Bueno, después de tener estos drabbles metidos en mi portátil sin poderlos sacar ni publicar hoy por fin lo hago. Espero tener pronto la tabla terminada porque es un regalo que ya huele.

Dedicado a Laura Marina Lovegood.

Ancestros.

Muchas noches en que la luna está clara y la noche se puede saborear como un dulce de chocolate, Quil abandona su apariencia humana y se interna en el bosque disfrazado con un espíritu de lobo.

En sus ojos se refleja el brillo del viento al soplar y el de las estrellas que gobiernan el cielo. Quil se escapa hasta el más recóndito lugar y se une a la primera manada de lobos que encuentra hasta que, de un modo u otro, todos comienzan a aullar a la luna. Poco a poco, ellos se van yendo, uno tras otro, hasta dejarle sólo.

Entonces en su cabeza comienzan a aparecer las dudas. Las preguntas sin respuestas. En su mente se entremezclan los cuentos que le contaban cuando era pequeño, las historias que les susurraban Paul y Jared a él, a Jacob y a Embry cuando eran más jóvenes -y se lo creían todo-, las leyendas que se relatan alrededor de la hoguera. Y aún sigue sin encontrar respuestas.

No sabe porqué quiere a Claire, pero lo hace. La adora con toda su alma, nadie podría hacerle más daño que perjudicándola a ella. Su mundo gira en torno a ella, y no entiende porqué; tampoco le importa demasiado. Está unido en cuerpo y alma a ella, y sólo ahora, vestido de lobo, puede alejarse. Extraña paradoja, ya que tan sólo, siendo lobo, puede sentirse así por alguien.

Y en su cántico en busca de respuestas que nunca obtendrá Quil le dice a la luna que se rinde, que ella decida, que él no quiere sino seguir como está: con Claire. Aunque no entienda porqué, aunque todas las razones se perdieron en el pasado; cuando los Quileutes hicieron un pacto y sus ancestros, sus antepasados, sus casi dioses decidieron por ellos.