*Bueno, aquí un pequeño fanfic en proceso~ uvu espero terminarlo XDD Aclaro que este es el primer capítulo solamente, subiré un par más quizás~

Esop~ ouo Espero lo disfruten~ tengo el segundo cap listo, algún día lo subiré(?).

HARRY POTTER Y SUS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, sólo este fic hecho con amorsh uvu*

-…orge, ¡George! -Sintió que la voz de su gemelo, quién trataba de llamar su atención, y recién ahí reaccionó. Miró al otro aún algo despistado y éste le sonrió sarcástico.

-¿Soñando despierto, Georgie? -Preguntó levantando sus cejas, aún con una sonrisa en el rostro.

-Lo siento, Fred, ni siquiera noté que estaba así -Sacudió un poco su cabeza, estaba bastante confundido por la situación, ya que no recordaba ni el tema del que estaban hablando-

-Bueno, como te decía –Se aclaró la garganta antes de retomar el tema- creo que sería una estupenda idea hacer dulces que te den características de animales por un día -dijo realmente emocionado- ¡Muchos los comprarían para hacer bromas! –Y casi se levantó de su silla con la emoción de sólo pensar en eso.

-¡Me encanta! –Le dijo con casi el mismo entusiasmo- ¿Cuándo comenzamos a experimentar?

-¿Te parece mañana?, creo que es un poco tarde para comenzar a hacer ruidos de explosiones -Ambos rieron un rato y luego siguieron tomando su café-

-¿Y qué más has pensado? -Preguntó, para volver a beber un sorbo más-

-Pues, ahora que lo dices, nada -Miró hacia el cielo, como tratando de recordar- Noup, nada viene a mi mente -torció los labios, aun pensando-

-Tampoco tienes que esforzarte tanto -Rió luego de decir eso y esquivó una bola de papel que le lanzó su hermano- ¿Sabes? es raro, pero tengo la sensación de no haberte visto en mucho tiempo -Frunció el ceño con duda-

-¿En serio? ¿Y sientes que me extrañaste? -Dijo arqueando una ceja mientras sonreía-

-Por supuesto, idiota -Le miró igual, solo que sin la sonrisa- Eres mi gemelo, es imposible no extrañar a una persona con quien has pasado casi toda tu vida juntos -Resopló-

-Pff, ¿Así que solo por eso? -Preguntó divertido y luego vio el reloj- Bueno, creo que sería bueno volver cada uno a su casa -Dijo señalando con su cabeza el reloj-

-¿Cada uno a su casa? -Preguntó confundido y sintió algo raro en su oreja izquierda-

-Bueno, hasta mañana, Georgie -Dijo con una sonrisa y se fue demasiado rápido-

Cuando George se vio en el vidrio del Café, su oreja estaba sangrando, muchos recuerdos vinieron a él, y se detuvo justo en el de su hermano tirado junto a muchos otros cadáveres y un grupo de gente al rededor. Sus ojos se llenaron de lágrimas y cuando volvió su vista al camino, su hermano ya no estaba. Sintió como todo el lugar se volvía oscuro y de repente se sintió caer en esa gran oscuridad.

Despertó agitado y casi sin aliento, su esposa estaba a su lado y aún era de noche. Se levantó por un vaso de agua y se sentó en la cocina a beberlo tranquilo. Ya habían pasado varios años y el aún no lo podía superar. Simplemente aún no se acostumbraba a vivir sin él y, a pesar de ser tanto tiempo desde su... partida, no asumía completamente lo ocurrido.

Dio un gran suspiro, al menos este sueño había sido más agradable.

Regularmente soñaba con su hermano, desde el día en que... partió, pero casi siempre los sueños eran sobre su... partida o distintas situaciones en que al final terminaban de forma trágica. Ahora al menos había compartido un lindo momento junto a él.

Sentado ahí en la cocina, con el silencio absoluto sobre él… solo. Llevó ambas manos a su nuca y apoyó lentamente su frente en la mesa y se quedó allí, tiritando. Estuvo ahí largo rato, los sollozos se hicieron cada vez más notorios, pero no suficiente como para ser escuchados por alguien más en la casa.

-¿Por qué me dejaste, Fred? –Susurró, en verdad le hacía falta su hermano, desde que se fue que ya no era lo mismo. O sea, siempre trataba de sonreír al estar con su familia y sus amigos, pero jamás era una sonrisa totalmente sincera. Siempre estaba en su pecho el vacío de su otra mitad. Siempre que hacía un comentario sarcástico, quedaba en el aire por la respuesta que sabía que no recibiría. SIEMPRE faltaba algo, o mejor dicho… alguien.

Extrañaba mucho a su gemelo, quizás demasiado.