Disclaimer: todos los personajes pertenecen a J. K. Rowling

"Este fic participa en el reto "Mañana será otro día" del Escorpión Que Coleccionaba Rosas"

Personaje al azar: Ginny Weasley ( primer capitulo)

Objeto al azar: sombrero seleccionador. (segundo capitulo)


POV Rose

Estoy encerrada en mi habitación, recostada en la cama, llorando . Acabo de terminar mi relación con Scorpius, y por más que fingí ser fuerte frente a él, no puedo evitar sentirme miserable.

Mi madre intentó hablar conmigo, pero me rehusé y corrí hasta aquí.

Sigo pensando una y otra vez que hice mal, porque no puedo creer que mi Scorpius intentara hacer algo así. Ni siquiera puedo decirlo, quiero olvidarme de él, de nuestro noviazgo, de todo.

Escucho un ruido en el pasillo, alguien está subiendo las escaleras y se acerca a mi puerta.

— Mamá, no quiero hablar.— grité antes de que intente convencerme.

— Soy Ginny, ¿puedo pasar? — escucho la voz de mi tía al otro lado de la puerta, me levanto sin ganas y le abro.

Ella entra y se sienta en el piso, recargándose en la cama y con la mano me indica que tome asiento a su lado. Obedezco sin rechistar, después de todo ella siempre me ha ayudado cuando no podía hablar con mis padres sobre algún asunto.

—¿Cómo estás?— pregunta, y yo quisiera decirle que estoy bien, que no tiene que preocuparse pero no puedo mentirle, no a ella.

— Mal — susurro antes de romper en llanto. Ella me da un abrazo que logra tranquilizarme un poco, mientras me acaricia la espalda. No dice nada, espera a que esté lista para hablar, y es lo que me convence de contarle lo que ha pasado.

— Terminé con Scor— suelto sin mucho preámbulo.

— ¿Por qué? — me pregunta mi tía.

Respiro hondo, necesito tomar valor para poder responderle; siento mis ojos aguarse y rompo en llanto otra vez.

Ella es paciente y espera, no deja de decirme palabras reconfortantes que poco a poco me calman.

—Sabes Rosie, cuando empecé mi sexto año, tío Harry me dejó y aunque nadie lo notó, estaba muy triste y un poco deprimida, pero luego regresó y volvimos a estar juntos. Quizás puedan arreglar sus diferencias. — sé que intenta animarme, pero estoy segura de que ése no será mi caso.

—Eso es diferente — logro murmurar — yo terminé con él.

Ella esboza una pequeña sonrisa y me acaricia la mejilla. — Entonces no deberías estar triste, deberías estar festejando.

Le regalo una sonrisa forzada, sé que ella no podrá entenderme si no le explico el porque de mi decisión, pero no me siento con fuerzas de decirlo, además de que no me gustaría verla en Azkaban, porque estoy segura de que si le contara lo sucedido, ella se aparecería en la Mansión Malfoy y asesinaría a Scor. A veces es muy sobreprotectora.

— Tienes razón, quizás deba ir de compras y decirle a Lily que me acompañe— contesté con una tranquilidad que no sentía.

Ella se levantó, me dio un beso en la frente y, antes de salir por la puerta, me comentó.

— No me creo ni una palabra, sé que hay algo más. Cuando estés lista, sabes donde encontrarme.

Me quedé un momento pensando en lo que había dicho mi tía, y sopesé la idea de compartirle todo, tal vez así seria más fácil seguir adelante.

—Tía, espera— grité, mientras corría escaleras abajo. La encontré en la cocina, hablando con mi mamá mientras tomaban un té.

Ignoré el gesto de alivio de mi madre al verme fuera de la habitación y me acerque a Ginny.

—¿Podemos hablar en Grimmauld Place? — pregunté esperanzada, no quería que mis padres oyeran algo de lo que iba a decir.

Ella asintió, tomó de un solo trago el té y se encaminó a la chimenea, gritando el destino. La seguí y en unos segundos me encontraba en su casa.

Con un gesto me indicó que la siguiera, y llegamos a la habitación de mis tíos. Nos sentamos en la cama y cuando quise empezar a hablar, miré a la puerta. No quería que nadie nos escuchase.

—No te preocupes, hay un hechizo silenciador en el dormitorio — replicó mi tía entendiendo mi dilema.

No quise pensar porque mis tíos necesitaban ese tipo de hechizo, aunque lo imaginaba, y dejando de lado esos pensamientos, empecé a relatarle lo que había sucedido.

— Tía, lo que pasa es que…— un ruido llegó desde el piso inferior, interrumpiéndome.

Ella hizo un gesto con la mano, diciéndome que continuara el relato, pero el sonido de una explosión me hizo parar de nuevo.

—Ha de ser James, no te preocupes, sigue cariño.

—Quizás debas ir a ver que no destruya la casa— comenté, además eso me daría un poco más de tiempo para prepararme.

Ella asintió y salió de la habitación; escuché los regaños de mi tía y las disculpas de mi primo. Admito que me divirtió un poco la situación y me relajé, ya estaba lista para dejar salir todo.

Mi tía regresó a los pocos minutos y no pude aguantar preguntar que había hecho James.

— Sólo estaba experimentando, nada de que preocuparse. — dijo quitándole importancia. — pero como vea a George lo voy a maldecir.— susurró, pero alcancé a oír.

Sabia a que se refería, mi tío regalaba productos experimentales a mis primos para que los probaran y dieran algunas ideas para mejorarlos; cosa que no hacia mucha gracia a los padres.

—¿Qué querías contarme, Rose? —preguntó sacándome de mis pensamientos y volviendo a la realidad.

— Oh claro — me sonrojé un poco, pero continué — quiero contarte la razón por la que terminé con Scor. Pero quiero que me jures que no harás nada.

Ella solamente asintió, pero sabia que era una promesa.

"Aquí vamos" pensé y respiré hondo antes de comenzar a hablar.

— El motivo por el cual terminé con él, y me siento así — sentí las lagrimas acumularse en mis ojos, pero me forcé a seguir hablando —es que algo pasó en nuestra última cita.

Ginny me acercó la caja de pañuelos y tomé uno para poder secar un poco mis lagrimas. La abracé con fuerzas y decidí contarle todo desde el principio.

—Todo empezó cuando decidimos vernos en Londres…