Sus labios saben a miel, son los mejores que me han besado jamás e incluso mucho mejor que los de Mako. Estos siguen besándome al son de una música que sólo Amón y yo podemos interpretar.
Sientan tan bien que nunca me separaría de ellos, sin embargo no puede ser así, ya que nuestro amor es un fruto prohibido. Yo soy el avatar y él es el líder de los Igualistas de Ciudad República, cosa que nos convierte en enemigos.
Me separó de sus labios y se vuelve a poner su máscara. Ha llegado el momento que volvamos a ser los enemigos que tenemos que ser y él se va seguir con su rebelión y yo a intentarla pararla.
Ojalá todo fuera diferente y pudiera estar con mi amor, sin escondernos, sin ser enemigos de cara a la gente y mucho menos sin ser el avatar y el líder de los Igualitarios que tienes que parar.
Me gustaría que solo fuéramos Korra y Noatak y no la Avatar y Amón.
