Nota del autor: Hola, este es solo mi 2º fanfic. Al principio no tratará mucho de Bunny y compañía pero tras unos capítulos lo hará. La historia se centrará en un personaje nuevo. Cogeré alguna cosilla de la historia real, pero algo me inventaré. Espero que os guste.
Capitulo1: El símbolo dorado.
En la Capital del planeta Némesis era un día de festejos. La capital del reino no podía estar mas concurrida y a pesar de que no brillaba mucho el sol (para variar), las gentes del lugar estaban de acuerdo en que aquel era un hermoso día.
La razón era bien conocida. Aquel iba ser el día del nacimiento del tercer hijo del Príncipe Onix y su princesa consorte Cuartz. Mientras los médicos la atendían, el Príncipe no dejaba de pasearse a la entrada del cuarto, junto a él esperaban los Infantes Diamante y Zafiro.
Diamante estaba leyendo uno de los aburridos libros que le obligaban a leer, pues de muy pequeño debía prepararse bien para cuando ascendiera al trono. A sus 10 años conocía bastante de política y su porte era bastante majestuoso, al menos delante de otras personas. Por suerte su hermano Zafiro estaba ahí para distraerlo, pues a sus seis años no entendía muy bien lo que pasaba y simplemente jugaba con los juguetes que el mismo se había hecho. Era un genio inventando.
Finalmente el momento llegó y cuando la enfermera estaba limpiando al bebe se percató de la marca en su frente. Desde el día que la Neo Reina Serenity había purificado el planeta tierra con el cristal de plata, a los que se negaron a cambiar les salio la marca de la luna negra con los bordes invertidos y así había sido desde entonces. Orgullosos de seguir siendo ellos mismos se habían marchado de la Tierra instalándose en Némesis, el décimo planeta del sistema solar.
En cuanto le vio la marca casi se le cayó el niño al suelo de la sorpresa. En vez de la usual marca de la luna negra era otra la que adornaba su frente. Era una luna dorada con los vértices hacia arriba. Con manos temblorosas le acerco al niño a su madre rogando silenciosamente que no la culparan a ella de lo ocurrido.
En cuanto la Princesa vio la marca se quedo muda de asombro y horror. Acto seguido su marido entro por la puerta, pues supuso que había acabado al oír que el bebe ya no lloraba. Al acercarse y ver la marca se quedo petrificado.
Entonces el bebe abrió los ojos y no pudieron evitar sonreír extasiados. Ni siquiera el pelo de su sobrina Esmeralda tenía un verde como aquel. Había una luz en aquellos ojos que transmitía calma y felicidad a quien los miraba. Con lágrimas de felicidad en sus ojos se miraron los monarcas.
"¡Querido!"
"Lo se amor mío."
La enfermera también miraba aquellos ojos ensimismada.
"Lo llamaremos Crisoberilo"
En todos los hogares la televisión mostraba al recién nacido en brazos de su orgulloso padre. Y si bien se sorprendían al ver su marca, todos se tranquilizaban al ver sus brillantes ojos verdes.
