RED LIKE ROSES.

Francia, finales del siglo XVIII…

Voy caminando por el bosque que se encuentra cubierto por un manto blanco, los arboles han dejado atrás su verde follaje, que sido remplazado por densas capas de nieve, es invierno, la época que más odio, pues en esta época mi familia fue brutalmente asesinada por los sirvientes del rey de los hombres lobo, aun mantengo frescos en mi memoria aquellos sucesos que marcaron mi vida…

FLASH BACK

Era mi cumpleaños número 13, me encontraba festejando con mi familia, mi pequeño hermano me abrazaba mientras mi abuelo y mi madre me cantaban ¡feliz cumpleaños!, estaba recibiendo los obsequios de mi familia, cuando escuchamos el aullido de lobos, seguido del sonido de cascos de caballos acercándose a nuestra casa, rápidamente mi madre me llevo a la parte trasera de la casa, para de ahí correr al establo, en cuanto llegamos, mi madre ensillo, con lo que a mí parecer fue velocidad sobrehumana, a mi yegua, Flicka, habiendo terminado su labor se volvió hacia mí, en su rostro podía verse el temor y la angustia, quise preguntar qué era lo que sucedía, pero su voz me lo impidió…

-mi pequeña- mientras me hablaba de entre sus ropas saco lo que a mi parecer era una simple tela roja-esta capa te protegerá cuando más lo necesites, ya que al igual que tu, es muy especial, está hecha de pétalos de rosas ancestrales-en el momento en que me decía todo esto, me colocaba aquella capa- hija, por ahora nos tendremos que separar, pero recuerda que pronto estaremos juntas-tanto como de sus mejillas como de las mías, se veían lágrimas caer, no sabía por qué razón, ese "pronto nos volveremos a ver", nunca llegaría…

-ve a parís, hay buscaras a la sacerdotisa Kaede, ella te enseñara todo lo que necesites para poder enfrentar tu destino- acto seguido me abrazo con fuerza y deposito un pequeño beso en mi frente, al separarnos, rápidamente me monto en Flicka- prométeme que serás muy fuerte y que pase lo que pase no te dejaras vencer- los aullidos se escuchaban más cerca- cumple con tu destino hija mía-

-te lo prometo madre- fuertes ruidos se escucharon, su procedencia era el interior de mi hogar, aquellas personas de las que mi madre me estaba protegiendo habían llegado, sin perder más tiempo, mi madre golpeo fuertemente la parte trasera de la yegua, quien salió a todo galope con dirección al bosque, lo siguiente que vi fue a mi madre siendo llevada al interior de aquel que fue mi hogar, al estar en el bosque guie a Flicka hacia una colina desde la cual podía ver todo lo que sucedía en mi casa, pero sin llegar a ser vista, lo que vi fue algo que me marco para siempre, mi abuelo y mi hermano se encontraban arrodillados con algunos golpes en su rostro, pronto vi salir a mi madre del interior de la casa mientras forcejeaba encontrar de aquel ser repugnante que la tenia sujeta, la aventaron al suelo, frente al que parecía ser el líder, el cual después de unos momentos dio la orden de retirada, pero antes de irse los malditos decapitaron a toda mi familia, mi mundo se vino abajo, estaba sola en este mundo, pero tenía que ser fuerte, se lo había prometido a mi madre, no podía fallarle, di vuelta, de la capa roja se desprendían pequeños pétalos de rosas que iban borrando las huellas de mi caballo y con todo el dolor que sentía en esos momentos, me dirigí a París, en busca de aquella persona que me ayudaría a vengarme del maldito desgraciado que mato a mi familia…

FIN FLASH BACK

Tal como se lo prometí a mi madre, llegue donde Kaede, quien durante estos 7 años ha sido como una madre para mí, me cuido y protegió cuando más lo necesitaba, además de enseñarme todo lo que ahora se y necesito para poder enfrentarme al rey de los hombres lobo, pero deje de ser aquella niña sonriente y alegre, solamente pocos han conocido esa faceta mía desde la muerte de mi familia, me volví sombría, justo como la ropa que siempre uso lo único que da color a mi vestuario es la capa que me dio mi madre, sombras se pasean a mi alrededor, vigilándome…

Salgo de mis pensamientos al notar que he llegado a un claro, ha caído la noche y la luna se muestra poderosa en el cielo estrellado y que frente de mi se encuentran docenas de Beowolves, que son lobos evolucionados pero incapaces de tomar apariencia humana.

Sonrió, al parecer a su señor le han llegado las noticias de que exterminado a todo el ejercito que había mandado a capturarme, esto será divertido, una fuerte ráfaga de aire sopla al momento en el que tres de los Beowolves se acercan corriendo para atacarme con sus fauces y garras, sonrió internamente al momento de desaparecer de donde me encontraba parada, dejando en mi lugar una pequeña lluvia de pétalos rojo, confusión se muestra en sus ojos, tratan de localizarme, encontrándome en los aires, donde doy una voltereta para de la parte trasera de mi cinturón sacar a Crescent Rose, mi arma que ha sido un regalo de Kaede, al sacarla rápidamente deja su forma compacta para transformarse en un rifle de gran grosor, doy otra voltereta, para después dispararle en la cabeza a uno de esos repugnantes animales; la ventaja de estos animales es el poder moverse en dos patas pero eso no es problema para mí; caigo parada, pero después de dar el primer disparo, el resto de los Beowolves, se dejan venir en contra mía.

"idiotas creen que podrán ganarme", otro disparo sale de mi arma dando nuevamente en la cabeza de uno de aquellos lobos, otro más se acerca, un salto y otro disparo sale dando de lleno en el costado, giro, doy otro salto y aprieto el gatillo, la bala da en el costado de otro más, la nieve comienza a tornarse de un tono carmesí, doy una marometa hacia atrás para luego levantarme mientras giro mi arma hasta que esta se despliega tomando la forma de una enorme guadaña, un Beowolve lanza un aullido para luego correr al lugar donde me encuentro, pobre iluso, un giro y lo atrapo entre mi cuerpo y el filo de la guadaña, trata de intimidarme mostrándome sus enormes colmillos, una sonrisa surca mi rostro, y eso es lo último que vio este Beowolve, pues después de la pequeña sonrisa jalo del gatillo mientras giro la guadaña y termino decapitándolo, la brisa sopla sacando de mi capa pétalos de rosas que al entrar al contacto con la piel de los lobos la desintegra, los demás lobos se han puesto furiosos, deciden atacarme todos juntos de una vez por todas, que idiotas, clavo la punta de mi arma mientras que del mango preparo el gatillo para comenzar a disparar, una, dos, tres, cuatro, cinco balas sales del cañón del arma todas y cada una dando en su objetivo, al querer disparar la sexta, uno de ellos llego hasta donde me encuentro, tratando de darme un zarpazo, brinco esquivando el golpe al tiempo que jalo el gatillo, matándolo y siendo lanzada hacia atrás por la fuerza del disparo, la punta de la guadaña deja un fino camino en la nieve mientras yo caigo parada sobre el mango de esta, más Beowolves llegan desde el bosque, al distraerme, uno trata de atacarme, pero rápidamente lo esquivo girando sobre el mango de mi arma.

"rayos , no son demasiado fuertes pero son demasiados, tengo que acabar con esta pérdida de tiempo", otro se acerca, disparo con demasiada velocidad, con la misma fuerza del disparo soy recorrida, golpeo con la punta del mango al lobo que había esquivado, llega por detrás de mi otro, salto tomando a Crescent Rose y giro cortándolo por el estomago, el que había golpeado me ataca otra vez, pero queda en el intento, lo único que se escucha en el claro son disparos y aullidos, cortar, disparar, evadir, golpear, el número de lobos está disminuyendo, salto para alejarme un poco y poder recargar, pero me alcanzan en el aire, dando comienzo una batalla aérea, "diablos" me he quedado sin municiones, utilizo a una de las bestias para impulsarme hacia atrás, no sin antes darle fin a su vida, aterrizo siendo ayudada por mi arma.

"genial", el que acabo de matar logro herirme, " esto duele a montones", lo han logrado me han hecho enojar, recargo mi arma, "esto se convertirá en una carnicería", preparo mi arma para salir corriendo a velocidad sobrehumana hacia los Beowolves, salto para usar la hoja de mi guadaña como si fuera una rueda, cortar, disparar y girar, todo el claro está quedando lleno de trozos y sangre de las bestias, un último giro y he acabado con todos, del impulso mi Crescent queda a mis espaldas, mientras veo caer los trozos de cuerpo junto los casquetes de bala.

Unos aplausos llaman mi atención, veo a un joven completamente vestido de negro que sale detrás de unos árboles inmediatamente me pongo en pose de batalla.

—wow, eso fue impresionante, nunca había visto a una mujer manejar también un arma, ¿no lo crees, hermano?- el joven que había salido primero volteo la mirada hacia los arboles de los que el apareció, otro joven igualmente vestido completamente de negro solo volteo un poco la mirada para observarme.

—Hump- fue todo lo que dijo, por un momento su mirada me congelo por completo.

— ¿Quiénes son? Y ¿Qué hacen aquí?- pregunte mientras hacía que Crescent volviera a su forma de rifle.

— dios! Donde han quedado mis modales, bueno me presento, mi nombre es…