Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer, yo sólo me divierto un poco con ellos.

Quédate... Je t'aime. (Te amo)


Edward marco el número de Bella por milésima vez y está como las veces anteriores siguió sin coger la llamada.

—Cariño se que fui un gran idiota, que me equivoque enormemente contigo pero dame otra oportunidad... Te extraño cariño, siento mucho como te trate. Fui un imbécil, pero por favor llámame...—susurro esperando que ella contestará, al no tener respuesta prosiguió...— Estoy por entrar a una reunión pero quería hablar contigo...escuchar tu voz... Lo siento... Llámame. —repitió.

Bella se levanto del tercer escalón de la escalera donde se encontraba sentada escuchando la contestadora. Se le hizo un poco difícil, pues su avanzado embarazo le dificultaba moverse y comenzo a subir sin hacer amago de levantar el teléfono y llamarle.

Se habían conocido en la universidad, Edward estudiaba relaciones públicas y ella Empresariales. Comenzaron a conocerce poco a poco, primero fueron amigos y posteriormente empezaron una relación.

Todo iba bien, se complementaban, se apoyaban, eran felices. Pero al graduarse todo cambió. Ambos eran excelentes alumnos y la universidad tenía un programa en el que acomodaba a sus mejores alumnos como internos en grandes empresas, así adquirían experiencia y al graduarse se les haría mas fácil encontrar trabajo y, si tenían suerte y a los empresarios les gustaba su desempeño podrían quedarse a trabajar ahí.

Edward al igual que ella empezó a trabajar enseguida y cada ves tenía menos tiempo para ella, empezó a destacar rápido y a cambiar sus amistades, ahora se codeaba con gente famosa y de dinero.

Ella también era muy buena en su trabajo, tuvo la suerte de ser interna en la empresa del papá de su mejor amiga Rosalie, pero siempre buscaba tiempo para Edward a pesar de las juntas y papeles interminables. Siempre trataba de adecuar su horario y calendario al de él, pero a él parecía no importarle.

Así estuvieron meses, en un tira y afloja en la relación. Él siempre quería que lo acompañara a fiestas y se molestaba cuando ella no podía. La última fiesta a la que lo acompaño había sido al cumpleaños de Katty Perry, dónde el coqueteo descaradamente con una de las amigas de la festejada y para terminar la guinda al pastel, cuándo fue al tocador escucho como unas mujeres hablaban mal de ella, que mientras Edward vestía Dior, Prada y esas marcas famosas ella vestía "normal" y no quedaba bien a su lado... Y nuevamente Edward no hizo nada por hacerla sentir mejor, ni siquiera la tomaba en cuenta, no entendía entonces su insistencia de que lo acompañara a esas fiestas donde siempre la ignoraba.

Esa noche al llegar a su departamento le increpo por su descaro y él le había respondido "es mi trabajo" e intento tener sexo con ella y Bella furiosa se negó diciendo que tenía unos documentos que revisar para el día siguiente cosa que no era mentira. Edward molesto tomó su chaqueta y salió furioso azotando la puerta.

Al día siguiente le mando un ramo de rosas disculpándose pero no llamó. Bella tan enamorada como estaba lo perdono, pero los desplantes de Edward no cesaron y ella lo justificaba todo diciendo que el trabajo lo tenía estresado... Pero nuevamente todo cambio, a Edward le ofrecieron un empleo mejor en Inglaterra, mejor paga, mejores contratos. Y sin consultarla acepto...

Ella le pidió que se quedara, le suplicó pero Edward ambicioso y deslumbrado de su nuevo mundo no cedió. No le importo dejarla, ni siquiera pensó en pedirle que lo acompañara, como si ella no hubiera sido nadie en su vida, como si nunca le hubiera importado y querido al menos un poco.

Bella en ese momento era solo un estorbo, una piedra en el zapato que se encargó de quitar.

De eso ya han pasado 7 meses y ella tiene 7 meses y medio de gestación.

Ha sabido de él por las revistas, ya que se volvió publicista de gente muy importante y cada ves lo ve con chicas diferentes.

La fama lo absorbió y él parece muy feliz con ello. Estando en las mejores fiestas exclusivas, saliendo con actrices, cantantes, modelos, los mejores lugares, su inteligencia, su apariencia y su carisma lo han hecho llegar rápido muy lejos .

Esa persona que ve en las revistas no la conoce, es un completo desconocido para ella e inalcanzable.

O eso creia hasta hace dos semanas, cuando Edward se hizo presente en su vida de nuevo, está vez con una llamada. Desde ese día las llamadas de él se hicieron continuas pero ella nunca respondió alguna, ni hizo el intento de cambiar de número, sabia que tarde o temprano debería decirle su secreto.

Llevo la mano a su vientre saliendo de sus recuerdos, al sentir unas pataditas.

—Lo se bebés, era papá pero el decidió irse. —Una lágrima rodó por su mejilla.

Siempre que él llama o ella esta triste sus bebés patean como diciendo "ey mamá, estamos aquí".

Sabe que tiene que decirle a Edward que será padre, pero no se siente preparada. Su embarazo es un secreto hasta para su familia, sus padres siendo "team Edward" correrían a decirle la noticia sin pensar en ella.

Y ella no se encuentra preparada para enfrentarlo, quizás nunca lo este, no quiere a sus tesoros envueltos en el mundo podrido de su padre, no quiere que el los desprecie o los dañe, no sabe que esperar y eso lo asusta, a pesar de las llamadas de el disculpándose, si realmente la quisiera porque no buscarla personalmente?, eso demuestra lo mucho que ella le importa... Nada. Todos son palabras con él.

Llegando a su habitación tomó su celular (el único al cuál había cambiado de número) y marcó a Rosalie.

Al tercer pitido contestó.

—Hola cariño—Respondió contenta.

—Rose—susurro con la voz quebrada.

—Ey B, estas bien? Te sientes mal? Son los bebés? Necesitas ir al médico? —dijo asustada. Bella sonrió entre lágrimas al imaginarla tomando sus cosas para ir a por ella.

—Tranquila Ry estoy bien — trato de tranquilizarla.

—Estas llorando, no estas bien—le regañó molesta.

Rosalie se había vuelto sobreprotectora con ella cuando se entero de su embarazo, aludía que sería la madrina y tía de sus renacuajos por lo tanto tenía que cuidarla.

—Edward llamó

—Ese imbécil —gruño furiosa— le contestaste? que quería? Debiste dejar que lo matara y cambiara el maldito teléfono! —crítico exasperada.

—No le conteste, dejó mensaje en la contestadora y dijo lo de siempre, que lo siente, y quería hablar conmigo...

Rosalie resoplo. El muy infeliz no dejaba de molestar a su amiga. Se preguntaba si no le bastaba con todo lo que la hizo sufrir. —Imbécil, sigue siendo un maldito egoísta .

—Rose es el papá de mis hijos

—Tremendo padre les tocó... Cuándo vayan a la escuela dirán, esos son Masón y Mandy los hijos de Bella Swan y un idiota

Bella se empezó a reír. Masón y Mandy? Se carcageo.

—Que cruel Ry! No es un idiota.

—No, tienes razón. Es un imbécil. —Dijo ella también sonriendo.

Ya mas relajada, hablar con Rosalie siempre la tranquilizaba, Bella decidió cambiar de tema antes de deprimirse de nuevo.

—El viernes tengo cita con el médico. Me harán otro ultrasonido.

—Te has sentido mal?—Volvió a cuestionar preocupada.

—No, pero siendo un embarazo múltiple se puede adelantar la fecha así que me estarán monitoreando constantemente, culpa de Carlisle.

—El doctor caliente—silbo entre dientes.

Bella se sonrojo.

—Esta casado

—Eso no le quita lo bueno...—dijo insinuante

—Te iba a pedir que me acompañaras pero creo que me e arrepentido. Si vas le saltaras al pobre doctor encima...

Ry gritó. —Claro que voy!

XXXX

Dos días después se encontraban esperando su turno para entrar a consulta. Bella estaba muy nerviosa, como siempre que iba allí.

—Espero que esta vez si se dejen ver...

—Yo ya se que son niña y niño—dijo Ry muy segura.

—Qué, eres vidente?

—No seas boba B, pero sere su tía/madrina favorita por eso lo se. Verdad mey y may?—susurro a la panza de ella. Bella sólo negó con la cabeza Ry era un caso perdido.—Por cierto a que horas saldrá el doctor caliente? Ya se esta tardando no?

—Rose! Te pueden escuchar —chillo avergonzada.

—Que tiene, si esta buenisimo y uno no es ciega—dijo como sin nada.

—Isabella Swan puede pasar—anuncio la secretaria.

Bella se levanto seguida de Ry y caminaron a la puerta de la consulta. Dentro les esperaba un doctor rubio de ojos azules, piel blanca, alto...

—Si definitivamente caliente..—Le susurró Rosalie al oído comiéndose al doctor con la mirada.—Crees que quiera dejar a su esposa por mi? Aunque bueno no me importaría que no la dejara, no soy envidiosa y con una noche me conformo...—Bromeo.

Bella la miro entre sorprendida y horrorizada, abrió la boca para regañarla por su no tan acertado comentario cuando una voz la interrumpió.

—Bella cariño, disculpa tenerte esperando pero ya sabes el trabajo—Le sonrió a modo de disculpa—me alegra tenerte por aquí

—No se preocupe doctor Cullen...

—En que quedamos? Llámame Carlisle o me sentiré —bromeo.

Apenada sonrió —De acuerdo Carlisle, ella es mi mejor amiga Rosalie Hale—La presento al recibir un codazo por parte de esta.

—Mucho gusto señorita Hale—Dijo estrechandole la mano suavemente.

Rosalie sintió sus bragas mojarse tan solo con ese simple toque, pero es que el hombre imponía. —El gusto es mío, puedo llamarlo Carlisle también?

Bella negó avergonzada. Ry es una desvergonzada! Pensó.

—Sólo si yo puedo llamarte Rosalie...—Dijo sonriendo de lado y Ry se sonrojo, pero Bella dudaba que fuera de pena...

Oh por dios... Lo que estaría pasando por esa cabeza suya. Faltaba poco para que se le tirará encima.

Bella carraspeo para llamar la atención de esos dos, al parecer a pesar de estar casado Carlisle había caído bajo el encanto de Rosalie y como no... Rubia, alta, delgada, con las curvas donde deberían estar. Hermosa y sexy...

—Como te has sentido?

Después de las preguntas de rutina Carlisle le pidió que se acostara en la camilla que tenía a un lado de la habitación y se subiera la blusa. Ry a su lado tomaba su mano mientras el doctor sexy pasaba el ecografo por el vientre de su amiga.

La habitación se lleno de un suave repiqueo, con un constante pum pum y ambas mujeres se miraron con los ojos llorosos.

En la pantalla se veían dos hermosos bebés en pantalla 4D en bolsas diferentes.
Sus cuerpesitos formados, sus pies y manitos, sus bellos rostros... sus boquitas y naricitas un pequeño boton...

—Es hermoso... Ambos lo son.. —susurro Bella llorosa.

—Si... Gracias por este regalo B