Hola a todooooos! T_T Tanto tiempo! Lo primero que voy a decir es: gracias a las personas que se preocuparon por mí y me preguntaron si me había pasado algo nwn De más está decir que yo estoy bien, pero mi tiempo de "desaparición" con las historias y no actualización, se debe a que MI NOTEBOOK HA MUERTO D: RIP, KABOOM u_u Y sí, ahí estaban las continuaciones de todos los capítulos de mis fics =( Está en reparación, pero en mi país (Argentina) están cerradas las importaciones, así que hace ya como tres meses o más que espero las partes para que puedan ser importadas, y ya la arreglen u_u Espero sepan comprender que esto está fuera de mi poder =( Bueno, aclarado eso, les traigo este nuevo fic que lo empecé en mi vieja compu (gracias a ella por aguantar tanto tiempo n.n), y ojalá les guste :D sin más, les dejo el capi nwn


Aclaración: Fairy tail pertenece a Hiro Mashima.


Capítulo 1: Mal presagio.

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Año x791, Ciudad de Magnolia, gremio de Fairy Tail.

Era un día de lluvia en la tarde de primavera de aquella ciudad. El clima estaba curiosamente frío….

Todos en el gremio más conocido del lugar disfrutaban un tiempo juntos al no poder salir, por haber muchas calles inundadas.

—Juvia, ¿no puedes hacer algo para esto? —Suspiraba un moreno mientras veía por la ventana.

La susodicha acariciaba sus cabellos azules mientras observaba coquetamente al joven.

—Juvia no es la culpable de esto, Gray-sama, ella está feliz y desea que el Sol transmita su estado al mundo. —Le sonrió y se acercó a él, sentándose a su lado.

Él volvió a suspirar y reposó su cabeza en un brazo.

—Vaya, vaya, quizás sea un mal augurio entonces. —Aportó Mirajane, posando un dedo sobre su barbilla, pensativa, desde la barra del gremio.

En ese momento, la puerta del lugar se abrió, y todos dirigieron su mirada hacia allí: con la ropa empapada, el cabello goteando, temblándoles las piernas y teniendo caras de haber alcanzado la meta en una carrera, una rubia, un pelirrosado y un gato azul llegaban.

—Ho-Hola a todos. —Tiritaba de frío Lucy Heartfilia.

— ¡Lu-chan, déjame ayudarte! —Reaccionó su amiga Levy, una peliceleste de baja estatura, quien le colocó un abrigo a la blonda.

La de ojos color chocolate agradeció asintiendo, abrazándose a sí misma. Al lado suyo, Natsu Dragneel se secaba el agua como un perro, moviéndose hacia todos lados, y prendiendo fuego su cuerpo.

— ¡Estoy encendido! —Sonrió él, con los brazos en alto y contento de ya no pasar frío.

Algunos lo veían riendo, y otros simplemente siguieron con lo suyo; Mirajane preparaba bebidas calientes, Happy caía dormido sobre los brazos de Lucy, y ella ya estaba más a gusto al estar allí: en Fairy Tail, hogar de todos ellos.

—Terminaron rápido la misión. —Reconoció una pelirroja mientras comía un trozo de pastel en la barra, viéndolos de lado, sonriente.

—Así es. —Se sentó la de ojos cafés. —Aunque este clima ha hecho más difícil la vuelta. —Suspiró. —Lo bueno es que ya estamos aquí, y nada es más relajante. —Sonrió ampliamente.

Natsu la vio extrañado.

—Creí que te molestaba el ruido de este bar. —Pensó un momento, pero ella siguió sonriendo, viéndosela contenta por alguna razón. Ante esto, él la imitó.

Aquella paz, escuchando el simple sonido de la naturaleza con el chapoteo en el suelo de la lluvia, no sería, sin embargo, muy duradera….

— ¡Mocosos! ¡Cállense! —De pronto, ese grito provino de la voz de Makarov Dreyar.

Los presentes posaron su atención en la lácrima hacia la cual, con mirada aterrorizada, veía el maestro del gremio.

—Así que finalmente están todos presentes. —Daba una sonrisa orgullosa una extraña mujer con un casco que cubría casi la totalidad de su cara, y unas largas orejas que parecían ser de algún tipo de animal.

Hubo un silencio sepulcral por un momento.

— ¿Quién rayos eres tú? —Atinó a preguntar de forma brusca Natsu.

—Oh, lo siento… No me he presentado: mi nombre es Kyouka, y soy un demonio. —Explicó seria.

— ¿Demonio? ¿Qué es lo que quieres? —Se levantó Gray de su lugar, frunciendo el ceño.

—Ella… El gremio es Tártaros. —Dijo en un susurro casi inaudible el anciano maestro, con preocupación.

— ¿Qué…? Quiere decir que ellos… ¿Son demonios de Zeref? —Se horrorizó Lucy, abrazando más a Happy, aún dormido este.

—Así es. —Sonrió complacida la demonio.

— ¿Qué rayos quieres? —Volvió a tomar la palabra el pelirrosa, con enojo en su mirada.

— ¡Advertirles! —Reaccionó, alzando un dedo Kyouka. —Queremos que sepan que deseamos obtener algo de ustedes… Pero, no nos parece bien atacar de pronto, ya que podrían dárnoslo sin rechistar y ya acabaría el problema. —Se encogió de hombros.

— ¿Ayudarlos a ustedes? ¡Eso no lo haríamos jamás! —Respondió Kana mientras se bajaba una cerveza entera de un sorbo.

—Entonces, tendrá que ser así: tienen una sola oportunidad, mañana por la tarde en las afueras de Magnolia lucharán si creen que nos pueden ganar. Sino… Bueno, los iremos a buscar. Ustedes eligen. —Se cruzó de brazos antes de cortar la comunicación.

Todos se miraron allí, sin saber qué decir o hacer.

—Evidentemente es una trampa. —Se apresuró Gajeel, sentado en una mesa con seriedad.

—Sin embargo, si nosotros no vamos…—Analizaba Lisanna.

—Ellos atacarán Fairy Tail. Peor aún, toda Magnolia. —Se preocupaba Juvia.

—Debemos ir, viejo. —Declaró Natsu finalmente, viendo al maestro desde la barra donde estaba.

En los brazos de la rubia, un gatito se revolvía, despertando.

— ¿Hum? ¿Qué sucede, Lucy? —Preguntó aún dormido, restregándose los ojitos.

Ella le sonrió y negó, simplemente, con la cabeza.

Makarov se mantenía cabizbajo, parado frente a la lácrima.

—Iremos…. —Decidió, pensando que Fairy jamás se rendiría.

Todos asintieron. Después de todo, eran la luz que podía iluminar cualquier oscuridad, aún aquella que sumía a todo lo conocido bajo lo irreconocible.


En cuanto la lluvia cesó, los miembros del gremio fueron retirándose para prepararse al día siguiente. Había un ambiente de tensión allí que no cambiaba, y Lucy sólo suspiraba.

Natsu la acompañaba a su casa, junto con Happy, quien ya estaba despierto.

— ¿Todo eso ocurrió mientras dormía? —Pensativo el exceed. — ¿Por qué no me despertaste, Lucy? —Se quejó con un puchero, pero ella se encogió de hombros.

—Estabas muy tranquilo. —Respondió con pocos ánimos, haciendo que el pequeño y el pelirrosa se miraran preocupados.

Al llegar al departamento de la rubia, ella fue rápidamente a darse un baño: estar con ropa mojada iba a hacerla pescar un resfriado seguramente. Sin embargo, cuando salió ya con su pijama por ser de noche, Natsu estaba dormido en su cama, y Happy en el suelo, como de costumbre.

Lucy Heartfilia suspiró pesadamente, pero se acostó sin hacer nada al respecto. Por alguna razón, se sentía extraña… Por un lado, estaba más nostálgica de lo normal, y por otro, la pelea del día siguiente la tenía muy preocupada. Lo vio a su compañero, tan tranquilo y pacífico mientras roncaba, y temió muchas cosas. Por ejemplo, ¿qué pasaría si no pudiese volver a verlo? Ella simplemente no podría soportarlo….

— ¿Qué cosas piensas, Lucy? Estoy simplemente agotada…. Debo descansar. —Pero, sin notarlo, algunas lágrimas cayeron por sus mejillas, rodando lenta y suavemente; igual que las gotas que volvían a caer desde las nubes en la ciudad, y golpeaban la ventana del apartamento.

La de ojos chocolate, ahora brillosos, tomó torpemente la palma del Dragon Slayer entre sus dos manos. Él, en ese momento, despertó sin comprender nada, viendo hipar un poco a su amiga, la cual no se había percatado de que estuviese notando aquello, y se giró hacia ella.

— ¿Estás llorando, Luce?

Escuchó con voz de preocupación la rubia, al mismo tiempo que unos ojos verdes se chocaban con los suyos.

—N-Natsu. —Soltó la mano de su compañero y se secó las lágrimas, cubriéndose luego con su flequillo. —No es eso… E-Es que…—Susurró sin poder disimular su tristeza y voz entrecortada.

Sin darle lugar a pensar, el pelirrosa la abrazó con fuerza, posando su barbilla en la cabeza de la muchacha.

— ¿Es por lo de mañana? No te preocupes por eso…. Siempre estaré aquí para ti. —Le dijo dulcemente.

Ella, de forma torpe y con más lagrimillas en sus ojos, lo abrazó también. Luego de un rato, escuchó que él respiraba más pausadamente, entendiendo que estaba dormido, y lo imitó, sintiéndose segura entre sus brazos.


Continuará...

Gracias a todos y ojalá disfruten =3•

Sakunoevan