Hola a todos :)

AVISO: ESTOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN SI NO A ROWLING, todo le pertenece a Rowling y a la Warner.

Esta historia como todos saben es la continuación de Todo mi pasado, espero que la disfruten y que les guste tanto como la pasada.

Quiero pedirles perdón por el retraso de mis dos historias, pero las cosas se me complicaron un poco, salí de viaje a una universidad, después me fui de vacaciones y después me enfermo del maldito oído, simplemente estos meses no han sido los mejores para mí.

Pero ni hablar, mejor les dejo la historia y espero que la disfruten


Capítulo 1.

Hermione se encontraba parada en la puerta de su departamento en Londres, mirando las cajas, las llaves de su nueva casa las tenia en la mano izquierda y una dormida Sirina en su cadera. Había tardado más de lo que esperaba, arreglar todo para su mudanza, ya que había decidido hacer todo ella sola, para así poder darle una gran sorpresa a Harry y a los demás sobre su decisión de volver a vivir en Londres.

En el momento en que decidió enfrenar a su pasado y regresar, sabía que no podía regresar a la mansión Black. Había demasiados recuerdos en esa casa, recuerdos de él. Había tenido mucha suerte al encontrar su departamento, ya que tenía el tamaño perfecto para ella y para Sirina.

La librería muggle en la que trabajaba y que en parte era dueña, era un negocio muy bueno. Había hecho buenas criticas lo que logro ponerlas entre una de las mejores librerías de Londres. Esto permitió a Hermione comprar este departamento y además con el dinero que le sobro lo pudo decorar.

Cuando Sirina despertó de su sueño, Hermione sonrió al ver a la pequeña niña. No podía esperar el momento en que Harry se enterara que tenía una hija, ese era otro secreto que se había guardado solo para ella.

-Di adiós querida-susurro Hermione dando un pequeño beso en su cabeza, la cual estaba cubierta por pelo negro del color del que Sirius lo tenia- como en una hora estaremos en nuestra nueva casa y ahí conocerás a tu tío Harry, a tu tío Ron y a tu tía Ginny. Todos ellos vendrán a verte. Les roboras el corazón y pronto los veras jugando con tu hermoso dedo, como yo lo hago. Di adiós querida

Pero la niña continuo dormida mientras su madre apagaba todas las luces y cerraba la puerta con un pequeña "click".Los de la mudanza aparecieron como una hora después para cambiar las cajas a su nuevo hogar. Ella se iba a adelantar para conocer el lugar bien y acomodar un lugar en donde pudiera acomodar a Sirina sin que el ruido la molestara.

Bajo las escaleras y puso a Sirina en el coche que hace poco tiempo se había comprado. Después de haber acomodado a su pequeña hija, empezó a manejar dejando su vieja vida atrás y dirigiéndose a la nueva.