Hola a todos lo que van a leer esta historia! Para aclarar esta es una traducción (la primera que hago) por que eso es lo que me dedicaré a hacer aquí en Fanfiction (no soy muy buena inventado historias que se diga). Esta historia no es mía, la única y legítima dueña es Arisadonna. Este es uno de los mejores Ichigo/Zoey x Ryou/Elliot fanfics que he leído.

Nota: Como muchos ya sabrán los nombres originales y los de traducción son:

Original: Traducción

Ichigo Momomiya: Zoey Hanson

Ryou Shirogane: Elliot Grant

Masaya Aoyama: Mark (no me acuerdo de su apellido ni el de los siguientes, y más que todo no los sé XD.)

Keiichiro Akasaka: Wesley

Mint/Minto: Corina

Kisshu: Dren

Estos son los únicos que se utilizan (hasta el momento). Yo utilizare los de traducción por que estoy más acostumbrada a ellos, pero escribiré la historia en el estilo inglés con " " en lugar de – y sin sangrías y los pensamientos entre ' ' ya que es mucho más simple.

Disclaimer: Yo no soy dueña ni de TMM / MMP, ni de esta historia T.T. El único crédito que me llevo yo aquí es el de traductora XD. Si Mew Mew fuera mío, la pareja final hubiera sido Zoey x Elliot no Zoey x Mark, y Mark hubiera misteriosamente desaparecido de la historia (dejen que su imaginación se encargue… O.O). Tampoco tengo tanta imaginación para escribir un fanfic ni tengo la habilidad de escribir tan bien como Arisa T.T. Yo sólo me dedico a hacerle propaganda a tan magnífica historia  (según yo y muchísimas personas más claro esta... cada quien con su opinión).

Y ahora para no aburrirlos más como mi larga platica les presento orgullosamente la increíble creación de Arisa, una magnifica historia Zoey x Elliot traducida por mí, Kia Ch... (Todo el público: ¡¡YA con la historia!!) Ehem... ¡Treinta Besos!

I. MIRA HACIA ACÁ

Golpeándole ligeramente su nariz, la forzó a volver a la realidad. "¡Hey! ¿Eres una idiota o algo por el estilo? ¡Se supone que debes trabajar!" El grosero, adinerado, chico rubio no aceptaría excusas. Ella tenía trabajo que hacer y soñar despierta era inaceptable. Podía también ser el estar holgazaneando, o descansando, o durmiendo, o cantando, o bailando, o cualquier otra acción que no requiriera mucho trabajo incluido—aunque como Elliot era un experto bailarín, él no veía que bailar requiriera de mucho trabajo o esfuerzo.

"¿Nya? ¿Qué?" La dulce pelirroja Zoey finalmente se dio cuenta de lo que estaba pasando, quitando su cabeza de la punta de la escoba. Pero el repentino susto al escuchar la voz de Elliot, causo que perdiera el equilibrio.

"¡NYA!" Gritó ella, cayendo bocabajo en el duro piso. Típica acción de la pequeña fresita, quien no era la fruta más brillante de la canasta. "Mi barbilla..." se quejó mientras se sentaba lentamente. "¿Realmente necesitabas aparecer así de repente? ¡Me asustaste!

Elliot simplemente giro sus ojos. ¿La asustó? El no era un maniático, ni una babosa, ni siquiera un sandwich mohoso como para dar miedo. En su opinión el no era en lo más mínimo aterrador. "Deja de quejarte. Sólo has estado aquí por 25 minutos y ya estas holgazaneado. No tengo ni el tiempo ni la paciencia suficiente para constantemente estarte regresando a trabajar." Era la misma rutina todos los días. Zoey cometía un error y allí estaba él justo detrás de ella para regañarla. Ok, tal vez de alguna manera él sí daba miedo, y sí, era mucho peor que el sandwich mohoso.

La chica estaba acostumbrada a eso, pero incluso aunque fuera algo que ocurría todos los días, ella aún se molestaba. "¡Te juro que te ODIO! ¿NO tienes nada mejor que hacer? ¡Soy probablemente la única que trabaja en este estúpido café de cualquier manera! ¡No, espera, SOY la única en este estúpido café que realmente trabaja!" De nuevo, típico acto de Zoey. Su discurso era simple; una rutina diaria en el femenino café color rosa.

Él sabía que ella estaba diciendo la verdad. Después de todo, las empleadas no era contratadas por que tenían experiencia, eran contratadas por que era Mews. Así que si hacían un buen trabajo o no realmente no importaba, por que aún así tenían el trabajo al final. A diferencia de las otras cuatro chicas que trabajaban allí, Zoey era la única que realmente hacía algo. Las otras chicas tenían sus formas para hacer que su trabajo nunca fuera terminado, lo quisieran o no.

"No me importa. En lugar de preocuparte de que si las demás trabajan o no, deberías concentrarte en lo que haces," Elliot sonrió maliciosamente mientras se inclinaba para golpearle ligeramente la nariz de nuevo.

Aún en le piso, Zoey golpeó sus pies contra el suelo mientras se llenaba de enojo. Elliot siempre conseguía hacerla enfadar. En realidad, Elliot tenía una manera de que conseguir casi siempre todo lo que quería. Una cualidad que él tenía, que los sandwiches mohosos no incluían.

Por supuesto, a Elliot no podía importarle menos el que ella trabajara o no. Sólo digamos que tenía sus propias razones para tratarla de la manera en que lo hacía. Podía ser... ¿amor?

No, Elliot jamás admitiría que estaba enamorado. El simplemente amaba molestarla y hacer que su enojo se incrementara. Se la pasaba muy bien haciéndolo. Era como cuando uno está en el jardín de niños, donde los niños halan el pelo de las niñas que les gustan para mostrar su afecto. Pero por supuesto, Elliot no tenía ningún tipo de afecto por Zoey. No que él admitiera.

"Zoey, querida, tienes un día largo por delante. Aún es de mañana y las cosas se van a poner muy complicadas en la tarde debido a todo el trabajo, así que ve preparándote para trabajar todo lo que puedas." De nuevo dio esa sonrisa presuntuosa, hablando con una voz calmada, esperando la reacción de la pelirroja.

E inmediatamente, ella se heló. Después de todo, escuchar a Elliot decir la palabra "querida" no era exactamente un evento común. "¿N-nya? ¿Qué te pasa?"

Si Zoey hubiese podido pedir un deseo, cualquiera, hubiera sido el poder saber lo que pasaba por la mente de Elliott. Eso era algo que nunca había podido hacer, pero absolutamente deseba, considerando que le sería de mucho uso. Ella nunca era capaza de comprender lo que él usualmente pensaba y consideraba que si pudiera hacerlo, no se enfadaría constantemente por cada una de sus pequeñas acciones. Considerando que el que ella constantemente se enojara, era por qué no entendía la razón de lo que él hacía.

"Eres tan idiota," murmuró él, dándose la vuelta para caminar por la blanca escalera que llevaba a su habitación. "Regresa a trabajar, Zoey. No quiero volver a tener que golpearte la nariz cuando regrese."

De nuevo, tocó un nervio. "¿Idiota? ¡Yo NO soy idiota en lo más mínimo! ¡Todo lo que he hecho es hacer lo que me pides, y la única cosa que haces es malgastar tu tiempo simplemente tratando de molestarme! Creo que eso nos muestra quien es el verdadero idiota en esta situación."

"Sí, eres tú." Él cruzó sus brazos, deteniéndose en su camino, por que no se perdería la oportunidad de causarle mas frustración. "Y hay más maneras de probar que tú eres la idiota más grande."

"¡No soy una idiota! ¿Qué hay de ti y de esta idiotez de todas formas?" gruñó ella, antes de darse cuenta que aún seguía sentada en el piso... como una idiota. Avergonzada se puso sobre sus dos pies inmediatamente parándose recta. "En este momento te odio, Elliot." Aunque parecía que ella lo odiaba todos y cada uno de los demás días de su vida.

Él rió, mirándola, antes de sacudir la cabeza. "¿Te tomó tanto tiempo darte cuenta que aún estabas sentada en el piso?" Estaba comenzando a preguntarse si ella en realidad le quería probar cual era su gran nivel de idiotez en verdad. Y con el gran conocimiento que él tenía, sabía que eso no era ni una palabra.

"¡Y-y-yo- sabía que estaba en el piso!" dijo ella nerviosamente tratando de ocultar la verdad. "Simplemente no tenía ganas de pararme, eso es todo. ¿Qué te importa de todas formas?"

"Apuesto a que puedo besarte como… tal vez treinta veces cuando menos lo esperes, o cuando lo esperes pero no podrás hacer nada para detenerme o prevenir que lo haga."

"¿QUÉ?" Gritó ella, mientras sus ojos se abrían de sobremanera. Se preguntaba que tendría que ver todos esto con el ser una idiota o si siquiera tenía algo que ver con la situación en general.

De nuevo, la sonrisa maliciosa hizo su aparición. "Realmente creo que soy capaz de llevar a cabo esta tarea, y al final no te molestara en lo más mínimo."

Ella se ruborizó, aunque estaba llena de enojo. Tal vez su enfado era la causa el brillante color rojo de su rostro. ¿Por qué habría de besarla de cualquier manera? ¡Y tantas veces! "¿Treinta, dices? ¿Qué, tratarás de besarme todos los días durante un mes?"

"Nop. Voy a besarte treinta veces en un día. Hoy en realidad."

"¿Qué?" Otro grito. En realidad no podía creer que él le estuviera diciendo esto o las razones de su plan en primer lugar. Después de todo, no había mucha conexión entre probar que ella era una idiota, o ser besada treinta veces por un idiota. Aparte de que amabas cosas se relacionaban con el término "idiota". "¡Mi-mira! ¿Qué estás tratando de hacer? ¡Tengo un novio y tú lo sabes!" protestó ella dándose cuenta de que no había mencionado a Mark en el momento en el que él primero propuso la idea de besarla.

Mark era su perfecto novio de tiempo completo. Él la amaba profundamente, de la misma manera que ella a él, y desde el principio él siempre estuvo allí para ella. Era definitivamente incorrecto que otro chico (en especial un patán como Elliot) la estuviera besando cuando ella tenía un novio que le era completamente fiel.

"Oh, sí. El precioso Mark. ¿No está él como a miles de kilómetros lejos de aquí en este momento? ¿Sabes que las relaciones de larga distancia no funcionan, cierto?" Se recostó contra las paredes del café mientras cruzaba sus brazos, sin ponerle mucho interés a lo que Zoey tuviese que decir.

Ella hizo una mueca, tratando de encontrar las palabras correctas para responderle. "¡Escucha! ¡La relación mía y de Mark está bien! ¡A-a-además no es de tu incumbencia!" Ella se dio vuelta sobre si misma y comenzó a caminar rápidamente hacía la salida del café, aunque sentía pasos que venían justo detrás de ella, lo que la hacía preguntarse por qué la estaba siguiendo. "¡No puedo soportar ni uno más de tus estúpidos comentarios! ¡Me voy! ¡Me puedes despedir con lo mucho que me importa! ¡Ó mejor, renuncio!"

"Zoey, mira hacía acá."

Ella giró sus ojos deteniéndose en su camino. Y aunque no quería escuchar ni una palabra más de él, lentamente se dio la vuelta para mirarlo. "¿Ahora qué, Elliot? ¿No puedes sólo--?" Pero sus palabras fueron cortadas al momento en que sentía que sus labios se adherían a los de ella. Con sus ojos bien abiertos, ella comenzó a golpear los brazos de Elliot, en intentos de alejarlo de ella.

Aún así, sus intentos no fueron de mucho uso por que él no se separaba. Al menos no lo hizo hasta unos segundos después cuando él decidió terminar el beso. Aún así mantuvo esa sonrisa maliciosa. "¿Lo disfrutaste?"

Sus labios de la chica se estremecían, mientras los tocaba con sus dedos. "Tú... me be..." No le quedaban palabras para expresarse. No podía creer que había bajado tanto su guardia tan fácilmente. "¡IDIOTA!" gritó ella, antes de darle un fuerte bofetada en la cara. "¿Cómo pudiste?"

"Lo viste venir," le replicó, sin mayor reacción por la bofetada que acababa de recibir. Él sabía que se lo merecía y por ello no tenía derecho a estar enojado. "Te dije que te besaría, así que no deberías estar sorprendida. Y estarás viendo esto veintinueve veces más este día, así que acostúmbrate de una vez." Y eso era todo lo que él tenía que decir, antes de darse la vuelta y de nuevo caminar hacía su habitación.

"¡No puedo creer que hagas algo así!" le gritó, aunque sabía que él ya no estaba escuchando. Ella se preguntaba cuales eran las razones para hacer esto. ¿Era alguna especie de castigo (lo que no parecía justo por que ella en verdad trabajaba)? ¿Trataba de probar algo? Si ese era el caso, entonces no parecía que tratara de probar que ella era una idiota. Eso sólo probaba que él lo era por habérsele ocurrido una idea tan estúpida como esa.

Tal vez la mejor acción del momento era preguntar. "¿Por qué haces esto, Elliot? O tal vez no lo era.

Él se detuvo en su camino, pero aún así no se volteó. Simplemente se hizo un silencio entre los dos, mientras que Zoey esperaba una respuesta. Lentamente giro su cabeza para verla. "Regresa a trabajar, ¿sí? Chiquilla torpe…" Y camino por las escaleras dejándola en una continua confusión.

"¡Elliot!" Ella quería una respuesta por parte de él. No seguiría en su indefensa posición mientras él besaba a una chica cuyo corazón pertenecía otro. Pero no contestó y desapareció de su vista cuando alcanzó el segundo piso.

'¿Tal vez quiere que me enamore de él o… algo?' pensó ella colocándose una mano en la barbilla mientras analizaba. Sacó la lengua, asqueada por que se le hubiese ocurrido semejante explicación. '¡Ja! ¡Sí, claro! Es TAN tonto. Mi corazón pertenece a Mark y solamente a él. NO hay forma de que caiga por un idiota como él. ¡Que horror!'

Girando sus ojos, recogió la escoba caída, que permaneció en el suelo desde de que había aparecido Elliot.

"¿Interrumpo algo"? preguntó una voz familiar detrás de la pelirroja. Por suerte para Zoey, esta voz no era la de Elliot, al menos que él estuviera usando una cambiador de voz que había ido a traer de su laboratorio, lo cual realmente dudaba. Así que en lugar de creer que este era el caso, sus labios se curvaron en una sonrisa.

"¡Wesley!" Ella rió, volteándose para verlo, y estaba agradecida que en realidad sí era Wesley y no el loco de Elliot de nuevo, sosteniendo algún tipo de maquina que cambiaba la voz. A diferencia de Elliot, el chef de coleta era dulce y muy cortés. "¡Nop! ¡No interrumpes nada!"

Él le dirigió una sonrisa amable. A veces, Zoey se preguntaba como un chico podía ser así de dulce. Ni siquiera Mark era así de dulce. Aunque tal vez sí lo era. Bien…ok, ella se preguntaba como cualquier chico aparate de Mark podía ser tan dulce. "Puedo jurar que acabo de escuchar la voz de Elliot. ¿Estuvo aquí?"

Zoey hizo una mueca. No podía suportar más escuchar el nombre de ese patán. "Se fue hacía arriba."

"Hmm," Wesley sonrió, mientras se encogía de hombros. "Bueno, entonces es mejor dejarlo ser. Y tú Zoey ¿te encuentras bien? Tu rostro esta completamente rojo. Si estás enferma, deberías ir a casa y descansar un poco. De hecho, escuche sobre una enfermedad que anda por los alrededores."

¿Roja? ¿Su cara estaba roja? ¡Imposible! Era probablemente solo por la frustración y el enojo. Ó… '¿Me estoy ruborizando? ¡OH POR DIOS! ¡NO WAY!' El pensamiento la hizo ponerse más roja. ¿Era esto un efecto del beso de Elliott? ¡De nuevo, esto era imposible! "¡E-estoy bien!"

Él asintió, dándose la vuelta para irse. "Bueno, eso espero. Debo regresar a la cocina ahora, pero si necesitas algo, no dudes en hacérmelo saber. Por cierto, acabas de recibir una carta." Sólo se leía su nombre y la dirección del café. ¿Por qué no fue enviada a su casa? Eh probablemente era correo spam.

"¡Um ... okay! ¡Gracias Wesley!" Ella le sonrió antes de que él se diera la vuelta y caminara en dirección a la cocina.

Aún sin abrir la carta--aumentando su suspenso, ¿cierto?--Zoey rápidamente se tocó sus mejillas. "¡Oh mis deditos!" exclamó ella, gritando algo al azar algo que ni siquiera estaba en su vocabulario. "¿Por qué me estoy sonrojando?" gritó ella, fuertemente para sí misma, aunque pronto se dio cuenta de que no sabía la respuesta a esa pregunta, y encontrarla no le haría ningún bien.

'¡NO es por ese idiota! ¡Imposible!' Decidió negar completamente la idea y quedarse con la idea de que todo lo que tuviera que ver con Elliot Grant era simplemente imposible. Al menos que dijeras que Elliot era un patán despreocupado a quien se le ocurrían las ideas más locas y extrañas. Ahora, ¡ESO era posible! Aunque, era más bien como un hecho.

De cualquier forma, ruborizarse por ese rubiecito había sido algo que ella había decidido desde el primer día que se conocieron que no ocurriría. De nuevo, algo imposible. Ella no tendría pensamientos de tipo amoroso relacionados con Elliot. Por supuesto, la idea era constantemente aplastada debido a que tenía más de algún pensamiento sobre él de esa manera.

Pero todos eran ignorados. Después de todo, por qué habría de necesitar pensar de manera romántica sobre Elliot cuando tenía una relación perfecta con Mark.

De nuevo, eso no cambiaba el hecho de que los pensamientos ESTABAN allí, sin importar lo perfecta que fuera su pequeña relación. Al hablar de esto en secreto con Corina antes, la chica de cabello azul le dijo que tal vez su relación con Mark no era tan perfecta como ella creía. Si lo era, ¿por qué habría de necesitar pensar en Elliot?

Aunque, sus pensamientos no eran en lo más mínimo románticos. No era como que estuviese atrapada en un típico fanfic donde todo el tiempo ella tenía sentimientos profundos por su grosero jefe. Era más como una atracción.

Elliot era guapísimo. Ella admitía eso. En realidad en sus palabras el era "ardiente" menos el hecho de que era un completo Idiota. Aún así, eso no cambiaba el hecho de que ella pensara que él era un hermoso bishounen, por que eso era en realidad. Todas las chicas se sentían atraídas hacía él, sin oponer mucha resistencia, viendo como estas eran fascinadas con su carisma, la cual dejaba salir naturalmente sin mucho que ocultar.

Y Zoey era una de esas chicas. Novio o no, ella SE SENTÍA atraída por Elliot, aunque con esta atracción no venían sentimientos de romance.

Y así, Zoey ignoró todas las tontas ideas de Corina de una no-tan perfecta relación con Mark. Además, ¿que podría estar mal? Era cierto que él había decidido continuar estudiando en Inglaterra mientras que Zoey había decidido quedarse en Tokio, ¿pero y qué?

Y entonces, los pensamientos de Zoey se fueron hacía el beso. El beso de Elliot, el cual definitivamente no había esperado (y eso que le había advertido unos minutos antes). La verdad era que le beso no había sido en los más mínimo romántico. Fue plenamente seco, con un sabor a ¿queso?—lo que hizo a Zoey preguntarse si se había comido algunas galletitas con queso antes. De cualquier forma, el beso fue completamente forzado e indeseado.

Ella, por supuesto, aún así, se ruborizó. Y tenía que admitir que fue un muy buen beso. Nada romántico, seco, y forzado, sí, pero nada mal, en lo más mínimo.

Ahora que lo pensaba, ese el primer beso que compartían juntos. Cierto, se habían besado varia veces antes como gatos, pero como había dicho Elliot antes, esos no contaban para nada. Después de todo ¿no considerarías decirle a una amigo que tu primer beso lo recibiste mientras estabas convertida en una gato por varias horas? No lo creo.

Aún así, compartieron su primer beso juntos. Por supuesto, Zoey había sido besada varias veces antes por Mark, y--twitch—Dren, pero jamás había sido realmente besada por Elliot después de todo este tiempo.

¡PERO! A Zoey no le importaba. ¿Por qué habría de? Sólo era Elliot. El preocuparse por besarlo no sería algo de ella y sería desleal hacía su oh-tan-leal novio, lo cual no se atrevería a hacer. Oh, no, no, no. Ella no perdería el tiempo en pensar en besar a un chico rubio, adinerado, perfecto idiota que tenía como jefe que se la pasaba lanzando groseros comentarios en su dirección y la acusaba de no trabajar.

De cualquier manera, no era necesario seguir pensando en eso. FINALMENTE quitando los pensamientos de su mente, miró el sobre que tenía en la mano--el que estaba todo arrugado por que lo apretaba del enojo al pensar en Elliot.--Comenzó a preguntarse que era, lo cual hubiese podido descubrir desde hacía unos minuto si no hubiera estado perdida en su mente por tanto tiempo. Así que--finalmente satisfecha al dejar a la audiencia en completo suspenso--rompió el sobre y sacó una hoja de papel. Leyendo el contenido de la carta, sus ojos se abrieron completamente.

"¿¡QUÉ!?"

-Fin Capitulo 1

Los dejó en suspenso, cierto? Estoy segura de que ahora quieren saber que está escrito en esa carta. Así que si quieren saber dejen sus reviews, o en español serían sus comentarios. Según Arisa, debe recibir 10 reviews como mínimo para cada capítulo (y sinceramente no le importa que le dejen llamas, cada quien tiene la libertad de hacer lo que quiera). Bueno, sé que yo no escribí esta historia originalmente, pero déjenme saber que opinan de la historia y si estoy haciendo un buen trabajo traduciéndola. Como esta página es en inglés y sé que no son tantas las personas que entran aquí para leer historias en español, yo simplemente les pediré 5 reviews o más para que puedan saber lo que esta escrito en esa carta, pero si pueden dejar más, mucho mejor, así sentiré que lo que hago sí vale la pena y quieren leer más. Si saben inglés también pueden ir a leer la versión original llamada Thirty Kisses y adelantarse y dejar sus comentarios en inglés allí, si así lo desean o pueden esperarme unos días.

Actualizare cada semana si se me es posible, así daré tiempo a que la grandiosa-pero-increíblemente-perezosa Arisadonna, quien constantemente sufre de bloqueo de autor, actualice, por que ella si se toma sus precioso tiempo para actualizar (y cuando digo precioso lo digo en serio... XD).

Ahora dejemos que la maravillosa y misterios voz que Arisa utiliza para dejar en suspenso a la gente haga lo mismo por nosotros sólo que traducido: "Erm erm.. muy bien... Um... (sólo por que me pagaron y me dieron unas buenas clases de español...) QUÉ será lo que está escrito en la carta que Zoey recibió? QUIÉN envió esta carta? POR QUÉ fue esta carta enviada al café y no a su casa? CUÁNDO le dará Elliot otro beso a Zoey? Y DONDE rayos se metió Carmen Sandiego que no tiene nada que ver con este fanfic!? Descúbranlo en que siguiente capítulo de... dun dun dun... Treinta Besos 3."