Fic del Mes de Marzo: Saliendo de la Zona de Confort.
Locura en el Santuario.
Capítulo 1.
La llegada al santuario.
Otro día, otra reunión de la ONU en la que todo era un reverendo desastre, todos hacían otro tipo de cosas menos poner atención al problema a tratar.
Italia estaba comiendo Pasta, Alemania gritaba intentando poner orden, Francia molestaba a Inglaterra, China corría de un lado a otro intentando huir de Rusia, Portugal intentaba que el ruso dejara tranquila a la china, Corea platicaba con Bielorrusia, Estados Unidos estaba gritando idiotez y media, Romano lidiaba con España que no dejaba de tragar tomates, Grecia durmiendo como tronco en la mesa, Japón apoyaba las idioteces de la estadounidense, Suiza regañaba al japonés por no dar su opinión, ya saben lo de siempre, creo que la única excepción en comportamiento en ese manicomio que hacían llamar "Sala de Reuniones" era Macao que estaba sentadito en su lugar donde su "mami" China y su "papi" Portugal lo habían dejado como niño bueno.
-¡Déjame en paz Aru!-Escucho el grito de su madre mientras corría esquivando al ruso.
-Solo quiero ser uno contigo China-Decía de forma risueña mientas corría intentando atrapar a la mujer.
-¡Rusia, deja a la madre de mi hijo en paz!-Paso ahora corriendo el portugués con una silla en manos.
Dejo de ver la escena de celos para nada disimulados de su padre hacia el ruso y dirigió su mirada a cierto francés y cierta inglesa que esta última estaba que quería matar al francés.
-¡Ahora si te mato rana pervertida!-Grito la inglesa ya que el francés dijo un comentario subido de tono respecto a su figura.
-Oh pero mon cherie, solo digo la verdad-Dijo mientras sonreía mirando el rostro rojo de la ira y vergüenza de Inglaterra.
No espero y se le fue encima al francés para golpearlo, mas este último salió corriendo mientras reía como idiota, en definitiva ese par era todo un caso, ya que más de uno podía percibir que se amaban pero eran tan orgullosos que no lo admitían.
Miro a otra parte y noto a Polonia hablando de todo con su mejor amiga, Lituania, se le quedo mirando un rato más a la lituana, nunca se imaginaria que en sus tiempos de gloria era una temible guerrera que no se andaba con rodeos al momento de pisar el campo de batalla, y que junto al polaco gobernó la mitad de Europa, eso hasta que llego Rusia, los derroto en batalla y se llevó consigo a Lituania en contra de su voluntad.
-Y mira Liet, como que es mejor que dejes de insistir, él no te ama-Dijo de forma brutalmente honesta el polaco.
-Pero…..-No pudo terminar de replicar la pobre castaña cuando fue interrumpida.
.Tu sabes que yo te quiero mucho, pero como que tampoco quiero que te lastimen-Dijo mirándola un poco preocupado.
La lituana solo agacho la cabeza y sin más abrazo a Polonia, este último correspondió al abrazo, no se necesitaba ser genio para saber que Polonia era algo protector con la mayor de los bálticos y que la amaba en secreto después de muchos años se dio cuenta de que lo que en realidad sentía por la lituana era un amor más allá de la amistad.
Sonrió un poco esperando que algún día Polonia se le declarara a Lituania y fueran felices juntos, y así se la paso un buen rato observando como todos estaban en su propio royo y ninguno notaba la presencia de cierta muñequita canadiense que estaba muy tranquila, sin hacer ruido y jugando con una osezna color blanco hasta que se acercó a ella uno de sus hermanos y le hizo platica.
Así paso un buen rato hasta que en ese momento se escuchó un grito de irritación todo el mundo volteo a ver al responsable y esa era Inglaterra que saco su barita y libro de hechizos y apunto al francés.
-¡Ahora si te mueres franchute!-Grito muy molesta la inglesa, casi le salían llamas de sus ojos de lo molesta que estaba.
-Hay por favor Inglaterra, todos sabemos que tu magia no sirve-Dijo en tono burlón el francés.
-¡Ya verás que sí!-Grito indignada por tal insulto a su poder.
Sin pensarlo mucho dijo un hechizo y lo lanzo hacia el francés pero este se quitó de la trayectoria del rayo lanzado por Alice y este dio en una pared, sin más se abrió una especie de portal haciendo que una corriente de aire empezara a arrastrar a todos los que estaban en esa sala.
Todos intentaron sostenerse de lo primero que tuvieran a la mano.
-¡Ya no puedo!-Grito Kiku apunto de soltarse de Lucia.
-¡Por lo que más quieras Kiku, no te vayas a soltar!-Grito la mexicana empleando más fuerza en su agarre de la mano de Japón.
-¡Nadie se suelte!, ¡Nadie se suelte!-Grito Alemania mientras se sostenía de un pilar.
-¡Ve Luddy, no aguanto!-Ya estaba por soltarse cuando el alemán la sostuvo con una de sus manos.
Todos se estuvieron sosteniendo unos a otros y de diversos objetos cuando paso lo inevitable, trece de ellos ya no aguantaron más y se terminaron soltando.
-¡Ya no puedo!-Grito el japonés soltándose de la mano de la mexicana.
-¡Kiku!-Intento volver a tomar la mano del japonés pero no pudo.
-¡Me lleva!-Grito la inglesa soltándose también de donde estaba agarrada.
-¡Alice!-Tres de sus hermanos intentaron agarrarla mas no pudieron-¡Scott nos va a matar!-Gritaron al unisonó los gemelos Irlanda y Gales.
-¡AHH Luddy!-Grito Felicia ya no pudiendo sostenerse más.
-¡Felicia!-Tanto Lovino como Ludwing gritaron el nombre de su hermana/amiga, pero solo Lovino reacciono para soltarse y abrazar a su hermana menor de manera protectora, antes de ser adsorbidos por el portal.
Y así sucesivamente, después de Lovino y Felicia, le siguió Paulo, después de él, Heracles, de él le siguió Feliks, de Feliks siguió Chun Yin, de ella le siguió Antonio, de Antonio fue Shun, de él fue Ivan, de Ivan le siguió Ludwing y finalmente Francis fue el último en ser absorbido por el portal. Cuando los trece países desaparecieron el portal se cerró, el "aire" se calmó y todos los restantes cayeron de bruces al suelo.
Por un minuto todo fue silencio.
-¡Rumania, Noruega, Escocia, quien sea ayuda!-Gritaban todos mientras corrían de un lado a otro buscando a los que tenían habilidades mágicas.
Ya que por alguna extraña razón ellos habían salido y no habían regresado a la sala de reuniones.
En otra parte, muy lejos de ahí.
En el santuario de Atenea, esta estaba junto a sus caballeros de bronce y oro comiendo todos juntos como les era costumbre desde que estaban en paz con los otros dioses, en ese momento todo era paz y tranquilidad, eran como cualquier "familia" que comía junta.
-¡Con un demonio Saga, deja de patearme!-Grito ya harto el gemelo menor ya que su hermano llevaba rato pateándolo por debajo de la mesa.
-¡Yo no te estoy pateando!-Le grito de vuelta el mayor de los gemelos.
No se hizo esperar la pelea de hermanos, ya que Kanon le devolvió las patadas a Saga para desconformidad de los presentes que ya se habían acostumbrado a la paz y conversaciones amenas a la hora de la comida.
-¿Quieren dejar de pelear?-Pidió ya harto el patriarca mirando feo a los gemelos.
-¡El empezó!-Gritaron al unísono apuntándose el uno al otro.
-No me importa quien haya empezado, están castigados-Dijo Shion cruzado de brazos-Sin salidas, ni teléfono y sin televisión.
-Podemos sobrevivir-Dijeron orgullosos ambos chicos.
-Y sin Internet-Dijo sonriendo un poco con malicia.
-¡No!-Grito entrando en pánico Kanon.
-¡Acábame de matar!-Pidió Saga de rodillas casi llorando.
Los demás solo aguantaban la risa por el drama que estaban haciendo los gemelos, cuando en ese momento el cielo se nublo y rayos empezaron a resonar mientras todo tembló, todos intentaron calmarse más cierta diosa adolescente entro en pánico haciendo que los demás igual perdieran la calma.
-¡Vamos a morir!-Grito Saori corriendo de un lado a otro.
-¡Es el fin del mundo!-Grito Seiya corriendo en círculos.
-¡Cállate asno, espantas al niño!-Grito Ikki irritado intentando calmar a su hermano menor.
Y así paso hasta que decidieron esconderse debajo de la mesa ya que según la gente era lo mejor en caso de terremotos, y ahí los vemos todos espantados, o por lo menos la mitad, intentando mantener la calma o por lo menos esperar a que pasara el temblor.
En los límites del Santuario.
Un portal se abrió en el cielo y sin más de él salieron un grupo de gente cayendo al suelo uno arriba de otro, pero todos aplastando al pobre japonés que fue el primero en tocar el duro suelo, todos cayeron sobre él, hasta que les cayó encima cierto francés el japonés grito como si lo hubieran matado, junto a los demás.
-¡Ten cuidado esa es mi pierna!-Se quejó España, ya que alguien le había golpeado una de sus piernas.
-¡Estúpida, mi mano idiota!-Grito Polonia algo irritado ya que alguien le había pisado una de sus manos.
-¿Qué es lo que tengo aquí?-Pregunto Portugal tocando algo blando.
-¡Kyaaaaaa!-Grito Italia mientras pataleaba, ya que le habían tocado el trasero.
-¡Oye bastardo, no toques a mi hermana!-Grito furico Romano lanzando una patada al que se atrevió.
-¡Ay Lovino afina tu puntería Aru!-Grito China sobándose el golpe.
Y así paso un bueno rato hasta que se dieron cuenta de que el que estaba en la cima de la montaña de gente todos miraron al responsable que no les permitía salir de esa situación.
-¡Francia!-Gritaron irritados.
-¿Qué?-Pregunto mirando al reto debajo de él.
-¡Quita tu trasero de encima nuestro!-Volvieron a gritar.
Francia se quitó de encima y los demás se pudieron levantar de una buena vez, todos se acercaron a ver si Japón estaba bien ya que el pobre estaba tumbado en el suelo sin poder moverse.
-¿Japón estas bien?-Pregunto preocupada por su amigo la inglesa-Hay dios, si algo te pasa México me mata.
-Tranquila Inglaterra-san estoy bien-Dijo pero al intentar pararse cayó.
-Al parecer te lastimaste un tobillo Aru-Comento China ayudando a la inglesa a caminar al japonés.
-¿Dónde estamos he?-Pregunto curioso Macao mirando a todos lados.
-Son las ruinas de la antigua Grecia, creo-Comento Grecia por primera vez en todo ese rato.
Todos miraron a su alrededor y al parecer era cierto, en ese momento vieron una especie de escalinatas y decidieron subirlas aunque más de uno tenía el presentimiento de que no debían ir por esas escaleras.
En el templo patriarcal.
El temblor había parado y todos salieron de su escondite, miraron a su alrededor para ver si algo se había roto al parecer todo estaba en orden.
-Al parecer no fue tan fuerte-Comento Mu tranquilamente.
-Sí parece que todo está en orden-Hablo ahora Shiryu.
-Genial, arruinaron nuestra comida "familiar" por nada-Se quejó cruzado de brazos Milo.
-Deja de quejarte y ayuda a recoger lo que tiraron-Comento Camus juntando los platos que tiraron algunos por el susto.
Y así se la pasaron todos juntando el desastre que se creó por el susto y la falsa alarma que tuvieron, cuando al fin terminaron estaban agotados mientras que Saori estaba sentada mirando.
-Que buen trabajo hicimos-Dijo la diosa y todos querían matarla pero no podían, solo se limitaron a quemarla con la mirada.
-¡Si no hiciste nada!-Se quejaron todos los hombres molestos con ella.
-Créanme que yo igual estoy cansada-Dijo la chica fingiendo demencia mientras sonreía.
-¿Cansada de qué? ¿De estorbar?-Dijo Mascara de Muerte cruzado de brazos.
-Malo-Y se fue de ahí indignada.
-Debimos dejar que la mataran cuando tuvimos oportunidad-Se quejó Shura con cara de pocos amigos.
-Mejor, dejarla en el inframundo-Comento Ikki igual de irritado que los demás.
-Buenos chicos, todos a sus casas-Hablo el patriarca en tono cansado, escuchar tantas cosas más la falsa alarma lo habían dejado agotado.
Nadie dijo nada y se dispusieron a irse a descansar (en el caso de algunos a vaguear) cuando de repente llego corriendo Kiki algo alterado.
-¡Maestro Mu!-Grito el niño corriendo en dirección a su maestro.
-¿Qué pasa Kiki?-Dio un suspiro cansado, lo que menos quería era tener que tratar con nadie.
-¡Hay intrusos en el santuario!-Exclamo cuando llego a lado de su maestro y los demás.
Sin esperar nada todos corrieron directo a donde según Kiki estaban los intrusos que osaron entrar al santuario, sin saber el lio en que se meterían por ir a su encuentro.
En las afueras de las 12 casas.
Ya habían llegado a unas escaleras donde notaron y miraron que había un templo, todos al verlas se quejaron.
-¡Hay por el amor de Dios!-Se quejó Polonia soltando insultos a diestra y siniestra en su lengua madre.
-¡¿Qué no conocen los elevadores Aru?!
Y así varios soltaron insultos e improperios en sus lenguas madres, mientras que Portugal le cubría los oídos a Macao y Alemania le cubría los oídos a Italia para que no escucharan tales barbaridades que soltaban todos a su alrededor, cuando por fin desahogaron su frustración se lograron calmar.
-Bueno ahora a pensar que hacer-Dijo Alemania destapando tranquilo los oídos de la italiana.
Pero antes de que alguien pudiera decir o hacer algo, Inglaterra empujo a Francia de la trayectoria de algo que iba directo al francés recibiendo ella el ataque.
-¡Alice!-Exclamaron todos notando como su amiga caía al suelo herida, Francia notando esto la cargo lejos de la trayectoria de otros ataques.
Todos se cubrieron detrás de unas rocas cercanas, notando que varios tipos atacaban donde ellos estaban.
-Bien, ¿Alguna idea?-Pregunto Romano algo irritado.
Pensaron un momento hasta que Alemania saco a relucir sus conocimientos militares en un plan practico para poder defenderse.
Mientras que los caballeros esperaban a que salieran para acabar con ellos, pero lo que vieron salir del escondite de los "invasores" fueron dos sombras que se movían de manera rápida y sincronizadas concentrándose solo en Saga y Kanon separándolos del grupo de caballeros, cuando Mu intento ayudar a sus compañeros un joven japonés se interpuso en su camino atacándolo cuerpo a cuerpo igual separando al de Aries de los demás, China se fue contra Docko iniciando una pelea contra él, y así paso todas las naciones se fueron contra un caballero cada quien.
-¿Qué estos no se cansan?-Se quejó Aioria una vez que logro quitarse de encima a Heracles.
En poco tiempo las naciones lograron acorralar a los caballeros lo cual les dejo de lo más sorprendidos, pero los extraños solo los vieron y dejaron su pose de guardia.
-¿Por qué atacaron a Alice?-Pregunto Francia en tono serio mirándolos como si quisiera golpear algo.
-¿Porque están aquí ustedes?-Le devolvió la pregunta en el mismo tono Camus.
Ambos franceses se quedaron viendo de forma retadora, hasta que la chica en cuestión tosió para llamar la atención de todos, estaba un poco lastimada por el ataque pero logro pararse y caminar hacia donde estaban ambos grupos viéndose con ganas de matarse.
-Bueno damas y caballeros, creo que hay que calmarnos-Dijo poniéndose en frente de Francis intentando separarlo del caballero-Ustedes responden y nosotros respondemos.
Eso les pareció a todos, pero entonces los caballeros notaron como las heridas de Alice desaparecían de a poco de su piel, eso les dejo más que claro que ellos no eran gente normal.
-¿Cómo es que te curas tan rápido?-Pregunto interesado Shun.
Nadie supo que decir, pero Alice respondió lo primero que se le ocurrió.
-Solo lo hago-Dijo tratando de no parecer nerviosa.
-Bueno creo que debemos ir con el patriarca para ver qué hacer con ellos-Hablo ahora Shaka.
Felicia se acercó a él y paso una mano frente a su rostro.
-¿Si puedes ver?-Pregunto curiosa la pequeña italiana.
-Felicia, deja al caballero en paz-Pidió el alemán dando un suspiro, la italiana obedeció y se fue con su hermano.
Y con eso todos fueron a ver a su santidad para ver que hacer o mejor dicho que iban a hacer ellos con los "intrusos", lo que los santos de oro y bronce no sabían el "paquete" que ese grupo conllevaba.
