Titulo: ¿Solo un sueño?

Resumen: Al final de la temporada cinco de Ángel, Spike y Ángel están viviendo juntos tras la batalla con los socios, vencen pero con demasiado perdidas… algo que hace sentir a Ángel y a Spike, que también han perdido…, y que en este momento se encuentran solos, pero los sueños mezclados con hechizo, hace que un dudoso Spike entre en otro dimensión en otra realidad, que nada tiene de ver con la suya, y se reencuentre con viejos amigos o conocidos… y no será el único que esta, metido en un lío, que de momento no tiene salida

1. Es navidad ¿no?

Los Ángeles

Un chico, desteñido, con el pelo medio rubio medio castaño, de ojos celestes, de estatura media y ropa informal, miraba por la ventana, la oscuridad de la noche, miraba la luna que brillaba como hacia tiempo que no lo hacia, pero su especto era triste, nostálgico… ni los villancicos que se oían de lejos le alegraban, ni oír a los niños reír, no había nada alegre… nada, ni aunque fuera navidad

A la lejanía otro chico miraba al primero, era muy distinto al chico que miraba por la ventana, el tenia el pelo negro, su estatura era alta, su ropa era formal y sus ojos eran negros, pero su mirada era parecida, tristeza, nostalgia… pero tenia algo mas, arrepentimiento, culpabilidad… el había provocado todo esto, Cordelia ya le había advertido, Spike ya se lo había dicho y el lo había ignorado todo, pensando que hacia lo correcto, el gran Ángel quería derrotar el mal desde adentro, y aunque lo había conseguido, no era lo que el esperaba, había perdido a demasiadas personas, había dañado a demasiadas personas, no era en gran Ángel, era la mierda mas grande llamada Ángel… el había echo que Spike, estuviera de ese estado de animo, el lo había apartado de todo aquello que quería… el solo el

- Te estarás toda la noche mirándome Ángel – el chico se giro para mirar al otro hombre, tenia un semblante triste pero parecía intentar mostrar una sonrisa, aunque era un poco desastrosa, cuando no había ganas de reír no se podía – Ya se que estoy bueno, pero…

- Ángel se acerco a el, y se puso a su lado, observando la luna que miraba Spike – No seas egocéntrico Spike, solo pensaba…

- Spike volvió a mirar por la ventana – ¿En que?

- En que encontrabas tan interesante en la penumbra de la noche, yo no veo nada, en cambio tu te podrías estar horas mirando la oscuridad

- Encogiéndose de hombros – No se, no miro nada en concreto, miro la luna, una vez una amiga, me dijo, en la luna encontraras las respuestas que tu mismo nunca te has atrevido a preguntar

- Ángel miro a Spike y lugo a la luna, era verdad era una hermosa luna llena, que brillaba con intensidad, no se había dado cuenta, pero allí el no encontraba nada – ¿Y es verdad?

- Spike se volvió a encoger de hombros sin dejar de mirar esa luna que lo tenia hipnotizado – No lo se, solo veo la luna, y en ella veo el terror que me causa al ver la oscuridad al su alrededor

- Ángel miro a Spike, en el notaba toda la tristeza que hacia tiempo que no mostraba, su muro se había roto, y ahora era vulnerable débil, inseguro – Lo siento Spike

- Spike miro sorprendido a Ángel, sentirlo porque, que había echo el, que sentía el no tenia la culpa, las batallas eran así ¿no? siempre había perdidas - ¿Qué sientes? ¿Porque te disculpas?

- Porque si yo no hubiera entrado en su juego, ahora no estaríamos así, es navidad Spike y parece que estemos en un entierro la gente ríe, se lo pasa bien, tiene a su familia a su alrededor, no esta sola, esta unidad, esta junta, esta con su familia, su familia

- Yo estoy con mi familia, Ángel, eres como el padre que no tuve, he pasado muchas horas contigo, muchos días, muchos meses y muchos años, eres todo lo que tengo, eres mi familia, lo fuiste antes lo eres ahora y lo serás siempre, por muy hijo de puta que seas, o hayas sido… eres mi familia

- Sonriendo, aunque unas lagrimas empezaban a recorrer por su mejilla – Estúpido ingles, como puedes llegar a ser tan cabrón conmigo y al instante ser un apoyo tan grande ¿eh? – Abrazándolo – Tu también eres mi familia William, eres mi hijo, por muy raro que suene – mirando a su alrededor - ¿decoraste la casa?

- Sonriendo – Es navidad ¿no?

Roma

Una chica pelirroja, miraba a su amiga, parecía nerviosa, ansiosa, contenta, como hacia tiempo que no estaba, se movía de arriba abajo, poniendo adornos de navidad, preparando la mesa, con ayuda de su hermana… de tanto en tanto miraba el reloj, era tan feliz, a diferencia de ella, no hacia mas de un mes que había vuelto de Brasil, tras romper con Kennedy, y ahora estaba sola, tenia a sus amigos, su magia había crecido, se sentía mas segura, pero estaba sola otra vez, y encima volvía a tener dudas sobre su sexualidad, desde que había muerto Tara no se había sentido de la misma forma atraída por las mujeres, Kennedy lo había notado, y eso había sido una por las razones por las que habían roto, cuando estaba con un chico se sentía a gusto, feliz como había estado con Oz o Xander eh incluso con Spike, no con Spike no… ella no había estado con Spike, pero las veces que había estado con el hablando tan cerca de el, había sentido mariposas en su estomago, ya no lo volvería a sentir, ya no volvería a sentir esa sensación cuando estaba junto a el, porque el estaba muerto, ella había visto esa luz, como rompía todo lo que se ponía delante de esa luz, como brillaba cuanto poder tenia, sintió la alma de Spike, esa luz era toda la fuerza de Spike, todo el sentimiento, toda las ganas de demostrar que el había cambiado, esa luz era el… solo el había cerrado la boca del infierno y había tirado todo Sunnydale al suelo… el había sido el héroe, y ahora estaba muerto

- Willow – La chica que hacia solo unos segundos estaba decorando la casa se dirigía hacia Willow, con una sonrisa ilusionada, era rubia de estatura baja de ojos verdes y aunque pareciera débil las aparecías engañaban - ¿te ocurre algo?

- Eh nada, nada – sonriéndole –

- Entonces, a que viene esa cara… es navidad – Sonriéndole y dándole un beso en la mejilla – no puedes estar triste, seguro que encontraras ha alguien pronto, hay un montón de chicos en el mercado, y seguro que cuando te vea correrán hacia ti

- sonrojándose – Gracias…, es solo que me siento sola, en fin todos tenéis vuestras parejas, y yo… yo estoy sola, me veo como la vecina de delante, cuidando a unos cuarenta gatos, en sustitución de una vida familiar

- riendo – No seas así Will, ya veras como todo ira mejor, volvemos a estar todos juntos ¿no? como antes pero esta vez viviendo en Roma, la ciudad del amor

- La ciudad del amor es Paris…. Buffy

- Bueno si, pero eso no tiene porque ¿no?… en fin yo… me enamorado después de todo en Italia, y para mi esto es la ciudad del amor… la ciudad del amor, es aquella cuidad donde te has enamorado, da igual donde sea…

- Eso es cierto, solo hace tengo de verte después de todo lo que paso… te has vuelto a enamorado… Buffy…. Aun piensas…

- sus ojos se fueron apagando, toda esa alegría se fue para dar paso a la tristeza que sentía cada vez que recordaba ese día – Constantemente, si yo le hubiera arrancado ese collar, ahora el estaría… vivo, no digo conmigo pero estaría vivo, no merecía morir, pero al menos murió como un héroe – volviendo a brillarle los ojos – al menos eso es lo que me hace seguir hacia delante y no culparme tanto de su muerte, el quería morir como un héroe, y lo hizo vaya si lo hizo, al igual que Ángel, es un héroe en vida, que lucho en la boca del lobo y gano, no puedo olvidarlos, no quiero olvidarlos ellos fueron quien me enseñaron a ver que no todo es lo que parece que puedes cambiar si quieres si te esfuerzas, si luchas, ellos me regalaron el ser un poco mas normal cada día

- Si es… es verdad – riendo – ¿Y el inmortal que dice de ellos dos?

- Riendo- Que estaban lo suficiente locos para vivir, mas de un siglo y eso que siempre habían vivido al revés del mundo, ellos lo odiaban… y el los envidiaba, nunca me ha dicho porque, pero dice que los envidia y siempre lo ara

- Yo tampoco lo comprendo… o quizás si - mirando el reloj y sonriendo – Hey que están a punto de llegar, - mirando a Buffy y dejando caer en el bolsillo del pantalón un medallón de oro, que había tenido todo el rato en la mano, siempre lo cogía cuando se sentía triste, era especial, era de alguien especial un regalo especial de un día especial, nunca lo había enseñado, nunca lo había abierto, algún día lo abriría… quizás – es navidad ¿no?

- Sonriendo – Si

Espero que os guste

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