Visión
¡Bella, apúrate!- chille impaciente, mientras esperaba en sala, de la gran casa blanca, "la casa Cullen".
Alice, ¿tenemos que ir de compras ahora?- dijo esto mientras bajaba las escaleras, haciendo uso de su nueva velocidad vampírica.
Si- respondí- ya sabes que me gusta estar a la moda.
Eso lo sé Alice. Pero lo que no entiendo es, ¿Por qué yo tengo que ir de compras contigo?- hizo un cara de evidente disgusto.
Tonta Bella, pensé, si tan solo supieras que tu amado esposo fue el que me pido que te llevara conmigo.
Tú vendrás conmigo, porque, hace más de dos semanas que no compras ropa nueva y sabes que no dejare que nadie de mi familia no esté actualizado en cuanto a moda.- le tome del brazo y la lleve hasta la entrada de la casa.
Entonces vi que Edward bajaba las escaleras.
¡Ayúdame con Bella!- le grite mentalmente.
Me dedico una mirada, y se paro justo enfrente de Bella, y como cuando era humana, quedo completamente aturdida.
Cariño- comenzó a decir mi hermano- debes ir de compras con Alice, te hará bien salir.
Vamos Bella, acompáñame, no quiero ir sola- hice la cara más triste que pude- tu sabes bien que Rosalie no volverá de su viaje con Emmett en por lo menos una semana y Esme, esta cazando con Carlisle y Jasper- hice una pausa para pensar en algo que la convenciera- y tu eres mi hermana, por favor.- mire fijamente los ojos de Bella.
Está bien Alice, iré- me dedico un sonrisa y se volteo para mirar a su esposo- Te amo Edward.
Realmente se habían vuelto inseparables, a veces era algo que molesto, porque Bella no quería salir si Edward no venia y viceversa. Pero en realidad era algo lindo, en cierto modo, ellos se aman tanto que no pueden estar mucho tiempo separado. Yo por mi lado, claro que me sentía mal cuando no se encontraba mi rubio de cabellos alocados a mi lado, pero también sabía que cada quien tiene sus cosas que hacer y que no siempre lo podre tener a aquí atado a mí. Además esto de las compras eran algo mas "para chicas", aunque Jasper me aseguraba que lo de disgustaba para nada acompañarme.
Sera mejor que ya se vayan- dijo Edward suavemente, devolviéndome a la realidad- diviértanse.
Cuidare bien de Bella- dije sinceramente.
Alice, no soy un bebé- protesto mi hermana.
Sonreí, la tome de la mano y la lleve directo al garaje, nos subimos a mi auto, por supuesto que yo iba conduciendo, ese auto era como mi hijo, simplemente me encantaba.
El silencio reino casi todo el camino hacia Seattle, me estaba aburriendo, así que decidí romperlo hablando:
Vaya, supongo que ya no soy divertida- suspire.
¿Por qué dices eso?- pregunto Bella.
Ya no quieres salir conmigo nunca- dije esto con un tono de tristeza.
Vamos Alice, no seas tonta- me miro por un segundo y se giro para mirar por la ventana del auto- eso solo que… yo.
¿Tu? ¿Qué? – Dije preocupada- ¿qué pasa Bells?
No me gusta estar tan lejos de Edward- dijo avergonzada- no me gusta, odio estar sin él, Alice, el es mi vida entera.
Eso lo sé Bella, pero debes entender que a veces el necesitara su espacio- dije con el tono más suave que pude- y además, tú tienes que divertirte.
Bella seguía mirando la llovía por la ventana del auto, esa escena me partía el corazón. No sabía que decirle para hacerla sentir mejor.
Alice- dijo mi hermana.
¿Sí?- Respondí.
Cuando tú no estás con Jasper- vi que intentaba ordenar sus ideas para continuar hablando- ¿que sientes?
Bueno, yo- no sabía que decirle ¿cómo decirle que cuando no estaba con mi hermoso vampiro de cabellos rubios me sentía tan mal, tan indefensa? ¿Eso la haría sentir peor, no?- yo, me siento mal, pero aun así se que no estaré separada de el por mucho tiempo, no sé Bella…- sonreí para intentar calmarla.
Ella tomo mi mano y la apretó suavemente.
Lo siento, no quería hacerte sentir mal- dijo Bella.
No te preocupes, cuando lleguemos a Seattle y compremos algo de ropa me sentiré mejor- reí.
No tienes remedio Alice- dijo Bella entre risas.
Bella, mañana será tu aniversario- dije.
¿Crees que debería vestirme sexy?- pregunto avergonzada.
¿Enserio me dejarías vestirte así? – dije sorprendida.
Solo por esta vez- dijo ella- quiero verme bien para Edward.
Íbamos tan distraídas hablando que cuando me di cuenta, ya estábamos pasando el letrero de "bienvenidos a Seattle". Conduje a velocidad Humana, cosa que me molestaba, llegamos a un gran centro comercial y estacione el coche.
Y la tortura comienza- dijo Bella entre dientes.
¡Vamos Bella!- dije mientras bajamos del coche- no es tan malo, ya verás que muy pronto te gustara.
La tome de la mano y nos dirigimos a la primer tienda que vi, entramos y como siempre todos voltearon.
Por eso no me gusta salir- Susurro Bella- no me gusta que me miren.
Ignóralos y ya- le conteste en un tono muy bajo, para que los humanos no escucharan.
Empecé eligiendo un bonito vestido azul claro muy fresco y claro.
Se te vera perfecto- dije mientras se lo mostraba.
Si, es muy bonito, me agrada- sonrió.
Después de un rato, salimos de aquella tienda, con dos bolsas llenas de ropa.
Entramos a otra y vi un hermoso vestido rojo. Y enseguida tuve una visión.
Era Rosalie con el vestido puesto, se le veía realmente precioso, ella sonreía encantada.
¿Qué has visto?- pregunto Bella.
A Rose, con este hermoso vestido- sonreí- se lo comprare.
De esta tienda salimos con cuatro bolsas mas, por supuesto que Bella me dijo" ya son muchas compras".
Esta será la última tienda- chilló Bella.
Si, la tienda de lencería- le sonreí- te comprare algo sexy.
Bajo la mirada demasiado avergonzada.
Acabemos con esto rápido- inhalo profundamente y entramos.
Bella se fue por otro lado en busca de algo que llamara su atención, mientras yo buscaba ropa interior para ella.
Había tantas cosas que quería comprarle, y no decidía, tenia diferentes visiones cada vez yo tomaba la decisión sobre algún modelo.
Y de pronto, tuve una visión, que no tenía nada que ver con ropa interior.
Era Bella que entraba por la puerta principal, completamente histérica y llena de miedo. Llegaba hasta la sala y solo decía "se ha ido", escuchaba sus sollozos, me acerque hacia ella y me dijo "Alice, el se ha ido".
Cuando termino la visión, me di cuenta de que me encontraba en mi coche de nuevo, estaba en el asiento trasero y Bella me miraba angustiada.
¿Alice?- decía ella preocupada- ¿estás bien?
Sentía como me tocaba la mejilla, de forma maternal, yo quería responderle, pero no podía.
Esta visión me había afectado mucho, más que ninguna otra, no me gustaba que Bella sufriera, tenía que evitarlo.
Estoy bien- dije al fin en un susurro.
¿Segura?- decía Bella mientras me revisaba- ¿Que paso?
No lo sé- admití- tuve una visión.
Dame las llaves, yo conduciré- decía Bella.
Se las entregue y me recosté en el asiento. ¿Cómo evitaría que Bella sufriera? No sabía la repuesta, lo único que sabía era que tenía que evitar que eso pasara.
