Naru frunció los labios mientras se sacaba la camisa sintiendo dolor en sus extremidades.

Dejando la espalda descubierta que estaba inundada de distintos colores, de amarillo, verde, purpura a negro por los distintos hematomas que presentaba su cuerpo.

Lin, entrecerró los ojos al notar algo más, entre toda esa variación de color. Sin embargo, se limitó a callar y en silencio comenzó aplicarle hielo para luego aplicarle una crema.

En medio de eso, Mai entró y dejo el usual té sobre la mesa mientras miraba a Naru con excesiva preocupación en sus grandes ojos marrones.

—¿Se encuentra bien? —preguntó.

—No es nada —respondió únicamente su jefe.

—Pero... —no dijo más, aun así, la mirada de la chica iba hacia su espalda magullada.

Lin se permitió acotar.

—Tiene varios moretones por la espalda, al caer de esa posición y quizás una costilla rota —expresó—Sobrevivirá.

Naru se sorprendió de que haya notado lo de la costilla, pero debió suponerlo, nada se le escapa. En eso se dispuso a tomar el té que Mai le dejo sobre la mesa.

—Además he notado algo inusual.

—¿Algo inusual? —repitió Mai con un atisbo de preocupación en su voz.

—Sí, arañazos —la chica se quedó muda, Naru escupió su té.

—Estaba caliente —espetó. (Nada sutil)

—Decía que había arañazos en su espalda —no quitando la vista del joven— Y eso es extraño ya que no ha habido ningún elemento puntiagudo ni filazo alrededor de él para que se lastimara de esa forma.

—Ah...—articuló la asistente sin saber qué otra cosa de decir. Naru la miraba de reojo mientras se disponía a beber su té con una calma que realmente Mai no entendía como podía tener. (Se había recuperado demasiado rápido)

—Y también...

(¿Hay más?) Mai no quería saber nada más, su cara se estaba volviendo roja al saber la causa de esas heridas en su espalda.

—No son frescas... —sus ojos ya son escudriñadores solo con la mirada. Mai desvió la vista.

—Qué raro ¿Que podría ser? —dijo sonriendo como si no supiera—Bueno... los dejo solo.

Dándose media vuelta se fue despavorida y roja de ahí.

—¿Desde cuándo estas saliendo con Mai? —preguntó Lin cuándo la muchacha se había ido.

Naru volvió a escupir su té.