Hola, espero que les guste. Un beso y dejen sus comentarios.
Disclaimer: Los personajes son propiedad de Laura Gallego.
Victoria miró por la ventana el pequeño jardín que se extendía. Era una casa bonita, blanca y llena de ventanales. Era un sitio donde estaban seguros. La Tierra lo era. Jack había trabajado duro, ella también. Cristian por otro lado venía y se iba a su antojo. Pero siempre estaba con Victoria. Con Victoria y con ella. Su hija. Eva. Se sentía orgullosa de su hija y de él. Se había portado muy bien durante estos once años. No le había faltado nada en la educación de su hija. Por otro lado estaba Erik, este llevaba el mismo estilo de vida que Eva, Victoria y Jack. Se sentía importante cada vez que hacía algo que pudiera ayudarlos, como sacar la basura. A veces no era así. Eso pasaba cuando ponían sus dibujos preferidos o decía que tenía cosas más importantes que hacer. Eva era locura por Jack, lo miraba como si fuera su padre; en cambio Erik no le tenía mucho afecto a Cristian, aunque sabía que debía de portarse bien.
Una vez, no muchos años atrás, Cristian vino de visita sorpresa. Victoria lo saludó dando un gran salto y lanzándose a sus brazos y besándole con pasión, Eva también saltó a sus brazos, Jack se levantó y lo saludó. Le preguntó que tal iba todo por… por Idún. Cristian siempre respondía lo mismo. En cambio Erik se quedó plantado mirando fijamente a Cristian.
-Erik, ve a saludar a Cristian.-dijo Jack.
-Si Erik.-dijo Victoria.
Erik gruño, pero no por lo bajo. Gruño enseñando todo los dientes, como si de una bestia se tratase.
-Te odio.-le dijo abiertamente a Cristian, pero pudo ver que su madre lloraba y eso fue algo que no pudo soportar.
Salió corriendo a su habitación, cada vez que Cristian venía intentaba poner buena cara por su madre. Erik tenía la sensación que algo no marchaba bien, como si estuvieran en peligro. Se lo había dicho a su padre, a Jack, pero le dijo que en la Tierra, en su casa, no corrían ningún peligro y Erik lo creyó.
