Disclaimer:Los personajes, algunos lugares y objetos no son míos, si no, de su respectivo autor y dueño.

Fandom: Magi: El Reino de la Magia de Shinobu Ohtaka

Advertencias: Escenas explícitas de muerte (asesinatos, accidentes, etc.) y sexo (Relaciones ente cónyuges, amantes y violación) . Posible Yaoi (ChicoxChico); posible Yuri (ChicaxChica). El tema principal será hetero.

Parejas: SinbadxFem!Judal(Principal). HarkuryuuxMorgiana. KouenxFem!Alibaba(referencia y mención). Fem!JudalxFem!Aladdin(Bromance)

Notas: Es la primera historia que termino de organizar mis ideas para subirla de este fandom, he convertido a todos los magis existentes hasta ahora -basandome en el manga- en mujeres, como había sido la versión original y a algunos otros para hacerlos encajar. No le he cambiado el nombre a nadie, sea por mi desidia o por que así es mas fácil de identificarlos, los deje así como son originalmente. También pongo en advertencia que habrán muchos spoilers de el Manga de Magi como el de Sinbad. Si no les gustaría esto les pido que no lean, yo se que no es lindo de pronto arruinar una buena historia por algo como esto.

Cuando el texto este en cursiva será el relato de Sinbad quien es el protagonista principal.

Espero les guste.

Sol negro

(Prologo)

Milagro

Ella era justo como un frío sol negro, sus pasos al caminar dejaban helados a todos, uno, con solo ver el contornear de sus caderas, podía saber el porque nadie se atrevía a hacerle frente, uno tendría que enfrentarse a esa mujer como ultima opción o en un acto muy desesperado.

Pero, ahora, no se que pensar.

"un sol negro no es mas que un agujero negro, es el resultado de la muerte de una gran estrella que termino por consumir todo a su alrededor, llego a obtener tanto poder que colapso en si misma e invirtió el ciclo, siguiendo su misma norma, es un misterio que roba y consume todo para convertirlo en algo mas haya de lo que los humanos podemos comprender, algo como eso ¿no es a caso un milagro igual que todo aquello que nace después de un gran sufrimiento?"

Esa niña, jamas pensé que una gran sabiduría se desprendería de la pequeña Aladdin que ahora lucía sus fragantes y muy frescos 15 años con una silueta y un cuerpo que para quedarse corto y mantener el recato se podría describir como simplemente bello, se había vuelto una señorita del todo hermosa. Ahora, con esas palabras anteriores, rondando mi cabeza, mi mente se ha metido en un dilema aun mayor que el como resolver las anomalías del mundo. Aunque muchos conflictos con mujeres he tenido jamas había enfrentado algo tan difícil como esto

Judal, siempre cubierta con ese manto de oscuridad, aun me cuesta asimilar que fue mi culpa desde un principio el confiar en ella, ahora, Aladdin, la mas joven magi de cabellos azules viene diciendo estas cosas, ¿No es acaso lo que siempre había intentado detener? La propagación de la depravación en el mundo, aquel mundo que nos mostró a todos los grandes soberanos de este mismo, este mundo que su propio padre creo. Palabras como "ya no se si estar en la depravación sea algo completamente malo" y "el destino no es mas que una ficción que se desprende de nuestra mente, tomando caminos diferentes siendo conformado por la esperanza y convicción de las personas".

Todo eso suena a una burla a las vidas que se han perdido al paso de los años, de las vidas que he visto partir y que se han perdido por mi culpa.

Pero es cierto me es imposible el negar lo que decía la menor con la palabra "milagro" de por medio en referencia a Judal y que no haya estado mas de acuerdo cuando a mi mente regreso la imagen de ella en aquel vestido medio sacerdotal tan al estilo de su antigua natal Kou en esa escala de rojos con negro que uso en la ceremonia de compromiso aquella tarde. Había rechazado todos y cada uno de los vestidos enviados exclusivamente para ella para ese momento, desde aquellos con mas bellos encajes y joyas, hasta los mas finos en costura y confección. Al final, ella, con su magia, había hecho sus trajes, tan orientales como tan de las islas del sur.

Me es imposible el explicar con exactitud cada detalle de aquel vestuario tan extraordinario en ese color tan inusual, pero sin dudar, las rosas rojas y los crisantemos blancos enmarcaban ese rostro tan dulce y frío que pude jurar que por un instante el corazón se me había helado con la brisa que sus ojos me mandaban en un parpadear.

"si es que acaso ni siquiera puedo decidir que reside de mi vida por lo menos luchare por dejar marca en ella" eso me dijo y yo no le dije nada al respecto, jamas quise hacerla mi esclava, ni mucho menos el arrebatarle el derecho a elegir, aunque este estuviera limitado por su bien.

Sus manos estaban entre lazadas justo arriba de su vientre ya un poco abultado de 3 meses, este se disimulaba por el cinto grueso de encajes dorados que envolvían su tallo, justo debajo de sus pechos dejando la ropa holgada que terminaba casi por los muslos y empezaba una intrincada sucesión de faldones, pero, no había necesidad de esto, el mundo entero ya sabia de su situación, el embarazo era noticia y gloria en Sindria, y, un chisme con ventajas y desventajas en el mundo, ese traje que llevaba aquel día me recuerda ahora a los que usaba de tan pequeña, ahora se que era esa niña, que fue esa muchacha y ahora es esta mujer. Aquella que se llevo la vida de tantas personas preciadas para mi y tantos aliados, aquella que, siendo usada por ordenes de aquellos, a quienes mas deseaba destruir, había arrebatado madres a sus hijos e hijos a sus madres, esposo y hermanos, amigos y compañeros, había sido ella quien les había reducido a cenizas.

Pero su rostro siempre cubierto, como todos los sacerdotes de All Thamen.

¿Como no logre identificar esos ojos antes? Antes de que entrara en mi cama, antes de tomarla como mujer, antes de enamorarme de ella a pesar de el abrumador dolor que se reflejaba en sus ojos rojos que traía debajo de la sombra difuminada de sus párpados.

El hombre se tapo el rostro com ambas manos, ocultando lo, estaba en su oficina principal donde atendía todo tipo de papeleo y algunas reuniones privadas con sus generales o dignatarios de algunos lugares al igual que comerciantes, sus brazos descansaban sobre su escritorio de madera oscura sosteniendo se sobre sus codos, ocultaba el rostro de esta manera en la oscuridad que reinaba en el lugar por las ya muy altas horas de la noche y la ausencia de la luz de las velas o lamparas. Se enderezo de su lugar y froto su rostro con pesadez y cansancio con sus manos, pronto estas terminaron masacrando le las sienes y pronto viajaron con los mismos pesados movimiento al puente de la nariz, juntando ambas como si quisiera enfocar mejor algún punto perdido en la mesa, la mesa raramente ordenada, hacia mucho rato que había terminado todos los papeles que tenia que atender hoy, pero, no quería volver a alguna habitación de invitados como lo había estado haciendo y tampoco encontraba el valor para enfrentar a Judal.

Medio reino la quería muerta, quería y reclamaba el que apenas diera a luz se le pusiera la máxima condena.

La otra le mandaba al exilio.

Mas piadoso sin duda pero tampoco menos doloroso para el.

Su cabeza dolía como nunca y su corazón por igual, por las nuevas y viejas cicatrices que ahora escocían en si, debía de admitir que se sentía herido, completamente devastado por todo pero aun así, se sentía aliviado, ella fue quien le dijo, le dijo la verdad, cosa que jamas había hecho, no sin una doble intención, lo había meditado toda esa semana, pero no encontraba nada, quizás su juicio estaba nublado por sus sentimientos. Ella con esta confesión podría el lograr alejarse de Sindria sin duda, como tanto había deseado al principio de su estadía, pero sabe que jamas se le dejaría salir del territorio con el niño. Era su hijo y no lo alejarían de el, era el rey después de todo y el chico jamas estaría seguro fuera de la muralla mágica que protegía la isla anhelaba que fuese varón, y aun así, Sinbad, el gran rey de los 7 mares sabia que si su mujer decidiera irse y llevarse al niño con ella tampoco podría hacer mucho por detenerla, ya no, ya no era una niña.

Aun que ella perdiéndolo todo de nuevo y Sinbad no podía el imaginar que el llanto de aquella noche, la noche en la que le dijo quien era ella en verdad, fuese una mentira, fuesen las hormonas o un verdadero sentimiento de arrepentimiento le rogó, la orgullosa mago oscura, la cual jamás había bajado la cabeza incluso cuando estaba frente a la muerte le rogó que no le alejara de su hijo apenas naciera, le pidió una prórroga de al menos tres meses para que así, aún que sea por unos instantes, su hijo sintiera a su madre y no se olvidara de su calor. No pensaba en su vida, el creía que ella, ya con las fuerzas recuperadas podría librarse de eso pero estaba ese inquietante sentimiento de que la mujer ya había aceptado el destino de morir en estas tierras tan lejanas a lo que era su hogar, su es que podría llamar así a lo que es, aun en tan arduas situaciones, el Imperio Kou.

Él. Sentido y aturdido no le respondió, le había dejando llorando en la habitación real y no le había visto, hacia ya una semana y pocos días que no le había visto y no había ido a la habitación, a su habitación. 10 días en total. Judal tenía 7 meses ya de embarazo, su estado era frágil le habían dicho desde un principio y su salud no iba a mejorar con el tiempo, a lo contrario, estaba en un proceso peligroso, su magia y el ruhk la bendecían pero su condición de corrupción limitaba ese flujo natural.

El modo en el que tenían que nutrir a esta magi de energía ahora estaba bajo estricto vigilancia médica de parte de Yamuraiha y Aladdin. Las tres aún que pareciese increíble habían entrelazado una extraña convivencia gracias a la magia, las tres siempre tan entusiasmadas con todo lo que tenía que ver con magia.

Le era tan difícil el recordar eso, bellos momentos en esos casi dos años de convivencia. Ahora el rey, miraba de un lado a otro casi con desesperación, casi como deseando que todo fuese un mal sueño, se sentía como un león enjaulado con los sentimientos a flor de piel.

Recordó a su madre, a su padre, recordó a los niños, a tantos niños que había visto en su vida y el sentimiento de perdida tan gigante ante la ausencia de una madre. No podía alejar a Judal de su niño pero al alejarlos a ambos de sufrir un ataque de estado por los propios ciudadanos, estarían desprotegidos, no podía confiar en nadie en la tarea tan temeraria de cuidarlos sabiendo como era la actitud desaliñada y casi psicópata de su compañera. Su compañera ¿en serio era así?

Ella había accedido a dejar sus convicciones pero no dijo hasta cuando, ¿en verdad quería al niño o solo lo tendría para tener una pieza más en su juego enfermizo? Dudaba con todo, aún que tenía tanto poder en el mundo y el destino siempre fue como leer una hoja de papel con un cuento infantil dibujado en el, ahora, no sabía que debería elegir pues aún que lo correcto estaba ante el era tan complicado el decidir que aria para proteger a esa pequeña familia que había formado en un parpadeo de la vida, en un descuido del destino, en una mala jugada de aquello que se burlaba de el en su mente.

Mañana seria la reunión con todos los generales y un consejo apartado del pueblo con dos partidos de oposición siendo estos la de la mayoría sabiendo que el tercer grupo era solo una pequeña fracción de jóvenes que no habían vivido hacia tantos años en Partevia aquella masacre. Estaba nervioso, estaba angustiado, estaba asustado por el resultado pero como todo así debía de ser para preservar la paz de este lugar que tanto había luchado por obtener aun así que su corazón muriera en el proceso. Tenia una conviccion y no la iba a perder de vista. Aun si se trataba de su hijo y la mujer que amaba, era inevitable que su corazón se sintiera tan inquieto.

Quizás, solo quizás, si le hubiera dejado ir cuando la oportunidad se dio, si ella hubiera vuelto al Imperio Kou, este destino tan doloroso no les estaría consumiendo pero, ya no podía verla como un enemigo peligro el cual era necesario neutralizar aun que el patente peligro siguiera vigente, solo podía ver a una mujer, a una niña, a esa pequeña que encontró en un oasis y casi hacia que lo mataran con su dulzura e ingenuidad fingidas.

Por favor, digan me lo que les parece, estoy abierta a todo tipo de comentarios y sugerencias. Saludos y Gracias por leer.