Aquí vuelvo con un nuevo fic yaoi e.e Que le voy a hacer, es mi pasión e.e Bueno creo que se lo dedicaré a Bea-chan c: Askdjaks mi editora estrella (?) Espero les guste :D
"Naruto" y los personajes que aparecen en este fic son propiedad del gran Masashi Kishimoto. La historia es completamente mia (bueno, y de la Bea e.e ?)
A través de su mirada.
Capítulo 1
El incesante sonido de las gotas de lluvia golpeando contra la ventana del apartamento de Sasuke Uchiha, perturbaba el predominante silencio que siempre invadía el lugar. El azabache, al ser despertado por aquel fastidioso sonido, gruñó molesto y se enrolló aun más entre sus cálidas sábanas para continuar así con la tranquilidad del sueño, pero un pequeño y fugaz pensamiento irrumpió en su mente, despertándolo por completo. Hoy llegaba él y terminaría, de una vez por todas, con su soledad.
Desde que era pequeño Sasuke había tenido que valerse por sí mismo, ya que sus padres murieron y su hermano… él simplemente se fue sin dejar rastro alguno. Pero nunca se quejaba de eso, solo que desde el día en que el idiota rubio había entrado en su vida, con sus sonrisas, sus alegrías, sus bromas, sus rabietas, su dulzura, su todo, el azabache no podía tolerar la soledad.
Se restregó los ojos, desperezándose un poco y se levantó de inmediato. Abrió todas las cortinas de su apartamento, viendo en el exterior el deprimente día y se preparó un café bien cargado, para terminar de despertarse. No solía ser tan perezoso, pero no había tenido una buena noche, justamente por pensar en su rubio y la inusual manera en la que se conocieron.
Aquella mañana estaba lloviendo copiosamente, las calles estaban prácticamente desiertas, pero cierto rubio de aproximadamente 20 años corría a toda prisa sobre la empapada acera, a medio vestir y con algunos libros en mal estado en la mano. Claramente se había quedado dormido e iba a máxima velocidad a su universidad y al parecer llegar rápido era mucho más importante que ver por dónde iba, ya que de un momento a otro se estrelló fuertemente con otro chico y calló duramente en el piso, tirando al otro igualmente al concreto. Y ese chico con el que chocó no era nada más ni nada menos que Sasuke, que no estaba del mejor humor del mundo.
La pelea que hubo entre ambos empezó como una acalorada discusión, insultándose como si fueran enemigos de toda la vida y de un momento a otro se trasladó a los puños, haciendo peligrar la integridad física de ambos chicos. Pero de casualidad, y muy convenientemente, un oficial de policía pasó por el lugar cuando los dos estaban rodando por el piso, repartiendo golpes y patadas a diestra y siniestra. Nadie sabe qué habría pasado de no ser por la llegada de ese oportuno oficial. Quizá nunca hubiera surgido un sentimiento aparte del odio entre ellos.
Fueron llevados a la fuerza a la estación de policía y estuvieron allí más de dos horas en completo silencio y como única entretención, mirarse directamente a los ojos, leyendo intensamente el alma del otro. El tiempo pasó volando y ni cuenta se dieron cuando ya había terminado el periodo que castigo y podían irse, aunque tampoco les interesaba. Para el azabache, había tanto que descubrir en aquellos azules ojos, eran tan hermosos que simplemente era adictivo verlos.
Después de aquel "accidente" cada uno se fue por su lado sin decirse siquiera un adiós, pero fueron tantas las veces que se repitió la misma escena de que chocaban, en la misma calle, y ambos quedaban tirados en el suelo, que los dos sabían que el otro tomaba ese camino solo para que se encontraran. Si tan solo la primera vez que se encontraron, no hubieran sido obligados a estar dos horas examinando el alma del otro, la vida habría sido mil veces más fácil para el azabache, pero las cosas simplemente no resultan como uno lo espera, nunca.
El azabache calculó cuanto tiempo disponía para ducharse, desayunar y vestirse antes de ir a buscar al dobe al aeropuerto, fue rápidamente al cuarto de baño y se dio una espléndida ducha. Tenía que estar fresco y relajado para la noche, ya que no dejaría descansar a Naruto hasta el amanecer. Una vez aseado y vestido, se preparó unas tostadassin muchas ganas y las comió despreocupadamente, esperando a que ya fuera hora de ir a buscar a su rubio.
Odiaba que su felicidad dependiera totalmente de ese idiota, tanto así que muchas veces había tenido el deseo inaguantable de salir huyendo y terminar la relación que mantenían, pero cuando estaba frente a él y miraba sus profundos ojos azules y su siempre presente sonrisa, las fuerzas se le iban y terminaba por apegarse aun más a él. Realmente no lo soportaba, pero odiaba todavía más estar lejos de Naruto, aunque eso nunca lo admitiría. Tenía algo llamado orgullo que proteger.
Suspiró brevemente y luego tomó las llaves de su coche para ir a buscar al dobe al aeropuerto. Iba un poco temprano, pero prefería esperar allí que seguir en su departamento. Entró a su coche, ajustó los espejos retrovisores e intentó encender el auto. Nada sucedió. Lo intentó nuevamente, pero los resultados fueron exactamente los mismos. Empezó a impacientarse y a maldecir por lo bajo mientras intentaba en vano que su coche arrancara, pero al parecer nada haría que su viejo auto se ponga en marcha.
Ya al borde de un colapso nervioso, el azabache salió del auto y fue a revisar el motor, cuando una gran nube de humo se estrelló con su cara una vez abrió el capó. Estaba claro que el auto no partiría por más insultos y maldiciones le gritara, por lo que decidió serenarse un poco y marcó el número de teléfono de su rubio, que a esta hora debería estar abordando el segundo avión que tenía que tomar para llegar a Konoha. Al cabo de unos segundos este contestó.
-¿Aló?- se escuchó a través de la línea telefónica.
-Dobe, soy yo. Creo que no voy a poder ir a buscarte al aeropuerto como te había prometido.- dijo el azabache, algo fastidiado, pero también preocupado. Algo le decía que tenía que reencontrarse con Naruto rápido, pero no podía hacer nada con su auto en semejantes condiciones.
-¡Queeee! No me digas que ya te conseguiste a otro, maldito teme.- dijo en broma el rubio, pero sonaba un poco decepcionado. Seguramente planeaba saltar a los brazos de Sasuke apenas lo viera y dejarlo en vergüenza frente a todo el aeropuerto.
-Me conseguí a diez más mientras no estabas, dobe.- dijo el azabache con una media sonrisa.- Pero hablando en serio, mi auto se averió y no voy a poder ir a buscarte.
-Obvio que esa chatarra tuya no iba a funcionar. ¡Cómprate otra y así me vienes a buscar como Dios manda!- se quejó el rubio, aunque dejó escapar una pequeña risa. Le encantaba pelear con su teme.
-Si tuviera dinero lo haría, idiota. Ya, voy a cortar, te vienes en un taxi.- dijo Sasuke, dando por finalizada la conversación.
-¿No tienes alguna otra cosa que decirme?- dijo coqueto el rubio, pero el azabache solo cortó la llamada.
Era una molestia hablar con ese idiota por teléfono. Solo se pone a decir tonterías y a poner tonos provocadores. Lo peor de todo, es que Sasuke sabía perfectamente que expresión tenía el rubio mientras hablaba. Y cuando empezaba a imaginar el rostro de su rubio, podía pasar horas enteras en eso, sin darse cuenta del tiempo que pasaba. Bufó molesto al notar su debilidad y entró nuevamente a su departamento. Lo recorrió completamente con la mirada y de pronto todo el sueño que la llegada del dobe había aplacado, volvió de golpe. Se dirigió perezosamente hacia su cama y se desplomó apenas llegó a ella.
Habrá dormido apenas una hora cuando el sonido de su teléfono celular comenzó a sonar intermitentemente. Sasuke estuvo a punto de ignorarlo y seguir durmiendo, como hacía siempre que algo lo interrumpía mientras descansaba, pero por alguna razón, esta vez contestó.
-Aló?- dijo con voz somnolienta el azabache, reprimiendo un gran bostezo que amenazaba con salir.
-¡Teme-chan! ¿Cómo estás? ¿Acaso estás llorando por mí en este momento cierto? Por eso tardaste en atender Jajaja Ya sabía yo que estabas muy emocionado por mi regreso.- dijo en tono de burla el rubio, confundiendo en parte a Sasuke.
-¿De qué diablos estás hablando, dobe? Estaba durmiendo, y si no dices algo interesante voy a seguir haciéndolo. Pero más importante ¿Dónde estás que todavía no llegas?- interrogó el azabache, frotándose los ojos.
-Ya voy en el taxi hacia tu casa y estaba muy aburrido, teme.- dijo Naruto, fingiendo enfado.
-Que molesto. Y esta ya no es mi casa, desde que pongas un pie aquí, será nuestra.- dijo completamente serio el azabache, causando un leve sonrojo en el rubio al otro lado de la línea.
-Bueno, si vamos a vivir juntos, habrá que estrenar la casa como Dios manda, entonces no pienses en que te voy a dejar dormir siquiera un segundo esta noche, teme.- dijo con voz seductora Naruto, mientras una sonrisa se le dibujaba en el rostro.
-Estaba pensando exactamente lo mismo, usuratonkachi.- dijo Sasuke, con una voz que siempre le ponía los pelos de punta al rubio.
-Bueno, te voy a colgar, pero siento que debo decirte algo, idiota. Va a sonar raro que te lo diga por aquí y ahora pero bueno. Sasuke, yo en serio te…-
Un gran estruendo sonó en el teléfono del azabache, seguido del grito desgarrador de alguna persona distante y el chirrido de metales chocando, luego, la comunicación se cortó abruptamente. Sasuke quedó un par de minutos sin moverse, con el teléfono aún junto a su oreja, esperando que de un momento a otro su dobe comenzara a reírse y le dijera que todo era una broma, que lo vería en poco rato y tendrían una noche como ninguna otra, pero absolutamente ningún sonido provenía del teléfono del azabache. ¿Qué era eso que el dobe estaba diciendo antes de que se cortara la comunicación? Parecía muy importante, pero en ese momento en la mente de Sasuke no había nada, solo oscuridad, la misma oscuridad que lo había acompañado toda su vida y al parecer nunca lo abandonaría.
En un momento de cordurase puso de pie y corriendo buscó una chaqueta y empezó a calzarse los zapatos, pero al pasar frente al televisor de su sala, que no recordaba haber encendido, una noticia hizo que se detuviera en seco: "Hace tan solo un par de minutos, un violento choque en la carretera central ha paralizado el tráfico en un gran tramo de la ciudad. Este al parecer habría sido provocado por el impacto frontal entre un camión y un auto regular. Al menos quince automóviles chocaron directamente con la obstrucción que estos dos vehículos habían generado y entre estos el aparentemente más grave es un taxi que además de chocar contra el costado del camión, fue impactado por múltiples autos más grandes. Se desconoce en número de vícti…"
Después de eso el azabache dejó de escuchar. Ya nada era importante, nada tenía sentido. Terminó de calzarse los zapatos casi por inercia y se colocó lentamente su chaqueta. Viendo sin mirar una vez más la pantalla de su televisor, divisó cual era el hospital donde llevarían a los heridos y salió de su apartamento sin siquiera cerrar la puerta. Caminaría sin detenerse hacia dicho hospital y vería si acaso su propia vida había acabado con ese choque o tenía posibilidades de volver…
Aquí termina el primer cap e.e ¿Cómo lo encontraron? Esta es la primera vez que escribo un fic así y en serio agradecería que me den su opinión por un review
Aviso que esta historia no será demasiado larga, solo de unos tres capítulos y perdón por no ponerle nombre al cap u.u Gracias por leer :*
