Disclaimer: Shingeki No Kyojin es propiedad de Hajime Isayama, yo sólo escribo de la ship que justamente debió ser canon (?).
Fic para el ¡Rivetra Week 2016! Correspondiendo al segundo día: Primera impresión.
"Ella era inocente e impulsiva y él era la máscara que todos veían."
Sus ojos rasgados miraron a la nueva cadete, en completo silencio.
Recordaba que la primera expedición de ella había sido...patética: Haberse orinado los pantalones junto con su compañero habrá hecho mella en sus actitudes pero bueno, otros soldados pasaron de formas mucho peores su primera expedición, como recurrir al suicidio.
La primera impresión que tuvo al verla fue que era linda antes de ello, claramente. Y era de los pocos, por no decir el único, pensamiento superficial que podría tener por alguien. También que era demasiado amable y maternal, además de terca. Había diferentes tipos de soldados, pero uno amable podía ser contraproducente, siempre eran los que se acobardaban.
En el futuro esperaba que aquella chica, como otros más, no dieran problemas.
Luego, aquella chica de cabello cobrizo había desaparecido un tiempo de sus pensamientos.
Sin embargo no había durado demasiado. Aquella chica demostró una perseverancia innata, mucho mayor que la de sus muchos compañeros.
Levi lo atribuyó a su orgullo y a su afán de superarse. El hecho de ser mujer lograba ese efecto en varias jóvenes de demostrar que podían ser más o igual de fuertes que sus compañeros varones.
Y con ese deseo que esa chica llevaba en su interior y cultivaba había sido elegida para pertenecer a su escuadrón, junto con el compañero que se había orinado también, además de Gunther Schultz y Erd Gin, quién sería el segundo al mando.
Eran los mejores soldados, elegidos por él mismo y confiaba plenamente en sus habilidades tanto físico-mentales como emocionales.
Aunque siempre pensó que Petra y Auruo eran los más inestables a nivel emocional, y es que él mismo había sido testigo de las veces que discutían.
Mas, sabía que había elegido bien...
—Oi, Petra —la había llamado una vez.
Petra levantó apenas el rostro del libro que leía y sonrió fugazmente.
—¿Sí, Sargento?
Jamás entendería por qué ella le sonreía cada vez que él le dirigía la palabra.
Si era igual de serio, seco con todos. Con ella sus gestos no hacía gran diferencia.
Pero ella siempre se mostraría amable con él, de una manera u otra.
Y fue cuando se dio cuenta de que Petra escondía grandes dualidades en su persona.
Podía ser la persona más amable del mundo así como la persona que más fácilmente se podía enojar. Podía ser una joven fría y decidida así como explosiva y sentimental.
También recordaba las primeras miradas que Petra le dedicaba: de aprensión, desconfianza, disgusto. Y luego, como si aquellas miradas nunca hubiesen existido ella le miró diferente, con admiración, respeto, con confianza y, hasta con alegría si se podía decir. Y aquello no le había disgustado.
Eso era Petra Ral: Una completa dualidad en constante balance.
El Sargento Levi era un nombre muy respetado, era conocido como el Soldado más fuerte de la Humanidad, y no era para menos. Después de todo él era la esperanza de la humanidad, el soldado que podía acabar él sólo con quién sabe cuántos titanes.
La decisión que tomó Petra al unirse a la milicia, concretamente al Escuadrón de Reconocimiento, fue impulsada por la curiosidad de saber de quién era esa persona dentro del personaje. Además de ayudar a su padre, quien lo necesitaba. También por querer contribuir a una causa noble a pesar de los años de paz que atravesaban.
Esperaba que aquél Levi hubiese sido como el Comandante Smith, alguien agradable pero asertivo. Alguien fuerte pero compasivo. Alguien que te hiciera sentir el deseo de seguirle hasta el mismísimo infierno y más. Con ideales, moral y racionalidad indiscutible.
Cuando sus ojos ambarinos observaron por primera vez a Levi en su ceremonia de iniciación a la Legión se dio cuenta de lo equivocada que estaba.
Aquella persona era la típica persona de la que le advertían que nunca debería enamorarse.
Ese hombre era serio, poco demostrativo e inexpresivo. Grosero, mal hablado. Y no le gustaba ver cómo trataba a otros compañeros, como a Hanji Zoe. Sumándole al hecho de ser increíblemente estricto con la limpieza que podía dar calambres.
Hubo ciertos momentos en que Petra le tuvo cierta aprensión, mucho más cuando supo su pasado.
Si se hubiese tratado de alguien más fanfarrón como Auruo lo hubiese odiado, y soltaría para sus adentros frases típicas "¿Encima se cree un ejemplo de superación?" "¿Cómo es que dejan a un maleante entrar a la milicia…?
Pero esos mismos sentimientos fueron cambiando gradualmente. Cuando existían pequeños momentos en lo que Levi demostraba preocupación genuina con el resto de sus compañeros.
Y había sido precisamente con ella.
Después fue cosa de conocerlo realmente. De no quedarse conociendo sólo el lado superficial.
—Debiste ser más cuidadosa —la voz monótona de su superior llegaba a hacerla casi sentir peor, y molestarle de momentos.
Petra volteó la mirada, apretándose los labios.
—Lo siento, sé que fui una idiota.
—Muy idiota —corrigió Levi, sentándose en frente a la muchacha mientras ésta se tocaba el brazo malherido. —No te estés tocando mucho.
—Todavía no me acostumbro.
—¿A las vendas? —Levi la miró apenas de reojo, alzando una fina ceja.
—No...a ser una soldado.
—Aún eres inocente así que está bien —y llevó su mano sobre la cabeza ajena en un gesto que no esperaba para nada de su superior.
Sonrió un poco, sin poder evitarlo cuando éste se retiró y se alejó de su presencia. Al parecer su superior no era tan malo como parecía.
Notas de la Autora:
¡Siento que como autora comento menos! Pero bueno, lo importante es el fic, espero sea del agrado. He de decir que si bien se supone que Levi es Capitán me he acostumbrado mucho a Sargento y me cuesta no decirle así.
¿Algo más para decir? Creo que no, ¡saludos!
