Nadaba tranquilamente con los delfines, era una de las pocas cosas que merecía la pena en su vida. Quería a su padre, pero él adoraba a su moto y aunque cuidara de ella no le prestaba suficiente atención.
Decidió ir a Mako, había luna llena pero todavía era de día así que estaría segura. Buceó un poco más y salió a la superficie apoyándose en la roca.
Oyó una risa y se puso en alerta inconscientemente. Todo lo que vio fue a un chico un poco más alto que ella y con rostro sorprendido mirándola.
- No sabía que existierais de verdad - dijo.
- Pues ahora ya lo sabes - lo miró desafiante. No tenía sentido fingir algo que no era, sólo empeoraría las cosas.
- Tranquila, no se lo diré a nadie - dudó unos segundos, pero continuó hablando. - Me llamo Zane - se presentó estrechando su mano.
- Rikki - contestó imitando su gesto.
La chica sonrió. No es que fuera una ingenua y confiara en el primer chico que veía, pero presentía que Zane era diferente al resto.
- ¿Te vienes a nadar? - preguntó mientras se movía ligeramente en el agua.
- No he traído bañador -
- Lástima - dijo mientras se alejaba de la isla.
Mientras tanto dos chicas discutían sobre qué hacer esta noche en el Juicenet, la morena había ido expresamente a expresar sus dudas, pero la rubia tenía confianza por las dos.
- Em, esto de ser… - miró alrededor para que no la escucharan y volvió a mirar a su amiga - ya sabes… sirenas, no lo llevo muy bien… - protestó mientras Emma preparaba un zumo para una mesa.
- Cleo, no pasará nada. Además esta luna llena no nos quitará los poderes sólo es una normal, si por casualidad vamos a Mako sólo recuperaremos la cordura por el día y ya está - explicó para luego servir el zumo y volver con ella.
- Ya, pero no me refería a eso Emma, es… todo - Emma se giró para verla mientras continuaba hablando - yo no pedí ser sirena, no puedo acostumbrarme a algo que me sigue dando miedo, no quiero vivir así - contestó mientras se iba de Juicenet, Emma la miró un poco preocupada pero no podía abandonar su puesto de trabajo, ya hablaría con ella más tarde.
Cleo pensaba en lo que acababa de decir. Lo único que quería es dejar de ser sirena, casi no había pisado el agua desde lo sucedido, sabía que tendría que enfrentarse a ella tarde o temprano pero prefería posponerlo.
- ¡Cleo! -
Se giró a ver quién la había llamado encontrándose con su amigo Lewis.
- Hola, Lewis - saludó con una sonrisa.
- Verás, he estado haciendo unos cálculos… y según ellos tenéis que tener cuidado esta noche - comentó mientras empezaba a andar con ella.
- Creía que esta noche sería una luna llena normal -
- Estábamos equivocados, estaba equivocado. Esta luna llena… si puede hacer que perdáis vuestros poderes y vuestras colas.
Cleo pensó unos segundos en la información que acababa de decir Lewis, puede que después de todo podría dejar de ser una sirena y lograr ser normal como antes.
No dijo nada, preferí guardárselo para sí misma. Si decía algo, Lewis y Emma la detendrían y no podría ir a la isla.
En otra parte Rikki se había transformado de nuevo en humana, de esa forma tenía el cabello castaño. Se había teñido mucho antes de ser sirena y ahora le servía para que no la reconocieran. También tenía un colgante con forma de media luna que lo había comprado cuando recién se mudó aquí.
El cabello lo llevaba recogido en dos trenzas, diferente a cuando era sirena. Entonces lo llevaba suelto.
Tropezó con alguien y vio al chico con el que se encontró en el estanque, Zane se llamaba.
- Ten más cuidado, ¿quieres? - protestó.
- ¿Yo? mira por dónde caminas, novata - contestó él en el mismo tono. Desde luego su impresión era muy diferente ahora, pero no lo podía juzgar. - Desde luego no sabes con quién hablas, soy Zane Bennett.
- Como si eres superman, aparta de mi camino, ¡me estorbas! - gritó mientras seguía su camino sin mirar atrás. Sentía la mirada de Zane clavada en ella, pero no le importaba.
Ya de noche, Cleo había tomado su decisión aunque la inundaban las dudas de última hora.
Caminó un poco hasta llegar al Juicenet y de ahí se tiró al agua para ir hasta Mako, pero antes salió a la superficie a tomar el aire. No es lo que lo necesitara, pero su misma inseguridad le provocaba eso.
Una luz de linterna se enfocó sobre ella, miró asustada donde provenía cuando una voz femenina empezó a gritar.
- ¡Sirena! ¡sirena! - gritaba mientras cada vez venía más gente. Algunos se sorprendían, otros se asustaban. Incluso hubo otros que querían grabar y tomar fotografías.
Cleo estaba paralizada del miedo y no podía pensar con claridad.
- ¿Qué pasa? - preguntó alguien que se acercó a la multitud.
- Hay una sirena en el agua - contestó otra voz.
Rikki apartó a algunas personas mirando nerviosa a la chica que estaba en el agua, mientras ésta le devolvía la mirada más asustada aún.
Notas de autora: Hola! como habrán comprobado es una historia un poco diferente a la de la serie pero espero que les guste igual.
Si tienen alguna pregunta puedan dejarla en los reviews, saludos!
