Nombre: Tiempo de vals
Pareja: ElliotXReo
Género: Romance, General.
Rated: T (Adolescentes)
Disclaimer: Los personajes usados en este escrito no son míos (ya quisiera), le pertenecen a Jun Mochizuki-sensei, y los pedazos en negrita y cursiva pertenecen a la canción "Tiempo de Vals", de Chayanne.
NA: Bueno, este fic está lleno de primeras veces para mí. Primera vez que escribo slash, primera vez que escribo sobre Elliot y Reo, y primera vez que escribo de PH que no sea crack. Ah, y también primera vez que describo un baile. Lo de los ojos de Reo es una suposición, siempre he pensado que son violetas. Y creo que eso es todo.
I. Tiempo de vals
"Festival del ángel.
En el festival del ángel, hay una tradición en la mansión Nightray. Hay un baile elegante para personas invitadas por los dueños del ducado, a medianoche, se cumple la tradición general del día, darle una rosa azul a aquella persona que quieres con toda tu alma, cumpliéndose el poema inscrito en la estatua del ángel de Reveille, que se sitúa en el centro de la capital:
Una vez termina el festival,
Una rosa azul a quien llene tu corazón le darás
Si el regalo es aceptado con cuerpo, alma y mente,
Aquella relación, perdurará para siempre.
Cuando el baile termina, los amantes se van a demostrarse su amor en…"
-¡Reo! ¡Tengo problemas! –
Otra vez estaba leyendo, pero se detuvo al escuchar mi voz, y me miró con serenidad.
- ¡Hay un baile esta noche y mi hermana Vanessa quiere que asista!
- ¿Y para eso me interrumpes?
- ¡Esto es importante!
- Oh, ¿te refieres al baile del que hablan en este libro?
Reo me mostró la portada del libro "Tradiciones de Reveille". Lo observé un momento, era un libro que no había leído aún, así que le devolví la mirada extrañado.
- ¿De qué me hablas? – Hice una pausa, puse mi mano sobre mi rostro y continué. – Ah, no importa, necesito que me ayudes.
- Es sólo un baile, Elliot, sólo tienes que salir y…Bailar, como el caballero que eres.
- Reo…Ese es el problema. – Mis mejillas se tornaron algo rosa, para mi desgracia; y bajé la cabeza para que no lo notara.
- ¿Uh? No me digas, ¿Acaso no sabes bailar, Elliot? – Reo me miró con curiosidad y sonriendo.
- ¡NO TE BURLES! Se supone que eres mi sirviente, así que ¡Haz algo!
- Uh, o sea que es cierto. El legítimo heredero Nightray, no sabe bailar. – Dijo Reo con una sonrisa burlona. - ¿No es suficiente con negarte a ir?
- No, ya he faltado el año pasado y mis padres dicen que es mejor que la sociedad me conozca, que ya tengo edad de tener vida social.
- Oh, entonces no hay remedio. – Reo cerró el libro que tenía entre las manos y lo guardó en un cajón. – Hay que enseñarte a bailar, tenemos tiempo hasta la hora del baile.
- ¡¿QUÉ? No, espera, ¡cuando dije que hicieras algo no me refería a esto!
- Elliot, el tiempo corre.
Fuimos al salón de música de la mansión donde había una pequeña pista, que serviría para la práctica, el salón estaba vacío y se situaba en un ala de la mansión a donde casi nadie llegaba, así que no serían molestados por nadie.
- Reo, ¿Cómo voy a aprender si no tengo a una pareja para practicar?
- Yo seré tu pareja, no te preocupes por eso.
- Pero, ¿no es extraño?
- ¿Uh? ¿Qué te parece extraño? – Preguntó Reo, con expresión confundida.
- Que…Nada, olvídalo –Volví a bajar la cabeza, y no pude evitar tener expresión de tristeza, pero Reo lo notó, y me habló sonriendo.
- No te preocupes, tengo la estatura perfecta para que practiques.
- Ah…Era, eso. – Me decepcioné un momento ¿Cómo era posible que no se diera cuenta? Abrí mi boca para decirle algo, pero no me dio tiempo, me jaló por la mano y me condujo al pequeño espacio que había en la sala, que serviría de pista.
- Entonces, comencemos.
Reo se alejó de mí por un instante y puso a sonar una canción de vals en un tocadiscos, y se puso en frente de mí, colocando los brazos al aire como si tuviera una pareja imaginaria.
- Elliot, tienes que hacer esto así, es sólo vals, así que los pasos son sencillos, uno, dos, tres, y te mueves un paso hacia otra parte del salón. ¿Entiendes? – Reo bailaba mientras me explicaba cómo bailar el vals. Miré atentamente sus movimientos, se detuvo después de cuatro repeticiones, y se acercó a mí, acomodando mi mano derecha en su cintura y mi mano izquierda la entrelazó con su mano libre, tomándome por el hombro.
- Es tu turno, Elliot. Procura no pisarme demasiado.
- ¿Qué dijiste? – le hablé casi gritando, algo molesto por el comentario. – Yo soy capaz de hacerlo, ¡Soy un Nightray!
Y no me dejó seguir hablando, ya que aferró sus manos sobre mi cuerpo en la posición de baile y me acercó a él repentinamente, empezando a bailar al compás de las notas del violín y del piano que llenaban la estancia, y yo le seguía con pasos cortos y lentos tratando de imitar lo que me había enseñado. Poco a poco me dejé llevar y empezamos a bailar vals a través de todo el salón, él me sonreía de vez en cuando.
Sin Saber Si Te Llevo O Me Dejo Llevar
No Es Tiempo De Verdad
- Vaya Elliot, lo has dominado en poco tiempo. Y yo que pensé que tardarías siglos en aprender.
- ¡Tú….! – Fruncí el ceño e iba a decirle algo para regañarlo, pero él empezó a hablar.
- Y ¿a quién le darás la rosa azul? – Me preguntó con naturalidad.
- ¿Eh? ¿Qué rosa?
- La que mencionan en el libro que te mostré.
- No tengo idea de lo que me hablas
- Deberías prestar más atención a tus clases. Un noble que no conoce las tradiciones de su propia ciudad es bastante curioso. – Me dijo con una sonrisa burlona.
Lo miré con malos ojos, quería regañarlo pero no podría sabiendo que sus palabras eran ciertas, desvié la mirada y le pregunté, tal vez era importante.
- ¿Qué es lo de la rosa azul?
- Que según el libro, al final del día debes darle una rosa azul a la persona que más quieres, como muestra de tu amor por esa persona. – Hizo una pausa y prosiguió – Ahora que lo sabes, ¿A quién le darás la rosa?
Me tomó tanto de sorpresa aquella pregunta que lo pisé sin querer, perdiendo el ritmo de los pasos, tambaleándome un momento y luego inclinándome hacia adelante, la gravedad hizo su trabajo y terminé encima de él, en el suelo.
- Auch, duele… - Cerré los ojos un momento por el dolor y me llevé las manos a la cabeza.
- Ne, Elliot. – Reo, el más afectado de la caída (porque soportó mi peso además del golpe) no se quejó. Su rostro se tornó muy serio, muy diferente a la sonrisa que tenía antes del accidente. - ¿Por qué te pones así con esa pregunta?
- N-no fue la pregunta, tonto. Sólo me resbalé –
Reo me miró profundamente a través de los lentes, como buscando algo, yo desvié mi mirada, apenado.
- Eres un pésimo mentiroso. Y… ¿no piensas contestar?
- ¡Idiota! – Dije en voz baja – Preguntar algo así mientras me enseñas a bailar es insolencia.
- ¿Quién es el idiota? Eres tú el que no ha contestado una pregunta tan sencilla.
Di un suspiro y empecé a hablarle más calmado.
- ¿Por qué me preguntas algo así?
- Porque, Elliot…
- Qué te…
Una vez más, me dejó sin habla, tomó mi mano derecha y me acercó a él, hasta quedar su boca en mi oído, y sentí su voz, en un susurro.
- Yo...Quiero estar a tu lado para siempre.
Abrí los ojos de par en par, quedando en shock, sintiendo varias cosas a la vez ¿Qué rayos me pasa? ¿Qué rayos le pasa a Reo? ¿Por qué no puedo moverme?
Pasaba el tiempo… ¿Minutos? No lo supe, porque sin darme cuenta su mano había ganado terreno en mi rostro y acariciaba mi mejilla derecha, me tomó por el mentón y acercó mi rostro al suyo, acortando la distancia cada vez más sin poder evitar un ligero rubor en mis mejillas, Reo posó sus labios sobre los míos en un roce muy suave por ¿Segundos? No importaba realmente, sea lo que fuera, no quería que terminara. Mi corazón latía fuerte y acelerado, y ahora Reo abrió un poco la boca, buscando el interior de la mía, y le correspondí por instinto, nos enredamos en un beso largo y profundo, amenizado por el vals que aún sonaba en aquella pista.
"Podría quedarme ahí para siempre", pensé, pero de repente, Reo me soltó y empecé a toser un poco en busca de aire.
A lo lejos escuché el sonido de una puerta abriéndose y pasos en la madera acercándose, y no me di cuenta de nada hasta que escuché una voz conocida.
- ¡Elliot! Ya casi es hora del bai… ¡Elliot! ¿Qué crees que haces?
Volví la vista hacia la puerta del salón. Era mi hermana, Vanessa.
-...-
¿Qué les pareció? Se aceptan críticas constructivas y galletitas XD
