Yo te protegeré
POV Munakata
Ahí estaba el, Mikoto Suoh, encerrado en mis instalaciones; lejos de los suyos, de sus fieles subordinados… pero a salvo del trágico final que le esperaba de seguir usando su poder como lo venía haciendo hasta ahora… o al menos eso era lo que yo quería creer.
De seguro todos, en especial los de HOMRA, deben creer que disfruto de tenerlo encerrado, que considero a Mikoto como un trofeo de guerra; la muestra de que el Scepter 4 es superior a HOMRA. No podrían estar más equivocados.
La única razón para retenerlo aquí no es demostrar mi superioridad, sino detenerlo antes de que sea demasiado tarde, antes de que su nivel de Weismann llegara a su límite y su espada de Damocles terminara por caer, destruyendo todo a su paso, incluido al mismo Mikoto… simplemente no podía permitir que aquello ocurriera.
Pero… ¿por qué evitar que aquello sucediera? Ante los ojos del mundo, la razón que tenía era muy simple: evitar una nueva tragedia como la que formo el cráter de Kagutsu. Sin embargo, había una razón más, una razón oculta para los ojos del mundo, incluso de mis más leales subordinados… y esa razón eran mis sentimientos por Mikoto Suoh.
Durante mucho tiempo me negué a esos sentimientos, no era apropiado para mi posición como Rey y líder del Scepter 4 amar al que por azares del destino termino siendo mi eterno rival; pero era algo que no podía evitar. Por ello, cuando tome consciencia del peligro que le acechaba, solo se me ocurrió este método para evitar su cruel destino sin manifestar abiertamente mis sentimientos hacia Mikoto.
Y así fue como terminamos de esta manera, conmigo parado delante de él, tratándolo con frialdad y dureza como debía ser, advirtiéndole que debía dejar su puesto de rey rojo cuanto antes para evitar problemas o de lo contrario tendría que matarlo… mientras por dentro solo quería evitar que precisamente lo último ocurriera, quería salvar a Mikoto, estar pendiente de el todo el tiempo como el mismo me lo sugirió… lástima que no pudiera ser así.
Aun así, había algo que si podía hacer, algo que me jure a mí mismo mientras salía de aquella celda, luego de intentar en vano convencer a Mikoto de detener todo esto y terminar solo soltándole palabras llenas de frialdad y aparente indiferencia. Lo protegería, haría todo lo que estuviera a mi alcance para evitar que su poder terminara por consumirlo y acabara con su vida, aun cuando para lograrlo me ganara su odio y el de todos sus hombres.
"Yo te protegeré, Mikoto" me dije a mi mismo antes de salir finalmente de ahí y seguir con mis demás deberes como rey, tal y como debía ser.
