Ser un asesino implica:_
Hola a todos los lectores, les presento mi nuevo fic usando nuevamente una de mis parejas preferidas, les digo desde ya que no se si esta será la secuela de mi primer fic "Y después de Todo", eso dependerá de lo que siga escribiendo, en otras palabras, aun no lo sé xd, eso por ahora, disfruten.
Descargo de responsabilidad: HxH y sus personajes no me pertenecen.
Eran las seis de la mañana en un hermoso día de invierno, las nubes aún cubrían la entrada del sol, pronto, todo el camino estaría cubierto por un suave manto blanco de nieve, y cierto mago excéntrico salía de su apartamento vestido de civil, con la necesidad de llegar al aeropuerto lo antes posible para su encuentro sorpresa con su asesina preferida, a quien no vio durante seis meses después del incidente del Ryodan.
Todo indicaba que este día, a pesar del panorama, no sería para nada tranquilo, Hisoka sabía que estaba siendo seguido, no podía sentir ningún indicio de ocultar la existencia por parte de ellos, por lo tanto no eran poderosos cazadores, ni siquiera eran cazadores, eran personas comunes y corrientes, pero eran muchas, y eran muy precavidas, la más cercana debería estar a unos cien metros de distancia de él.
Lo más probable es que más de una rama de investigación de algún país ya se había percatado de la farsa del Ryodan y la supuesta muerte de sus miembros; estas debían ser unas fuerzas especialmente entrenadas para cazarlos, y debido a su conocimiento deben ser únicas también... A la distancia de cien metros, la bala de un francotirador demoraría un cuarto de segundo en alcanzarlo, Hisoka recubrió el área que lo rodea con un delgado manto de aura que ralentizaría la bala medio segundo más, tiempo suficiente para que el mago actuará.
Hisoka se estaba animando cada vez más, si bien unos cuantos tiros no eran una preocupación, la paciencia y la concentración que deberían tener los sujetos que lo estaban persiguiendo era notable, ellos tenían conocimientos de sus habilidades, incluso podría apostar a que sabían que él se dirigía al aeropuerto. Eran personas comunes y corrientes, pero no eran de subestimar.
El arlequín no lo podía evitar, se estaba entusiasmando demasiado, prácticamente estaban jugando a la cacería, la búsqueda por la cabeza de una bestia sanguinaria, él estaba jugando el papel de la bestia e irónicamente, los que tenían el papel de cazador eran sus víctimas, sus presas.
El imaginarse la presión de cada uno de ellos al saber a qué se enfrentaban era divertida para el mago, hasta qué punto lo postergarían?, estarían discutiendo entre ellos?, quien dispararía primero?, quien perdería la vida primero y cómo reaccionarían sus colegas ante el asesinato de uno de los suyos. La sonrisa de Hisoka se amplió, necesitaba tranquilizarse, suprimir su felicidad, no quería echar a perder el juego haciendo saber a sus perseguidores que él estaba al tanto de su presencia.
El asesino en serie decidió seguir caminando sin levantar sospechas, él tenía un buen presentimiento, a diferencia de una subversiva asesina de cabello púrpura que presentía que su día no iba ser como ella lo planeo.
Gema Broadway nunca pensó que su primer día de secundaria comenzaría con una tragedia, solo hizo falta cruzar desprevenidamente una calle mientras hablaba con su querida madre, sin percatarse de lo que tenía alrededor.
El sonido de una bocina la alarmó, la camioneta peligrosamente cerca sin indicios de frenar la inmovilizó de miedo, su madre estaba en la misma situación, nunca hubo tiempo para pensar, su instinto materno la llevó a abrazar lo más preciado que tenía en el mundo, protegiendo a su única familia, la aferró a su cuerpo y se interpuso entre la camioneta y su querida hija.
La mujer sintió un dolor muy agudo, pero lo confundió con haber fallado como persona y como madre al ver que su hija fue lanzada al aire junto con ella, le imploró a Dios su último deseo antes de caer muerta en el piso, 'no dejes que ella muera'
Todos los que presenciaron el hecho se estremecieron, excepto Machi, quien sacó de su estremecimiento a todos los presentes al acercarse a revisar el estado de las víctimas.
La mujer mayor tenía el cuello quebrado, su cabeza quedó en una posición que le indicó a Machi que no quedaba nada por hacer, entonces, ambiguamente motivada por un presentimiento, fue con la niña que estaba más adelante.
Al parecer estaba consciente, pero no podía mover las piernas, ella se estaba arrastrando al cuerpo de su madre, llamándola desesperadamente mientras lloraba haciendo el esfuerzo por alcanzarla.
La chica estaba sangrando mucho por las piernas, si seguía acelerándose así, el flujo sanguíneo aumentaría, provocando una hemorragia peor, Machi la frenó dándola vuelta, la respiración de Gema era agitada, el dolor en las piernas era insoportable y moverla de esa forma la hizo desistir por el momento. "Mi mamá…" dijo Gema con las últimas energías que se estaban empleando para aguantar el dolor.
"Está muerta" dijo sencillamente Machi "Te necesito consiente niña, tu pierna y pie izquierdos están fracturados, el peroné parece fuera de lugar, dime donde te duele." Pidió Machi con indiferencia, que fue interpretada como profesionalismo por los presentes.
"M-Mi madre…" dijo Gema aún más angustiosa, Machi no tenía tiempo de consolar a nadie, ni siquiera habría una paga por esto. Haciendo caso omiso de la chica comenzó a presionar suavemente con su dedo pulgar el sitio de la fractura, de arriba hacia abajo, Gema repentinamente sintió un frío insoportable que la hizo chillar, el grito le indicó a Machi donde estaba la raíz del dolor y como podría restablecer la ubicación del hueso.
"Esto te dolerá niña, trata de quedarte conmigo." Pidió Machi, desmayarse ahora solo traería más problemas.
Al ver a Machi esperando un tipo de respuesta por parte de ella, Gema supo que esto sería más que doloroso, cerró sus dientes tanto como pudo y para sorpresa de Machi, Gema le ofreció su mano temblante para que ella la tomara. Machi entendió que necesitara aferrarse fuertemente de algo para aguantar el dolor.
Compadeciéndose un poco de la niña tomó su mano y la niña respondió con un fuerte apretón, Machi agarró la pierna dañada con su brazo izquierdo.
"¿Preparada?" preguntó Machi, la niña asintió, entonces se escuchó el crujir de los huesos que para cada uno de los presentes fue uno de los sonidos más crudo que pudieron haber escuchado en su vida.
Machi con gran destreza y habilidad había vuelto a poner en su lugar al peroné de la chica. Por suerte el hueso no había salido de la piel, pero había muchas heridas abiertas en ambas piernas, sobre todo en la derecha, sin mencionar que su pie izquierdo seguía fracturado. No tomaría mucho tiempo saturar las heridas con su habilidad.
Machi comenzaría con la operación, pero se detuvo al escuchar una ambulancia aproximándose, ya no era necesaria su intervención, la niña tendría que soportar unas horas más de sufrimiento pero viviría. Era momento de irse.
Irónicamente, una de sus manos estaba siendo fuertemente apretada por la chica, quien no pensaba soltarla.
"Por favor, n-no me dejes…" suplicó Gema, la desolación era el sentimiento que más despreciaba, después de todo lo que ha pasado no quería volver a estar sola, en su desesperación se olvidó de todo y se centró en no dejar ir a la persona que la estaba cuidando.
"Descuida niña, estarás en buenas manos-"
"¡Por favor!" respondió la niña con el apretando firmemente la mano de Machi sin señales de dejarla ir.
La inquebrantable mujer se estaba hartando por el hecho de sentirse obligada a quedarse con ella, se suponía que debería estar agradecida con lo que ella hizo, pero solo le estaba exigiendo más, además lo estaba haciendo gratis!, qué clase de persona te ofrece un trabajo tan perfecto sin recibir algo a cambio?
Un rápido movimiento y Machi sería liberada, y se iría al aeropuerto donde se suponía que debía estar, pero antes que pudiera hacer algo, una mujer paramédico tomó su brazo suavemente para llamar su atención.
"La niña perdió a su único acompañante, por favor señorita, acompáñela." Pidió amablemente con una mirada que le decía que recapacitara, sin contar la cantidad de personas que estaban viendo.
Machi no es una persona vergonzosa, pero detesta ser foco de atención de una gran cantidad inútiles que esperan que ella haga lo correcto, cuando uno de ellos debería ser el que dé la cara por una dama. Sería más fácil matarlos a todos…
"De acuerdo, iré…" dijo Machi desganada, ya no había mucho que hacer de todas formas, escaparía cuando se le diera la oportunidad.
Los paramédicos trasladaron cuidadosamente a Gema a la ambulancia utilizando una camilla, cerraron las puertas y se dirigieron al hospital más cercano.
Gema aún tenía a Machi sostenida de la mano, y mientras los paramédicos la examinaban, Machi contemplaba una herida pequeña en la pierna derecha de Gema que no dejaba de sangrar.
Sin previo aviso, Machi puso su mano desocupada y presionó levemente la herida, de ella brotó un chorro de sangre brillante, supo de inmediato que una arteria se había comprometido en el accidente, la respiración de Gema se agitaba cada vez más.
"La presión arterial disminuye!" Informó el paramédico varón en base al monitor de signos vitales.
"Entrara en shock hipovolémico por la hemorragia." Dijo Machi, presionando fuertemente la herida para contener el flujo de sangre.
"Necesitaremos presionar la herida lo más que podamos, aún estamos a minutos de llegar al hospital." Informó la paramédico, tomando unas compresas y vendas, se acercó a Machi para controlar la hemorragia que no parecía detenerse.
"No…" dijo Machi dejando un ambiente de pensamientos confusos en el aire. "Operare de inmediato…" Dijo decisivamente dejando en claro para los paramédicos que no era una persona cuerda.
"U-usted… es doctora?" preguntó sorprendido el paramédico.
"No legalmente…" Respondió.
"No tenemos tiempo para esto señorita, tenemos que controlar la hemorragia para posteriormente llevarla a quirófano" Dijo el paramédico acercándose a Machi para tomar su lugar.
Justo cuando iba a tomar a Machi para sacarla de ahí, ambos paramédicos experimentaron el más grande escalofrío que tuvieron en sus vidas, lentamente subieron la mirada al rostro de Machi, al verla ambos se dieron cuenta de que estaban corriendo peligro, "Lo último que necesito, es que ustedes me digan que hacer." Habló Machi, ni siquiera se molestó en voltearse para encararlos, solo tuvo que dejar salir parte de su aura asesina para que captaran bien el mensaje, y ambos quedaron aterrados, ninguno de los dos paramédicos podía moverse de su lugar, era como si los estuviesen apuntando directamente con una escopeta cargada.
"¿Confías en mí?" Ahora dirigió su mirada a la niña que estaba postrada sobre la camilla, Gema semiconsciente dudo al principio, pero al sentir que Machi respondía a su apretón de manos ella asintió.
"Bien, necesitare de mis dos manos para lograr esto…" Su mirada inquisitiva se posó en la niña "¿cómo te llamas?" Pidió Machi mientras le quitaba el rollo de venda al paramédico aún inerte.
"Ge-Gema…" dijo la niña en medio de un quejido.
"Bien Gema, toma, será mejor que lo muerdas" Sugirió Machi colocándole el rollo de venda en la boca de la adolescente, Gema no preguntó nada, haciendo caso a cada una de las palabras de su salvadora mordió fuertemente el rollo, rezando para que lo que se supone que vendría fuera rápido e indoloro.
"Procederé a desinfectar, necesito alcohol." Pidió Machi con un tono de impaciencia en su voz.
"Te-tenemos solución de iodopovidona-" ofreció la mujer, a la paramédico le faltaron palabras para conseguir devuelta su confianza. Machi no la dejó terminar su diálogo cuando ya le había arrebatado el medicamento de sus manos.
Aplicó la solución en la herida, los quejidos y las lamentaciones no se hicieron esperar, seguido de un angustioso llanto, "-Y será mejor que te prepares porque eso solo fue la entrada" Dijo Machi tratando de no hacerlo sonar tan cruel como se veía.
A lo largo de toda su estadía en el Ryodan, Machi, además de ser una excelente asesina silente y tener un sexto sentido muy desarrollado, era la persona que se ocupaba de las heridas potencialmente mortales de los otros miembros. Aunque sólo ocurriera un par de veces gracias al excelente trabajo en equipo que poseían, eran muy pocas las veces que alguien resultaba realmente lastimado. Hasta que Hisoka se unió… Sólo con su llegada Machi comenzó a lucirse en serio, costillas rotas, articulaciones seccionadas, múltiples fracturas, no importaba qué clase de herida tuviera el miembro más excéntrico y más masoquista del grupo, Machi lo arreglaba todo, tuvo que reconocer que el imbécil logró hacerla millonaria… Como llego a pensar en él de todas formas?
Machi volvió en sí y sacó una de las cuantas agujas que tenía en el accesorio de la mano izquierda y creo un hilo que era invisible para los paramédicos, "Escucha Gema, apenas se detenga la ambulancia comenzare, sólo necesitare de dos segundos, entiendes?" y Gema volvió a asentir. Ella no tenía por qué saber, pero será un detalle que Machi tendría en cuenta, nunca había operado así a una persona normal, cualquiera que sepa utilizar bien nem podría aguantar una cirugía así, pero siendo sincera con ella misma, no sabía a qué comparar el dolor que sentiría Gema cuando esto ocurriera. "Ustedes dos, sosténganla de cabeza y que el otro sujete los pies." Ordenó Machi, ellos tragaron saliva y al instante se pusieron en posición.
'Es una arteria femoral…' se dijo mentalmente Machi, cuestionaba la probabilidad de vida de la muchacha, ella podría hacerlo, Machi no tendría problema en realizar una operación satisfactoria, satisfactoria hasta cierto punto, el dolor causado podría matar a la niña.
Se preparó para el momento, levantó su brazo hasta cierta distancia de la herida abierta y apuntó, contuvo la respiración, y esperó a que la ambulancia se detuviera. '¿Sera doloroso para ella?' se preguntó Machi internamente, y no encontró mejor momento que este para poder responderse.
La ambulancia se detuvo en un cruce por un pequeño embotellamiento, Machi había cerrado las heridas, el cuerpo de Gema tardó un segundo en reaccionar y se alzó del dolor como si estuviera poseída. 'ok, si dolió…' se dijo Machi así misma mientras colocaba una mano encima del pecho de la chica para bajarla.
Después de unos segundos, la parte del tronco de Gema se derrumbó sobre la camilla, ambos paramédicos la soltaron suavemente, aun con una respiración agitada la paramédico acariciaba su rostro para decirle que lo peor ya había pasado, posteriormente comenzó a calmarse.
Aparentemente todo parecía bien, no sabía cómo lo hizo, pero esa mujer de cabello púrpura no solo paró la hemorragia si no que saturó todas las heridas restantes de la chica en un abrir y cerrar de ojos. No podía dejar de mirar a la mujer con asombro al igual que el hombre, quien se desplomó en el suelo de la ambulancia al presenciar uno de los acontecimientos más insólitos de su vida. Esta mujer, había saturado todas las heridas en tan solo unos segundos.
"Sus signos vitales regresan a la normalidad" comentó exasperado el paramédico mirando el monitor de la ambulancia. De ahí en adelante pasaron un par de minutos hasta que llegaron. Después de lo presenciado sólo se le tendría que hacer un pequeño control de heridas a Gema para comprobar daños colaterales.
"Oye…" Machi sacó de sus pensamientos a la paramédica "Aquí termina mi trabajo…" dijo directamente mientras se ponía de pie, estaba lista para irse, "Espero que cuiden bien de ella, ya no es problema mío-" Machi paró en seco, la mano de la chica volvió a sujetarla al igual que hace cinco minutos atrás, Machi no lograba comprender cómo una persona normal podía seguir consciente luego de haber pasado por un infierno, sin mencionar la pérdida de su madre, la pura presión tendría que dejar a la chica agotada, y está aún tenía la energía como para sujetarla de la muñeca.
"Dijiste que te… quedarías…" Dijo Gema semiinconsciente.
"Yo nunca dije que me quedaría para cuidarte niña…" Dijo Machi dándole una mirada a Gema, esperando a que ella le soltara la mano.
"Por Favor…" Dijo Gema apretando aún más fuerte.
Este sería un día largo para Machi.
Trasladaron a Gema al hospital, luego de una breve revisión, le informaron a Machi algo obvio para ella, Gema se encontraba bien y sólo necesitaría un día de reposo, los doctores no podían creer que fuera víctima de un choque de auto que según el registro, iba a más de ciento cincuenta kilómetros por hora, y el daño fuera tan pequeño, el tema de las cicatrices podía esperar, ya que en ese momento el hospital estaba lleno de urgencias, todas las camas estaban ocupadas y así mismo las mayoría de los doctores, quien no lo estuviera, estaría tomando un descanso en medio de lo que sería una larga jornada, debido a esto, el tema de Gema rápidamente fue olvidado ya que el paciente se encontraba bien. Sin embargo Gema tendría que usar silla de ruedas por al menos unos días, Machi estuvo de acuerdo con este punto.
En tanto, ambos paramédicos decidieron guardar silencio, cada vez que querían mencionar algo de lo ocurrido terminaban recordando el miedo que Machi les hizo pasar. Antes de marcharse, la paramédico quería asegurarse que la paciente, ahora huérfana, estaría segura en manos de alguien. Aunque Machi salvó su vida, era una persona visiblemente peligrosa.
"Disculpe señorita" interrumpió, más bien interceptó a Machi quien parecía retirarse, sinceramente, ella quería creer que sólo iba al baño.
"Ahora que…" dijo cortantemente
"Lo lamento, sólo quería cerciorarme de que ella estará en buenas manos, recuerde que ya no tiene con quien estar." Ahora mismo, Machi era atacada por una mirada que rogaba piedad por la chica, Machi se defendió con indiferencia, restándole importancia al accidente y al hecho de que la joven quedó oficialmente huérfana, para ella era un suceso de todos los días.
"Tranquila, me haré cargo de la chica, luego veré que puedo hacer con ella." Por suerte para Machi, la mentira sigue siendo por lejos, el regalo más grande que apreciaba tener. No obstante, la paramédico se volvió a ver preocupada, temiendo que fuera una farsa, no tenía idea de lo cerca que estaba de la realidad. "No soy el tipo de personas que abusa de los niños, y tampoco soy del tipo que se los queda para amarlos y cuidarlos, pero realmente me asegurare de que termine en un buen lugar, ya sea con alguien más o internada en algún orfanato."
Aun así la paramédico se veía preocupada, es más, se comenzó a disgustar, y Machino entendía el por qué. No estaba tratando a una persona con suficiente aprecio?, o aún ni siquiera la estaba tratando como persona?, "Pero hasta entonces… me quedaré con… ella." Terminó Machi, no pensaba darle más explicación para que alguien que no volvería a ver quedara más tranquilo, "Ahora dime donde hay un baño que estoy manchada en sangre" La cara de la paramédico al fin cambio en una indicio de alivio, y amablemente le indicó donde estaba el baño.
El momento de la libertad había llegado para Machi, se había quitado de encima la responsabilidad de la niña y de esas molestas miradas de la paramédica. Aun podía llegar a tiempo al aeropuerto y tomar su avión, era cuestión de caminar unos metros más.
El remordimiento que sintió Machi por dejar una niña desamparada era molesto, casi tanto como esa mujer y su preocupación por ella, pero Machi había podido lidiar con esto y cosas peores, terminando por olvidar el asunto y seguir su vida, como siempre lo había hecho. Ella iba a caminar por la puerta que la espera al doblar el pasillo y se iría como si no hubiera pasado nada.
Mientras caminaba, Machi se dio cuenta de varios detalles, cada sala estaba ocupada por un paciente, sino dos que interrumpía al anterior debido a su gravedad, las salas de espera estaban prácticamente repletas, hoy se hicieron notar los accidentes. Doctores y enfermeras estaban atendiendo en los mismos pasillos, había logrado escuchar que faltaban más camas y en respuesta 'que los pacientes menos graves la desocupen, hay casos peores', podía ver personas peleándose por ser atendidas, en síntesis, el hospital estaba en pleno infierno, Machi había llegado a la entrada del baño de damas, unos pasos más adelante estaba su salida, inconscientemente terminó entrando en el baño.
Llegó a un lavamanos, y dejó caer sus manos firmemente sobre él, no podía creer lo que iba hacer, realmente iba a cuidar de esa niña?, ni siquiera recordaba su nombre, era Gema? Tenía que ver con un mineral, estaba segura. Pero qué importaba ahora, algo estúpido en su interior le decía que no tenía que dejar sola a esa niña, se miró al espejo que estaba sobre el lavamanos, su rostro no había cambiado, todo estaba delicada y cuidadosamente perfecto. Y se volvió a preguntar, por qué ella no podía permitirse salir de aquí sin la niña?
No se iba a dejarse convencer por el buen camino de la moral, era una asesina profesional a sangre fría después de todo, no necesitaba inquietarse por asuntos ajenos, ni menos sentirse preocupada por ese algui- "¡Archhh!, malditos sean todos!"
Machi salió del hospital llevando a Gema en una silla de ruedas, la chica aún estaba muy mortificada como para iniciar una conversación, así que Machi, en contra de su naturaleza de desinterés, decidió dar el primer paso.
"Y... ¿Cómo te sientes?" preguntó tranquilamente Machi mientras caminaba en dirección a la salida del recinto que estaba enrejado.
Pasaron unos segundos y dedujo que estaba siendo ignorada, a pesar de su asombroso intento por iniciar una conversación con alguien, estaba siendo ignorada!, ella ignora a los demás y no al revés!
Realmente no sabía qué hacer con esta chica, pero lo último que quería era convertirse en la madre adoptiva de ella, o por lo menos eso creía.
En cuanto a Hisoka, él ya había llegado al aeropuerto sin ningún problema, aún…
Al llegar, se dio cuenta que tres personas aparentemente tomando un descanso en los asientos, lo estaban vigilando, eso quería decir que el número de perseguidores aumentaba a diecinueve en total. Eran grupos de cinco personas, y estaban movilizándose estratégicamente alrededor de él, y cada uno ya había tomado sus respectivas posiciones.
Siguió como si nada hasta las salas de atención al cliente para recoger su ticket, una linda rubia de ojos verdes lo atendió.
"Buenos días Ma chérie" saludó cortésmente "Vengo por mi vuelo, necesito desesperadamente unas vacaciones para relajarme, quieres venir conmigo?" Obviamente era sólo coqueteo, su objetivo era Machi, además no perdía nada, sabía que no podía dejar su trabajo tirado.
"Me encantaría" Contestó la mujer alegremente dejando sorprendido a Hisoka, "¿En serio?" preguntó algo perplejo, no quería ser grosero con la dama que justamente le arruinó sus planes.
"En serio, pero lamentablemente su vuelo se ha cancelado, señor Hisoka" Conocía su verdadero nombre, entonces comprendió que todo esto era parte de la comedia, una planificación de sus perseguidores, "Por favor, disfrute su ida de camino al infierno" le dijo alegremente como la empleada que simulaba ser y de inmediato una capa gruesa de metal cerró la ventanilla a la atención del cliente, todos los supuestos civiles se despojaron de su ropa revelando el equipamiento de un comando pertenecientes a las fuerzas especiales, era como sacado de una película, sin embargo Hisoka no tenía indicios de mostrarse asustado, más bien se mostraba sorprendido y halagado.
"-Y todo este montaje sólo para mí?" preguntó cómo niño en su cumpleaños.
Los tres sujetos que lo estaban observando de cerca anteriormente, se acercaron, el del centro, algo anciano y con cara de estar siempre triste le habló "tú debes ser Hisoka, el payaso del Gen'ei Ryodan"
"La palabra 'payaso' suena un poco denigrante para mí, preferiría usar el término de "mago"" aclaró Hisoka tan tranquilo como la luna.
"Como quiera, el mago está listo para pasar a mejor vida?" le preguntó, y Hisoka no pudo evitar dejar escapar una pequeña carcajada. Al mismo tiempo se escucharon una variedad de armas cargarse.
Hisoka por un lado se decepcionó, pensó que lo sorprenderían de otra forma más inteligente que precipitarse directamente a la muerte, pero necesitaba saber algo antes de matarlos a todos.
"El mago tiene una pregunta, antes de… 'pasar a mejor vida'" dijo Hisoka llamando la atención de un puñado de soldados que lo estaban interpretando como una señal de ataque, "dime algo, ¿cancelaron los vuelos con anterioridad sólo por mí?"
"Así es" respondió el general sin inquietarse, "¿por qué?"
"necesitaba motivarme…" respondió Hisoka, comprendiendo el por qué Machi no se encontraría aquí, "Ustedes, gran manga de inútiles, arruinaron mi cita con mi amada"
"Bueno discúlpame, no había ningún registro existente que demostrara que un asesino como tu pudiera amar…" Dijo el anciano tan calmado como Hisoka
"Bueno, siempre será un placer instruir a un iluso como tú." Hisoka sabía que todos los presentes no eran más que personas comunes y corrientes, no tardaría más de un minuto en acabar con todos, o por lo menos eso era lo que él creía.
Bueno para los que leen mis historias saben a mí me gusta hacer esperar aunque sea un poco el romance, este fic ira un poco más allá de tan solo un amoroso encuentro, les pido paciencia a los fanáticos de esta pareja, ya que seguiré escribiendo un par de capítulos más de este fic pero no sé si lo continúe, eso dependerá de los reviews, supongo, gracias por leer, y cuídense. Nos estamos leyendo
