DISCLAIMER: Nada de esto me pertenece. Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y la historia a musegirl. Yo solo me adjudico la traducción.
Capítulo beteado por Yanina Barboza, beta de Élite Fanfiction (www facebook com/ groups/ elite .fanfiction
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Swerve of Fate
Capítulo 1
La Oficina de Estudiantes de Último Año del 2003 cordialmente te invita a la:
¡Reunión de diez años de la Generación 2003 de la Escuela Preparatoria de Forks!
Breve descripción de los eventos:
Miércoles 16 de octubre
Desayuno de pancakes con la Clase de Último Año del 2013
8:00 - 10:00 a. m., Escuela Preparatoria de Forks
$7.00 por adulto, $3.00 por niños mayores de dos años.
¡Únanse a nosotros para un amigable desayuno de pancakes patrocinado por la clase de último año del 2013! Todo lo recaudado será para el consejo estudiantil de último año del 2013.
Jueves 17 de octubre
Espectáculo de porristas y fogata en la playa
6:00 - 9:00 p. m., Playa Rialto
Adornos de Forks, bocadillos y tragos para comprar.
¡Agarra tus pompones y porta tu Azul y Dorado de Espartano! Ayuda a llevar a nuestro equipo a la victoria y disfruta de deliciosos malvaviscos en la fogata.
Viernes 18 de octubre
Juego de fútbol contra la Preparatoria de Elma
7:00 p. m., Escuela Preparatoria de Forks
Boletos: $6.00 por adulto, $3.00 por niño, boletos vip están disponibles para comprar.
¡Vamos, Espartanos! ¡Derroten a las Águilas! Habrá reconocimientos en el medio tiempo para los alumnos de la generación del 2003 que vayan.
Sábado 19 de Octubre
Baile de Reunión de la Generación del 2003: "Érase una vez".
7:00 p. m., Gimnasio de la Escuela Preparatoria de Forks.
$40.00 por persona o $65.00 por pareja (cena incluida).
Revive nuestra mágica noche del baile con tu persona especial. Sin importar si en verdad fue tu novio de preparatoria o no, puede ser tu "Érase una vez".
Domingo 20 de Octubre
Picnic de diversión en familia
11:00 a. m. - 2:00 p. m., Hotel Miller Tree
$10.00 por familia.
Disfruta del sol, buena comida y juegos en nuestro picnic familiar. La comida es ofrecida por el Hotel Miller Tree.
«Santa mierda», pensé mientras veía el "breve" itinerario de mi próxima reunión de diez años de preparatoria. ¿Cinco días de eventos? ¿Es en serio? ¿Quién tenía tanto tiempo y entusiasmo para esta mierda?
Mientras me sentaba en un banco de la cocina industrial de mi panadería, rebusqué en mi cerebro para recordar quiénes habían sido electos como el consejo estudiantil de nuestra generación. Veamos… Jessica Stanley era presidente con Eric Yorkie como VP. Alice Brandon, la perra, era secretaria y su pequeño cachorro, Jacob Black, había sido tesorero. Leah Clearwater había sido elegida como coordinadora de eventos. Y Edward Cullen… Edward era diputado. Una sonrisa irónica cruzó mi rostro.
Él pudo haber sido presidente, era querido, pero eso era "mucha responsabilidad". No, diputado era suficiente como para darle los puntos extra en sus solicitudes para universidades, pero no era mucho trabajo como para distraerlo de sus estudios y otras actividades. Ser el mejor de la generación, capitán de los equipos de baloncesto y atletismo, y editor asistente del periódico escolar no era suficiente.
Un suspiro se escapó de mis labios mientras los recuerdos de Edward llenaban mi mente. Dios, tenía el más grande enamoramiento con él. Él era tan atractivo y sexy. Y genuinamente dulce como para darse cuenta de que él era la estrella de todas las fantasías nocturnas de las chicas calientes de la Preparatoria de Forks.
Me estremecí cuando mi favorita personal, una de Edward tomándome en el escritorio del editor en el salón del periódico, llenó mi mente. Santas bragas mojadas, Batman.
Reí. Al menos había ganado el puesto de editora del periódico. Quizás hubiera tenido una oportunidad de vencerlo como la mejor de la generación hasta que…
Alcé mi mano hacia la cicatriz de cinco centímetros en mi frente, cubierta por mi grueso flequillo.
La alarma de uno de los hornos sonó fuerte y salté.
—Concéntrate, Bella —murmuré y tiré la invitación de vuelta a mi bolso.
Me puse una manopla para remover del horno mis bizcochos de arándanos y moras azules. Los dejé que se enfriaran y metí mis panques de chocolate con chispas de chocolate a que se hornearan. Amaba ser dueña de la Panadería Duck and Goose. Estaba decorada con motivos infantiles y, debido a su cercanía con el Hospital Infantil de Seattle, era perfecta para las familias y los empleados del hospital. Habíamos ganado la popularidad suficiente como para atraer a públicos diferentes, pero me rehusaba a cambiar nuestra imagen.
—Buenos días. —Mi mejor amigo y socio, Emmett, bostezó mientras entraba.
—Buenos días —le respondí con alegría.
Él gruñó y comenzó a arreglar los platos y charolas de pasteles recién horneados que ya había terminado.
—Demasiado alegre —dijo, y reí.
—Son las siete y media de la mañana, Em. He estado aquí desde las cinco y media.
Me lanzó una mirada y se giró para seguir ordenando las charolas. A las ocho, abrí la puerta y entraron nuestros primeros clientes del día. Sobrevivimos a la agitada mañana y, a las diez treinta, ambos estábamos felices de ver a Rosalie, la esposa de Emmett y nuestra contadora, entrar y hacerse cargo del mostrador.
Me senté en la cocina con alegría y comencé a decorar cupcakes metódicamente. Me calmaba y le permitía a mi mente relajarse. Edward atravesó mis pensamientos de nuevo y sonreí.
—¿Cuál es la historia, sonrisas? —me molestó Emmett—. Has tenido una boba sonrisa toda la mañana.
—¿Lo he hecho? No es nada, solo recordando, supongo. Mi reunión de la preparatoria se acerca. —Me encogí de hombros.
Él movió las cejas.
—Ya veo. ¿Pensando en tu caliente novio de la preparatoria y en cómo encontraba la manera de hacerte mujer en el asiento trasero del auto de sus padres?
Estallé en grandes carcajadas.
—¡No estás ni cerca! No, no tuve novio en la preparatoria. Había un chico del que estaba muy enamorada, pero no pasó nada. Éramos buenos amigos, competíamos en nuestras clases avanzadas y en el periódico escolar que manejábamos juntos. —Sacudí la cabeza—. Nunca fue nada romántico. Aunque, él me invitó al baile de graduación.
—¿Oh, sí?
Rellené mi manga pastelera y comencé de nuevo.
—Sí.
Abril de 2003
—Oye, Swan. Ya déjalo, es tarde y están a punto de cerrar.
Miré hacia arriba para ver a Edward merodeando por la entrada del salón del periódico usando una playera sudada y chándales, ya que volvía de la práctica de béisbol. Se me hizo agua la boca ante la deliciosa vista. Archivé la imagen en mi mente para más tarde.
—Bueno, si tan solo mi editor asistente no me hubiera dejado por algo tan ridículo como arrojar una pelota por un campo, no estaría aquí terminando el diseño para el periódico de la siguiente semana —espeté.
Sonrió con su sonrisa torcida y mi corazón revoloteó.
—Como sea, supervisora. Ya lo tenía diseñado antes de ir a la práctica, tú solo tenías la necesidad de ser la última en tener tus manos sobre eso.
Rodé los ojos y guardé mi trabajo antes de apagar la máquina. Tomé mi chaqueta y mochila para salir con Edward. Mientras caminábamos por los pasillos, pasamos por un enorme cartel del próximo baile de graduación. Lo miré con esperanza. De ninguna manera era una chica muy femenina, pero aun así caí en la trampa de las románticas nociones asociadas con el baile.
Quería arreglarme y bailar y quizás tener algo de acción. Quería que un chico me mirara como si fuera hermosa y me sostuviera entre sus brazos. Demonios, ¿a quién engañaba? Quería que Edward fuera ese chico.
Dejé salir un suave suspiro. Sabía que no iría. No me habían invitado y no creía que pasara. Era linda y agradable, pero mi papá tenía un arma y una placa. Eso espantaba a los chicos. Y Edward solo me veía como una amiga. Una buena amiga, pero nada más, nada menos.
Edward chocó su hombro con el mío.
—¿Por qué esa cara, Bella? ¿Estás viendo el cartel del baile?
Quité mis ojos del cartel.
—¿Eh? ¡No! Eso es tonto. —Puse una sonrisa en mi rostro y él arqueó una ceja.
—No me lo creo —contestó, pero lo dejó pasar.
Me acompañó todo el camino hacia mi camioneta vieja, a pesar de que una ligera llovizna nos rodeaba y de que su auto estaba estacionado al otro lado del lugar. Abrí la puerta y estaba lista para subirme, cuando Edward me detuvo.
—¿Oye, Bella?
Me giré y lo encontré jugando con las cintas de su sudadera.
Curvé mis labios en una pequeña sonrisa para reconfortarlo.
—¿Sí, Edward?
—Um. —Se pasó una mano por su salvaje cabello cobrizo y luego tomó mi mano. Miré hacia abajo en shock.
Edward estaba tomando mi mano. Era cálida y grande y se sentía genial. Me pregunté cómo se sentiría en otros lugares de mi cuerpo. Como por ejemplo, presionada contra el húmedo y punzante calor entre mis piernas.
—¿Bella?
—¿Eh? —articulé con tanta inteligencia y alcé la cabeza.
—¿Tú… quiero decir, te gustaría ir al baile conmigo?
—¿Q-qué? —tartamudeé, asombrada.
—¿Quieres ir? ¿Al baile? ¿Conmigo?
—¡Sí! —grité—. Quiero decir, sí —repetí en un tono normal de intensidad. Sentí como me sonrojé del tope de la cabeza hasta las puntas de los pies.
Él me respondió con una brillante sonrisa.
—¡Genial! Eso es genial.
Me mordí el labio inferior para esconder mi propia sonrisa. Él alzó su mano y lo liberó.
—No hagas eso —murmuró y pasó su pulgar por mi labio.
Un sonido salió de mi interior mientras miles de chispas explotaban por mi cuerpo ante ese simple toque. Edward lamió sus labios y se inclinó hacia mí. Me alcé en las puntas de los pies para ayudarme a encontrarlo en medio.
De repente, los sonidos de Jet llenaron el aire.
Big black boots,
long brown hair,
she's so sweet
with her get back stare.
Well I could see,
you home with me,
but you were with another man, yea!
I know we,
ain't got much to say,
before I let you get away, yea!
I said, are you gonna be my girl?
Ambos brincamos y Edward me miró avergonzado.
—Lo siento, es mi teléfono. —Comenzó a rebuscar en su mochila para encontrarlo.
A pesar de mis alocados latidos, la decepción me llenó mientras maldecía a su estúpido teléfono por negarme mi primer beso. Con Edward.
—No hay problema. Debería irme.
—Cierto. —Finalmente encontró su teléfono y lo sacó justo cuando dejó de sonar. Irónicamente, fue en ese momento cuando el mío comenzó a sonar.
You are my fire
The one desire
Believe when I say
I want it that way
But we are two worlds apart
Can't reach to your heart
When you say
That I want it that way
Me removí para silenciar la llamada. Vi que el nombre de papá apareció en la pantalla y sabía que se estaba preguntando en dónde estaba.
—¿Los Backstreet Boys? ¿En serio, Bella? Pensé que tenías mejor gusto musical que eso. —Edward sonrió hacia mí.
Entrecerré los ojos hacia él.
—Me gustan. Nick es caliente. Y apuesto a que piensas que eres taaaaan genial por escuchar a Jet. ¡Son unos imitadores de los Rolling Stones!
La risa de Edward se escuchó e hizo que mis rodillas se debilitaran al verlo sonreírme de esa manera.
—Touché. Supongo que nuestros padres están a punto de enviar un escuadrón de rescate. ¿Te veo mañana?
—Síp —sonreí.
Sonrió de vuelta.
—¿Y el baile conmigo?
—Definitivamente. —Me acomodé un mechón de cabello detrás de la oreja y asentí—. Nos vemos mañana, Edward.
—Adiós, Bella.
¡Bienvenidas a una nueva traducción!
Espero que la disfruten tanto como yo, es una historia muy bonita con poco (casi nada) de drama, aunque sí hay partes muy emocionales.
Respondiendo las preguntas frecuentes:
-Actualizaciones serán igual que Paperwork: lunes, miércoles y viernes.
-Son siete capítulos nada más.
-Sí, tiene final feliz.
Quiero aprovechar para agradecerles a todas las chicas que dejaron su review en el epílogo de Paperwork :´)
Bueno y ya saben, espero que nos acompañen en esta nueva traducción y sus rr´s con sus opiniones acerca de este primer capítulo de 'Swerve of Fate' :D
¡Hasta la próxima!
xx