¡Hola a todos! Me llamo Vanessa Heredia y apenas he visto príncipe del tenis me he enamorado de la serie, principalmente de Kunimitsu Tezuka y Shusuke Fuji, son hermosos y adoro la pareja que hacen por algunas historias que he leído de ellos, me he animado a escribir algo de ellos pero no sé si continuarlo o solo dejarlo en este capítulo único, me encantaría que me diesen su opinión al respecto y espero que les guste.

Príncipe del tenis no me pertenece o Tezuka y Fuji serían los protagonistas y los haría novios jeje.

- Hablan-

Piensan

Es un universo alterno.

AMBROSÍA.

Resumen: Después de la muerte de su abuela, Shusuke debe vivir con su hermana y su cuñado, a quien le tiene un profundo agradecimiento. Pero ¿Qué pasará cuando se da cuenta que se siente profundamente atraído por su hermano ley? ¿Hará algo o se quedará de brazos cruzados?

CAPÍTULO I

RAZÓN VS. PASIÓN

El presidente de la corporación Tezuka se quitó las gafas y se frotó las sienes mientras gemía por el dolor palpitante de cabeza que presentaba en la actualidad haciéndole perder su concentración. A sus 24 años había terminado ya un doctorado en negocios internacionales y era la cabeza de una de las empresas más grandes y productivas de Japón; reconocida internacionalmente, la cual pertenecía a su familia.

Debido a su gran responsabilidad e inteligencia adelantó demasiados grados sorprendiendo al país entero por sus logros, motivo que le valió para tener el puesto de su padre al desear este tomarse un año de descanso para dedicarle a su esposa.

En este momento lo que menos deseaba era trabajar recordaba vívidamente la discusión sostenida con su esposa la noche anterior, no entendía cómo podía ser tan insensible con su propio hermano ¡por dios, si era apenas un adolescente de 17 años!

Flash back::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Eran las 12 de la noche cuando llego a su casa se encontraba realmente cansado, se había presentado un problema en la compañía que necesitó una reunión urgente del consejo la cual recién había terminado debido a que no llegaban a una solución satisfactoria lo único que deseaba era dormir pero su sorpresa llegó al entrar a su casa y encontrar a su mujer hecha una furia gritando al teléfono.

- ¡De ninguna manera me haré cargo de ese maldito mocoso que le quede claro! ¡Mándelo a un internado a que estudie o que se yo pagaré todos los gastos pero no pienso aceptarlo en mi casa!- estaba muy molesta una trabajadora social había llamado avisando que su abuela había muerto y que tenía que hacerse cargo de su hermano Shusuke, tan molesta estaba que no se percató de la entrada de su marido hasta que tomó el teléfono de su mano con un brusco movimiento.

- Habla Tezuka Kunimitsu, no se preocupe nos haremos cargo de Shusuke Fuji, mi esposa solamente se encuentra algo indispuesta en este momento- agregó mirando a Yumiko de forma muy molesta, odiaba el hecho de que fuese tan egoísta con su propio hermano solo hablaba cosas horribles sobre el muchacho cuando debería estar al pendiente de él, era lo honorable por hacer, su familia le había inculcado esos valores; todos los Tezuka eran una familia con honor, ¡Si no lo hacía su esposa lo haría él! – Pasaremos mañana a las 6 de la tarde por él, ya me avisó la directora del centro no se preocupe – acotó al terminó de la conversación.

- Kunimitsu ¿Por qué lo haces? ¡No quiero a Shusuke en esta casa! ¡Sólo nos traerá problemas como se los trajo a mamá! – Gritó histérica

- ¡Escúchame bien Yumiko es tu hermano y lo honorable por hacer es acogerlo te he pasado todos años el que te hayas desatendido de él porque yo le mandaba una cantidad mensual a tu abuela para sus gastos y de Fuji-kun pero ahora que ella no está nos haremos cargo de él, como debió ser desde un inicio, no dejare que por tus caprichos el nombre de mi familia quede en boca de todos y si quieres que mi familia te siga aceptando es mejor que lo aceptes de una buena vez, no es la primera vez que tenemos esta discusión! – Dijo con voz fría el chico de lentes dejando estática a su esposa pues era la primera vez que no le daba opciones y debía ceder pero no por eso se resignaría, aunque por el momento era mejor quedarse callada así que con lágrimas de ira y frustración se quedó a media sala mientras su marido se iba a dormir a una de las habitaciones de huéspedes.

Fin de flash back::::::::::::::::::::::::::::::::

Con un suspiro nuevamente se colocó las gafas y se levantó para salir al centro de acogida donde se encontraba el muchacho.

- Fuji- kun, sígueme ya han llegado por ti – Mencionó dulcemente al chico una señora de cabello negro, la trabajadora social de ese centro de acogida, se había encariñado con el muchacho era imposible no hacerlo si era muy servicial y demasiado hermoso al grado que al inicio pensó que era una muchacha además siempre tenía una dulce sonrisa en su rostro y sus ojos cerrados, eso anexo a su delgado cuerpo, finas facciones, piel de porcelana y cabellos amielados largos casi a la altura de los hombros lo hacían una belleza; si fuese chica indudablemente enloquecería a la población masculina.

- Avanzo después de usted Makoto-san – Comentó abriendo la puerta de la habitación para ella con su dulce sonrisa, prosiguiendo a seguirla hasta la dirección del lugar.

Al entrar a dicho lugar lo primero que vio fue a su hermana dedicándole una fría mirada cargada de odio y desdén, no era algo que le sorprendiera realmente, sabía que no era de su agrado pero lo que lo sorprendió fue el hombre parado al lado de ella, debía ser su esposo, se lo imaginaba mayor, le estaba muy agradecido a él pues gracias a su generosidad había podido vivir unos años en relativa paz junto a su abuela, la única persona de su familia que lo amaba, hasta que la vida se la llevó; saliendo de sus pensamientos se apresuró a decir.

- Buenas tardes Tezuka- sama, Yumiko- nessan – Haciendo una reverencia para recibir un tranquilo asentimiento de cabeza por parte de Tezuka y una mueca de su hermana.

- Fuji-kun ¿Estás listo? Ya hemos arreglado toda la documentación y podemos irnos – Informó el mayor al más pequeño para recibir una respuesta afirmativa y dirigirse al auto después de despedirse con las formalidades adecuadas.

El trayecto a la residencia Tezuka fue realmente tenso pues Yumiko no dejaba de mandarle miradas de odio a su hermano y a Kunimitsu ya comenzaba a fastidiarle eso, pero veía que a el muchacho no le afectaban en nada solo se dedicaba a mirar por la ventana del automóvil con un aire tranquilo, a decir verdad le gustaría que su esposa tuviese un poco de la calma que Fuji manifestaba.

Al entrar a la casa se llevaron una gran sorpresa al verla decorada para una fiesta con un gran letrero que decía "Bienvenido Fuji-kun", el mu chacho de cabellos amielados se vio aún más sorprendido al ser rodeado por un maternal abrazo de una hermosa mujer de cabellos castaños más oscuros que los suyos.

- ¡Oh querido bienvenido eres hermoso! Me alegro enormemente que vivas con Yumiko y mi hijo ya eres parte de la familia – Comentó alegremente la mujer al soltarlo de su abrazo – Él es mi esposo Kiniharo y su padre Kunikazu; yo soy Ayana pero puedes decirme madre o mamá – Finalizó guiñándole un ojo.

- Bienvenido Fuji-kun – Dijeron al unísono los dos hombres mayores en la habitación – Gracias Tezuka-san Tezuka-sama, respondió formalmente el adolescente haciendo una pequeña reverencia.

Cenaron con relativa tranquilidad o al menos eso aparentaron pues fue imposible no notar el desprecio que sentía su nuera hacia el joven Shusuke, cosa que les desagradó enormemente pues les había caído muy bien a todos incluso al patriarca de la familia que era tan desconfiado, con lo poco que habían conversado con el niño más pequeño se dieron cuenta que era realmente muy inteligente todo un tensai tenía conocimientos en varias áreas lo que le permitía tener un variado tema de conversación, era sumamente tranquilo y educado un chico modelo indudablemente les recordaba a Kunimitsu sólo que más espontaneo y abierto a las personas.

El sonido de un móvil interrumpió la amena conversación que mantenía con la familia Tezuka, era el teléfono de su hermana la cual presurosa contestó le dijeron algo que la molestó pues hasta la sala de estar se escuchaban sus gritos, regresó muy molesta.

- Cariño hubo un problema con unas de las prendas que he diseñado y debo viajar a Francia por tres semanas tengo que salir ahora mismo ya me han reservado el vuelo que sale en una hora, te quiero cielo, hasta pronto espero que Shusuke no te cause problemas – Dijo mirándolo con odio – Ayana-san, Tezuka-san, Tezuka-sama, me retiro – Se acercó al cabellos miel y fingiendo darle un abrazo le susurró al oído – ¡Pobre de ti si te atreves a hacer algo en mi ausencia te juro que te ira muy mal maldito mocoso!, bueno me retiro pasen una buena noche.

- Kunimitsu, querido, nosotros también nos retiramos es tarde ya, Shusuke, cariño, espero que te guste tu habitación yo la he decorado especialmente para ti – Comento mientras lo envolvía en otro maternal abrazo y los hombres se despedían para continuar su camino.

Una vez que se quedaron solos el ojiazul abrió sus ojos sorprendiendo al más alto por la intensidad de su mirada – Tezuka-san yo quiero darle las gracias, le agradezco enormemente todo lo que hizo por mi abuela y lo que sigue haciendo por mí, no tengo con que pagarle pero quiero que sepa que cualquier cosa en que pueda serle de ayuda no dude en pedírmelo y con gusto lo haré –

El de lentes respondió – Fuji-kun solamente dime Tezuka somos familia después de todo, además no tienes porqué agradecerme nada lo he hecho porque he querido hacerlo, sólo sigue esforzándote en tus estudios, tengo entendido que ya el próximo año entrarás a la universidad, piensa que quieres estudiar y dímelo claramente en su momento no te preocupes por lo económico te apoyaré en todo. – Finalizó

- Entonces también llámame Fuji o Shusuke como gustes Tezuka y sí; tengo mucho porque agradecer – Acotó sonriendo el más pequeño.

- Fuji estaremos solos unas semanas yo me voy a temprano a la empresa te dejare en tu escuela en lo que te acostumbras al camino y enviaré un chofer a que te recoja para llevarte a la empresa cuando salgas e iremos a cenar algo fuera antes de regresar a casa. – Añadió el más alto mirándolo fijamente. – Además toma esta tarjeta está ya a tu nombre en ella te depositare una cantidad semanal para tus gastos no tendrás que dar cuenta de ellos y si necesitas algo más pídemelo con toda confianza he firmado yo como tu tutor así que incluso cualquier trámite escolar consúltalo directamente conmigo.

- De acuerdo Tezuka nos veremos por la mañana que tengas una buena noche – Se despidió el ojiazul al ver que su tutor se retiraba y procedió a hacer lo mismo.

Una vez en su habitación Shusuke recostado en su cama no podía conciliar el sueño, sabía que tendría problemas, su hermana lo odiaba, después de la muerte de su padre nada fue igual su madre cayó en una gran depresión y tuvieron que renunciar a su cómoda vida pues la empresa para la que él trabajaba se negó a dar la pensión, debido a eso Yumiko tuvo que trabajar para poder aportar dinero a la casa, él mismo, a pesar de que era muy pequeño comenzó a ayudar con las labores de la casa las cuales se le complicaban un poco, más por su estatura que porque las encontrara difíciles de hacer después de todo siempre había sido un tensai, fue inevitable sumirse en los recuerdos.

Flash back:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Fue un año después de la muerte de su padre, como todos los días su madre se iba al cementerio y regresaba hasta entrada la noche aun peor de depresiva de lo normal, pero esa noche regresó feliz, los abrazo a Yuta y a él, les pidió perdón junto a Yumiko y dijo que se pondría a trabajar cosa que cumplió; ellos estaban realmente sorprendidos por eso pero estuvieron muy felices, sin embargo a los pocos meses supieron el motivo; su madre había conocido a alguien y lo llevó a vivir a la casa.

Al principio todo iba bien pero a los tres meses de la llegada de Tayuya comenzó a acosarlo cuando estaba haciendo las labores doméstica le decía que era hermosa y trataba de tocarlo, al darse cuenta el pequeño Yuta que era muy vivo para su edad no se despegaba de él para "protegerlo" se jactaba el pequeño, pues por más dulces y cosas que su padrastro les ofreciera su otouto jamás se dejaba embaucar.

Pero una tarde, casi por la noche se encontraba sólo; Yuta se había ido de campamento en el preescolar pues era de los últimos días que asistiría, estaba próximo a egresar, su madre se encontraba doblando turno y su hermana en la escuela; después de terminar de preparar la cena subió a su habitación para terminar sus deberes escolares pero no esperaba que justo al entrar lo tomaran fuertemente de sus brazos para arrojarlo a la cama.

- ¡Suélteme!, ¡Tayuya-san que hace, no, déjeme! - Gritaba forcejeando con todas sus fuerzas pero a sus escasos 10 años no había mucho que pudiese hacer contra un hombre de casi 40.

- ¡Por fin serás mío Shusuke! – Le dijo mientras arrancaba su camisita y sus pantalones presionando muy fuerte sus muñecas, dejándole moretones y chupando fuertemente su cuello dejando chupones horribles, le dolía, el peso de ese señor lo estaba asfixiando – Si pequeño te he deseado todo este tiempo ¡eres hermoso! tienes que ser mío primero no me importa que no seas mujer, después de todo tienes por donde – Decía el maldito con una voz cargada de lujuria mientras lo penetraba violentamente.

- ¡Ahhhhhhhh! ¡Deténgase, por favor ya basta! ¡Me duele! – Grito el ojiazul pues le dolía horrible sentía que se partía en dos y el bastardo no escuchaba sus suplicas, podía sentir como sangraba de su recto pero nada lo detuvo, fue tan grande su dolor que cayó en la inconciencia.

- ¡Maldito mocoso idiota te odio!, ¡Te odio! eres un puto, un maldito puto ¡Me robaste a mi pareja! – Gritaba su madre histérica mientras lo abofeteaba levantándolo de la cama a golpes y sacándolo de su habitación hasta llegar a las escaleras cuando por la puerta entraron Yuta y Yumiko la cual paso por el menor ya que le hablaron que el pequeño no paraba de llorar pidiendo ser llevado a su casa.

Fue cuando la tragedia ocurrió, Yuta al verlo sangrando y siendo golpeado se metió para defenderlo pero su madre de una bofetada lo arrojo por las escaleras, su pequeño cuerpecito salió volando y se golpeó la cabeza al caer – ¡Yuuuuuuuta! – Gritó desde el fondo de su garganta avanzando lo que su cuerpo maltrecho le permitía, al llegar a su lado y con lágrimas derramándose de sus hermosos ojos dijo – ¡Yuta, por favor Yuta respóndeme estarás bien otouto estarás bien! –

Yuta abrió sus pequeños ojitos y entre gemiditos dijo – ¡Aniki te.. Protegí, te protegí ¿Ver… dad? – Derramando más lagrimas el de cabellos amielados dijo – Si otouto me protegiste ¡Yuta ya eres un hombre! ¡Estarás bien hermanito! ¡Te pondrás bien, aguanta! – Pero era muy tarde el pequeño sonriendo cerro sus ojitos para jamás volverlos a abrir.

Desde ese día su vida fue un infierno odió a su madre por no creerle que lo habían violado aun cuando los médicos así lo dijeron y metieron al responsable prisión, la odió aun más porque ella había golpeado a Yuta causando su muerte, se odió a si mismo por creer en las palabras de su hermana y sentirse culpable por atraer las miradas de los hombres y porque realmente sentía que él había sido el causante de la muerte de su inocente otouto, ese día cerró sus ojos al mundo pues siempre se los codiciaban y juró no mostrarle su sufrimiento a nadie se haría fuerte, por la memoria de Yuta, ese día nació su cara sonriente.

Fin de flash back:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

- ¡Basta de recuerdos! – Susurró para sí mismo mientras ahora si caía rendido a los brazos de Morfeo, con la imagen de un apuesto muchacho de afiladas facciones, expresión seria, de profunda mirada castaña, esa fue la primera noche que se coló en sus sueños el rostro de Tezuka Kunimitsu.

Eran las 5:30 de la mañana cuando un joven de gafas ovaladas se encontraba iniciando su rutina de ejercicio con un trote ligero en dirección a las canchas de tenis de su casa, estaba ansioso porque terminara el año que debía hacerse cargo de la compañía de su padre y terminara con la rehabilitación de su brazo izquierdo, la lesión se encontraba ya curada pero tenía que tener un año de reposo antes de iniciar con su debut profesional en el mundo del tenis.

Hubiese podido iniciar desde la educación media pero le había prometido a su abuelo que estaría al frente del negocio familiar por lo menos 1 año después de terminar su carrera para que los socios de la empresa lo conocieran y respetaran, así cuando terminara con su carrera como tenista podría acceder a la dirección de la empresa sin ningún problema, pero no por eso bajaría la guardia, continuaba entrenándose diariamente.

Se sorprendió al escuchar el familiar sonido de una pelota siendo golpeada así que apresuro el paso, se quedó estático por unos segundos; sus ojos no podían despegarse de la imagen frente a él, era Shusuke se encontraba practicando, tenía sus ojos abiertos eran realmente hermosos, de un azul sumamente intenso y su expresión era seria, la sonrisa de sus labios había desaparecido por completo, a pesar de que la noche anterior había podido apreciar sus ojos no dejaba de sorprenderle el brillo letal que tenían en ese momento.

Realmente el muchacho tenía mucho talento acababa de verlo hacer una saque invisible en toda regla, un saque muy complicado de devolver incluso para varios profesionales; indudablemente el chico era un genio para su edad; sin embargo; una delicada y hermosa voz lo sacó de sus reflexiones.

- Buenos días Tezuka, lamento si lo molesto, pero quería practicar un poco antes de irme a la escuela, es una costumbre que he adquirido a lo largo del tiempo – Mencionó mientras con una toalla se secaba el sudor – Me retiro para que usted pueda practicar – finalizó encaminándose hacia la salida.

- Buen día Fuji, no es necesario que te retires, sólo, no sabía que jugases tenis; eres libre de practicar en el momento que gustes, es más a partir de la próxima semana puedo comenzar a tener partidos suaves, podemos progresar mutuamente – Mirándolo fijamente.

- Saa suena divertido, me encantaría Tezuka – Respondió con una sonrisa más genuina a la habitual.

- Haré estiramientos un rato, nos vemos en 30 minutos para alcanzar a comprar algo para el desayuno antes de dejarte en la escuela – Asintiendo tranquilamente a la respuesta anterior del muchacho.

- Podría preparar algo yo para el desayuno, se lo preparaba a mi abuela, ¡Claro si no te molesta! – Agrego el tensai.

- En absoluto, has lo que gustes, soy malo en la cocina y el cocinero se encuentra de vacaciones regresa dentro de 10 días – El hombre mayor informó

- Entonces nos veremos en el comedor – Se despidió el muchacho de cabellos amielados después de recibir un asentimiento del mayor.

Cuando el mayor entró en el comedor, el menor de los Fuji le indicó que se sentara y en un cómodo silencio desayunaron el coctel de frutas con zumo de naranja y tostadas que había preparado.

- Fuji, termina de arreglar lo que te haga falta, yo recogeré; tú ya cocinaste.- Levantándose para hacerlo

- De acuerdo iré por mis cosas- Respondió mientras se dirigía a su habitación.

Cuando el tensai estuvo listo partieron hacia la preparatoria Seigaku, el camino fue en un cómodo silencio, el ojiazul ordenaba los papeles que debía entregar a la entrenadora Sumire pues era el capitán del equipo.

Al llegar bajar del auto Fuji solo sonrió resignado esperando ser derribado por su mejor amigo ya que todo su equipo lo esperaba en la entrada.

- ¡Fujikooooo! – gritó efusivamente un pelirrojo para saltar y colgársele del cuello al tensai derribándolo de no ser por la rápida reacción de su acompañante que lo sujetó.

- Eiji; buenos días, necesito respirar.-

- ¿Nya? Lo siento Fujiko es que te extrañe mucho Nya – Soltando al tensai que tomó una gran bocanada de aire.

- Chicos les presento a Tezuka Kunimitsu, mi cuñado y tutor legal. –

- Es un placer conocerlo Tezuka-san, le agradecemos que cuide de nuestro amigo.- Dijeron al unísono haciendo una reverencia.

-Hn, el gusto es mío.- Asintiendo con la cabeza. – Fuji, me retiro pasara el chofer por ti a la hora que sales, adiós muchachos.-

- Gracias, Tezuka, nos veremos por la tarde –

- Adiós Tezuka-san-

- Ahora si Fujiko cuéntanos todo- decía un sonriente Eiji

- Pues no hay mucho que decir realmente neko, cómo pudiste notar, Tezuka es una gran persona, me ha apoyado mucho aún en contra de mi hermana y se ha hecho mi tutor legal, por lo que todo lo veo con él y no con Yumiko, gracias a kami.- Comentó el tensai sin darse cuenta que sus mejillas se tornaban un poco rojas ante el recuerdo de cierto empresario.

- Nya, que bueno Fujiko, me alegro por ti.- Percatándose del ligero rubor que aparecía en las mejillas de mejor amigo.

Fuji sólo pudo reír ante la preocupación de sus amigos, principalmente del pelirrojo, realmente los apreciaba mucho, solo esperaba no causarle problemas al muchacho de lentes.

En una amplia oficina con una hermosa vista de la ciudad de Tokio se encontraba un apuesto joven rubio muy molesto y estresado, la estúpida de su asistente no había enviado unas invitaciones importantísimas para la cena de aniversario de la empresa a los clientes más importantes que tenían, razón por la cual se encontraba gritando y con una fuerte migraña en este momento.

- Lo lamento Tezuka-sama yo…

- ¡Usted nada! Solamente tenía que enviar unas invitaciones y llamar a la lista de clientes para que confirmaran su asistencia ¡Solo eso y no pudo hacerlo! ¡Esta despedida!-

- Pase por su cheque de liquidación a recursos humanos y ¡ahórrese sus disculpas! –

Sujetaba el puente de su nariz intentando calmarse cuando se dio cuenta de que Fuji lo estaba observando estático, seguramente ahora le tendría miedo el pobre chico, ¡Genial lo único que le faltaba!, observó a su ex asistente y se dio cuenta de que se iba, era lo mejor que podía hacer.

El tensai observaba a su alrededor cuando se encontró con unas hojas en el suelo, al tomarlas se dio cuenta de que estaban anotados ahí todos los números de teléfonos a los que Tezuka se refería y quiso ayudar.

Se aproximó al teléfono que estaba detrás del chico de lentes y al pasar colocó suavemente su mano en el hombro del mencionado.

- Tranquilízate, verás que se soluciona – Comento sonriente mientras tomaba el teléfono y marcaba el primer número en la lista.

- Buenas tardes hablo de parte de la corporación Tezuka, ¿Podría hablar con Atobe-sama?- Pregunto con una voz verdaderamente angelical.

- Gracias, por supuesto que espero-

- Atobe-sama Buenas tardes, disculpe que moleste tan tarde, habla Fuji Shusuke el asistente de Tezuka-sama-

- Verá queremos hacerle la cordial invitación a la cena de gala que se llevara a cabo este fin de semana por el cuadragésimo cuarto aniversario de la corporación-

- No se le envió una invitación debido a que usted no la necesita al ser nuestro cliente más distinguido, en la entrada habrá alguien para escoltarlo a lugar y se le dará un pequeño reconocimiento, sólo por ser usted – Pronunciando un más su sonrisa.

- Muchísimas gracias por su tiempo Atobe-sama nos veremos en la gala, hasta pronto –

No pudo evitar soltar una pequeña risita pues en verdad todos estos ricos tenían un ego realmente enorme y bastaba alabarlos un poco para conseguir que asistieran, era muy sencillo, así que continuó con la lista hasta terminar en menos de una hora ante la expresión sorprendida de Tezuka.

Esperó hasta que Fuji terminara con su última llamada, realmente lo había sorprendido la elocuencia del muchacho, era muy inteligente la forma en que estaba consiguiendo las confirmaciones de asistencia de sus mejores clientes, los cuales eran muy quisquillosos, le daría una buena recompensa al chico por sacarlo de ese apuro y hablaría con su padre, ese muchacho tenía mucho potencial.

- Gracias Fuji me has ayudado mucho, has solucionado rápida y eficazmente el problema. – Comentó limpiándose las gafas.

- No hay de que Tezuka, es lo menos que puedo hacer aunque creo que te he creado otro problema con lo que prometí del reconocimiento. – Con un ligero rubor al ver lo apuesto que se veía su cuñado sin los anteojos.

- En realidad no, tengo unos rolex de colección que me habían regalado como muestra por un contrato que realizamos hace algún tiempo y tienen una excelente presentación, creo que eso daré. – Observando detenidamente al joven frente a él.

- ¡Claro! Puedes mandarle hacer algún gravado personalizado a cara reloj y así quedarán aún más contentos tus clientes y se motivaran para trabajar más contigo ya que dudo que otras empresas lo hagan. – Acotó el ojiazul con una sonrisa genuina y mostrando sus hermosos ojos.

- Excelente idea Fuji, nuevamente gracias, me has ayudado bastante, pero ahora vamos a comer algo. – Mostrando una mínima sonrisa mientras el pequeño muchacho avanzaba frente a él.

No podía dejar de observarlo, era realmente bien parecido el niño frente a él. Podía fácilmente imaginarse ese delicado y apetecible cuerpo bajo el suyo rogando por más mientras lo envestía fuertemente, devorándolo, haciéndolo desear más mientras esos hermosos ojos azules lo miraban fijamente con una expresión delirante de placer.

¡¿Pero qué demonios estoy pensando?, ese muchacho es mi cuñado y más importante aún menor de edad, está prohibido, ¡ Es un delito! Además, lo que menos debe querer ese muchacho es una relación con un hombre después de lo terrible que fue su infancia. Debía dejarse de pensamiento tontos.

Se encontraba en su habitación dando vueltas en la cama, no podía dormir, era imposible sacar de sus pensamientos el rostro apuesto de su cuñado sin los anteojos, sabía que estaba mal, no debía pensar en él de esa manera, pero no podía evitarlo su cuerpo reaccionaba ante esa profunda mirada avellana.

Sin darse cuenta sus manos recorrían su pecho, desabrochando su camisa, acariciaba suavemente sus pezones con las yemas de sus dedos con movimientos circulares, primero lento y luego un poco más rápido.

Se excitaba cada vez más, su mano fue bajando un poco más hasta llegar a su pantalón para desabrocharlo y sacar su erección, pues la sentía prisionera, comenzó a frotarla arriba y abajo lentamente, con una cadencia deliciosa, mientras pasaba la yema de su dedo pulgar por la ranura en la punta de su miembro.

- ¡Ahh, Tezuka, mhn, más, Ahhh. Tezuka ahhh! – Gemía sin control en voz baja el pequeño tensai imaginando el cuerpo de su tutor sobre el suyo envistiéndolo fuerte.

- Ahhh, Kunimitsu – Gimió finalmente al llegar a su orgasmo, con su respiración agitada y su esencia en la mano para caer profundamente dormido, soñando con ser poseído por su hermano en ley.

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No soporto más tuvo que apresurarse al baño de su habitación para masturbarse a pesar de no escuchar lo que decía, ver a su pequeño cuñado masturbarse de esa manera por poco lo hace perder el control; deseaba entrar en esa habitación y tomarlo con si la vida se le fuese en ello hasta quedar exhausto.

Había hablado con su padre y su abuelo sobre hacer a Fuji su asistente personal en lo que contrataba a otra persona y habían aceptado, por eso se había dirigido a la habitación del muchacho para hacerle una propuesta pero al tocar este no respondió, así que decidió abrir la puerta suavemente para ver si se encontraba bien.

Sin embargo se llevó una gran e inesperada sorpresa al encontrarlo en esa situación tan excitante, comprendía que era joven, viril y estaba en la edad de tener una hermosa novia, pero eso no evitaba que se sintiese atraído por él, por primera vez en su vida sentía deseo, crudo y duro por alguien.

Al bajar al comedor se encontró con el mayor esperándolo con el desayuno preparado, se le había hecho tarde, ¡Y cómo no! Después de masturbarse nuevamente pensando en el hombre frente a sus ojos, ¡con qué cara lo miraba!

- Buenos días Fuji, siéntate, quiero hacerte una propuesta – Comentó el mayor señalando la silla para que se sentase.

- Buenos días Tezuka, dime. – Tomando asiento

- Debido al problema que se suscitó ayer me he quedado sin asistente personal y debido a tu ayuda y desempeño... Quiero proponerte que tomes ese lugar… Se te pagaría un excelente salario y podrías hacerlo saliendo del colegio.-

- Tezuka, en verdad me encanta la idea, es solo que… Deberé cambiar las prácticas de tenis a que sean en fin de semana… Pero para eso tendré que conseguir un entrenador para el equipo.- Haciendo una pausa

- Verás he sido elegido capitán y la entrenadora se ha enfermado.-

- Si ese es el problema… Dalo por solucionado… Puedo entrenarlos yo si usas horario de fin de semana.- Encaminándose a la salida con el menor después de desayunar.

- ¿De verdad? ¡Gracias Tezuka! ¡No sabes cómo me ayudas con esto! – Rió feliz mientras se lazaba a abrazar al de lentes.

Torpemente correspondió el abrazo, le había sorprendido la efusividad del muchacho, - Entonces… ¿Tenemos un trato? –

- ¡Por supuesto! ¿Qué deberé hacer? – Cuestionó algo apenado por el anterior abrazo.

- Te encargarás de verificar que todo vaya en orden para el aniversario de la empresa, tomar recados, llevar mi agenda, cosas así… Ah y deberás acompañarme al aniversario. –

- De acuerdo, nos veremos por la tarde jefe jiji. – Bajándose frente a su escuela.

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Dos semanas habían pasado desde que había comenzado a ser el asistente de su cuñado y cada día era un infierno, convivir con él desde que amanecía hasta que anochecía, tenía que masturbarse varias veces durante las noches intentando calmar un poco el gran deseo que sentía para no saltarle encima.

¡Por amor de dios era el esposo de su hermana! Debía alejarse de ahí ¡No resistiría mucho!, hablaría con Tezuka al terminar la fiesta de esta noche, le pediría que le arrendase mejor un departamento sencillo y con sus ahorros pagaría las colegiaturas, además conseguiría un trabajo de medio tiempo, ¡Sí, eso haría! Preferible a caer en la tentación.

- ¡Fuji, eso hora de irnos! – Escuchó la voz de su hermano en ley por lo cual bajo, inmediatamente.

¡Por dios! Se veía simplemente delicioso con ese traje plateado con una camisa azul eléctrico que resaltaba sus hermosos ojos, haciéndolos lucir aún más atrayentes, le encantaría llevárselo a la cama y no salir de ahí hasta pasado el mediodía del siguiente día, pero debía controlarse, era un menor de edad y peor aún el hermano de su esposa, quizás se echaría un buen polvo pronto ¡Buena falta le hacía!

Se encontraba en el salón del distinguido hotel Ragnarok de Tokio, observaba como Fuji recibía a sus invitados más importantes con gran maestría, y les entregaba en cajitas de joyería el "Reconocimiento prometido".

Le habían dado excelentes comentarios sobre Fuji sus clientes más distinguidos, pidiendo expresamente que el los atendiera y preguntándole si podía cederlo como asistente, cosa a la que se negó rotundamente.

No le gustaba como lo observaban algunos de los invitados, es cierto que el ojiazul era hermoso pero, la mayoría de los invitados tanto hombres como mujeres lo devoraban con la mirada, debía estar atento y no bajar la guardia.

- Tezuka – Escuchó la voz de su abuelo a sus espaldas y supo que era hora de atender personalmente a todos los clientes de la empresa, por lo que asintiendo se marchó a hacer su trabajo.

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Lo sabía, se había dado cuenta de la atracción que sentía su nieto hacía el menor de los Fuji, era un buen muchacho, podría asegurarlo y notaba que el sentir de su Kunimitsu era correspondido, podía ver que el menudo joven correspondía con creces las miradas de su nieto, por eso y por su felicidad esta vez él se impondría.

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La fiesta iba excelente, todos estaban disfrutando pero el necesitaba un poco de aire fresco, por lo que salió a uno de los balcones, disfrutaba de la brisa, como acariciaba su rostro y movía sus cabellos amielados rosando sus mejillas, mientras pensaba en Tezuka.

Estaba guapísimo, siempre lo era ¡claro! pero esta noche se veía increíble con ese traje negro enmarcando su ancha espalda, esa camisa color vino que resaltaba lo blanco de su piel, esos lentes sin montura y ese cabello desordenado que le daba un aire sumamente sexy lo estaban enloqueciendo.

- Shusuke, cuando tiempo.- Escuchó una voz que jamás podría olvidar, una que en otro tiempo se le hizo sumamente erótica y que ahora le provocaba sólo asco.

- Que quieres Oshitari, ¡Qué diablos haces aquí! – Reclamó a la defensiva.

- Cálmate Syu, mi padre es socio de los Tezuka y en un futuro tomare su lugar, así que debo venir a estas reuniones – Respondió burlonamente.

- Aunque… Es una grata sorpresa verte aquí… No me lo esperaba. – Continuó acercándose al ojiazul hasta encerrarlo entre el balcón y sus brazos.

- ¡Aléjate de mí infeliz! Bastante daño has hecho ya, ¡Me das asco! – Intentaba alejarlo sin éxito, pues el moreno era más fuerte que él.

- ¿Asco?, jajajaja, ¡No mientas Syu!… Asco es lo último que has sentido conmigo… Aún recuerdo tus deliciosos gemidos cuando te follaba bien duro. – Susurro en el oído del menor.

- ¡Eso fue antes de que supiera la clase de bastardo que eres! ¡Ahora solo puedo sentir repulsión por ti! - Exclamó sumamente enojado empujando duro a Oshitari.

- ¡Ya te dije que es inútil! ¡Te demostrare que te puedo tener como antes rogando por mí! – Corrigió el de cabellos azulinos, mientras le daba un beso duro, introduciendo a la fuerza su lengua en la boca del tensai.

- ¡Ahh! – Se quejó el moreno pues el de cabellos miel había mordido duro su labio haciéndolo sangrar.

Shusuke aprovechó para intentar escapar pero una bofetada lo derribó, cosa que rápidamente el peli azul aprovecho para inmovilizarlo en el suelo con su cuerpo.

– Jamás vuelvas a intentarlo de nuevo Syu. – Amonestó el mayor. – Entre más pronto entiendas que me perteneces ¡mejor para ti! – Amenazó – Ahora… Por ser un chico malo, ¡No seré nada considerado contigo! - Susurró peligrosamente mientras comenzaba a desprender la ropa del menor a la vez que frotaba su erección contra el castaño.

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Llevaba bastante tiempo buscando a Fuji sin éxito alguno, no sabía dónde se había metido el muchacho pero tenía un mal presentimiento. Estaba por darse por vencido cuando escucho claramente la voz angustiada del pequeño ojiazul ¡NO! ¡DEJAME!.

Corrió apresuradamente hasta el balcón de donde provino, pero al abrirlo se encontró con una indeseable sorpresa el castaño miel estaba con el saco y camisa rotos, debajo de uno de los hijos de sus clientes.

Intentaba liberarse sin éxito alguno mientras el otro dejaba marcas rojas en la inmaculada piel del cuello y pecho del ojiazul.

Una furia inmensa recorrió sus venas y de un jalón y un buen golpe quitó al moreno de encima de su cuñado.

Se dirigió a su hermano en ley que en cuanto lo vio rompió en un doloroso llanto de alivio, acurrucando en su pecho y abrazándolo como si se le fuera la vida en ello. Al ver que el peli azul se levantaba, lo observó con una mirada que decía que si daba un paso cerca del castaño de nuevo estaría tres metros bajo tierra y con la voz más dura de su repertorio advirtió.

- Da gracias que no quiero hacer un escándalo mayor…. O… En este mismo instante estarías en la morgue…. Pero en cuanto Fuji este bien veré que acciones quiere tomar… ¡Largo! – Dijo asegurándose de que el moreno se fuera para volver su atención al tensai, pensando en a donde llevarlo.

Se encontraba en la suite del hotel donde era la recepción esperando a que el peli largo saliera del baño, lo había mandado a tomar una ducha mientras él se tomaba una copa de vino tinto. No solía beber mucho; pero la ocasión lo ameritaba pues necesitaba calmarse para poder ayudar al muchacho. Lo más probable que lo llevara con un buen psicólogo a primera hora de la mañana.

El sonido de suaves y titubeantes pasos lo devolvió a la realidad, para darse cuenta que era el castaño miel quien se acercaba con la cabeza gacha, estaba envuelto en una toalla de cuerpo completo y una de sus manos cubría su níveo cuello, no sabía que decirle.

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Meditaba si salir o no del baño, le daba vergüenza que Tezuka lo viera en ese estado, ¿Es que nunca podría ser feliz?, ¿Siempre habría alguien queriendo hacerse de él? Pero era de mala educación dejar a la gente esperando por lo que salió titubeante.

Sentía como temblaban sus piernas al ver a su cuñado tan guapo, bebiendo una copa con ese aire sobrio que siempre lo caracterizaba, se cubrió su cuello, no quería que viera las aberrantes marcas que había dejado Oshitari en él.

- Fuji – No hubo respuesta.

- Fuji – Silencio.

- Fuji… Mírame – Mas silencio aun cuando tomó su mentón para llamar su atención.

- Shusuke… Por favor… Mírame – Lo abrazó sintiendo como temblaba en sus brazos.

- ¿Me tienes miedo? – Cuestionó al sentir como el menor se apretujaba más contra él mientras sus temblores aumentaban si es que era posible.

Al ver un movimiento negativo por parte de ojiazul suspiro aliviado – Entonces… Mírame. – Susurró suavemente.

¿Qué hacía?, ¿Qué hacía?, era imposible negarse a esa sexy voz que erizaba hasta el último de sus cabellos no pudo evitar mirar a su cuñado a los ojos, ojos que estaban desprovistos de sus anteojos.

- No fue tu culpa Shusuke – Susurro aún más suave al tensai mientras tomaba su barbilla.

Se sentía perdido en esas piscinas azules que lo veían fijamente con un dejo de ¿esperanza?, no podía definir de que pero sentía una fuerza magnética que le impedía alejarse de ese joven, por lo cual se acercaba cada vez más, sus labios estaban casi rozando los tentadores y finos labios rosas frente a él, podía sentir el roce de su aliento quemándolo.

¡Era una locura! ¡Si continuaba con esto no podría parar!, estaba mal, era el esposo de su hermana pero al sentir el aliento del mayor con un toque de vino, no puedo evitar embriagarse y mover un poco su lengua para lograr que la puntita humectara sus resecos labios, rozando muy levemente los ajenos.

¡Al diablo! Fue el último pensamiento coherente del mayor al sentir esa húmeda lengua tocarlo antes de apoderarse con desesperación de ella.

Estrecho con una ansiedad desconocida para él al peli largo mientras chupaba su lengua suavemente. – Mhm.- Escuchó el gemido ahogado del menor, lo cual lo emocionó aún más.

Succionó su labio inferior con mucha sensualidad logrando que el pequeño abriera más su boca para recibirlo, su golosa lengua recorría cada recoveco de esa deliciosa boca con sabor a menta, su lengua incitó a la contraria a batallar, una lucha por demás placentera por el roce entre ambas, desgraciadamente el aire se les estaba terminando por lo que tuvo que abandonar la boca del castaño para que pudiesen respirar.

Tomaron una gran bocanada de aire tratando de controlar sus agitadas respiraciones, pero el pequeño quería más, ese beso era el mejor que había recibido en su vida, su mente se había ido lejos ya solo quería sentir.

Mordió suavemente el labio inferior del mayor para comenzar a besarlo de nuevo esta vez recorriendo él la boca ajena, quería familiarizarse con ella, no se quedaba atrás en la exploración que realizaba, pero el mayor abandonó su boca.

Creyó que todo terminaría, su conciencia estaba por volver, cuando sintió unos apasionados y deliciosos besos en su cuello.

- Ahhh. - Gimió encantado al sentir que el de pelo marrón succionaba los lugares marcados anteriormente por Oshitari para dejar su huella en su lugar.

- Detenme, Shusuke… Detenme ahora… O será demasiado tarde… Es… Tu… Única oportunidad. – Advirtió entre besos el mayor, mientras deslizaba la infame bata que cubría el delicioso cuerpo del tensai.

- Ahhh… No, no te deten… gas… Ahhhh… Por favor sigue – Pidió entre gemidos el castaño mientras desprendía de un tirón los botones de la camisa de Tezuka para acariciar ese esculpido pecho.

Un estremecimiento recorrió la columna del chico de lentes al sentir las suaves manos del tensai acariciando su pecho y espalda, por lo que comenzó a besar sus hombros dando suaves pero excitantes mordiditas que hacían delirar de placer al castaño.

- Ahhh…Tezuka Ahhh… -

Fuji respiraba entrecortadamente, jadeando y gimiendo audiblemente, por los avances del más alto, pero no quiso quedarse atrás así que deslizo una de sus manos por encima del bulto que se notaba en el pantalón del chico de lentes, apretando su miembro a lo que este gimió; Tezuka empujo a Fuji hasta quedar contra la pared, lo levantó de tal forma que las piernas del tensai estuvieron alrededor de su cintura mientras comenzaba un vaivén excitante frotando sus erecciones sobre la ropa, el castaño lo tomo del rostro para atacar sus labios, besándolo con gran intensidad, jugando con sus lenguas.

Al terminar el beso un hilillo de saliva aun conectaba sus bocas, el castaño terminó de quitar la camisa del más alto mientras este comenzaba a caminar con el hacía la habitación a ciegas pues el tensai besaba su cuello con gran maestría dejando marcas en este.

En cuanto estuvieron en la habitación el más alto recostó al tensai en la cama mientras este desabrochaba su cinturón y pantalones para iniciar a bajarlo junto con su bóxer, acción que agradó a Tezuka pues ya los sentía muy pequeños.

Sin perder más tiempo retiró la última prenda que cubría la hombría del ojiazul para besarlo intensamente mientras dejaba caer su cuerpo sobre él.

-Aaaggg… Ahhh. - Gimieron ambos al sentir el roce de sus miembros ahora si completamente libres.

El calor de la habitación aumentaba cada vez más, el de anteojos besaba con desenfreno al castaño mientras con una de sus manos presionaba uno de sus pezones arrancando suspiros ahogados por los besos del menor.

Poco a poco fue bajando sus besos por el cuello, y pecho de Fuji dejando marcas de mordidas y chupones en esa piel de porcelana que le pertenecía en este momento, continuó con su camino hasta llegar a la erección del genio para comenzar a lamerla con su húmeda lengua, dejando suaves besos y simulando pequeñas mordiditas con sus dientes que hacían delirar de placer al menor, quien impulsaba sus caderas queriendo que dejara de torturarlo y tomase de una vez su miembro en su boca.

- Aaaggg… Tezuka… Por favor… Aaaggg…- A duras penas articulaba mientras intentaba empujar la cabeza de peli marrón hacía su erección.

Finalmente decidió dejar de torturarlo y tomó el miembro de Shusuke en su boca humedeciéndolo completamente mientras hacía movimientos ascendentes y descendentes sobre el falo, para jugar con su lengua en la puntita, haciendo que el tensai se retorciera de placer y gimiera a todo lo que su garganta le permitía.

Sus gemidos eran música para sus oídos, esa voz le calentaba el corazón y la parte baja de su anatomía, por lo cual comenzó a chupar duro, cosa que hizo que los gritos de placer de su amante aumentaran en gran medida.

- Aaaggg… Tezuka… Por favor… Aaaggg… Entra ya… Quiero… Sentirte… Ahhh –

El de lentes sonrío, soltando el miembro de Fuji mientras llevó dos de sus dedos a la boca de este para que los lubricase, cosa que inmediatamente hizo, al terminar, comenzó a introducir un dedo lentamente, cosa que incomodo solo un poco al tensai, pero inmediatamente lo disfruto.

Al ver que no le dolía añadió un segundo, cosa que lo incomodo un poco más pero aún se sentía bien, comenzó a hacer un movimiento de tijera para prepararlo pues sin presumir sabía que era algo grande y no quería lastimarlo, pero el sentir en sus dedos esa estrechez del castaño lo estaba matando por lo que añadió un tercero rápidamente.

Ahora sí, el castaño se quejó un poco pero aguantó, pues el realmente ansiaba continuar con el resto, cuando el más alto termino de prepararlo comenzó a introducir su miembro lentamente para después entrar de una sola estocada causando que una pequeña lagrima saliera del ojo derecho de su amante.

- Lo siento, ya… Pasará… sólo… No te…. Ahhh – El castaño había superado el dolor inicial y estaba ansioso por sentirlo más.

-Aaahhh… por favor… muévete –pidió Fuji entrecortadamente.

Tezuka se deleitaba observando por un instante la forma del niño de echar la cabeza hacia atrás, arqueándose ante las sensaciones que experimentaba, por lo que comenzó con el delicioso vaivén, Fuji demandaba un ritmo exigente, duro, profundo, intenso al igual que el suyo, recargo su cabeza en el arco del cuello del tensai para que su amante escuchara su respiración y sus gemidos directos en el oído de Fuji logrando excitarlo aún más con su cálido aliento.

-Te gusta Shusuke... Mng… Dímelo… –dijo Tezuka mientras apretaba con fuerzas las caderas del tensai envistiéndolo con una pasión casi animal.

-Sí Tezuka, si… ¡aaahhh!… ahí, por favor ¡ahí! Ahhh…–suplico Fuji al sentir como golpeaban su punto dulce.

El chico de lentes embestía duro, una y otra vez ese lugar dentro de Fuji que lo hacía enloquecer de placer. Se besaban con desesperación, el tensai mordió el hombro de Tezuka cuando empezó a temblar descontroladamente y su mente se sumía en una neblina blanca, apretando tan rico su recto que Kunimitsu no pudo evitar venirse dentro de Fuji con su miembro lo más profundo que podía dentro de esa deliciosa cavidad.

-Ahhh – Gimieron una última vez antes de quedar agotados y extasiados.

Como pudo Tezuka se dio vuelta aún dentro de Fuji, para colocarlo sobre el mientras acariciaba dulcemente su espalda sin salir aún de él, pues se sentía delicioso estar adentro.

Ambos comenzaron a sentir como los brazos de Morfeo los arropaban mientras un último pensamiento les pasó simultáneamente por sus cabecitas.

"Si he de irme al infierno que sea después de probar una vez más la ambrosía de tu dulce cuerpo".

Espero que les guste aunque sea un poco ésta loca idea que se me ha ocurrido y creo que a última hora si me saldrán al menos 4 capítulos más.