Hola ^^.
Bien, la verdad que no le veo el sentido a esto, pero estoy segura que ustedes si lo harán...creo :D
Es un regalito para Mic ?). Sí, me adelanté por navidad.
Disclaimer:
Los personajes de Inuyasha no me pertenecen (¬¬), son de Rumiko Takahashi.
Difficult
¿Era demasiado pedir que Inuyasha le diera un maldito beso?.
En unos días sería su esposa y desde que volvió al Sengoku, hace aproximadamente un mes, no había pasado nada entre los dos.
NADA.
Apenas y le dijo un "Te extrañé" para luego darle un fuerte abrazo que casi le quita todo el aire. Y no es que no le gustara estar entre sus fornidos brazos, es sólo que ya no era suficiente. Quería más que eso y unas cuantas lindas palabras, pero es muy díficil de pedir cuando tienes de novio y futuro esposo a un rudo y para nada detallista hanyô.
Ella no quería que cambiara, claro que no, sólo que fuera un poco más...atento con ella?. Sí, eso.
ODIABA que todo sea igual a como era antes, excepto que ya no había un loco psicópata obsesionado con dominar al mundo.
Eso es una de las tantas cosas buenas que podía destacar de su regreso al Sengoku.
Se acomodó en el futón, apoyándose sobre sus rodillas, meditando se pedirle o no un beso. O sólo dárselo y ya.
Ni siquiera cuando Inuyasha le pidió matrimonio, pudo sentir sus labios. Por supuesto que esto la tomó por sorpresa y hasta le dieron ganas de mandarlo a comer tierra, pero no iba a arruinar el momento. Se tuvo que quedar con las ganas de desquitarse.
Lo sintió venir por el bosque, con toda agilidad y rapidez.
Decidida, se levantó del futón y corrió a la entrada de la cabaña donde se encontró con él.
-Inuyasha, tengo que...-no pudo terminar.
Los labios del hanyô se habían pegado bruscamente a los de ella, tomándola por sorpresa.
Bien, le ahorraría las quejas.
No desaprovechó la situación. Enroscó sus brazos en el cuello masculino, haciendo más profundo el beso y queriendo juntar sus cuerpos, sin dejar algún espacio entre ellos.
Inuyasha llevó su mano a la cintura de la joven para ayudarla, apretando ligeramente el lugar, evitando lastimarla con las filosas garras.
Por desgracia, la necesidad de respirar pudo con ella y tuvo que alejarse de él.
Lo primero que vió fue la sonrisa burlona y arrogante de Inuyasha producto de que Kagome aún tenía la expresión de sorpresa en su rostro y sus mejillas sonrojadas, dándole un aspecto adorable y apetecible.
-¿Querías decirme algo?-preguntó con la voz muy ronca, a la vez que sus ojos comenzaban a oscurecerse poco a poco.
-Pues yo...yo-balbuceó.
-Tonta y distraída-susurró sin quitar su sonrisa.
Antes de que Kagome intentara protestar por lo dicho, Inuyasha la empujó contra la pared y volvió a devorar sus labios por segunda vez.
Había dos cosas de las que Kagome estaba segura:
1. La noche sería larga
2. Necesitaría un nuevo traje de sacerdotisa, pues ciertas "garritas" destrozaron el primero.
FIN
¡Dejen reviews! ^^
