Mi Primer Beso.
Ichigo y Ruka se encontraban en la habitación del joven de cabellera extravagante.
Ichigo como todas las tardes estaba en su escritorio acabando la tarea de la universidad, el chico lucia extremadamente concentrado en su labor. Rukia sólo observaba al pelinaranja como hacia su tarea, se veía desde ese ángulo tan lindo.
¡¿Por qué demonios pensó eso de ichigo?! Rukia se había percatado de lo que estaba pensando, pero ella no dejaba de tener fija la mirada en el shinigami.
-Rukia, ¿Por qué demonios has estado viéndome todo este tiempo? – Le preguntó Ichigo, debido a que se había percatado de lo que hacía su acompañante.
– Ichigo, no seas un idiota, yo no te estaba viendo. – Aunque había sido descubierta y no le creyera su mentira, ella no lo iba aceptar, su orgullo de Kuchiki no se lo permitía.
– Ya veo, no podías de ver mi genial atractivo, ¿verdad enana? – Desde que terminó la guerra con los Quincy, se le había hecho costumbre molestar a la Shinigami, solo porque le gustaba verla ruborizarse.
– ¡Claro que no! ¿Quién quisiera ver tu horrible cara? – Indignada y enfadada, desviando su mirada y tratando de ocultar su rubor, cruzando los brazos también.
– Pues varias chicas de la universidad… - No terminó su oración, debido a que una almohada voladora aterrizó sobre su cara. – ¡Maldición, Enana! ¿Por qué me golpeas? –
– Por andar de vanidoso. – Fue lo que dijo Rukia. Sí, kurosaki Ichigo, también tenía un poco de vanidad (No al extremo, ni para decir que era un Narcisista.)
– se Como sea, ¿Qué estabas pensando? –
– ¡Eh!, Nada en especial. – No iba a confesarle que pensaba que él era lindo.
– ¿ Y qué es? – Insisto el pelinaranja.
– ¡No te importa!
– Como sea, estoy seguro que pensabas en ese estúpido conejo. –
Antes de que pudiera decir algo más, fue golpeado por una pequeña mano pálida, provocando que callera al piso.
– ¡Ma…ldi…taaa! –
– No vuelvas a insultar a Chappy, ¿Entendiste? –
– ¡Demonios, Rukia! si solamente es un feo conejo. – Dijo molesto y tocándose la parte dañada.
– Chappy no es feo. –
Ninguno de los dos se habían percatado de lo cerca que estaban sus caras, uno del otro.
Cuando por fin se habían fijado en ese mínimo detalle se distanciaron, pero sólo unos mínimos centímetros. Al parecer a ninguno le incomodaba esa cercanía; Rukia se levanta de la cama para salir de la habitación de Ichigo.
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Ya estaba por dar los primeros pasos, cuando fue agarrada de su muñeca por una mano, la mano de Ichigo – Rukia espera, no te vayas. – Fue lo que pidió el shinigami.
– Sera mejor que descanses un p… – No pudo acabar de decir su oración, porque Ichigo la tomó de la cara con las dos manos, acercándose peligrosamente a las curvas peligrosas de los labios de Rukia.
– ¡Ichgo! – fue la única palabra que pronunció antes que la persona, dueña de ese nombre, la besara.
Rukia sentía un calor en sus mejillas y también un extraño cosquilleo en el estómago. Ichigo también sentía que sus mejillas arder, sentía una descarga eléctrica en sus labios; ambos jóvenes tenían sus corazones latiendo como si en ese mismo momento pudiera explotar. Después de unos segundos se separaron por la falta de aire.
Ojos violetas y ámbar se miraron fijamente, no necesitaban palabras para comunicarse, con la simple mirada bastaba para entender a la perfección lo que querían decirse el uno al otro un sencillo "Te amo".
