¡Bien, bien, bien! Os traigo un OS que no pude evitar escribir tras ver el final del cap "Simón dice" porque no me digáis que fui la única que se quedó en plan "OMFG! LE DESCUBRIÓ!" al verlo.
En fin, espero que os guste ;)
— TRAICIONADO POR EL ANILLO —
— Nunca antes me había dado cuenta de ese anillo que llevás —comentó su padre.
El sonido de su voz sirvió para sacarle del shock que le produjo el abrazo sorpresa que este le acababa de dar. Así como para mantenerlo en guardia. Adrien casi pudo sentir los pelos de su nuca erizarse cuando su cerebro procesó lo dicho.
Observó los ojos se su padre, si bien ahora mostraban más sentimiento que otras veces, eso no le hizo bajar la guardia.
— Sí, bueno, no es lo único de lo que no te has dado cuenta —no sabía si debía agradecerle a Ladybug, o al hecho mismo de ser Chat Noir, por ahora ser capaz de plantarle cara a Chóe y a su padre de una buena vez.
Agreste observó a su hijo de arriba a abajo tras esa obvia provocación, sorprendentemente tranquilo. Él joven se esperaba ser víctima de una mirada gélida y un recordatorio, engañosamente afable, de que él, como buen hijo sumiso, no tenía derecho a contestarle de esa forma. Pues definitivamente no era lo mismo lanzarle esas contestaciones siendo Chat Noir que siendo Adrien. Sin embargo, el hombre abandonó la habitación en absoluto silencio.
Y con el sonido de la puerta cerrarse el chico sintió que le temblaban las piernas. Lo había hecho, le había contestado a su padre por primera vez en su vida y ni un regaño se había llevado. Sin embargo, no era eso lo que más preocupado le tenía.
Notando que no había moros en la costa, Plagg salió de su escondite, extrañado por la cara que estaba poniendo su portador.
— ¿Y a ti qué te pasa? —soltó— Tu padre acaba de abrazarte. ¡Te ha mostrado asqueroso cariño! ¿No es lo qué querías desde siempre? —Adrien asintió con la cabeza— ¿Por qué esa cara de muerto en vida, entonces?
El chico miró sin ver el Miraculous que adornaba su dedo anular. Sí, le había abrazado, pero descontando lo raro que eso era, no había sentido nada de "asqueroso cariño" en ese gesto. Más bien le había llenado el corazón de vacío, por muy incongruente que eso suene.
— Creo que solo lo ha hecho como excusa para ver mi Miraculous —respondió monótonamente.
Plagg abrió grandes sus ojos ante eso.
— ¡¿Qué?!
El chico fijó la mirada en su kwami.
— También antes cuando le di la mano siendo Chat Noir se fijó en el anillo. "Que bonito anillo tienes" —imitó la voz de su padre en aquella azotea de Kidz News y el escalofrío que le gritaba estar en peligro y que le hizo apartar la mano de la de su progenitor volvió a él. Fue entonces cuando pareció reaccionar— ¡Oh, no! ¿No se habrá dado cuenta qué es el mismo anillo, verdad? ¿Él ni siquiera sospecha, no es así? ¡Madre mía! ¿Y si se dio cuenta con que cara le miro ahora? ¿Y si me quita el Miraculous y no me deja ser Chat Noir más? ¡Se me terminó la buena vida...!
Se vio interrumpido por una cachetada, cortesía de Plagg. Adrien se llevó una mano a la mejilla dañada, para ser tan pequeño si que golpeaba bien.
— ¡Oye! —se quejó el joven enojado, pero se dio cuenta de que gracias a esa cachetada ahora ya no estaba nervioso... bueno, no tanto— Gracias.
— De nada, pero agradécemelo con Camenbert —comentó—. Ahora, has sido un auténtico despistado. ¡No se deja el anillo a la vista de extraños!
— ¡Eh, no era un extrañó, era mi padre! —se defendió.
— Gabriel es el padre de Adrien, no el de Chat Noir —dijo el kwami como si tal cosa, a lo que el chico se quedó mudo. ¿Eso era una especie de consejo? ¿Plagg aconsejándole? ¡Porque todos estaban raros hoy!— y no te costaba nada darle la otra mano, en fin —rió un poco el gato, quitándole hierro al asunto, más para tranquilizarse a si mismo que a Adrien—, el daño ya está hecho y él no te ha dicho nada. Por lo que si se dio cuenta de que tú eres Chat Noir ha decidido quedarse callado como buen queso Camenbert sin pasterizar, así que no hay de que preocuparse.
Adrien asintió. Estaba de acuerdo con su kwami, pero no por las mismas razones. Ya que como buen queso Camenbert sin pasterizar, todo este asunto le olía fatal.
"No me puedo quedar con la duda o me volveré loco —pensó—. Tengo que descubrir si lo sabe o no"
— ¡Aun no me lo puedo creer! —soltó Gabriel, frustrado, preocupando al kwami mariposa que tenía secuestrado, con la mirada pérdida en la vista que le brindaba el gran ventanal— ¡El enemigo en mi propia casa, en mi propia familia!
Tenía que ser una maldita broma. Ladybug no solo le quitaba las posibilidades de victoria, ¡si no también a su único hijo!
— Maestro —Nuuru tomó la palabra un tanto vacilante—, si se me permite interrumpir...
— ¡No, no se te permite! —Agreste le hizo callar con el mismo tono que usaba para reprender a Adrien a veces, pero mucho más alto— De todos los chicos de París, de todos ellos, el lame culos y tuerce botas de mi enemiga tenía que ser mi propio hijo. ¿Qué de malo hice?
"Secuestrarme y utilizar mi poder para hacer el mal, por ejemplo" —pensó el kwami violeta, pero no se atrevió a decirlo. Le tenía mucho miedo a ese hombre.
— Maestro, tal vez se trate de otro anillo...
Gabriel miró a la asustada criatura con vacío en sus ojos.
— ¿El kwami del Miraculous de Chat Noir se llama Plagg?
— ¿Qué...? —Nuuru se sintió perdido, no esperaba ese cambio de tema.
— Dije: ¡¿El kwami asignado a Chat Noir se llama Plagg, si o no?!
— ¡Sí, sí! —contestó el kwami mariposa rápidamente, temblando como flan— ¿Cómo lo supo, Maestro? Si se me permite preguntar...
Agreste se pasó una mano por el cabello mientras que con la otra formaba un puño, trataba por todos los medios de calmarse.
— Mi asistente me informó de que a veces escuchaba a Adrien hablando con un tal "Plagg", pero nunca había nadie en la habitación con él cuando pasaba a mirar.
Nuuru se quedó callado, sin saber que decir.
— ¿Qué va a hacer con su hijo gato, Maestro? —se atrevió a preguntar por fin.
Lo último que quería es que otro compañero kwami acabase en su situación, sobretodo uno tan importante como lo eran Tikki y Plagg.
Agreste no contestó enseguida, la mirada gélida pérdida en la vista de París desde el cielo.
— Tenías que salir parecido a tu madre, ¿verdad?... —terminó susurrando, como si Adrien o Chat, estuviera ahí mismo ante él, en la guarida de Hawk Moth— De momento, dejaré que juegue al héroe salvador si eso le hace feliz —contestó, sorprendiendo al kwami violeta—. Pronto le haré entrar en razón y se dará cuenta de que está mejor apollandome a mi que a ella.
Parecía todo tan fácil ahora. Chat Noir era su hijo. El más allegado a Ladybug compartía sangre con él. Eso desde todos los cuadrantes le beneficiaba. ¿Acaso un buen Dios le había sonreído?
— A partir de este momento mis akumas no le van a tocar un solo pelo —sentenció—. Él me acabará dando su Miraculous por propia decisión.
Estaba muy seguro de ello.
Las cosas estuvieron tensas en la cena, para variar, pero Adrien no pudo evitar notar que su padre no dejaba de mirarle de forma totalmente diferente a como lo hacía antes, más que nada porque él mismo no podía desviar su atención a otra parte que no fuera el sitio de su progenitor en la casi vacía mesa.
"Oh, Dios mio, está cenando conmigo, ¿qué no había un desfile importante en dos meses? Tendría que estar en su despacho —pensó nervioso el rubio— ¡Pero fíjate como me mira! Dios mio, lo sabe, lo sabe, lo sabe, ya me puedo despedir de todas mis vidas"
— Adrien, me parece que aun no hemos hablado de tu papel en mi próximo desfilé —habló Agreste, el chico calló, esperando a que siguiera—. El Alcalde Burgeois quiere celebrar un desfile sorpresa, para Ladybug y Chat Noir.
El chico comenzó a sudar frío, sin darse cuenta masticaba más fuerte de lo que creía por el miedo al rumbo que estaba tomando esto.
— ¿A-ah, sí?
El diseñador asintió.
— Al parecer tenía problemas para encontrar un modelo rubio de ojos verdes para interpretar a Chat Noir y yo le dije que no había problema en que tú lo hicieras —vale, Adrien se estaba muriendo. Ya veía la luz al final del túnel...—. Pero claro, tendré que enviarle a un doble, ya que se espera que los auténticos Ladybug y Chat Noir aparezcan como invitados especiales. Y supongo que ni siquiera un héroe puede hacer dos cosas a la vez en el mismo sitió, ¿o me equivoco, Chat? —muy bien, si eso era estar muerto y en el cielo... ¡sin duda era un timo!
— Yo, yo... ¡Quería decírtelo, de verdad que quería! —y eso era todo para el grandioso Adrien Agreste nervios de acero, gente. Desde su escondite, Plagg deseó que se lo tragará la tierra— ¡Lo siento tanto, padre, nunca debí aceptar ese Miraculous! ¡Por favor, no me castigues!
Agreste se levantó y se acercó un par de asientos para poner su mano encima de la de su hijo (justo la que tenía el anillo), en un gesto "conciliador". El joven de repente calló, temblando observó a su padre, como quien espera una sentencia de muerte.
— Nunca estuve más orgulloso de ti —dijo, dejando al pobre chico aun más en shock de lo que ya estaba—. Estoy orgulloso de ti, hijo —repitió al ver que él era incapaz de responder—, es lo único que tengo que decir.
Y con eso se fue dejando a Adrien solo, aun mirando a la pared como si su padre siguiera de pie ante él, procesando lo ocurrido.
Nunca estuve más orgulloso de ti.
¿Cúanto había luchado con garras y dientes para que su padre le dijera algo como eso alguna vez? Ahora que ya lo tuvo, se sorprendió al darse cuenta de que no le agradaba en lo más mínimo. Sentía como que se estaba perdiendo algo de todo esto. Algo importante que no lograba descifrar. Con el estomago cerrado, se sintió incapaz de terminar la cena en su plato y como un autómata se levantó del asiento, le dio las buenas noches a Nathalie al pasar por su lado para luego tirarse a la cama, mirando al techo, a la nada.
— Bueno, has metido tu tercera pata, pero al menos la cosa no ha ido tan mal... —comenzó Plagg, pero se dio cuenta de que estaba siendo ignorado— Adrien... ¿Adrien?
Lágrimas calientes comenzaron a caer por el rostro del joven modelo.
Ya estaba. Alguien ya sabía que él era Chat Noir, ya podía dejar de usar ambas máscaras enfrente de alguien. Pero no estaba seguro de que le agradará que ese alguien fuera su padre. El mismo hombre que había creado el mundo de plástico del cual él siempre buscaba huir en cuanto el antifaz negro aparecía en su rostro. Ahora mismo, por estúpido que sonase, se sentía violado en lo más hondo.
Desconectado del mundo, se permitió cerrar los ojos y abandonar la consciencia, con la mano que portaba el anillo bien enterrada bajo las almohadas. Lo único que le impidió dormir esa noche fueron los latidos de su corazón latiendo de pura adrenalina, con el mismo mal que le embargaba cuando un akuma estaba a punto de quitarle el Miraculous, el mismo que le invadió cuando aceptó el apretón de manos de su padre, ¡de su propio padre!, y le dijo "bonito anillo" haciendo saltar todas sus alarmas. Una sola frase rondando su mente.
Estás en peligro
Sep. Esto es el final.
¿A vosotros no os ha pasado que tenéis, digamos, una parte de vuestra vida que es solo vuestra (en mi caso, la que paso en mis amados fandoms) y sentiros ultrajados cuando alguien lo descubre sin que lo esperarais? A mi me pasó T-T
En fin, epero que os gustase, nos vemos. :)
