Nombre del one-shot: ¿Ángeles?

Personajes: Miguel Ángel Hamato y Shinigami.

Pairing: Shiniangelo [Shini x Mikey].

Línea de tiempo: Reverse-AU/Humanos. No-canon.

Advertencias: Disclaimer TMNT versión humana; los personajes no me pertenecen, créditos a Nickelodeon. OoC [Fuera de personaje]. Reverse-AU [Universo Contrario]. Situaciones dramáticas, nada vergonzosas, poco cómicas, muy poco románticas, nada dolorosas y algo sádicas. Nada de lo ocurrido aquí tiene que ver con la serie original; todo es creado sin fines de lucro.

Puntos a tener en cuenta: Narración. —Diálogo.

Clasificación: K+

Categoría: Drama, Comedia, ¿Romance?

Total de palabras: 705.

Notas: No sé de dónde carajos saqué la idea para hacer esto :v

Se suponía que debía ser drama y dolor, pero me salió algo... diferente :vvv


Summary: Los consideran seres perfectos, como ángeles. Pero no saben que son demonios.


¿Ángeles?

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—¿T-tú eres Miguel Ángel Hamato? —Pregunta con timidez una jovencita llamando rápidamente la atención del rubio, deteniéndolo de su andar. La chica se sostiene del brazo de su también nerviosa amiga y con un sonrojo le sonríe a él—. U-un gusto conocerte. He oído que tú y tus hermanos compiten por la herencia de su padre, y que los cuatro son grandes estrellas en todo lo que conllevan los estudios y el trabajo.

—Ah, claro, claro —afirma con falso desinterés el muchacho y le regala una sonrisa radiante a la desconocida, que la hace sentirse en las nubes—. Qué bien que una chica tan bonita me conozca de esa manera a mí y mi familia.

La pobre ingenua se sonroja como tomate y su amiga igualmente, comenzando a temblar después.

—¡Oh! Y-yo... en realidad... Sólo quería decirte que... que... ¡Buena suerte! ¡Espero que seas el heredero!

—Gracias por el apoyo —agradece y con delicadeza toma su mano—. También te deseo lo mejor.

—A-ah... eh... ¡Gracias! —exclama toda nerviosa, y luego de una ligera reverencia sale corriendo junto con su compañera.

Mikey sigue con esa dulce sonrisa por un momento, hasta que finalmente pierde de vista a la chica. Entonces la convierte en una mueca de fastidio y molestia a la par que sus ojos cambian a un celeste incandescente y frío cual hielo.

—Niñas estúpidas —suelta con asco y gira la cabeza observando a la chica que lo acompañaba quien se dedicaba a mirarlo con el ceño fruncido, o más bien, la expresión completa llena de enojo—. ¿Qué?

—A veces me das asco. —Declara en tono burdo, frío.

Él sonríe altaneramente y se acerca para tomarla del mentón con delicadeza.

—Pero no me importa, preciosa.

Ella se aparta rudamente y gira sobre sus talones, dándole la espalda, dejándolos en completo silencio. Miguel Ángel entonces chasquea la lengua y se muestra nuevamente fastidiado.

—Esas chicas me dan cierta lástima —comenta él con burla y maldad—. Claramente piensan que yo y mis hermanos somos perfectos. Casi y ya todo el mundo cree que somos unos lindos ángeles.

—Y no lo son, claramente. —Aclara molesta todavía.

—Eso es más que obvio —concuerda satisfecho, y caminando unos pasos hacia adelante mira a la pelinegra y le sonríe de forma oscura—. En realidad somos demonios. La imperfección y mentiras en todo su esplendor. —Afirma totalmente orgulloso. Shinigami hace una mueca ante esa expresión.

—Pero que poético —murmura entre dientes y con sarcasmo, y lo miróña con seriedad y atisbos de odio—. Dejemos de lado tu falsa perfección y la historia de secundaria que seguramente querrás contarme, y volvamos a casa a que te limpie esa herida antes de que te desmayes.

—... ¿Eh? —Soltó, en blanco y con una sonrisa estúpida, y pronto su cara cambió a espanto y se abrazó a sí mismo—. ¡¿Cómo lo supiste?!

La pelinegra rodó los ojos, y acercándose tocó con un dedo el costado del chico haciendo que se quejara y se alejara adolorido.

—Estudio medicina —recuerda la chica hacia él, quien simplemente se cruza de brazos y mira hacia otro lado cual niño malcriado—. No puedes ocultar tu dolor para siempre de una doctora.

—Eso sonó taaan poético.

—Sí, y tú eres un ángel de mentiras.

El rubio suaviza su expresión y sonríe calmo. Ese nombre no le venía mal, y después de todo sí era un ángel, pero no de los buenos.


¿Fin?