Alice me había pedido, con esa carita suya que fuésemos de compras. A mí no me apetecía nada, pero, lo que sea por verla feliz. Y aquí estábamos en GUCCI, mirando vestidos.

En ese momento se me ocurrió, podría hacer realidad mi mayor fantasía, hacer el amor en el probador.

Alice me miró con cara rara, pero vio lo que iba a suceder, me cogió de la corbata y me llevo a uno de los pequeños probadores.

Empezó a besarme por el cuello, mientras desabrochaba mi camisa con suavidad, (debíamos salir vestidos del probador).

Mientras tanto, yo la cogía por el cuello, tratando de hacer el menor ruido posible, con la otra mano, rodeé su cintura, acercándola a mí. Ella ya me había quitado la camisa, estaba medio desnudo, yo trate de hacer lo mismo con la suya, pero un botón se rompió.

La cogí en mis brazos, la apoyé contra el espejo y subí poco a poco su falda, empecé a quitarle las medias.

-Jasper, ¡me vuelves loca!-dijo.

-Alice…te amo.

En ese momento me besó apasionadamente.

-Jasper, se está acercando la dependienta-me dijo.

-shhh!-le dije. Esto era mejor que mi fantasía.

Estuvimos unos minutos en silencio, ya que a la dependienta se le ocurrió la brillante idea de enseñar la ropa que estaba al lado del probador.

-Jasper, ¡bájame!

-¿por qué? ¿Qué ocurre Alice?

- Esa camiseta era mía, no se la puede llevar.

-Alice, es solo una camiseta.-le dije.

-¿una camiseta?, es de GUCCI.

-Alice te puedes comprar millones de camisetas, sigamos con esto, luego te compro otra.

-Lo siento Jazz es una cuestión de principios.