Disclamer: Los siguientes personajes no son de mi creación, yo solo juego un ratito con ellos.

"Una Simple Mirada"

No sabía si era lo blanco de su piel o si eran sus largas manos y sus delicados dedos, tal vez era esa manera de contestarle, tal vez eran esos ojos color chocolate o su cabello castaño revoloteando en su cara cada vez que ella estudiaba.

¿Y si fueran ésas y más cosas las que le habían atraído hacia ella? Él no lo sabía, ni tampoco sabía en qué momento se había enamorado de ella, de su amiga Hermione Jean Granger.

Todo esto era lo que él pensaba siempre que la veía y ese momento no era diferente. En la sala común de Gryffindor se encontraban ellos dos solos; Hermione se habría ofrecido a ayudarlo en el trabajo de Pociones y él, como siempre, no podía decirle que no porque si no suspendería. Y ahí estaba él, admirando la belleza de Hermione, ella se encontraba tumbada en el sofá al lado de la chimenea con un cuaderno entre las manos y con una cara pensativa. Él no podía dejar de mirarla, no quería perderse nada de lo que ella decía o hacía porque ésa era la única de forma de estar junto a ella.

Ella no podía concentrarse, ¿por qué cada vez que estaba cerca de Ron no podía hacer las cosas tranquilamente? ¿Esto pasaba ahora o desde siempre? Hermione tenía, desde hace unos años, unos nuevos sentimientos hacia ese pelirrojo cabezota. Ron ya había dejado a la cabeza hueca de Lavender y al saber eso había sentido una gran felicidad en su interior. ¿Por qué le pasaba eso con él, con su amigo Ronald Bilius Weasley? La respuesta ya la sabía aunque hace un tiempo no quisiera reconocerla. Se había enamorado de él.

"¿Qué estaría pensando ella en este momento?" Se preguntaba Ron. Porque concentrada en el trabajo no lo estaba, "¿estará pensando en mí? ¡No! Imposible. Alguien como ella, guapa, lista e inteligente, preciosa… Hermione nunca se fijaría en mi" Se dijo.

Hermione notó que unos hermosos ojos azules estaban posados sobre ella. No pudo más y lo miró. Se perdió en ese cielo que eran los ojos de ese pelirrojo.

- Siéntate conmigo. - Susurró Hermione.

Ron se sentó al lado de ella sin dejar de mirarse. Poco a poco se acercaban, ¿este será el primer beso que se darían? Se preguntaban los dos. Sólo estaban a unos escasos centímetros… Pero eso no fue posible porque en ese momento oyeron dos risas muy familiares y se separaron cada uno a un lado del sofá. Entraron en la sala común Harry junto Ginny y vieron a sus amigos rojos como el cabello de los Weasley. Ginny le dijo a Hermione que se fuera con ella y ésta aceptó, con un leve saludo a Harry y una mirada a Ron se marchó escaleras arriba detrás de Ginny.

Ron dio un gran suspiro, miró a Harry y le dijo enfadado:

- ¿Es que tú y la enana entrometida no podían haber esperado diez segundos más?

Sólo oyó la risa de Harry por las escaleras.

Ahora Ron y Hermione sabían que tal vez aquello llegaría a más algún día pero hasta entonces tendrían el recuerdo de una simple mirada.