Disclamier: Todos los contenidos aquí expuestos son pertenencia de la señora J.K. Rowling y la WB, excepto por personajes originales insertados en la trama, que son producto de mi imaginación y para disfrute de cualquier lector, sin fines de lucro.
Si alguien tiene la intención de usar mis OC, tengan en cuenta mandarme un mail a mi casilla que está disponible en mi profile para cualquier duda que quieran sacarse.
Resumen: Alhena es una persona odiosa, Alhena odia estar en Hogwarts y Alhena odia a todos. En fin, ese año escolar no iba a ser normal, menos cuando tienes a los Merodeadores, una pelirroja loca con su amiga y a una francesa pesada como compañeros. Joder. Es más difícil de lo que parecía.
En fin, resignación e instinto de supervivencia para quedarse en Gran Bretaña por mucho tiempo.
The Cold In Our Lives
Primera Temporada:
My Way Home Is Through You
Capítulo Nº1: Meetings
Una brisa fresca le golpeó suavemente el rostro. Levantó la mirada que, durante unos escasos segundos, había bajado. Una Mansión imponente y de color blanco, la recibía con un porte orgulloso e inglés. Apretó la mandíbula. Observó los pastos frescos y recién cortados, amarillentos por el amanecer, humedecidos por el rocío. Tuvo la tentación de quitarse sus zapatos y correr por el césped, pero en vez de eso, subió la cabeza con orgullo y arrogancia, y sacudió su cabellera. Siguió el camino serpenteante hacia la puerta de entrada.
Antes de llegar, ésta se abrió. Una figura delgada se asomó.
La muchacha detuvo su caminata, totalmente paralizada.
-¿Alhena?
Sí, era ella.
Y el rostro de ella tomó un tono de sorpresa, su cuerpo perdió toda capacidad de control y movilidad, haciendo que el pequeño bolso que llevaba entre sus manos se deslizara lentamente hacia el suelo. En cuanto se quiso dar cuenta, esa figura delgada en la puerta de la Casa estaba abrazándola con fuerza. Cerró los ojos.
Estaba en casa.
-¿¡Cómo me estás diciendo que no hiciste los deberes de Pociones, Mary Ann!?
La aludida rodó los ojos, pero su compañera – Lily Evans – seguía protestando, haciendo que los magos y brujas presentes en la plataforma 9 ¾ se voltearan a ver el gracioso espectáculo que la nueva prefecta de Gryffindor le hacía a su amiga. Al notarlo, la muchacha tiró fuertemente de la polera de la pelirroja y la apuntó con un dedo.
-Sino te callas, llamaré a los Merodeadores para invitarlos a sentarse con nosotras arriba del tren.
Santo remedio.
-Vamos, vamos, ¡arriba!
-¡Mamá, tengo que esperar a Sirius!
Dorea Potter (antes Black) arrugó la frente con severidad, haciendo que su rostro se tornara aún más viejo de lo que era. Adoraba a su hijo, claro, pero que perdiera el Expreso de Hogwarts por esperar a "su hermano" era demasiado. A sus 55 años, la paciencia comenzaba a ganarle al exceso de cariño que le tenía a James. Además, Charlus la esperaba en casa con esas deliciosas pastas caseras…
-¡Súbete ya!
Los jadeos que salían de su garganta eran incontrolables, pero también la cantidad de insultos. Sirius Black odiaba a su familia tanto como a no poder hacer bromas durante una semana (es decir, demasiado) y que lo atrasaran de esa forma era imperdonable. Corría tan rápido como sus largas piernas se lo permitieran, para alcanzar el tren. Paró bruscamente y se tomó de una de las barandillas de la puerta pequeña del tren, que ya estaba en movimiento. Acto seguido, sintió un fuerte tirón en el brazo que lo metió dentro.
-¡Joder!
Levantó la mirada. Los ojos castaños de su mejor amigo lo miraban con gracia.
-Peter, vamos a buscar a los chicos. Es raro que no vengan hasta ahora y solamente tengo tiempo hasta que me toque hacer ronda.
-Es decir…-murmuró.
-Dentro de diez minutos.
Remus Lupin tenía 15 años. Llevaba el pelo castaño opaco, los ojos siempre algo melancólicos pero, sorprendentemente, siempre que se le dictaba una orden, estos se abrían, atendiendo y escuchando, sopesando las posibilidades, analizando cada letra. Era prefecto ese año. Nunca había querido presumir, pero sabía que esas vacaciones le llegaría una carta más pesada de lo normal.
Peter Pettigrew también tenía quince años, pero tenía el aspecto tímido de uno de trece. Cabello fino y algo rubio, pero descuidado. Sus ojos eran pequeños y acuosos, asustados ante las órdenes que personas superiores a él le obligaban (o él se sentía obligado) a cumplir. A diferencia de su compañero, obedecía todo sin rechistar, sin tener en cuenta las consecuencias ni las reglas rotas.
Eran opuestos, pero también se podía decir que eran amigos.
Alhena no solía ponerse nerviosa, pero volver a Gran Bretaña ese año no cabía dentro de sus planes. El ofrecimiento fue de la directora. Fue un comunicado que no la dejó dormir mucho en el verano.
La imponente Madame Máxime informando que "Los mayores esfuerzos, las mayores calificaciones, el orgullo de Beauxbatons, viajarán en intercambio durante el período de un año a Gran Bretaña, al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Las cartas para de los seleccionados serán enviadas durante las vacaciones, a las manos de sus padres. Sepan que este es un evento muy importante para la Academia, así que mantengan el prestigio que tenemos. Que tengan muy buenas vacaciones, niños."
Al diablo. Ahora estaba totalmente aterrada, podía sentir su corazón en su pecho. Se abrazó a sí misma rogando por autocontrol. Una risa suave la hizo fruncir el ceño y lanzar una mirada fulminante a la persona que tenía enfrente.
Claire. Claire Lamound, una muchacha de su mismo año. Morena, con ojos oscuros al igual que su pelo. Seleccionada con ella y otros "niños" para ingresar al maldito colegio inglés, Hogwarts. Estaba sentada frente a ella en el compartimiento del tren, con las piernas cruzadas al igual que sus brazos. La miraba con profunda superioridad, pero con un tinte de diversión bastante cínico.
Se dispuso a olvidarla, y el tren comenzó a ponerse en marcha. Miró la estación llena de gente que saludaba a sus familiares. Se levantó y sacó los brazos y la cabeza por la ventana, intentando encontrar a su madre.
-¡Al! ¡Princesa, aquí!- la divisó trotando ligeramente, con su rostro agraciado y sus ojos verdes brillando de felicidad.- ¡Te quiero, princesa! ¡Pásala bien!
-¡Au revoir!- chilló, sacudiendo sus manos. Se metió, al mismo tiempo que un chico pasó corriendo como que lo lleva el diablo para tomar el Expreso. Una sonrisa de pura felicidad le adornó la cara. Por lo menos la había visto.
-¿Remus?
En ese mismo instante, el prefecto salió del compartimiento. Había terminado de acomodar sus valijas (la de sus amigos, mejor dicho) y ahora faltaba encontrar el compartimiento en los que esas muchachas de Beauxbatons estaban. Ambos habían sido informados del intercambio, para "guiarlas", hasta la elección de sus respectivas casas. Los demás chicos de Beauxbatons estarían en Hogwarts, pero estas viajaban en el tren
-Vamos, Lily, seguramente se deben estar hartando de esperarnos.- le dijo a la pelirroja. Esta asintió, y siguió a su compañero. Tenía una relación bastante afectuosa con él, ya que se interesaban por las mismas cosas y habían coincidido varias veces en la biblioteca. Se cartearon durante el verano y se enteraron de que ambos eran prefectos. Así que…- Oye, ¿Crees que sean simpáticas? Digo, los franceses son muy orgullosos.
-No lo sé. Supongo que nos llevaremos bien.
Apuraron el paso y llegaron a uno de los últimos compartimientos. Abrieron y las miradas sobresaltadas de ellas se clavaron en los recién llegados. Al instante se pararon.
-Bonjour. ¿Ustedes son los prefectos de Gryffindor de los que la profesora McGonagall nos habló?
Ellos asintieron, sorprendidos ante la fluidez de su inglés. La alumna de Hogwarts se apresuró a presentarse.
-Mi nombre es Lily Evans, soy la prefecta de Gryffindor. Él -señaló al chico - es mi compañero, Remus Lupin. También prefecto.
La muchacha morena se adelantó y extendió su brazo, como con intención de que el Gryffindor la besara, pero – recordando que estaba en Gran Bretaña - al instante dobló la palma y apretó su mano y la de la pelirroja.
-Un placer, soy Claire Lamound.
En cambio, la otra muchacha arrugó la nariz y se mantuvo cruzada de brazos.- Me llamo Alhena…- se interrumpió. Y repitió:- Alhena. Supongo que tienen bastante que contarnos, así que por favor, no perdamos tiempo.
La morena se mostró sorprendida, pero imitó el gesto de sentarse para escuchar lo que los ingleses tenían para decir. Lily, en cambio, apretó ligeramente los dientes; tenía la sospecha de que esa muchacha rubia y de ojos fríos, al no escuchar sus apellidos de gran renombre, no había querido ni presentarse correctamente. Eso pasaba de vez en cuando. Al notar que la chica no iba a decir nada, el castaño se adelantó.
-Bien… El castillo tiene grandes terrenos, entre los que hay un lago que está habitado por criaturas marinas como… sirenas y… Un Calamar Gigante. También unos invernaderos, en los que se imparte la clase de Herbología y en bosque, "el Bosque Prohibido", habitado también, pero por criaturas demasiado peligrosas para los alumnos. Está estrictamente prohibido. En el linde de este bosque se sitúa la cabaña del Guardián de las Llaves y Terrenos, Hagrid. En Hogwarts también hay una huerta, un cementerio y un estadio de Quidditch. La entrada de los terrenos de Hogwarts está flanqueada por las estatuas de dos puercos alados y por los terrenos hay un árbol, el Sauce Boxeador, que mueve sus ramas intentando destruir a todo lo que se acerca, así que, tengan cuidado.
"En Hogwarts hay siete cursos. El curso escolar comienza el 1 de septiembre de cada año y termina en junio, tras haberse realizado los exámenes finales. Durante el curso hay vacaciones en Navidad y en Semana Santa, en las que los alumnos que quieran pueden irse a sus hogares. Este –abrió los brazos- es el Expreso Hogwarts. Es el tren que se encarga de llevar a los alumnos de la estación hasta la de Hogsmeade y viceversa. Los alumnos de tercer curso o superior pueden ir en ocasiones a Hogsmeade, con autorización de los padres, un pueblo mágico en las inmediaciones del castillo. Al final de quinto curso se realizan los TIMOS, que los harán este año y no en sexto. Al final de séptimo, los EXTASIS, que no deben interesarles mucho ya que no cursarán dentro de dos años aquí.
Lily se encargó de seguir.
-"El colegio se divide en cuatro casas, que cada una acoge a estudiantes con características en común. Las casas son las de Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw (cada una perteneciente a cada fundador). Cuando los alumnos de primer curso – y en este caso ustedes - llegan al castillo, son seleccionados para cada una de estas casas, según sus aptitudes. De esta tarea se encarga el Sombrero Seleccionador. Cada casa tiene a un profesor como jefe de ésta y a varios prefectos; alumnos destacados que a partir de quinto curso se les da este nombramiento y tienen poder para castigar y sancionar a alumnos. Los estudiantes de cada casa tienen una Sala Común, a la que se accede mediante una contraseña y en la que sólo pueden estar los alumnos pertenecientes a dicha casa. De esta sala se va a los dormitorios, divididos, primero por chicas y chicos y luego por cursos."
-¿Quidditch?- preguntaron las dos muchachas a la vez. Lily no pudo evitar poner los ojos en blanco. Remus continuó:
- Uno de los pasatiempos más populares de Hogwarts es el Quidditch. En seis domingos de cada curso se disputa un partido en el que juegan dos equipos de las casas (cada casa posee un equipo de Quidditch). A los partidos van la mayoría de los estudiantes, en los que encuentran una forma de "olvidar" por un tiempo los estudios.
-¿Sabes si podremos participar?- preguntó la chica, arrogante y con la voz arrastrada.
-No lo sé.- admitió el chico encogiéndose de hombros.- Tendrán que hablarlo con su jefe de casa, o en su defecto, con el director.
Un silencio se instaló en el compartimiento, incomodando un poco la situación. Lily se había sumergido en sus pensamientos, analizando cada una de las palabras de "Alhena" y su resentimiento hacia ellos.
-Tengo que estirar las piernas. Perdónenme.- la rubia se levantó de su asiento y abrió la puerta del compartimiento. Suspiró y levantó la mirada, cambiando radicalmente. Sus ojos volvían a ser fríos y su cabello ya no le molestaba en el rostro. Su imagen era bastante falsa, pero ya era fácil fingir. Se perdió en sus pensamientos, caminando por el pasillo. Escuchó unos ruidos lejanos de unos pasos apresurados, pero eso no la sacó de su profundo estado de inconsciencia.
Lo próximo fue un fuerte golpe en la frente.
-Bon Dieu!- chilló, cayendo hacia atrás, perdiendo totalmente el equilibrio. Oyó luego un "¿Sirius, estás bien?" y abrió los ojos. Escuchó varias quejas, pero alguien la jaló hacia arriba sin mucha delicadeza y le preguntó:
-¿Alhena! Oh, bon Dieu! Vous êtes bien, chers?- Era Claire, claro. Durante unos segundos quedó medio atontada, pero pudo enfocar la vista y notar con quien había chocado.
-¡Etes-vous un idiot ou quoi? Vous pouvez me tuer! Pour moi! Vous avez quelque chose dans votre tête? Vérifiez où vous marchez, brut diable!- chilló, perdiendo totalmente el control. La morena le gritó algo en francés, pero ella todavía estaba furiosa. Cuando el chico estuvo en pie, la francesa levantó la mano y él la mirada, recibiendo una fuerte bofetada en la mejilla. Su rostro (y el de sus amigos) se contrajo en una mueca de profundo dolor.
-¡Alhena, por el amor de Merlín, para!- exclamó Lupin, que al escuchar los gritos había corrido por el pasillo para evitar cualquier riña.
-¿Conoces a esta desgraciada?- murmuró "Sirius" sobándose la mejilla.
La francesa ya estaba por tirarse encima de Black, pero el prefecto de Gryffindor la tomó fuertemente de los brazos, impidiéndole cualquier movimiento. Él era mucho más alto que todos, y la rubia un poco más baja que todos, así que quedó totalmente paralizada.
-¡Suéltame, maldito sangre sucia!- gritó.
"Recordemos que esas palabras se estaban volviendo demasiado comunes en ese tiempo, pero como insulto… Como degradación a la persona, como un apodo despreciante… Y esas simples palabras hicieron reaccionar a todos. Alhena era una persona odiosa, Alhena odiaba estar en Hogwarts y Alhena odiaba a todos.
Y ese era solo el principio, un encuentro entre miles que James Potter, Sirius Black, Remus Lupin, Peter Pettigrew, Lily Evans, Mary Ann Jackson, Claire Lamound y Alhena tendrían a lo largo de sus cortas vidas…"
Realmente, quisiera insertar una carita feliz aquí, pero ya saben cómo es FFN ¬¬.
En fin… ¡ESTOY AQUÍ, HE VUELTO! Estoy tremendamente emocionada con esto, realmente. Claro, es tan solo el primer capítulo, pero terminarlo me ha llevado un mes y algo, para mí es un gran logro volver con este fic totalmente reformado y corregido. Recuerden que los detalles están en mi profile, ya he arreglado todo, así que no se preocupen.
De igual modo, lo básico: Esta cosa va a tener tres temporadas,
La primera consta de los dos últimos años de los Merodeadores en Hogwarts.
La segunda de la salida del colegio y el desarrollo de la guerra hasta la muerte de Lily y James.
La tercera contiene el quinto año de Harry Potter.
Y un final alternativo de tres capítulos que tiene desde 1996 hasta el primero de septiembre de 2005.
Más información, ya saben donde pinchar.
Realmente me gustaría saber qué opinan, si empecé con buen pie o sigo siendo el mismo desastre andante de siempre, porque hacer tres temporadas de un fic se me hace muy pesado, pero me voy a esforzar para darles lo mejor a pesar de todos los problemas que me está trayendo el tener que estudiar a la vez de escribirles.
En fin…
Los quiere mucho,
Lenita.
