Ya se hacía un poco difícil. Éramos compañeros, mejores amigos, pero habían sentimientos más complejos de por medio, aunque mi miedo era latente, ¿y si los sentimientos eran sólo míos?, ¿y si él sólo me veía con ojos de un mejor amigo?, o aún peor, ¿y si amaba a alguien más?, cada vez que esa última pregunta cruzaba mi mente, un extraña sensación se formaba en mi estómago y un nudo en mi garganta. Yo nunca creí en el amor, nunca tuve una relación estable, mi trabajo y estilo de vida no me lo permitían; lo único que me permitía era tener encontrones de una noche con hombres a los que únicamente persuadía con la finalidad de llevar a cabo una misión. Aunque por fuera pareciera muy coqueta y decidida con "conquistar" a esos hombres, por dentro lo único que sentía era repulsión, mucho más sí tenía que llevarlos a la cama, porque claro, era una excelente actriz, podía fingir muy bien un orgasmo y el idiota que tenía sobre mí se lo creía, y sólo aumentaba su ego masculino haciéndole creer que hacía un excelente trabajo, pero no, no era así. Realmente me gustaría experimentar lo que una verdadera relación es, me gustaría besar y sentir mariposas, abrazar y sentir un magnetismo eterno que me haga no querer soltar a quién tenga entre mis brazos, dormir con alguien que no me abandone por la mañana, y lo peor, lo más preocupante era que todo eso, es que quería experimentar todo eso con un solo ser humano, aunque hayan millones hombres fuera, no, no podría llegar a amar a alguien de la forma que lo amaba a él, a mi mejor amigo, mi compañero, no sólo de misiones, sino también de todas las locuras que hacíamos fuera de la agencia, de borracheras, de estupideces, de risas, de historias, de conversaciones serias, o de charlas incoherentes que no llevaban a ningún lado. A mis ojos él era perfecto. Aunque como todas las personas, tiene cualidades buenas y malas, con todo lo que hacía por mí, era difícil verle las malas.
-¡Naaaaaaat! –Un grito de felicidad detrás de mí me sacó de mis pensamientos.
-¿Quéeee? –Contesté en un tono efusivo falso.
-¿Piensas quedarte todo el día ahí mirando ese saco sin golpearlo, eh?.
Clint estaba en lo cierto, llevaba parada ahí sin hacer nada unos 10 minutos, consumida en mis pensamientos. Se suponía que yo estaba entrenando, se suponía…
-Vamos Nat, es Viernes, tu sabes lo que eso significa.
-Que mañana es Sábado.
-Calla. Ve por tus cosas, te estaré esperando, porque tienes que ponerte linda para hoy en la noche.
Lo había olvidado completamente, hoy es la fiesta de Stark, y si se trataba de Stark, significaba que esto sería grande, y eso a Clint le emocionaba mucho. Días antes había dicho delante de él que no sabía que usar y me insistió hasta que acepté, a que me ayudaría a escoger que usar. Tomé mi bolso con mi ropa y salí del gimnasio de S.H.I.E.L.D., y ahí estaba Clint, esperándome.
-Vamos Tasha, primero debes darte una ducha, puedo sentir tu aroma desde acá.
-Muy gracioso Clint, vamos.
Salimos, y en aproximadamente unos 30 minutos llegamos al departamento de Clint, que realmente era nuestro, porque se ofreció a compartirlo conmigo. Después de tomarme una ducha me fui a mi habitación y directamente, me puse pijama, aunque fueran las 3:30 de la tarde. Cuando salí Clint me miró con un pequeño gesto de sorpresa.
-Hmm, Tasha, te lo dicho miles de veces, encuentro que eres la cosa más tierna dentro de ese pijama, y sé que es cómodo, pero… no es precisamente las prendas que la gente usa cuando sale de compras…
-No, no vayamos, quedémonos aquí, tengo como 6 vestidos de misiones y todo eso… no es necesario comprar otro.
-Pero yo quería… –No dejé que continuara.
-Ven a recostarte un momento conmigo –Estiré mis brazos tiernamente hacia él. Moví los dedos en señal para que él se acercara.
Rompió el espacio que quedaba entre ambos y me envolvió en un fuerte y reconfortante abrazo. Mi "ternura" es algo que sólo compartía con Clint, con nadie más… me sorprendía muchísimo lo que él ha logrado conmigo, en cierto modo, me cambió, aunque no soy lo suficientemente arriesgada como para demostrarlo en público. Era aquí, cuando estamos solos cuando me volvía blanda. Se separó un poco de mí, y acto seguido, tomó mi mano y me llevó de vuelta a mi habitación. Efusivamente saltó sobre mi cama, solté una risa ligera cuando me daba cuenta que sacaba su lado infantil, e igual que mi ternura, era algo que sólo teníamos derecho y permiso de apreciar sólo uno del otro. Agarró mi brazo, y tiró un poco de él, para que me acercara y me acurrucara a su lado. No era la primera vez que tomábamos siestas juntos, de hecho, era muy usual, y a veces, hasta por las noches, cuando él o yo teníamos pesadillas, recurríamos al otro como un niño pequeño recurre a su madre cuando no puede dormir. Cuando estuve acomodada a su lado, era su turno de hacerlo, así que cuidadosamente se retiró sus jeans y lo lanzó quién sabe dónde, para luego cubrir nuestros cuerpos con una manta. Me rodeó con sus fuertes brazos y yo hice lo mismo, besó mi frente, y así, al poco rato logré conciliar el sueño…
Unos ruidos de afuera me despertaron. Clint seguía abrazado a mí y yo a él.
-Clint… Clint –Dije en voz baja, lo suficiente para despertarlo y no asustarlo o alterarlo al hacerlo.
-Mhhhmmm… no –Gruñó perezosamente.
-Vamos, hay que ir a la fiesta de Stark, y ni siquiera sé qué hora es.
En ese momento Clint abrió los ojos, pestañando un par de veces, y luego levantando un poco la cabeza para mirar el reloj digital que estaba sobre una pequeña mesa al lado de mi cama.
-Son las 6 y media Tash, pero yo quiero seguir aquí, contigo…
-No nos haría mal quedarnos un poco más, pero, sé que tienes ganas de ir, y si no te levantas y te duchas, no lo harás, no iremos y te quejarás hasta el próximo año por perderte una de las fiestas de Stark.
-Odio que siempre tengas la razón, ¿sabes?
-Sí, si lo sé. Ahora, arriba.
Clint se levantó perezosamente y, poco menos, se arrastró hasta el baño personal de mi habitación, mientras yo escogía un vestido y veía que maquillaje usar. Cuando Clint salió de la ducha venía sólo con una toalla que lo cubría de la cintura hacia abajo, dejando al descubierto su bien trabajado físico, y yo, me encontraba sólo en mi ropa interior, porque ya estaba por cambiarme.
-Hmmm, Clint… -Se podía notar la tensión que hubo en el aire cuando nuestras miradas se cruzaron, analizando lentamente el cuerpo del otro –deberías, uh… ir a cambiarte, a…tu habitación, sí, tu habitación.
Hasta escuchándome soné estúpida, pero realmente, no podía ponerme de otra forma con un cuerpo como ese frente a mí.
-Ehhh, yo… -Parecía que estaba saliendo de un trance o algo así, movió la cabeza para despejar sus pensamientos, cualquieras que hayan sido, lejos de su cabeza –uh, sí, tienes razón.
Cuando salió le puse seguro a la puerta, y me tiré todo el peso de mi cuerpo sobre la cama, fantaseando con lo que realmente me hubiera gustado que sucediera. Que no se fuera, que se acercara su cuerpo, que pudiera sentir su calor, que nos encontráramos de la forma más íntima que podía existir, pero no. Me levanté rápidamente, me puse el vestido y comencé a maquillarme, alejando de mi mente todos los pensamientos que me estaban atormentando, o más bien, excitando innecesariamente.
Tras unos 25 minutos Clint golpeó mi puerta.
-¿Estás lista?
-Sí, sí, ya voy, calma.
Me levanté y me miré por última vez en el espejo de cuerpo complejo. Elegí un vestido simple, color turquesa, que me llegaba un poco más arriba de las rodillas y arriba tenía un escote recto, sin tirantes. Cuando abrí la puerta Clint estaba apoyado en la pared. Sólo le sonreí ampliamente para cubrir todo lo que estaba sintiendo en mi interior… realmente se veía hermoso.
-Déjame decirte, que te ves preciosa.
Sentí calor en mis mejillas, y reí nerviosamente al mismo tiempo que bajé la mirada al piso, intentando calmarme a mí misma.
-Me parece tierno cuando haces eso, Tasha.
-¿Podrías dejar de sonrojarme? –Dije entre risas –Ya vamos Clint.
Sólo me sonrió y estiró su brazo en un ademán para que pasara delante de él. Antes de salir tomé un fuerte respiro, pidiéndole a cualquiera sea el Dios que exista, que esta sea un gran noche, aunque lo presentía, que si lo sería…
