Bueno, este es un MALEC que tiene un protagonista muy especial, aviso de que este protagonista puede contener spoilers de lo que sucede cuando la saga acaba =)
VA A SER COMO SU PADRE
Magnus había salido de compras con Max aprovechando que Alec había ido a matar demonios. Vistió al niño con las aburridas ropas que su marido le había comprado, lo metió en el carrito y se fueron al centro comercial más cercano.
Entraron en una tienda y los ojos del brujo se iban detrás de las lentejuelas y brillantinas que llenaban todo el espacio mientras Max se divertía mordiéndose un puño. Magnus miraba todo en busca de algo para su niño cuando una amable dependienta se acercó a él y le preguntó si necesitaba ayuda.
Cuatro horas después, Magnus salía del centro comercial lleno de bolsas y con la sensación de que todo era maravilloso. Una vez en casa dejó todo en el salón, sacó a Max del carrito, le devolvió su tono azulado y lo preparó para su baño diario.
Mientras padre e hijo se bañaban, la puerta de la casa se abrió.
—¡Buenas noches! —Gritó Alec.
—¡Hola! —Respondió Magnus, Max chapurreó algo y Magnus le revolvió el pelo. Mientras le hacía una pedorreta, entró Alec en el baño y miró a Magnus con cara de reprobación, que él ignoró deliberadamente.
—Magnus, ¿se puede saber qué son todas esas bolsas que hay en el salón?
—¿Eso? No es nada, simplemente creo que nuestro hijo necesitaba un cambio de vestuario — respondió el aludido con desinterés. —Ten, sujeta a Max — le dijo mientras le tendía al niño. Alec cogió la toalla con canguros de Max y lo envolvió con ella.
Magnus se incorporó y salió enrollándose una toalla en la cintura. Alec apartó la vista de Max para mirar a Magnus, que le guiñó un ojo mientras le daba un beso.
Ya secos, los tres fueron al salón, en donde Magnus comenzó a enseñar a Alec todo lo que había comprado.
—Pero mira que gorro…¡Y lo tenemos los tres a juego! —exclamó el brujo sacando tres gorros idénticos con un reno hecho de lentejuelas. Alec arrugó la nariz y Magnus comenzó a hacer pucheritos —¡Oh, Alec, no seas soso! Si a Max le encanta.
—Max canta — repitió el niño, a quien le brillaban los ojos, mientras alzaba los bracitos hacia su padre.
—Magnus…nuestro hijo ya llama suficiente la atención, no necesita que le pongas tanta purpurina.
—Max canta — dijo el niño de nuevo con un tono ligeramente enfadado mientras se llevaba el gorro a la boca.
—No, Max, eso no se muerde — le respondió Alec quitándole el gorro de la boca. El niño se iba a poner a llorar, pero antes de que eso pasase Magnus le dio el chupete.
La discusión entre Magnus y Alec todavía duró un rato más, hasta que al final el cazador se rindió, ya que sabía que cualquier discusión con Magnus sobre ropa no tenía futuro.
Mientras Magnus preparaba la cena, Alec iba a acostar a Max. Mirando de nuevo la ropa que Magnus le había comprado, descubrió un pijama de cuerpo entero que se asemejaba a un osito. Al verlo, Alec dejó escapar una sonrisa y se lo puso a Max, que parecía encantado con su pijama nuevo.
—Max canta —dijo el niño babeando el chupete y medio dormido mientras Alec lo arropaba.
—Sí, a Max le encanta — repitió su padre mientras le daba un beso en la frente.
Fuera de la habitación, Alec suspiró. Antes o después iba a tener que aceptar que su hijo parecía haber adoptado el mismo gusto por la ropa que su padre.
Espero que os haya gustado ^^
Espero vuestros comentarios y hasta la próxima :)
MK!
