A veces se preguntaba por qué el tiempo no pasaba más de prisa.

Sentía que ya era tiempo de irse a América pero sus padres no se lo permitirían si el profesor Ansai no les decía algo positivo.

Pero debido a la situación que el equipo tenía sabía que no podrían irse aún.

Debía ser paciente.

Kaede Rukawa había hablado hacia poco con el profesor pidiéndole que lo recomendaría con sus padres quienes lo dejarían marchar sólo si el profesor les indicaba que si era recomendable que valla, se lo permitirían.

Esos días estuvo entranando más que nunca, se había propuesto ser el jugador número uno de Japón.

Por que eso fue lo que le dijo el profesor, que se convierta en el número uno.

Pero pese a que ignoraba todo sabía que sus compañeros si bien lo respetaban, lo estaban dejando de admirar.

Y es que su carácter se había endurecido bastante.

Prueba fehaciente de eso fue el mismo día que el pelirrojo lo había desafiado a un uno a uno.

No entendió por que los sempais hicieron que todos se vallan y que quede solo entre ellos pero le dio su merecido.

Después de todo hanamichi no valía la pena como un rival ya que conocía todo de él y se lo demostró.

Aunque al salir del enfrentamiento noto que tanto mitsui como ryota ya no lo miraban con admiración como antes, se veía que tenían un rechazo hacia él.

Pero aunque mostrará que le daba lo mismo en realidad sentía que se había equivocado.

No tendría que ni haberlo enfrentado.

Kogure a la mañana siguiente le había dado una lección.

" Quieres ser el mejor pero desprecias hasta tus compañeros, y si no te unes a ellos serás sólo un fanfarrón que no quiere jugar en equipo y nadie quiere a un arrogante como compañero o como jugador"

Esas palabras mucho no lo afectaron, pero si el tono de desprecio de su sempai.

Por que tan enojado?

Hanamichi se lo había buscado.

El no tenia la culpa de superar al supuesto talentoso.

Ya estaba molesto de estar ahí

Como siempre las niñas atrás de él, los muchachos que lo miran con mala cara y las clases que no le interesan.

Aunque trata de hacer un esfuerzo ya que tal vez si tiene excelentes notas le den una beca deportiva... aunque ese pensamiento se le esfuma en la primera siesta no intencional que tiene en el día.

Luego de un día largo de clases y aunque todavía no terminaban Rukawa se dirigió al club de basquet ball para ser el primero en llegar así tener la cancha para si mismo.

Entró a los vestidores y oyo un ruido que a oídos de cualquiera eran bastante obvios...

Eran gemidos, y aunque se notan que parecían ser discretos no podían ser evitados.

Si estuviera en otro lugar, tal vez rukawa no hubiera sentido esa genuina curiosidad que sentía ene se momento.

La idea de saber quién era el que estaba ahí y con quién le pudo más que la idea de ignorarlos y comenzar a botar el balón para alertarlos.

Comenzó a hacercarse al lugar donde se imaginó que serían ayako y ryota y tendría una buena oportunidad para chantajear a la chica pero apenas abrir la puerta y ver de soslayo pudo ver en un segundo que se trataba de Hanamichi Sakuragui.

Se quedó boquiabierto.

Afuera de la puerta de las duchas, supo que era hanamichi por el rojo de su cabeza rapada y sentía la urgencia de irse de ahí.

Que demonios hacia el pelirrojo ahi?

Y peor.

Con quién estaba?

No llegó a ver su acompañante ya que al notar el rojo del cabello supo que era el y supuso que sus instintos de supervivencia lo alertaron a no interrumpirlo ya que podría llegar a molerlo a golpes de paso por la humillación que le había hecho pasar el día anterior.

Rukawa estaba atónito.

Y para colmo esos gemidos ya no eran silenciados.

Se escabulló con velocidad hacia la puerta del equipo y apenas salió para hacer algo que jamás había hecho en sí vida, fingir.

Entró justo cuando la puerta de las duchas se abría y hanamichi lo veía con una sonrisa arrogante

_ mmm maldito kitzune, siempre queriéndote lucir llegando antes que todos no?

Le dijo con una especie de sonrisa triunfadora y salió hacia la cancha a practicar.

Rukawa tuvo que hacer una fuerza demasiado grande para no abrir la boca por que quería mostrarse desinteresado, además todavía no salía su acompañante y esa persona le daba más curiosidad que nadie.

Estaba a punto de entrar ( la curiosidad lo estaba carcomiendo por dentro) y no pudo evitar asombrarse bastante al ver a kogure salir con el cabello mojado...

_ rukawa espero que no halla peleas hoy...

Le dijo. Había salido relajado ( como no) pero al verlo su semblante se oscureció levemente.

Y no tardo mucho en acompañar a hanamichi en el calentamiento ( aunque a opinión de rukawa ya habían precalentado) y aunque kaede quiso seguirlos no pudo.

Se quedó estático pensando en que había pasado.

El no miro de masiado pero si pudo ver la espalda de hanamichi que aferraba el otro cuerpo que rodeaba sus caderas con sus piernas dejándose hacer por el pelirrojo.

Por lo que en su deducción su sempai era el pasivo...

Es decir, hanamichi era muy varonil. Eso se podía ver tranquilamente pero haber sido testigo de eso lo dejo en estado de shock del que salió casi diez minutos después cuando llego ayako y lo Saludó.

Disimulado prefirió comenzar a entrenar para ver qué tan cierto era eso de que las piernas se debilitaban después del sexo y con mucho disimulo observaba al pelirrojo y al de lentes a cada rato.

No encontró ningun desliz de su parte.

Kogure entrenaba como siempre y hanamichi seguia tan tenaz e hiperactivo como todos los dias por lo que al parecer no les afectaba lo que habían hecho.

Esa tarde noto dos cosas.

La primera era que si bien se hablaban lo justo y necesario había un respeto entre ellos que hacía que no mostrarán lo que habían hecho y la segunda que en ningún momento se miraban de soslayo o se tocaban con algún Rose.

Eso era una especie de bomba para él que siempre había sido alguien que no se metía ni le interesaba la vida de nadie por lo que saber algo tan íntimo lo ponía nervioso.

Sus compañeros estaban como siempre, al parecer nadie sabía lo que sucedía en las duchas mientras no había testigos y mucho menos quien estaba con quien.

Se preguntaba si todos los que estaban apoyando fervientemente a hanamichi estarían igual si supieran que era gay.

Aunque algo no le cuadraba, si hanamichi no lo aparentaba.

El no se mostraba interesado en ningún hombre jamás.

Es más el juraba que hanamichi estaba enamorado de la hermana del capitán.

Que pasaba ahí?

No lo sabía, no estaba muy seguro de que sucedió y aunque lo meditara por horas sólo sabía que al parecer la actividad sexual entre kogure y hanamichi era bastante placentera.

Eso al menos pensaba.

Por su parte hanamichi estaba muy relajado y como no estarlo.

Haber llegado temprano esa tarde había sido perfecto cuando vio a su novio en la entrada.

No podía evitar verlo y sentirse excitado cuando lo miraba tan cómplice como lo estaba mirando.

Sabía que faltaba al menos una hora para que comiencen los entrenamientos y como el había sido expulsado del salón prefirió hacercarse al gimnasio a practicar.

Y que bueno que lo había hecho.

Basto sólo una mirada para que se adentraran a los vestidores y que el mayor se abalanzara sobre él para dejarse llevar por la pasión.

Y aunque intentaron con todas sus fuerzas evitar sus sonidos hubo algunos que se escaparon.

Hacia una semana que no tenían esa clase encuentros por lo que estar ahí así los desesperaba.

Y aunque quisieran apresurar las cosas hana era muy cuidadoso con su amor por lo que inevitablemente de apoco no pudieron acallar la pasión que sentían.

A kogure le pareció que alguien los había visto pero no lo escucharon a nadie por lo que siguieron hasta el final.

Cuando salió vio a rukawa que recién entraba y le importó muy poco pero su carácter le impedía verlo y no decirle alguna tontería.

Al estar calentando kogure hizo aparición y le comentó que esa mañana él le habia dicho lo malo que era ser tan arrogante y hana le dijo que lo dejara, que no debia molestarse por tonterías, si había enfrentado el día anterior a rukawa es por que se había dado cuenta que estaba distinto y al ver que quería superar a mitsui le molestó por qué se dio cuenta que el maldito kitzune sólo buscaba salir a delante sólo sin importarle sus compañeros y eso si que era desagradable.

Pero el haber perdído con él le había dado la pista de hacia dónde debía llevar su entrenamiento.

_ me enseñarás a tirar canastas triples?

Le pregunto a kogure mirándolo con sus almendrados ojos que derretían al de lentes.

_ por supuesto pero Primero debes aprender a lanzar el balón correctamente y sabes que no lo digo por molestarte

_ no me imagino que no!

Le dijo y se contuvo con todas sus fuerzas para no besarlo ya que escucho que llegaba ayako y rukawa al fin se decidía a entrar al entrenamiento.

Esa tarde antes de retirarse el capitán akagui aclaro el tema del campamento de entrenamiento que tendrían que asistir en dos días así que hana pensaba en lo mucho que demostraría sus habilidades en ese lugar.

Pero esa noche tuvo la suerte de que kogure lo llamó comentándole que sus padres se habían ido de viaje con su hermana a ver a su abuela y como el debía asistir al campamento se quedó en casa.

Por lo que ni lento ni perezoso el pelirrojo partio hacia la casa de kiminibu.

En su casa Rukawa no podía evitar pensar en eso.

Acaso sus compañeros se alegrarían de saber que ellos eran gays?

No lo sabía
Pero podría averiguarlo.

Realmente odiaba que lo quieran tratar como engreído lo que el hacia era lo necesario para avanzar hacia América y un pelirrojo tonto no lo haría quedar mal.

Aunque francamente la curiosidad por saber en qué momento y como pasaron de compañeros a amantes era algo que lo intrigaba.

Tal vez debería hablar con kogure, esa mañana el lo había frenado para hacer que se sienta mal y ahora veía que sólo defendía a su novio, amante o lo que sea y ahora sería el quien lo haría sentir mal.

Al menos lo haría sentirse incomodo y presionado...

A hanamichi no podría enfrentarlo por ese asunto... no ese pelirrojo era muy fuerte ( en el fondo sabía que si peleaban en serio el sería el perdedor) por lo que mejor hablar con el menos impulsivo.

Hanamichi esta mas que dichoso ver a kogure en horarios que no sean escolares era muy raro, tenía que darse la ayuda de sus amigos para eso así que estar ahí con el era como un bálsamo que lo llenaba.

_ espero que sepas comportarte en el campamento

Le decía el de lentes a hana quien le sonreía mientras su koy le hacía movimientos circulares sobre sus caderas.

_ no puedes pedirme que cambie mi personalmente de un día para el otro jejejeje

Estar sentado en el sofá de dos cuerpos era muy agradable cuando kogure se movía así.

_ lo siento, yo jamás te pediría que cambies tu personalidad es así como me gustas...

Lo besó para afirmar esas palabras.

La verdad era que la boca de hanamichi era demasiado provocadora como para ignorarla.

Esos labios carnosos fueron su tentación desde el principio y hasta ahora no podía evitar llenarse de él.

Hanamichi siempre fue muy hiperactivo y lleno de energía y a la hora del amor kiminibu pudo comprobar que en esa área también lo era.

Sabía que esa noche harían el amor hasta el cansancio y tal vez al día siguiente no pueda caminar sin evidenciar algún temblor en las mismas pero no le importaba.

Ya estaban en el campeonato nacional y eso era más que suficiente para la espera que habían tenido y tal vez una vez que el termine ese periodo escolar no vuelvan a estar juntos.

Eso lo sabía muy bien.

Por lo que aprovechar el tiempo juntos era una delicia.

Hanamichi era muy fogoso sus besos lo eran y el estar con le procaba mucho deseo.

La boca del pelirrojo descendía por su cuello quitándole la razón.

Sentía pequeñas mordidas que lo excitaban y la sensación de estar así con el le daban mucho placer.

La camiseta que tenía le fue quitada y con esa acción llegó también la lengua recorrer su pecho.

Para hana besar el cuerpo de su amor era la gloria.

Hacia poco que estaban juntos pero el poco tiempo que tenían les fue suficiente para saber que se complementaban.

Uno de los pezones estaba atrapado en su boca, lo besaba y succionaba. Lo mordía y lo lamia mientras con sus manos apretaba las caderas logrando que sus erecciones se tocarán atravez de la tela.

Ambos estaban demasiado encendidos.

_ hana... no... no creo que... ahh

Hana paro un segundo para ver los marrones ojos de kogure que estaban nublados de placer.

_ si?

_ aquí no...

Le dijo jadeante

Hana le sonrió y lo apriciono más contra si.

Se levantó sosteniendolo y se lo llevó a su cuarto.

En la escuela estaba bien ser audaz pero en la casa de kogure no era apropiado ya que cualquier Mancha u olor quedarían en el sofá de gamuza que tenía.

Al llegar al cuarto lo primero que hizo fue recostarlo con cuidado en la cama y apenas lo depositó ahí, le quito el pantalón y la ropa interior.

Extendió sus piernas y le quito las medidas, quería tenerlo completamente desnudo.

_ tu también desvistete...

Le pidió, ya que él también quería verlo así.

Hana se quitó la remera y con tranquilidad se desabrochó el pantalón para quitárselo despacio junto al calzoncillo.

Sabía que esa acción lo provocaba y quería llevarlo a la gloria esa noche.

Al estar completamente desnudos hanamichi se hacerco directamente a su miembro y comenzó a lamerlo, con cada lamida kogure gemía sin ganas de contenerse. Eso era algo que no podía hacer normalmente y al sentir como hana introducía por completo el miembro en su boca se retorció de gusto.

Hana disfrutaba enloquecerlo.

Volvió a las lamidas y llegó a los testículos aprisionándolos en su boca para luego lamerlos otra vez y despacio llevar su lengua al ano de su koi.

Lo lamio y luego lo besó nuevamente y lo ensalivo al punde poder introducir su lengua para disfrutar de los gemidos que le regalaba kogure.

Estuvo unos minutos así hasta que decidió introducir un dedo en su interior.

Llevo su boca otra vez hacia sus testículos y luego lamio todo el tronco de su pene para luego comenzar a chuparsela para relajarlo mientras lograba de apoco preparlo.

Kogure sentía tantas cosas que creía que no lo soportaría.

Ya con dos dedos en su interior y la boca de hana en su pene sentía que su palpitar se aceleraba mas con el cambio de velocidad que le daba hana.

Tenerlo así era perfecto.

Hana ya había introducido un tercer dedo en su interior y su boca volvía a su ano para volver a ensalivar para que al entrar no se sintiera seco

Eso era lo que más le gustaba a kogure de Hanamichi, era muy cuidadoso y se preocupaba por no lastimarlo.

Sólo le daba placer.

Hana se levantó para acomodarse bien entre sus piernas y luego se adentró con mucha calma en él.

Kogure estaba extremadamente sensitivo y apenas se sintió cómodo comenzó a moverse para indicarle a hana que estaba listo y las embestidas del pelirrojo no se hicieron esperar.

Toda la delicadeza que había tenido hasta ese momento se habian. Estimado para darle lugar a esa parte salvaje que lo llenaba.

Estuvieron moviéndose al unísono recorriendo la cama como lo que era ene se momento, la contenedora de su pasión.

No tardaron mucho en llegar al orgasmo, koguere estaba tan estimulado con la mano de hana que se corrió entre ambos vientres mientras que el pelirrojo se vació en sus entrañas.

Fue perfecto, tal y como solía pasarles cada vez que lo hacían, se sentían plenos.

Rukawa por su parte estaba planificado un poco lo que le diría a su sempai al día siguiente, ya que el no era de los que esperaban además de que pronto se acabarían las clases para el de lentes y quería hacerle ver que el también podía ponerlo incómodo.

Incómodo...

Esa era la palabra que le rodeaba la mente cuando recordaba la espalda del pelirrojo y los gemidos que había escuchado.

No podía evitar pensar en eso y se regañaba mentalmente por no poder evitar esos pensamientos.

Se preguntaba por qué no los desechaba cómo casi todos los que le molestaban.

Tratando de dejar de pensar en eso se durmió.

La mañana siguiente fue tan común como todas.

Las clases primero y luego el receso, para volver a las clases y finalmente los entrenamientos

El capitán akagui les aclaro lo del dinero a los muchachos y todos se marcharon.

Rukawa tuvo que esperar a encontrar a kogure sólo cosa que le costó bastante, esperaba que no se valla con el pelirrojo y así fue.

Pero cuando se le iba a hacercar noto que estaba conversando con yohei mito.

Lo espero.

total ya había esperado todo el día.

Y cuando se separaron se le hacerco

_ sempai, me gustaría hablar un momento con usted...

Le dijo muy serio

Kogure lo miró extrañado.

" Que le pasa" se preguntó.

_ dime rukawa

_ es por lo que me dijo ayer

_ has meditado sobre tu actitud?

_ no en realidad

_ entonces

_ eh meditado sobre la suya...

_ yo solo busco que te des cuenta que tu actitud esta bastante chocante, antes eras más compañero.

_ no creo que alguien como usted deba darme consejos a mi

_ me parece que te moleste

Le dijo kogure mirándolo el semblante serio de rukawa

_ si, de hecho me dejo bastante pensativo

_ no te agrada que te llamen la atención?

_ no es eso, no me agrada que ande defendiendo al torpe

Ahora kogure se puso serio, no le gustaba que le diga torpe

_ tu eres su compañero, deberías enseñarle cosas no desmoronarlo

_ por que? A él no le interesa aprender de mi, sin embargo eh notado que si le agrada aprender de usted

Kogure se alertó.

A que estaba jugando rukawa?

_deberias dejar el tema zanjado, sólo te di una sugerencia, esta en ti tomarla o no.

_ bien entonces déjeme darle una a usted... la próxima vez que decida hacer sus porquerías con el torpe en la ducha del gimnasio asegure la puerta o vallase a otro sitio...

Kogure abrió los ojos lo más que pudo, sabía que lo habían visto, algo le había dicho que lo habían hecho...

_ lo tomaré en cuenta

Le dijo lo más sereno posible

_ bien, por que por ahora no diré nada de lo que vi... por que estoy de buen humor

Le dijo y se marchó.

En realidad no planeaba decir nada pero si quería hacerlo sentir presionado.

No debería meterse en la vida de nadie, pero el sub capitán tenía la culpa.

Quien se creía para darle consejos de moral cuando él mismo no se comportaba debidamente.

Kogure quedó tildado, la verdad era que eso lo dejo asustado.

Sabía que si el equipo lo sabía ni a él ni a hanamichi les molestaría, por que ya tenían asumida su identidad sexual y sus ideales pero el problema eran los demás que los margunarian, y si bien a él no le quedaba mucho en el equipo hanamichi estaba en su primer año, y le quedaría afrontar otros dos de prejuicios constantes por culpa de su calentura.

No podía hacerle ese.

Y en todo caso, que clase de persona era rukawa que venía a amenazarlo sólo por que le dio una advertencia?

Decidió cambio el semblante, por ahora lo dejaría creer que tenía el control sobre él.

Sabía que si hablaba con Hanamichi no sólo le bajaría los humos al azabache si no que también el mismo les diría a todos su condición y su noviazgo.

Sonreía, como no!

Hanamichi sólo necesitaba una excusa para declararse abiertamente y esa era perfecta, dejaría que rukawa se sienta poderoso total el sólo se veria afectado al ver que su actitud de yo lo puedo todo no servía en todos los casos.

Volvió a caminar hacia su casa donde sabía que estaría el pelirrojo esperándolo.

Primero tenía que hacer acto de presencia con su madre y luego iría a su casa y sseguia demorando saldría a buscarlo.

Sólo tuvo que hacer dos pasos para cruzar la mirada con yohei mito, y observar esa característica pose que le decía que lo dejara en sus manos.

Si ahora se iba hacia el rey del rebote muy pero muy tranquilo.

Yohei mito no de había alejado demasiado cuando recordó que debía ir hacia el otro lado y observo claramente como rukawa se le hacerco a la pareja de su mejor amigo.

Como un acto de curioso se les acercó para ver de qué iba aquello.

Sorprendido por la manera arrogante de rukawa de amenazar la tranquilidad de su amigo.

Nunca le cayó muy bien ese tipo aunque no tenía muchos motivos para ese repudio interno.

Pero ahora si lo tenía.

Como se atrevía a amenazar a su amigo.

Aunque en su interior se decía que hana aprovecharía esa amenza como una invitación de declararle al mundo su condición. Pero sabía que eso no sería bueno. Sus amigos lo aceptaban pero el resto del colegio sólo se burlaría ( por eso de la sociedad discriminadora) y debía evitarle ese problema a kogure.

Además en el fondo el se sentía responsable por eso.

Por lo que tranquilo comenzó a seguir hacia la escuela a rukawa.

Lo había visto esa mañana con su bicicleta y revien con kogure estaba sin ella por lo que suponía que le había dejado en la escuela.

Al llegar al estacionamiento de la misma, observó esa ridícula bicicleta rosada que usaba ( y pretendía burlarse de su amigo por gay) ese tipo era demasiado tonto.

Se dijo yohei.

Se adentró hacia el gimnasio, sabía que estaría ahí ya que era el único lugar donde rukawa de quedaba hasta última hora.

En efecto rukawa estaba entrenando su movimiento de piernas, notaba el balón por toda la pista haciendo sus movimientos más rápidos y eficaces, entrenar las piernas era algo fundamental para estar en forma para los sí partidos y para avanzar hacia su meta así que nada ni nadie le interrumpiría la práctica.

Eran cerca de las ocho, el vigía de la escuela ya estaba acostumbrado a que había chicos que entrenaban hasta última hora en varios de los equipos pero solo les permitia estar hasta las diez, así que aprovechaba ese tiempo.

Están concentrado en eso cuando vio que en la puerta que daba a la única entrada abierta ( la que daba al pasillo de la escuela) estaba yohei mito mirándolo.

No le quiso prestar más atención que esa, después de todo tal vez estaba buscando al doha'o.

Pero al escuchar la puerta cerrarse y al sujeto hacercarsele se freno agitado ( por el entrenamiento que estaba realizando) y lo observó serio

_ lo siento, te estoy interrumpiendo?

Le dijo irónico y kaede lo miró molesto

_ si, lo haces

_ perfecto...

Le dijo sonriente