(¿Fuiste feliz?) Una pregunta que siempre me he hecho. Sin embargo, nunca iba dirigida a mi mismo, si no a mi mujer. Yo siempre fui feliz ha su lado. Al lado de la mujer que amaba. Hubo muchos problemas y también dificultades y lo superamos todo. Hasta que llego ese día…

(¿Lo odias? Odias a Jack, a Ozz el hombre que trajo la desesperación a tu vida) Claro que lo odio, lo odio con todo mi corazón. Y aún así, nunca pude decirle que no le quería.

Ese cuerpo tan frágil, que me miraba con ojos de cachorro. Buscaba refugio en mí, buscaba protección. La necesitaba, eso era lo único que pedía aquel niño. Amor, amor de verdad, un amor que su padre no pudo darle.

(Pero él no era un niño, era Jack. Un ser despreciable que acabo con la muerte de tu familia.) ¿Y qué si era así? Yo lo quería, acabe queriéndolo. Siempre fue como mi propio hijo, al igual que Ada o Gil. Ellos no compartirían lazos de sangre conmigo, pero se habían convertido en mi única familia.

(¿Tu familia? ¿Crees que puedes llamar familia a alguien como él?) Sí, Ozz es mi familia, siempre lo ha sido y lo será.

¿Yo fui muy feliz, sabes? Tuve todo lo que un hombre pudo necesitar. Ellos me lo dieron todo.

(Pero dudaste, dudaste en matarlo, porque lo odias.)

Claro que dude, yo nunca fui alguien fuerte. No fui una persona especial, no pude arriesgar mi vida por nadie. Era alguien despreciable, intentaba sonreír ante todo, siempre ocultando lo que realmente sentía. Nunca pensé en mi mujer, en mi hijo o en mi familia. Inconscientemente, siempre pensé en mi mismo. Claro que lo odio, porque él me mostró todo eso.

Me mostró que soy alguien despreciable y aún así, cuando me llamo tío Oscar y me sonrió…yo… me di cuenta de todo.

Por un instante quise cambiar, quise ayudar a ese niño. Quería darle todo lo que necesitaba, quería que me mostrase más.

¿Qué es la vida? ¿Para que estoy aquí aún? Él me dio esa respuesta. Yo estaba ahí para él. Nunca estuve obligado a hacerlo, a ayudarlo, a cuidarlo.

Mientras que los días pasaban, él me necesitaba más. Me quería a su lado. Yo podía notarlo.

(¿Nunca quisiste mandarlo todo al diablo?)

No, él me enseño a no huir. A enfrentar las cosas de frente. Por eso cuando desapareció estuve día y noche sin perder la esperanza, hasta encontrarlo.

Pero cuando lo vi, no seguía siendo tan indefenso como siempre, sus ojos no me seguían pidiendo ayuda, él ya había madurado. No era igual que antes, no me necesitaba. Entonces, Ozz me dedico una sonrisa, una de esas sonrisas que me alegraban el día. Me di cuenta de yo aún era necesario para él. Desde entonces, seguí ayudando a Ada. Como su tío, la quería muchísimo. Incluso, intenté ayudar a Gilbert todo lo que pude. Ese chico, me vio como su modelo a seguir.

En el último momento pensé que mi vida había merecido la pena, que nada había sido en vano. Porque yo no huí, decidí seguir adelante y luchar por lo que quería hasta el final.

Todo te lo debo a ti Ozz. Gracias por darme a alguien en quien confiar, por darme a alguien en quien apoyarme, por darme un sueño y esperanza, por enseñarme como es vivir. Gracias por haberme dado una segunda oportunidad.

Gracias por haberme dado una familia.

Para Oscar Vessalius, un hombre que amó y perdonó todo.

Hasta Pronto.

Bueno, siempre estuve pensando en escribir sobre este personaje. Importante e imprescindible en Pandora Hearts.

Hubo una amiga aquí en fanfiction que me dio muchos ánimos para escribirlo. Le tengo que agradecer a crackness. and .madness por animarme a escribirlo y aguantarme a diario.

¡Gracias por leerlo!