¡Hi!
Aquí les dejo mi nuevo fic espero que les haga pasar un buen rato y me dejen un review si les gusto o no, para cualquier sugerencia o protesta.
Una noche más
por Hearts Time's
Cap 1:
Extraño, infiel y amigos
"La muerte es hermana del sueño. El sueño es una muerte corta. La muerte es un sueño largo.
La muerte solo existe cuando el recuerdo de lo que eres desaparece en la memoria de quien más te ama."
Los ojos marrones del castaño leían aquellas frases buscando comprender su verdadero significado. Pasó las puntas de los dedos por cada letra, cada letra memorizándolas en lo más hondo de su ser. Sabía que todo aquello pudiera resultar extraño, que un chico de su edad no era muy normal que leyera cosas así…pero sentía curiosidad por saber le que le pasaría.
Siguió leyendo frases memorizando las que más le quedaban marcadas en su ser. Se concentró para leer cada palabra y letra de aquel libro…es verdad que fuera posible que aquello no cambiara nada pero al menos quería saber… eso es lo único que deseba ahora.
Cerró el libró lentamente, recordó de nuevo todas aquellas frases…sonrió levemente al verse complacido se sentía un poco más preparado para la hora. Se levantó con el libro en manos, con intención de dejarlo en su lugar, donde reposaría hasta que él volviera a necesitar de su querida ayuda.
"¿Qué haces aquí Yoh?" preguntó la voz de su mejor amigo Len
"Pues leyendo cosas…"contestó brevemente sin querer dar muchos detalles de lo había venido hacer. Sonrió forzosamente, mientras se despedía de su amigo que estaba confundido de mala manera.
Len se quedo mirando la figura de Yoh que se alejaba por la puerta de la biblioteca municipal…levanto una ceja en símbolo de confusión; nunca había visto al castaño despedirse tan rápidamente. Dejó el tema apartado en su mente para retomarlo después.
Se sentó en una de las sillas más cercanas esperando la llegada de su acompañante. Miró cada rincón del sitio que parecía no querer renovarse. Suspiró al darse cuenta de los pocos fondos que debía tener aquel lugar… Sus pensamientos o análisis fueron interrumpidos cuando vio ha alguien inesperado que entraba por la puerta. Destacaba entre todos, su andar tranquilo se dirigió a la sección de libros psicológicos, donde minutos antes había estado su amigo castaño…el tema volvió a su mente preocupado…todo comenzaba a ser demasiado extraño para él.
Se levantó del asiento y se dispuso a seguir a la bella rubia, que llevaba su larga melena dorada atada en dos coletas dejándose un poco de flequillo a cada lado, le quedaba de maravilla. El pelimorado se apartó esos sentimientos de su cabeza, no podía llegar de China para pasar unos días con sus amigos y atacar a la primera belleza que encontraba…con más motivo de que estaba prometida con uno de sus amigos.
Observó como cogía el libro que esperaba, lo ojeó durante unos momentos buscando seguramente algo que la ayudara, mostró rostro de desilusión cuando no encontró nada dejando el libro de nuevo. Se quedó unos minutos observando los libros, como si quisieran que le hablaran…algo le preocupaba.
"¿Qué es lo te preocupa?" preguntó el chino sobresaltando a la itako que se tapó la boca para no chillar.
"Que susto ¿desde cuando estas aquí?" preguntó mientras se calmaba levemente.
"En Japón desde hace dos días y en la biblioteca desde hace 15 minutos, 5 de ellos observándote" concluyó mientras mostraba una risa de malicia.
"Entonces has visto a mi prometido por aquí…"
"Si, aunque se fue muy rápido…"
"Gracias por tu ayuda, Ren" concluyó Anna mientras se distancia del chino con aire de preocupación en sus orbes negros…en aquellos ojos negros que solían mostrar los sentimientos de la itako.
"Anna, se lo que sea lo que sucede sabes que siempre me tendrás a mi…" dijo con voz alta para que los distantes oídos de la chica lo escucharan. Esta, solo le dedico una mirada fría, confusa que luego fue sustituida por una sonrisa de gratitud.
"Gracias pero ya sabes que no te puedo corresponder Tao…" dijo mientras se iba por el mismo camino por el cual había venido.
"Ya lo se mi dulce Annita, ya lo se…aunque algún día caerás a mi" dijo mientras miraba a los ventanales que mostraban el cielo azul que comenzaba a oscurecerse por la hora. Él aun recordaba lo que pasó años atrás, cuando su obsesión como lo había calificado la rubia se había hecho demasiado insoportable… recordaba que se confeso a la chica, como le había rechazado y el valor que tubo al contarle a su mejor amigo cuanto deseaba a su amada… si definidamente lo recordaba todo.
Dejando las memorias del pasado en lo más hondo de su ser. Miró como la silueta de su querida hermana entraba dentro del edificio, buscándole por cada rincón de la sala. Ren movió la mano para captar su atención. Los ojos verdes de su hermana mayor fueron directamente a él segundos después, dedicándole la mejor de sus sonrisas.
"Dime Ren ¿Dónde dormiremos hoy?" dijo Jun mientras se acercaba al lugar donde estaba su querido hermano.
"En la pensión, creo que será interesante pasar unos días con nuestros viejos amigos" dijo con un tono de malicia en su voz. Fijo su mirada en la expresión de la cara de la Tao.
"Supongo que si, dime ¿Por qué va a ser tan divertido?" dijo entre risas mientras los dos se sentaban en uno de las mesas de la gran biblioteca.
Anna caminaba con desgana por las calles, buscando algún lugar donde pasar la tarde otra vez a solas…aunque preferiría pasarla en casa. La sola idea de tener que estar con el mayor de los Asakura en aquella casa tan grande, a solas, sin Yoh…no le gustaba para nada. Aunque se había hecho a la idea de que aquel sádico asesino que años atrás les había complicado tanto la vida; se había transformado…bueno calmado de alguna forma de la cual la familia Asakura no quiso especificar. Supongo que le hicieron sentir de alguna forma el mal de sus "estupidas ideas".
Siguió caminando sin parar, con la mirada fría sin sentimientos mirando para adelante. Comenzaba a aburrirse, la ciudad no era el mejor sitio para que una persona como ella sin acompañante pasara la tarde. Sin pensárselo dos veces se giró y fue para la biblioteca esperando encontrar a Ren de nuevo y quien sabe a lo mejor a Yoh…
Sus pasos se pararon de golpe en medio de la calzada, sus ojos quedaron tapados por sus mechones rubios. Apretó fuertemente el puño y se mordió el labio inferior con furia ¿Y si aquel idiota la estaba engañando? No sabía ni como aquella idea le vino en mente, rompiéndola por dentro, haciéndola perder la razón…no soportaría perderle, nunca lo soportaría.
"Anna ¿Qué haces aquí?" preguntó una voz masculina enfrente de la itako que comenzó a calmarse y a alzar la cara tapada por su cabello.
"Yoh…pero si tu…" no alcanzó a decir cuando de golpe el sentido común le hizo darle un coscorrón a su prometido. " ¿Dónde has estado todas estas tardes?"
"Pues…en la biblioteca y…" no concluyó al frase por alguna extraña razón. Soltó una risita, que alteró aun más a la rubia que comenzaba a prepararse el puño. "He estado en el…el h…"
"Chicos venga ¿Qué hacéis aquí parados con esas caras tan largas?" habló la voz femenina y alegre de la ainu que se acercó a sus amigos con un sonriente rostro…Anna puso rostro extrañado ¿Desde cuando estaba en la ciudad Pilika? "Pues mirad acabo de aterrizar con mi hermanito que lo he dejado atrás con mis maletas y las suyas, nos quedaremos aquí hasta el 5 de enero quiere decir que estaremos todos juntos unos dos meses ¿Qué bien, no?"
Las miradas de confusión de Anna y Yoh se encontraron. Soltaron un suspiro a la vez, les esperaba unos dos largos meses. Pilika les observó con cara de preocupación, y sin reparos cogío la muñeca de la itako que sorprendida la siguió sin mediar palabra.
"Anna, dime¿Como va todo?" susurro en el oido de la rubia que no quitaba ojo a cada movimiento que hacía el castaño.
"Pues bien, aunque esta un poco diferente…" respondió Anna mirando de reojo la expresión de la chica peliazul.
"¿Diferente?"
"Esta más en su mundo, habla menos de lo normal, se pasa casi todas las tardes fuera y casi siempre se las pasa hablando con alguien por teléfono toda la mañana, bueno el tiempo libre que tiene…"
"Infiel, Yoh te es infiel…" dijo tan rápidamente como pudo, dejando a la rubia en estado de shock. "¿Cómo sueles tratar a Yoh?"
"Pues como siempre…"
"¿Os habréis besado al menos?"
"No…aunque de ganas no faltan" concluyó la itako con un leve rubor en sus mejillas.
"Entonces ganas de hacer lo otro no faltan…" dijo con una mirada lujuriosa al igual que su tono.
"Pilika por dios… que haya tenido sueños no significa..." confesó Anna tapándose la boca al instante que midió sus palabras. Se sonrojo aun más, cuando vio los ojos como platos de la ainu.
"Así que la fría Annita oculta algo bajó esa mascara de hielo… y vaya lo que oculta" dijo en tono de burla acercándose al rostro de la itako que aun seguía tapándose la boca.
Anna no se iba a dejar intimidar aunque lo había dicho se salía de mida. Había confesado el mayor de sus secretos, el que juró que jamás contaría a nadie, aunque le tuviera la mayor de las confianzas. Sin reparó fijó su mirada en la peliazul que entendió lo que pasaba por la mente de su amiga.
"No te preocupes no saldrá nada por mi boca" dijo orgullosa mientras sonreía dulcemente, esto calmó de gran manera a la rubia "Si quieres pedimos ayuda a Jun y Tamao"
"¿Para que?" preguntó Anna con frialdad.
"Pues para hacer que Yoh te desee, que se tire a tus brazos y de pasó cambiar un poco tu persona"
La itako sintió que el mundo se le caía encima, no podía cambiar así como así…primero hablaría con su prometido y a lo mejor en casos muy remotos aceptaría la ayuda de sus amigas…
"Supongo que ya habéis acabado…" dijo Yoh acercándose a su prometida.
Las miradas de las chicas se encontron con la del castaño que solo sonrió como de comstumbre sin saber nada de lo habían hablado. Anna sintió las ganas terribles de preguntarle aquello...
"¿Me eres infiel?" preguntó de golpe y sin contemplaciones la itako que no cambió su rostro frió aunque su mirada rebelara hasta cierto punto lo preocupada que estaba.
Continuara...
