Bueno se me ha dado por incursionar en esta pareja, con esta idea que es una combinación de sueños que he venido teniendo en este ultimo mes. Espero que no me abandonen o que mi imaginación no se duerma y pueda terminarla.


Esto no puede estar pasando, esto no debería estar pasando, todo el mundo sabe que esto no iba a pasar. Sin embargo está sucediendo y yo no sé qué hacer. Me tranquiliza ver que a mí alrededor soy la única atónita con lo que acabar de suceder. Pero eso no tapa la total desilusión que esto implica.

Creo que para explicar la actual situación debo retroceder hasta la época en la cual Quinn ingresó al equipo. Porque estoy totalmente segura que en el pasado se esconde eso, que se me perdió, y que ahora trae como consecuencia este inesperado resultado

Recuerdo que ese día hacía mucho frío, que no podía sentir mis dedos y mi aliento se materializaba con cada respiro que daba. Rachel y Kurt permanecían totalmente callados y no hablaban animadamente sobre que iban a cantar para la fiesta de fin de año. Al principio de mi entrenamiento recuerdo que detestaba hacer equipo con ellos, pero con el tiempo se fueron tornando en mis acompañantes preferidos. Había algo en su capacidad de generar familiaridad en el ambiente que me envolvía en una tranquilidad indispensable para nuestro trabajo. Por eso, sentirlos tan callados me estaba preocupando.

En esa época todavía éramos aprendices de primer orden y en general se nos asignaban tareas sencillas. Esa noche volvíamos de entregar un paquete a una familia de magos en la ciudad junto a la nuestra. No deberían haber estado tan callado, ninguno estaba herido y siquiera habíamos tenido contratiempos en el camino.

-¿Qué les pasa princesas?- pregunté con mi tono burlón, más que nada para evitar que sintieran mi preocupación

-Tengo una extraña sensación Santana- contestó Rache l

-Berry todos sabemos que ver el futuro no es tu don

-No San, ella tiene razón- la defendió Kurt- hay algo extraño en el aire, no puedo creer que no lo sientas

-Ustedes están locos.

Seguimos caminando en silencio durante cinco minutos, hasta que un grupo de chicos mayores que nosotros nos cruzó. Obviamente recibimos algunos insultos debido a nuestra edad y la evidente desventaja física. Pero el mal estar de mis acompañantes era tan perceptible que sabía que no era momento para meternos en problemas, además los Masters me tenían entre ceja desde la última misión que realice con Puck y Sam. Sonreí de lado, realmente había disfrutado ese enfrentamiento con los Hombre lobos. Esos tarados se creen lo mejor del mundo.

-Cortemos camino- Ordenó Kurt y como era el líder del equipo y porque estábamos tiritando aceptamos la orden sin protestar.

Cuando nos estábamos acercando a la Univercidad sentí como mis sentidos se agudizaban repentinamente. Un dolor casi intolerable se apodero de uno de los lados de mi cabeza y la sangre en mis venas comenzó a recorrer mi cuerpo con mayor velocidad. Estaba comenzando a perder el control y eso no estaba bien. Un leve murmullo se escuchó claramente en mis oídos y sin dificultad pude percibir que venía de unos metros mas adelante.

-¿Escucharon eso?- Preguntó Rachel exaltada

-Si, viene de más adelante- contestó Kurt

La cuadra frente a nosotros se encontraba llena de árboles, lo que a esta hora la transformaba en una casi perfecta boca de lobo. Inconscientemente comencé a dirigirme hacia donde el sonido provenía.

-¿Qué estás haciendo?- la voz de Kurt apenas llegó a mis oídos

A pesar de que sabía que estaba desobedeciendo a un superior, por lo menos de momento, no me intereso. Mis instintos estaban siendo más fuertes que mi control sobre ellos y sin embargo todavía no había perdido la conciencia, nunca en mi vida había experimentado ese estado.

El dolor en mi cabeza parecía haber pasado o quizás era tal que ya no podía percibirlo. Me detuve en seco a unos metros de donde provenía el sonido. Cualquier otra persona hubiera quedado petrificada por la imagen ante mí, pero hacía años que no calificaba como persona, si es que en algún momento de mi vida lo fui.

A unos metros se alzaba un ser de aproximadamente dos metros de alto. Todo su cuerpo estaba recubierto por una capa negra, lo único que se podía ver eran sus manos que brillaban con un aura de color azul. Contra la pared sostenía a una chica, rubia, que no aparentaba tener más de quince años, a la cual evidentemente estaba por matar.

Como corredor de sombras tenemos desarrollada la habilidad de pasar de ser percibido en un ambiente, no es infalible pero ayuda mucho en las misiones. Y a pesar que estaba perdiendo el control sobre mi demonio, era evidente que el ser no tenía idea de mi presencia. Sin embargo, la mujer contra la pared alzo la cabeza con mucha dificultad y miro hacia mi dirección. Primero creí que fue c incidencia, pero en el momento que nuestros ojos se encontraron, ella dibujo una extraña sonrisa y yo lo perdí.

Lo siguiente que recuerdo es caer al piso de rodilla y ver en cámara lenta como la cabeza de la chica rebotaba contra el piso. Ni bien recupere la estabilidad, me arrodille junto a ella y revise rápidamente con la mirada su cuerpo. Tenía una parte del labio partido y en un lado del cuello había una quemadura.

-¡¿Santana que mierda estas haciendo?!- Escuché a Rachel gritar pero mi mirada no podía alejarse de ella- Vamonos antes que alguien nos vea

-Llevémosla con nosotros- dije ignorándola- llama a Puck

-¿Qué te pasa?- su voz se escuchaba más molesta- nos tenemos que ir

-Llama a Puck- repetí nuevamente

-¡Santana no somos súper héroes vamos ya!

-¡Te dije que llames a Puck!- nuevamente lo estaba perdiendo y realmente no quería lastimar a mi amiga

-¡No!

-Llama a Puck- la interrumpió Kurt-¡ Ahora!- Exclamó al ver que Rachel no se movía.

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Estaba sentada junto a la cama de la rubia mirando detenidamente como su cuerpo permanecía en inconsciencia. Extrañamente no poseía ninguna marca, siquiera la quemadura en el cuello parecía verse. Su imagen era tan pacifica que me costaba creer que realmente estuviera viva. Inconscientemente estire la mano para acariciarle la cara, pero la puerta de la habitación se abrió, lo que hizo que me alejara de golpe.

Brittany ingresó y no pude evitar sonreír alegremente pos su presencia, estaba tan enamorada que daba asco. Ella respondió el gesto y me dio un beso antes de sentarse junto a mí. Tomo mis manos y entrelazó sus dedos con los míos. No pude evitar pensar que era vidente que estábamos predestinadas a permanecer juntas toda la vida.

-¿Como estas?- preguntó suavemente

-Estoy bien- contesté mirándola a los ojos

-Anoche perdiste el control sobre tu demonio

-No sé cómo pasó - dije bajando la mirada- te juro…

-Está bien- me interrumpió- lo importante es que estas bien

La rubia comenzó a jugar con mis dedos y un cómodo silencio nos rodeó. Mis ojos se dirigieron inconscientemente hacia la otra rubia en la habitación. Ella permanecía en la misma postura y con el mismo gesto que cuando ingresó a la habitación.

-El parlamento está consultando con el oráculo que hacer con ella- comento Brittany al notar donde estaba mi atención

-La van a terminar matando

-Probablemente- suspiró- y vas a ser terriblemente castigada

-Lo se- contesté con una leve sonrisa en mis labios

-¿Por qué la salvaste?

-No fui yo

Britanny abrió la boca para decir algo, pero la cerró inmediatamente cuando la puerta del cuarto se abrió abruptamente. Bajo el marco se encontraba uno de mis entrenadores y se lo veía totalmente furioso. Nunca lo había visto tan enojado, ni cuando un par de curiosos me vieron luchando contra Blane fuera del horario de queda.

-¡¿En que estabas pensando Santana?!- gritó después de haber contenido su ira por unos segundos

-Yo no

-¡Obviamente no estabas pensando!- me interrumpió-¡ ¿Cómo se te ocurre hacer lo que hiciste?!- Alzó los brazos exasperados- ¡Sabes que está terminantemente prohibido traer la mansión a cualquier ser que no sea un Corredor!- exclamo ahora más tranquilo-¡sabes bien que no podes interferir en otra cosa que no sea tu misión!

-Podrían- se escuchó una voz

-¡¿Además como se te ocurre matar a una Parca?!- volvió a -¡Sebes lo histérica que es la Muerte y encima se te ocurre ir a matar a una de sus servidoras!

Britanny quien me apretó la mano e hizo una exclamación de sorpresa, llamándonos la atención. La rubia en la cama se estaba recostando contra el respaldar lentamente. Juntó las manos sobre su falda y observó detenidamente a las tres personas en el cuarto. Cuando sus ojos se posaron sobre los míos una extraña inquietud se apodero de mi Pero no pude identificar que era porque su mirada me dejó inmediatamente.

-Sé que este caos es mi culpa- dijo mirando ahora a Shuster- pero podrían

Lo que estaba por decir fue interrumpido por una cuarta persona que ingreso al cuarto ruidosamente. En el momento encontré paradójico que dos Corredores tan experimentados fueran tan ruidosos. La mujer posó sus ojos sobre la chica en la cama y sonrio de lado.

-Shuster, el parlamento decidió que la chica será aceptada en el clan- anunció- será parte de nuestro escuadrón y te dije que dejaras de usar ese fijador, pareciera que una vaca escupió sobre tu oveja

Ignorando la última parte de lo dicho, todos pusimos nuestra atención sobre la desconocida postrada en la cama, probablemente todos pensando lo mismo ¿Cómo fue que no sentimos al demonio sellado dentro de ella?

-Lucy Quinn Fabray, bienvenida al clan- Dijo Sue

-El placer es mío- Contestó con una sonrisa similar a la que me dio cuando estaba atrapada contra la pared


Bueeeno, hasta acá llega este primer capitulo espero que les halla agradado. Gracias por leer