera gustado a ti, pero prometo que el siguiente capítulo será muy romántico.
¡Saludos!
¿Review?
