Nota de la autora: ¡Hola! Les traigo una nueva historia, la verdad es que siempre tuve esta idea en mente y me gustó mucho para desarrollarla. Es un Universo Alterno sobre lo que pudo haber pasado si no hubiera sido por la simulación y el ataque contra abnegación. Toma lugar un año después de la iniciación.
La historia no va a ser muy larga, si a caso tres capítulos, sin embargo no sé si continuaré con otra historia sobre lo que pasó un año antes.
Espero sus comentarios, aprecio mucho las ideas nuevas que me dan, trataré de contestar todo los que pueda :), espero que les guste, gracias por leer.
Los personajes no me pertenecen, son todos de Veronica Roth. Yo solo les doy una historia.
-¡Atención iniciados!-. dijo una voz con un megáfono en el centro del pozo. -Recuerden que no deben encariñarse, muéstrense fríos, algunos de ustedes dentro de poco no tendrá facción, y si no quieren herir los sentimientos de sus padres cuando regresen y se enteren de que no tienen facción, será mejor que los preparen mentalmente... Ah, y háganme el favor de ahorrarse los lloriqueos cuando se enteren de que sus padres no están aquí. Eso es todo-. ¿De quién más podría ser esa voz?
Eric.
La persona más fría dentro de todo el complejo.
Era el día que silenciosamente todos esperaban. Desde osadía hasta cordialidad: El día de la visita, sin embargo, nadie lo demostraba. Todos estaban emocionados, claro, pero no podían hacer público sus sentimientos.
"Facción antes que sangre."
El letrero gigante colgado en una de las paredes del pozo era un recordatorio para todos, lo colocaban todos años cuando el día tan esperado llegaba.
Los iniciados se mostraban nerviosos, Tris conocía muy bien ese sentimiento, la culpa y curiosidad sobre lo que pensarán sus padres sobre su decisión, pero más que nada, el nerviosismo de saber si tus padres te aman lo suficiente como para apoyarte incluso cuando los abandonas.
Había pasado un año desde el proceso de iniciación, por fin era una verdadera osada. Le habían ofrecido un departamento pero Tobias le pidió que se mudara con él, a lo que ella accedió sin dudarlo. Desde entonces vive con él, cada vez se enamoraban más si es que era posible, inclusive se hicieron tatuajes similares: Tris tenía un pequeño IV en su cadera, mientras que Tobias tenía un pequeño VI sobre su muñeca; también gracias a su puesto en la iniciación, consiguió un puesto junto a Tori en el salón de tatuajes, sin embargo, también tenía un trabajo de medio tiempo, y lo mejor es que era junto a Tobias: Entrenar iniciados. Al principio se sentía nerviosa, pero después se dio cuenta de que ella también podía ser muy intimidante...
Christina y Uriah eran instructores de los iniciados nacidos en osadía, mientras que Tris y Tobias tenían a los trasladados.
Una vez que se separaron, los trasladados se quedaron solos junto a sus instructores.
Ambos acordaron que sería una buena idea no comentar nada de su relación a los iniciados, pues querían evitarse algo de drama.
-¡Silencio!-. gritó Cuatro con su voz de instructor. Todos los iniciados lo miraron con temor. -La mayoría del tiempo trabajo en la sala de control, pero durante las próximas semanas seré su instructor-. dijo como exactamente lo había dicho un año atrás. -Me llamo Cuatro y ésta es Seis-. señaló con la cabeza a Tris. -Ambos seremos sus instructores...
-¿Cuatro y Seis?-. pregunta una chica de Verdad. -¿Ambos son números?
-Sí-. contesta Tobias fríamente.
-¿No es algo raro? ¿O es que todos son aquí son números?-. pregunta con una sonrisa burlona. Tris avanzó un poco hasta llegar frente a ella.
-¿Cómo te llamas?-. le pregunta Tris en tono cortante.
-Melissa-. contesta evidentemente ocultando su nerviosismo.
-Bien. Escucha trasladada, si hubiera querido escuchar a un montón de bocones de verdad me hubiera unido a su facción. Lo primero que aprenderás será a mantener tu boca cerrada ¿Entiendes?-. Le dijo Tris recordando las palabras que Cuatro le dijo a Christina el primer día en el complejo, sin embargo el tono de la rubia era frío, casi como el de Tobias.
La chica asintió sin ocultar su nerviosismo. Tris sonrió cínicamente y avanzó de nuevo junto a Tobias.
-Sí me siguen les mostraré el pozo-. siguió diciendo Cuatro, avanzaron hasta llegar al pozo y dejaron que los trasladados lo admiraran un poco, cuando nadie los veía, Tobias se acercó un poco a Tris y le susurró: -Me encanta cuando sacas tu lado feroz, es demasiado sexy.
Tris se sonrojó un poco y le sonrió.
-Gracias, lo aprendí de mi instructor-. le dijo con una sonrisa coqueta y guiñándole un ojo.
Las personas iban y venían, todo el mundo estaba en el Pozo y eso hacía que se viera más poblado de lo común.
-El próximo tren sale en diez minutos-. anunció una voz en el micrófono.
Al oír esto, muchas personas corrieron hacia el tren.
Este día era único y especialmente para visitas, la ventaja de Osadía es que el tren era únicamente para ellos -según el propósito original-, por lo que el tren no tiene paradas, solamente saltas cuando estas cerca de el complejo que deseas visitar.
Apenas eran las nueve de la mañana, por lo que Tris se dirigió al comedor. Ahora se sentaba junto a sus amigos iniciados y los de Tobias. Buscó con la mirada a Tobias y lo encontró sentado en una mesa junto a sus amigos, se sentó a lado de él y pudo observar que casi no había tocado su desayuno.
-Hey-. le dijo en forma de saludo.
-Hey-. le contestó él sin mucho ánimo.
Puede que la mayoría estuviera emocionada, pero Tobias no. Él no tenía una familia que se preocupara por él, pero tenía a Tris, ella ahora era su familia.
-¿Estás bien? Apenas haz tocado tu comida.
-Estoy bien-. contestó algo cortante, miró a Tris y vio que no bajaba su mirada. Una de las razones por las que la amaba, nunca se resignaba a perder en el juego de miradas, aunque él fuera algo intimidante. -Algo nervioso-. admitió, Tris sonrió satisfecha.
-¿Nevioso?, ¿Pero...?
-Tris tus padres vendrán-. le interrumpió bruscamente.
-Aún no lo sé, después de la última vez...
-No es una pregunta, es una afirmación-. le volvió a interrumpir.
-Demonios Cuatro, esa costumbre de interrumpirme me está volviendo loca-. La rubia soltó un suspiro de frustración y continuó. -¿Y qué si mis padres vienen? ¿A caso...?-. se quedo estática de pronto y supo el por qué de su nerviosismo. -Hey...-. sonrió gracias a su descubrimiento. -¿Le tienes miedo a mis padres?-. El chico la miró fijamente y después soltó una risa burlona.
-¿Yo? ¿A tus padres? ¡Por favor, Tris!
-¡Entonces qué demonios te sucede!-. le gritó más que irritada, logrando obtener algunas miradas de las demás mesas.
-Baja la voz querida, no queremos ser el centro de atención-. la regañó Marlene.
-Lo siento, Mar-. dijo más calmada. -Y tú-. señaló a Cuatro. -No quiero que me hables hasta que no me digas que te pasa, y cuando estés listo ya sabes donde encontrarme-. se levantó de la mesa y se dirigió al abismo.
-Ustedes dos aman ser el centro de atención, ¿cierto?-. dijo Shauna algo divertida, recordando lo que pasó hace tiempo.
-¿Crees que un abrazo sea demasiado?
-La verdad es que no me importa-. le contestó Tris mientras tomaba del cuello a Tobias y le plantaba un beso en los labios.
Estuvieron así unos minutos, besándose sin que nada les importara, hasta que un falso carraspeo los separó. Cuando voltearon, Christina los miraba con ojos acusadores y de brazos cruzados mientras que Will, que se encontraba a su lado tenía las cejas alzadas y la boca abierta formando una gran "o". Nadie lo podía creer, todo el comedor los observaba con una expresión similar a la de Will.
-¡¿Qué demonios significa esto, Tris?!-. el gritó de Christina retumbó por todo el comedor. No había una peor situación en este momento, todas las miradas estaban en ellos, que solo se encontraban nerviosos y sonrojados.
-Christina...- comenzó a decir segura de ella misma. -Llámame Seis-. dijo mientras le guiñaba un ojo. Tomó la mano de Tobias y salió del comedor evitando a todas las personas que los seguían con la mirada.
-Ni crean que se saldrán de esta-. masculló Christina.
Obviamente después de este escándalo, todo mundo se enteró de su relación, por lo que ya no había motivo alguno para esconderse, y bueno, después de esto también comenzaron algunas cosas lógicas: Peter diciéndole a Tris que solo logró entrar por acostarse con el instructor, Peter reclamándole a Tobias que utilizó el favoritismo, Uriah haciendo comentarios graciosos sobre ambos, Christina molesta porque no le contó sobre su relación con su instructor y para variar, le hizo la pregunta que más odiaba "¿A caso eso infirió en tu posición?" seguido de un "No Christina, ya te lo he dicho. Eric nunca lo hubiera permitido."
Cuatro se sentía mal por haber hecho enojar a Tris, pero no quería darle la razón, no quería que se enterara de que tenía miedo de no agradarle a sus padres, pues la última vez no fue muy amable con su madre.
Suspiró y se despidió de sus amigos, atravesando la misma puerta por la que cruzó su novia. "...cuando estés listo ya sabes donde encontrarme." Pensó un poco en las últimas palabras que le dijo y lo recordó: El abismo. Ahí había sido el lugar en el que conoció a la madre de Tris. Caminó por todo el pozo hasta llegar al abismo y ahí la vio, tan hermosa como siempre, se encontraba apoyada en el barandal con el ceño fruncido, probablemente gracias a él, tragó saliva con dificultad, esto le ponía de nervios.
-Tris-. susurró caminando hacia ella, pero la chica ni siquiera lo miró.
-¿Qué quieres, Tobias?-. le preguntó sin siquiera mirarlo, pues reconocería esa voz donde fuera.
-Lo siento-. se disculpó. -Tenías razón, estoy nerviosos por... tus padres-. admitió cabizbajo.
-Tobias, solo tenías que decirlo-. le dijo Tris mirándolo tiernamente.
-No, no lo entiendes-. dijo negando levemente con la cabeza. -No sé si tus padres me vayan a aprobar, ya sabes... eres su niña, y, y... la última vez no le dí una buena impresión a tu madre, creo que no les voy a agradar y todo esto me tiene muy estresado, porque yo solo quiero compartir conmigo el resto de mi vida y me gustaría que tus padres aprobaran nues...-. Tris lo cortó dándole un beso en los labios. -¿Debería de aprender de ti, cierto? Interrumpirte con besos y no con palabras-. bromeo recordando lo que había pasado en el comedor, la rubia río un poco.
-Te amo, Cuatro.
-Yo también te amo, Seis.
Estuvieron un rato así, solamente viéndose a los ojos, las palabras no hacían falta.
-Por más que odie decir esto, creo que debemos irnos, tus padres llegaran en cualquier momento...-. La rubia apenas iba a replicar pero como si su novio le leyera el pensamiento continuó. -Si vendrán Tris, y lo sabes-. la chica suspiró resignada y se fue por el mismo lugar por el que llegó.
-¿No vienes?-. le preguntó a Tobias, que sólo la admiraba.
-Claro-. contestó saliendo de su trance.
-¡Beatrice!-. gritó una voz a lo lejos mientras alzaba su mano, queriendo saludar.
-Oh Dios-. dijo algo nerviosa. -Son mis padres, ¿Cómo luzco?-. es obvio que Tris se encontraba nerviosa, pues sus padres ahora sí que no la reconocerían.
Había cambiado mucho desde que su madre la visitó por última vez, ahora si tenía un cuerpo espectacular y lleno de músculo, su cabello rubio había crecido más de lo que se le era permitido en abnegación, tenía unos cuantos tatuajes más y dos perforaciones en una de sus orejas. Además, claro, de un poco de maquillaje. Cortesía de Christina.
-Hey, tranquila-. comenzó a tranquilizarla Tobias. -Son tus padres, te aceptaran tal cuál eres. Y para que lo sepas, luces hermosa, igual que siempre-. le dio un beso en la frente y la tomó de la mano. -Vamos-. Se dirigieron hacia el lugar en el que se encontraban sus padres.
-¡Mamá! ¡Papá!-. Beatrice se encontraba sorprendida, pues no solamente su madre había venido, sino que también su padre. Sólo falta Caleb, pensó con tristeza. -¡No puedo creer que estén aquí!-. exclamó al verlos y los abrazo.
-Esto es de locos-. murmuró su papá, Natalie lo codeó discretamente.
-¡Mírate cariño, estás tan...!-. se quedo callada para analizarla de pies a cabeza con una sonrisa.
-¿Diferente?-. completó Tris algo preocupada.
-...Osada-. terminó de decir su madre con la misma sonrisa.
-¿Cómo te ha ido, Beatrice?-. preguntó su padre, hablando por primera vez.
-Muy bien, papá-. claramente se notaba la tensión. -De hecho es Tris, nadie me llama Beatrice.
Andrew frunció el seño.
-Pero tu nombre es Beatrice-. le replicó algo molesto. -No puedes simplemente cambiarte el nombre, tu madre y yo tardamos en decidirlo...
-¡Andrew!-. chilló Natalie escandalizada con las mejillas sonrosadas debido a la escena que estaba haciendo su marido. -Disculpa a tu padre cariño, está algo... delicado, aún no se acostumbra a todo esto-. Natalie dirigió a su mirada al chico que estaba atrás de Beatrice, quién no se ha movido desde que Tris los abrazó. Recordó que era el instructor que su hija le presentó hace un año. -Hola-. saludó la madre de la rubia. -¿Cuatro, verdad?
-Así es. Buenos días señora Prior-. saludó Tobias ofreciéndole la mano, pero recordó que los estirados no saludan, así que estaba apunto de retirar su mano, cuando Natalie la estrechó.
-Dime Natalie querido-. el padre de Tris carraspeo un poco. -Oh, Andrew querido, éste es Cuatro, el instructor de Tris-. Tanto Tris como Cuatro se tensaron un poco, no sabían como dar la noticia.
-Mmm-. dijo incómodamente la chica. -De hecho, ya no es mi instructor.
-Oh claro, lo había olvidado-. se disculpó apenada.
-Mamá, papá-. comenzó a decir Beatrice tratando de lucir lo menos nerviosa posible. -Él es Cuatro y es mi...
-Soy su novio-. concluyó Tobias tomándole la mano nuevamente. Tris lo miró con agradecimiento y él solo le dedico una sonrisa.
Tanto Andrew como Natalie miraron asombrados a Tobias y luego a Tris, y después a sus manos entrelazadas, Natalie volvió a sonreír.
-Vaya-. se limitó a decir su madre. -Eso es... ¡Genial!, ambos se ven muy bien juntos-. Tobias y Tris sonrieron algo sonrojados, felices de que por lo menos su madre se alegraba por ellos.
-Sé que tiene una mala impresión de mí por la última visita, Natalie, y quiero disculparme por ello.
-Tranquilo, Cuatro. No hay nada de que preocuparse. Pasado pisado.
Andrew gruñó un poco inspeccionando al chico que se hacía llamar por el novio de su hija. No estaba bien hacer preguntas en abnegación y siempre seguía las reglas, pero esta vez tenía que hacer una excepción. Después de todo, esto era osadía.
-Así que... Cuatro-. comenzó a decir Andrew. -¿Cuánto tiempo llevan juntos?
-Un poco más de un año-. contestó con toda la seriedad posible. Andrew asintió levemente para después dirigirse a Beatrice. -Caleb ha dicho que nos iba alcanza aquí, espero que no te moleste.
-¿Caleb va a venir?-. preguntó sorprendida, hacía mucho que no veía a su hermano mayor.
-Nos lo ha dicho esta mañana-. asintió Natalie.
-Vale, entonces, ¿que quieren hacer?-. Tanto Natalie como Andrew se encogieron de hombros.
-Cariño, es su día, ustedes nos van a guiar-. le dijo mientras la tomaba de las manos.
-Bueno, he preparado un pequeño almuerzo, podemos desayunar en nuestro departamento si así lo quieren.
-Claro cielo, vamos.
Tobias y Tris guiaron a los padres de la chica a su departamento, el camino fue silencioso, un poco incómodo puesto que se notaba la tensión.
-Alto-. se paró bruscamente el señor Prior. -¿Viven juntos?-. preguntó alzando una ceja. Tobias respiró un poco nervioso.
-Ah si, bueno es que, yo se lo sugerí a Tris el año pasado y...
-¿No es algo apresurado?
-No-. contestó fríamente Tris. -Es una decisión que tomamos juntos.
-¡Pero tienes diecisiete años!, y... ¿Qué edad tienes?
-Diecinueve, señor-. contestó Tobias con toda la tranquilidad posible.
-¡Diecinueve años, Beatrice!-. dijo exasperado. -Es mayor que tú.
Tris, que hasta ahorita estaba tratando de meter la llave en la cerradura de su departamento, por fin logró abrir la chapa, su cara se tornó colorada al oír lo que decía su padre.
-¡¿Y qué?!-. le gritó con coraje. -Papá, te amo, pero también amo a Cuatro y no voy a dejar de salir con él solo por qué tu lo digas.
-Soy tu padre Beatrice-. le advirtió severamente.
-Facción antes que sangre, ¿lo olvidas?-. Se quedaron así unos segundos, nadie dijo nada. Solamente se veían sin dignarse a retirar la mirada.
Era una situación muy incómoda.
-Tranquilízate cariño-. le susurró en el oído Tobias. -Adelante-. les indicó para que pasaran a su departamento. Tris respiró un par de veces y después dejó que Tobias la guiara hacia la habitación principal.
Tanto Tris como Tobias, sabían lo que les esperaba, un interrogatorio sobre su relación seguido de preguntas sobre el complejo.
Tobias se sentía nervioso, sabía que el padre de su novia no tardaría en preguntar sobre su pasado, presente y futuro, pero sabía que tenía que vencer ese miedo, haría todo lo que fuera posible por agradarle a los padres de Beatrice, así sea lo último que haga. El chico no solamente estaba nervioso por los padres de Tris, sino que más que nada necesitaba obtener una buena impresión con su padre para el final del día, pues lo que nadie sabía es que el ya tenía pensado proponerle matrimonio a la rubia, quería una vida junto a ella y estaba seguro de eso, no es que se lo pediría ese mismo día, pues quería que fuera algo especial el íntimo, pero le quería comentar en secreto a su padre si estaba de acuerdo con eso.
Y nadie podría cambiar su decisión, pues cuando Tobias se propone algo...
Lo cumple y nada puede evitarlo.
Bueno, para los que no me conocen, me llamo Daniella, pueden llamarme por mi nombre completo o Dani, la verdad no me molesta. Me encanta leer, escribir, tomar fotos y bailar. Mis libros favoritos son los de Harry Potter, The hunger games y Divergent. (justo en orden como los leí), me gusta mucho platicar y conocer gente nueva, por lo que pueden hablarme de lo que sea y siempre trataré de ayudarles.
Por favor dejen sus reviews sobre cómo les pareció, aprecio mucho todos y cada uno de ellos y los tomo mucho en cuenta.
Muchas gracias por leer, besos.
