Capitulo 1
31 de Octubre
Era de noche. Ella estaba tendida sobre el suelo cubierto de nieve. Su largo cabello negro estaba desordenado, su piel pálida era contrastante para este y su rostro era adornado con facciones finas y el rubor de sus mejillas mientras que su cuerpo escultural era cubierto solo por un holgado vestido negro con escarcha. Parecía estar dormida hasta que abrió los ojos de golpe mirando directamente la luna que brillaba sobre ella.
-¿Estas ahí? –Escucho que alguien la llamaba.
Sus ojos eran grandes y dorados. Mostraban confusión y al mismo tiempo entusiasmo.
-Nina –Escucho que le susurraba el viento momentos antes de que alguien apareciera.
Un hombre de cabellos negros, ojos oscuros y piel pálida se acercó a ella. Se levantó rápidamente del suelo y miro hacia donde estaba el hombre mirándola con una gran sonrisa que a ella le asusto.
-Nina –Repitió el hombre tal como lo había hecho el viento momentos atrás.
-¿Quién es usted? –Pregunto ella con ingenuidad mientras que movía la cabeza hacia un lado.
-Soy Darkness –Dijo el mientras que le ofrecía la mano –Soy tu amigo.
-¿Mi amigo? –Pregunto ella con un brillo de emoción en sus ojos.
-Sí, ven conmigo –Dijo el sin bajar su mano.
Ella le tomo la mano y a pesar de haber sentido un extraño malestar al hacerlo no le importó.
-Tenemos mucho de qué hablar –Dijo Darkness mientras que caminaba con ella tomada de su mano.
Jack Frost como siempre sentado en una de las grandes montañas de nieve en el Polo Sur cuando vio a lo lejos tres hombres encapuchados que parecían desesperados y en busca de algo.
-¿Qué harán aquí? –Se preguntó a sí mismo el chico en un susurro antes de acercarse a ellos lentamente.
Los hombres iban diciendo algunas cosas que Jack no pudo escuchar hasta que estuvo lo suficientemente cerca de ellos.
-¿Dónde estará? –Dijo uno de ellos.
-Él dijo que estaba aquí –Dijo otro.
-Señores –Dijo Jack al estar lo suficientemente cerca de ellos.
Los hombres se sobre saltaron al verlo y uno de ellos comenzó a susurrar cosas.
Jack se encontraba sorprendido de que lo estuvieran viendo aunque no tanto ya que no parecían personas comunes y corrientes.
-¿Sucede algo? –Pregunto el chico peliblanco.
-Si no le preguntamos no lo sabremos –Dijo el hombre que parecía tener el cabello castaño.
-¿Has visto a alguien por aquí? –Pregunto el otro de cabello rubio.
-No –Dijo simplemente Jack.
-¿Estás seguro que no viste a una chica de cabello negro? –Pregunto el último que tenía los ojos verdes.
-No he visto a nadie por aquí –Dijo él simplemente.
-Él no se pudo equivocar –Dijo el rubio –Debió ser…
-Si –Dijo el de cabello castaño –Tenemos que ir a informarle.
Los hombres se fueron y él quedo solo sin entender la situación.
Él estaba como siempre en el taller cuando todo comenzó a temblar y miro a los duendes asustados y a los yetis corriendo de un lado a otro desesperados y entonces lo vio…
