Lo primero de todo es decir que dedico este fic a todas aquellas personas
que tengan unos sentimientos parecidos a los de las protagonistas. Me
gustaría brindarles mi apoyo, seguramente no me ha quedado muy bien ya que
yo nunca los he tenido y no sabía como ponerlo, pero por lo menos me he
esforzado. Quiero decir que en pleno siglo XXI ¿Qué coño nos importa a
quién quiere cada uno? Lo que importa es la persona no el envoltorio.
Espero que disfrutéis tanto leyendo este fic como yo he disfrutado
escribiéndolo. Besos a todos.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
CAPÍTULO 1: NO PUEDO DEJAR DE PENSAR EN TI Y EN LO QUE ME HACES SENTIR.
Hermione y Ron estaban sentados en el jardín de la
-Feliz aniversario Hermione-dijo Ron dándole un leve beso en los labios.
-Feliz aniversario a ti también... -respondió la chica bastante distraída- Oye...¿Has visto a Ginny?
-No... -dijo ron con total indiferencia-Debe de estar en su habitación...
-Voy a hablar con ella un momento- dijo Hermione levantándose de los brazos de su novio.
-No... venga Hermione... quédate-dijo ron-Sea lo que sea se le pasará.
-Ron... está rarísima, algo le pasa y es mi mejor amiga-dijo Hermione comenzando a andar hacía la casa-lo que le ocurra me preocupa.
Ginny Weasley, tal y como había dicho su hermano Ron, estaba en su habitación, casi no salía de ella. Desde que Hermione había llegado a la madriguera, casi no se la veía por la casa, y si alguien lo hacía, no llegaba a verle la cara, solamente veía una melena pelirroja que pasaba fugazmente a su lado. Lo que le pasaba a Ginny era que no quería ver a Hermione, quería olvidar el rostro que le quitaba el sueño, la voz que le quitaba el control, los ojos que le quitaban la razón y los gestos que le quitaban los sentidos. Ginny se había enamorado de su mejor amiga y novia de su hermano , Hermione Granger, no sabía como reaccionar, que hacer, que decir... la pobre Ginny estaba sumida en la desesperación, se le revolvían las entrañas de celos cada vez que veía a la mujer que ella amaba en brazos de su hermano. Como hija menor de siete hijos, estaba acostumbrada a que sus hermanos mayores la superasen en todo, pero el que logró hundirla y consiguió lo único quería, fue Ron, llevándose a Hermione, la chica que ella amaba. El enamoramiento había sido progresivo, Ginny se dio cuenta que poco a poco el lugar que antes ocupaba Harry, fue ocupado por Hermione.
Al día siguiente empezaría el último curso de Hermione en Hogwarts, lo cual entristecía a Ginny, ya no la vería agitar su lisa y larga melena por los pasillos de Hogwarts, ya no hablarían de madrugada de sus problemas, ya no se ayudarían con los deberes y lo peor... ya ni siquiera se verían. Hermione había cambiado mucho físicamente, y lo que más le molestaba era que esa era la razón por la cual su hermano salía con ella, él no la quería como ella, ya que Ginny...
Dos golpes en la puerta interrumpieron los pensamientos de la pelirroja.
-Adelante-dijo Ginny. Y al ver a Hermione logró balbucear-Ho... hola.
-Ginny-dijo Hermione-¿Podemos hablar un momento?
-¿Acerca de que?-preguntó Ginny sintiendo como su corazón latía a 1000 por hora.
-¿Por qué me evitas?-pregunto Hermione.
-No es que te evite-mintió Ginny de manera muy convincente-Es que... no quiero molestaros a ti y a Ron.
-Pero si no interrumpes-dijo Hermione con una sonrisa que noqueaba a Ginny- Mira... te contare un pequeño secreto, tu eres más importante para mí que el celoso de tu hermano.
-Gracias, Hermione-dijo Ginny devolviéndole la sonrisa.
Hermione le dio un abrazo a Ginny, la pelirroja saboreo el peculiar olor del pelo de Hermione, olía a frutas, pero de una forma especial, la chica deseaba que ese momento fuese eterno, pero Hermione se separó y le dijo:
-Venga anímate, que me crucé con Harry y me dijo que tenía algo muy importante que decirte.
Las dos chicas bajaron y se dirigieron al jardín, donde las estaban esperando Harry y Ron.
-Venga Harry...-le decía ron a su amigo-Puedes hacerlo.
-Ginny...-dijo Harry acercándose a la pelirroja- ¿Vienes a dar un paseo? Me gustaría hablar contigo.
-Claro...-dijo Ginny un poco molesta porque tendría que irse del lado de Hermione-Vamos...
Hermione le guiño un ojo a la chica antes de volver junto a Ron, lo cual hizo que se le pusiese la cara del color de su pelo. Se dirigió colina arriba con Harry caminando a su lado, el cual no decía nada. En el momento en que ya no se veía la madriguera, Harry se giró hacía ella y tomó las manos de Ginny entre las suyas.
-Ginny...-dijo Harry- Yo... me he dado cuenta de algo que es muy importante... al menos para mí...
[¡Oh no!]Pensaba Ginny[No me hagas esto... ahora no...]
-Estos años tú has estado muy enamorada de mí y yo no he sabido verlo- continuó Harry- Y por eso... me gustaría decirte que ahora mis...
-Harry-le interrumpió Ginny- No sigas por favor.
-Pero.. ¿Por qué no?-pregunto Harry-Tú me quieres ¿No?
-Tú eres todo lo que yo quería... antes-dijo Ginny con cara de tristeza- ahora mi corazón es de otra persona.
-Pero... ¡Yo te quiero! No puede ser tan tarde para tenerte-dijo Harry-¿Y él?... ¿Te quiere?
-No, ya tiene a alguien.-dijo Ginny con lagrimas en los ojos y echando a correr hacia la casa.
Cuando entró en la casa, vio a Hermione y a Ron abrazados y haciéndose carantoñas, por lo que no pudo reprimir el llanto y escapo escaleras arriba.
Se sentía mal, triste, había hecho daño a Harry porque quería a Hermione, a pesar de que sabía que ese amor nunca podría hacerse realidad.
[¿Por qué tuvisteis que iros de fin de semana?] Se preguntaba Ginny [Mamá... ¿Dónde estas cuando te necesito?]
Momentos después de haber entrado en su habitación, la voz de Hermione se oyó al otro lado de la puerta.
-Ginny, ¿Puedo pasar?
-Si...-dijo Ginny-Pasa...
-Lo has rechazado ¿verdad?-dijo Hermione al ver su cara.
-Sí-dijo Ginny-lo he hecho.
-Pero... ¿por qué?-pregunto Hermione-Tú no sales con nadie ¿no? Porque en ese caso me lo habrías contado.
-No-dijo Ginny-nunca he salido con nadie-Pero... yo ahora quiero a otra persona.
-¿Y a quien quieres?-pregunto Hermione abrazando a la chica?-seguro que si se lo dices te corresponderá.
-No-dijo Ginny- No lo hará ni ahora ni nunca.
-Que pesimista...-dijo Hermione aun abrazada a su amiga- ¿Cómo lo sabes?
-Porque esa persona está saliendo...-intentó decir Ginny-con... está saliendo con...
-Vamos Ginny-dijo Hermione-desahógate-¿con quien está saliendo?
-Con mi hermano Ron-dijo Ginny mirándola a los ojos.
Hermione se separó de Ginny con una extraña expresión en el rostro.
-Hermione... lo siento...-decía Ginny asustada-Yo... no lo puedo evitar... por favor, no me odies.
-Será mejor que baje a ver como se encuentra Harry...-dijo Hermione dándose media vuelta.
Ginny no dijo nada, simplemente observó con las lagrimas resbalándole por la mejilla, como su amiga se marchaba.
[¡Ginny eres imbécil!]se dijo a sí misma [Acabas de perderla incluso como amiga...]
Hermione Granger bajaba por las escaleras como ida... [¿Qué ha pasado?]Se preguntaba [¿Está enamorada de mí? Yo la quiero mucho, pero solo es mi amiga, solo es mi amiga, SOLO mi amiga] Hermione decía estas palabras para auto-convencerse más que otra cosa. Una parte de ella lo sabía, ella no estaba enamorada de Ron, salía con el por su parecido con otra persona, esos ojos azules solo le inspiraban amistad.
Durante toda la noche el único que durmió fue Ron, Harry seguía mal por el rechazo de Ginny y la susodicha y Hermione no podían dormir por lo ocurrido en la habitación, ninguno de los tres sabría como reaccionar al día siguiente, y cuando por fin lo decidieron, Hermione se equivocó con la decisión, fue uno de los pocos errores que había cometido a lo largo de su vida, pero también uno de los más grandes...
Ginny y Harry se comportaban con naturalidad entre sí, como siempre lo habían hecho, pero Hermione ni siquiera miraba a Ginny, ni en la casa, ni en la estación, ni siquiera en todo el camino en tren a Hogwarts se dignó a mirarla, ella iba muy ausente, no se fijaba en nada, cosa que a Ron le traía francamente sin cuidado.
En el carruaje que les llevaría a Hogwarts, Ginny ya no sentía celos solo de Ron, sino que los sentía de cualquier persona la cual rozara la vista de Hermione, despreciaba a quien ella hablara, odiaba a quien ella que ella tocaba y le deseaba lo peor del mundo a Ron ya que la besaba. No podía para de pensar en la estupidez que había cometido. H Hermione solo pareció despertar durante el discurso de Dumbledore.
-Quiero darle la bienvenida a los alumnos del primer año, deciros que como siempre el bosque que se encuentra en los límites del colegio está prohibido, y también quiero informaros de que en navidad se preparará un baile al que solo podrán acudir los alumnos a partir de 5º curso. Ahora sin más dilación, que comience el banquete.
-¡Que bien!-dijo Ron-Hermione, vamos a bailar mucho, mucho tiempo.
-Ginny...-dijo Harry dirigiéndose a la pelirroja-¿Vendrías al baile conmigo? Hermione miró automáticamente para los dos esperando la respuesta de Ginny.
-Si...-dijo Ginny-De acuerdo...
Cuando Hermione oyó eso, sintió como una pequeña sacudida en su corazón, [no sé porque pero eso no me ha sentado bien], pensaba la chica.
La mayor parte de los chicos del colegio miraban desilusionados para Hermione y Ginny, ya que las dos se habían convertido en las dos guapas oficiales de Hogwarts. Todos los chicos vibraban cada vez que alguna de las dos chicas meneaba la melena.
Ginny se levantó de donde estaba y fue al baño, en donde se mojó la cara durante un buen rato. Cuando levantó el rostro vio a Hermione, la cual había entrado sigilosamente y se había apoyado en la puerta mirándola.
-¿Fue por eso por lo que interceptaste la maldición que Voldemort me lanzó?- pregunto Hermione-¿Por qué me quieres?
Ginny asintió con la cabeza.
-Pero estuviste a punto de morir...-dijo Hermione.
-Mejor yo que tú...-dijo Ginny-Hermione si tú te fueses yo no sé lo que haría, tú riges mi mundo, el primer pensamiento del día es para ti y el último suspiro de la noche lleva tu nombre escrito. Si hubiese muerto tú, seguramente hubiese hecho todo lo posible por seguirte... Pero a ti todavía te queda Ron...
-Ginny...-Hermione salió del cuarto de baño diciendo estas palabras y con miles de preguntas en la cabeza, pero con una frase fija; [Yo también te hubiera seguido Ginny, yo también te hubiera seguido...]
Ginny se quedó allí de pie sin decir nada, sin pensar nada, solo sentía un profundo dolor en lo hondo de su ser, con la cabeza gacha y unas lágrimas silenciosas resbalándole por el rostro, bien parecía una hermosa estatua que había cobrado vida únicamente en sus preciosos ojos marrones, antaño llenos de alegría pero ahora empañados por una enorme tristeza.
Durante esa semana, Hermione estuvo muy distraída, por lo que le fueron sustraídos a Gryffindor bastantes puntos. Hermione estaba sufriendo, pero solo Ginny lo veía y se sentía mal por ello, ya que sabía que era la responsable, a Ron eso le daba igual, lo único que le importaba era que desde que salía con una de las dos chicas más guapas de Hogwarts, su popularidad había crecido como la espuma, ni siquiera el ser cazador del equipo de Quiddditch le había conseguido esa popularidad.
-Señorita Granger- dijo Severus Snape en una de sus clases- ¿Otra vez con la mente en otro sitio? Le serán sustraídos 20 puntos a Gryffindor por su falta de atención.
-Lo siento profesor-dijo Hermione con total indiferencia.
-Con sentirlo no basta-dijo Snape-Y 10 puntos menos por su indiferencia.
A Hermione todo eso le daba igual, no le importaba perder puntos, no le importaban los comentarios de lo Gryffindors acerca de que por su culpa perdiesen puntos, desde el día que llegaron a Hogwarts, solo le importaba
Ginny, no podía quitársela de la cabeza, Hermione veía como un día tras otro, Ginny iba a una zona cercana al lago donde nunca acudía nadie, en ese lugar, la pelirroja no hacía nada, simplemente miraba al lago y se sumergía en si misma y en su sufrimiento. Hermione decidió que tenía que hablar con ella, por lo que cogió a su lechuza Miyu y le envió una carta.
Ginny estaba en el lago sin hacer nada cuando vio acercarse a la lechuza de Hermione. Un escalofrío le recorrió la espalda y su estómago brinco cuando vio llegar a la lechuza que tantas cartas le había entregado. Ginny acarició a la lechuza y con manos temblorosas cogió la carta y comenzó a leer:
Querida Ginny:
Me gustaría hablar contigo acerca de mi infantil reacción, creo que
te mereces una disculpa, eres muy importante en mi vida y no
soportaría perderte por esto. Espérame en mi habitación, que al ser
individual no nos molestará nadie. Si no estoy allí, entra y
espérame. A las 19:30, por favor no me falles...
Besos de
Hermione
Ginny acabó de leer la carta y decidió ir, nunca conseguiría el amor de Hermione, eso era algo que ya sabía, pero su amistad era mucho mejor que anda.
La pelirroja estuvo en el lugar acordado a la hora acordada, llamó a la puerta, pero nadie le contestó, así que como Hermione le había dicho decidió entrar a esperarla. El cuarto era precioso, estaba lleno de fotografías de las dos, de ella con Harry de todos juntos, pero había una cosa curiosa, no había ninguna de Hermione con Ron, a Ginny eso le gustó, ya que odiaba verlos juntos. Ginny siguió mirando por la habitación superficialmente, no quería rebuscar, simplemente se empapaba de la vida de su querida Hermione.
Hermione por su parte estaba con Ron, él la intentó besar, pero ella se separó, ya no le gustaban sus besos, quería los de una alguien con gran parecido a él, una muchacha de pelo rojo como el fuego y ojos marrones, toda esa semana había estaba pensado en Ginny cada vez más y más, había ido despertando sus verdaderos sentimientos los cuales estaban dormitando.
-Ron...-dijo Hermione- no puedo seguir contigo y... tampoco quiero seguir contigo.
-¿eh? ¿Por qué?-preguntó Ron.
-Porque quiero a otra persona...-dijo Hermione llorando y echando a correr hacía su habitación.
Entró en la habitación y se quedó mirando a Ginny, sin apartar los ojos llorosos de la chica cerró lentamente la puerta...
CONTINUARA...
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Hola a todos. ¿Qué os ha parecido? Espero que os haya gustado, no os perdáis la continuación. Me llamareis pesada, pero firmadme el libro de visitas(reviers[o como se escriba]) y agregadme al messenguer o enviadme E-mails, poniéndome podre o lo que queráis, si alguien quiere foto que me la pida y... mmmmmm por favor, os lo pido de rodillas, cadenas no... que me saturan el correo... nata_montada@hotmail.com Estad atentos a la continuación. Mucha Teisa, mucha Teisa EH EH, creo que eres la persona que tenía más ganas de que publicara este fic ^^.
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CAPÍTULO 1: NO PUEDO DEJAR DE PENSAR EN TI Y EN LO QUE ME HACES SENTIR.
Hermione y Ron estaban sentados en el jardín de la
-Feliz aniversario Hermione-dijo Ron dándole un leve beso en los labios.
-Feliz aniversario a ti también... -respondió la chica bastante distraída- Oye...¿Has visto a Ginny?
-No... -dijo ron con total indiferencia-Debe de estar en su habitación...
-Voy a hablar con ella un momento- dijo Hermione levantándose de los brazos de su novio.
-No... venga Hermione... quédate-dijo ron-Sea lo que sea se le pasará.
-Ron... está rarísima, algo le pasa y es mi mejor amiga-dijo Hermione comenzando a andar hacía la casa-lo que le ocurra me preocupa.
Ginny Weasley, tal y como había dicho su hermano Ron, estaba en su habitación, casi no salía de ella. Desde que Hermione había llegado a la madriguera, casi no se la veía por la casa, y si alguien lo hacía, no llegaba a verle la cara, solamente veía una melena pelirroja que pasaba fugazmente a su lado. Lo que le pasaba a Ginny era que no quería ver a Hermione, quería olvidar el rostro que le quitaba el sueño, la voz que le quitaba el control, los ojos que le quitaban la razón y los gestos que le quitaban los sentidos. Ginny se había enamorado de su mejor amiga y novia de su hermano , Hermione Granger, no sabía como reaccionar, que hacer, que decir... la pobre Ginny estaba sumida en la desesperación, se le revolvían las entrañas de celos cada vez que veía a la mujer que ella amaba en brazos de su hermano. Como hija menor de siete hijos, estaba acostumbrada a que sus hermanos mayores la superasen en todo, pero el que logró hundirla y consiguió lo único quería, fue Ron, llevándose a Hermione, la chica que ella amaba. El enamoramiento había sido progresivo, Ginny se dio cuenta que poco a poco el lugar que antes ocupaba Harry, fue ocupado por Hermione.
Al día siguiente empezaría el último curso de Hermione en Hogwarts, lo cual entristecía a Ginny, ya no la vería agitar su lisa y larga melena por los pasillos de Hogwarts, ya no hablarían de madrugada de sus problemas, ya no se ayudarían con los deberes y lo peor... ya ni siquiera se verían. Hermione había cambiado mucho físicamente, y lo que más le molestaba era que esa era la razón por la cual su hermano salía con ella, él no la quería como ella, ya que Ginny...
Dos golpes en la puerta interrumpieron los pensamientos de la pelirroja.
-Adelante-dijo Ginny. Y al ver a Hermione logró balbucear-Ho... hola.
-Ginny-dijo Hermione-¿Podemos hablar un momento?
-¿Acerca de que?-preguntó Ginny sintiendo como su corazón latía a 1000 por hora.
-¿Por qué me evitas?-pregunto Hermione.
-No es que te evite-mintió Ginny de manera muy convincente-Es que... no quiero molestaros a ti y a Ron.
-Pero si no interrumpes-dijo Hermione con una sonrisa que noqueaba a Ginny- Mira... te contare un pequeño secreto, tu eres más importante para mí que el celoso de tu hermano.
-Gracias, Hermione-dijo Ginny devolviéndole la sonrisa.
Hermione le dio un abrazo a Ginny, la pelirroja saboreo el peculiar olor del pelo de Hermione, olía a frutas, pero de una forma especial, la chica deseaba que ese momento fuese eterno, pero Hermione se separó y le dijo:
-Venga anímate, que me crucé con Harry y me dijo que tenía algo muy importante que decirte.
Las dos chicas bajaron y se dirigieron al jardín, donde las estaban esperando Harry y Ron.
-Venga Harry...-le decía ron a su amigo-Puedes hacerlo.
-Ginny...-dijo Harry acercándose a la pelirroja- ¿Vienes a dar un paseo? Me gustaría hablar contigo.
-Claro...-dijo Ginny un poco molesta porque tendría que irse del lado de Hermione-Vamos...
Hermione le guiño un ojo a la chica antes de volver junto a Ron, lo cual hizo que se le pusiese la cara del color de su pelo. Se dirigió colina arriba con Harry caminando a su lado, el cual no decía nada. En el momento en que ya no se veía la madriguera, Harry se giró hacía ella y tomó las manos de Ginny entre las suyas.
-Ginny...-dijo Harry- Yo... me he dado cuenta de algo que es muy importante... al menos para mí...
[¡Oh no!]Pensaba Ginny[No me hagas esto... ahora no...]
-Estos años tú has estado muy enamorada de mí y yo no he sabido verlo- continuó Harry- Y por eso... me gustaría decirte que ahora mis...
-Harry-le interrumpió Ginny- No sigas por favor.
-Pero.. ¿Por qué no?-pregunto Harry-Tú me quieres ¿No?
-Tú eres todo lo que yo quería... antes-dijo Ginny con cara de tristeza- ahora mi corazón es de otra persona.
-Pero... ¡Yo te quiero! No puede ser tan tarde para tenerte-dijo Harry-¿Y él?... ¿Te quiere?
-No, ya tiene a alguien.-dijo Ginny con lagrimas en los ojos y echando a correr hacia la casa.
Cuando entró en la casa, vio a Hermione y a Ron abrazados y haciéndose carantoñas, por lo que no pudo reprimir el llanto y escapo escaleras arriba.
Se sentía mal, triste, había hecho daño a Harry porque quería a Hermione, a pesar de que sabía que ese amor nunca podría hacerse realidad.
[¿Por qué tuvisteis que iros de fin de semana?] Se preguntaba Ginny [Mamá... ¿Dónde estas cuando te necesito?]
Momentos después de haber entrado en su habitación, la voz de Hermione se oyó al otro lado de la puerta.
-Ginny, ¿Puedo pasar?
-Si...-dijo Ginny-Pasa...
-Lo has rechazado ¿verdad?-dijo Hermione al ver su cara.
-Sí-dijo Ginny-lo he hecho.
-Pero... ¿por qué?-pregunto Hermione-Tú no sales con nadie ¿no? Porque en ese caso me lo habrías contado.
-No-dijo Ginny-nunca he salido con nadie-Pero... yo ahora quiero a otra persona.
-¿Y a quien quieres?-pregunto Hermione abrazando a la chica?-seguro que si se lo dices te corresponderá.
-No-dijo Ginny- No lo hará ni ahora ni nunca.
-Que pesimista...-dijo Hermione aun abrazada a su amiga- ¿Cómo lo sabes?
-Porque esa persona está saliendo...-intentó decir Ginny-con... está saliendo con...
-Vamos Ginny-dijo Hermione-desahógate-¿con quien está saliendo?
-Con mi hermano Ron-dijo Ginny mirándola a los ojos.
Hermione se separó de Ginny con una extraña expresión en el rostro.
-Hermione... lo siento...-decía Ginny asustada-Yo... no lo puedo evitar... por favor, no me odies.
-Será mejor que baje a ver como se encuentra Harry...-dijo Hermione dándose media vuelta.
Ginny no dijo nada, simplemente observó con las lagrimas resbalándole por la mejilla, como su amiga se marchaba.
[¡Ginny eres imbécil!]se dijo a sí misma [Acabas de perderla incluso como amiga...]
Hermione Granger bajaba por las escaleras como ida... [¿Qué ha pasado?]Se preguntaba [¿Está enamorada de mí? Yo la quiero mucho, pero solo es mi amiga, solo es mi amiga, SOLO mi amiga] Hermione decía estas palabras para auto-convencerse más que otra cosa. Una parte de ella lo sabía, ella no estaba enamorada de Ron, salía con el por su parecido con otra persona, esos ojos azules solo le inspiraban amistad.
Durante toda la noche el único que durmió fue Ron, Harry seguía mal por el rechazo de Ginny y la susodicha y Hermione no podían dormir por lo ocurrido en la habitación, ninguno de los tres sabría como reaccionar al día siguiente, y cuando por fin lo decidieron, Hermione se equivocó con la decisión, fue uno de los pocos errores que había cometido a lo largo de su vida, pero también uno de los más grandes...
Ginny y Harry se comportaban con naturalidad entre sí, como siempre lo habían hecho, pero Hermione ni siquiera miraba a Ginny, ni en la casa, ni en la estación, ni siquiera en todo el camino en tren a Hogwarts se dignó a mirarla, ella iba muy ausente, no se fijaba en nada, cosa que a Ron le traía francamente sin cuidado.
En el carruaje que les llevaría a Hogwarts, Ginny ya no sentía celos solo de Ron, sino que los sentía de cualquier persona la cual rozara la vista de Hermione, despreciaba a quien ella hablara, odiaba a quien ella que ella tocaba y le deseaba lo peor del mundo a Ron ya que la besaba. No podía para de pensar en la estupidez que había cometido. H Hermione solo pareció despertar durante el discurso de Dumbledore.
-Quiero darle la bienvenida a los alumnos del primer año, deciros que como siempre el bosque que se encuentra en los límites del colegio está prohibido, y también quiero informaros de que en navidad se preparará un baile al que solo podrán acudir los alumnos a partir de 5º curso. Ahora sin más dilación, que comience el banquete.
-¡Que bien!-dijo Ron-Hermione, vamos a bailar mucho, mucho tiempo.
-Ginny...-dijo Harry dirigiéndose a la pelirroja-¿Vendrías al baile conmigo? Hermione miró automáticamente para los dos esperando la respuesta de Ginny.
-Si...-dijo Ginny-De acuerdo...
Cuando Hermione oyó eso, sintió como una pequeña sacudida en su corazón, [no sé porque pero eso no me ha sentado bien], pensaba la chica.
La mayor parte de los chicos del colegio miraban desilusionados para Hermione y Ginny, ya que las dos se habían convertido en las dos guapas oficiales de Hogwarts. Todos los chicos vibraban cada vez que alguna de las dos chicas meneaba la melena.
Ginny se levantó de donde estaba y fue al baño, en donde se mojó la cara durante un buen rato. Cuando levantó el rostro vio a Hermione, la cual había entrado sigilosamente y se había apoyado en la puerta mirándola.
-¿Fue por eso por lo que interceptaste la maldición que Voldemort me lanzó?- pregunto Hermione-¿Por qué me quieres?
Ginny asintió con la cabeza.
-Pero estuviste a punto de morir...-dijo Hermione.
-Mejor yo que tú...-dijo Ginny-Hermione si tú te fueses yo no sé lo que haría, tú riges mi mundo, el primer pensamiento del día es para ti y el último suspiro de la noche lleva tu nombre escrito. Si hubiese muerto tú, seguramente hubiese hecho todo lo posible por seguirte... Pero a ti todavía te queda Ron...
-Ginny...-Hermione salió del cuarto de baño diciendo estas palabras y con miles de preguntas en la cabeza, pero con una frase fija; [Yo también te hubiera seguido Ginny, yo también te hubiera seguido...]
Ginny se quedó allí de pie sin decir nada, sin pensar nada, solo sentía un profundo dolor en lo hondo de su ser, con la cabeza gacha y unas lágrimas silenciosas resbalándole por el rostro, bien parecía una hermosa estatua que había cobrado vida únicamente en sus preciosos ojos marrones, antaño llenos de alegría pero ahora empañados por una enorme tristeza.
Durante esa semana, Hermione estuvo muy distraída, por lo que le fueron sustraídos a Gryffindor bastantes puntos. Hermione estaba sufriendo, pero solo Ginny lo veía y se sentía mal por ello, ya que sabía que era la responsable, a Ron eso le daba igual, lo único que le importaba era que desde que salía con una de las dos chicas más guapas de Hogwarts, su popularidad había crecido como la espuma, ni siquiera el ser cazador del equipo de Quiddditch le había conseguido esa popularidad.
-Señorita Granger- dijo Severus Snape en una de sus clases- ¿Otra vez con la mente en otro sitio? Le serán sustraídos 20 puntos a Gryffindor por su falta de atención.
-Lo siento profesor-dijo Hermione con total indiferencia.
-Con sentirlo no basta-dijo Snape-Y 10 puntos menos por su indiferencia.
A Hermione todo eso le daba igual, no le importaba perder puntos, no le importaban los comentarios de lo Gryffindors acerca de que por su culpa perdiesen puntos, desde el día que llegaron a Hogwarts, solo le importaba
Ginny, no podía quitársela de la cabeza, Hermione veía como un día tras otro, Ginny iba a una zona cercana al lago donde nunca acudía nadie, en ese lugar, la pelirroja no hacía nada, simplemente miraba al lago y se sumergía en si misma y en su sufrimiento. Hermione decidió que tenía que hablar con ella, por lo que cogió a su lechuza Miyu y le envió una carta.
Ginny estaba en el lago sin hacer nada cuando vio acercarse a la lechuza de Hermione. Un escalofrío le recorrió la espalda y su estómago brinco cuando vio llegar a la lechuza que tantas cartas le había entregado. Ginny acarició a la lechuza y con manos temblorosas cogió la carta y comenzó a leer:
Querida Ginny:
Me gustaría hablar contigo acerca de mi infantil reacción, creo que
te mereces una disculpa, eres muy importante en mi vida y no
soportaría perderte por esto. Espérame en mi habitación, que al ser
individual no nos molestará nadie. Si no estoy allí, entra y
espérame. A las 19:30, por favor no me falles...
Besos de
Hermione
Ginny acabó de leer la carta y decidió ir, nunca conseguiría el amor de Hermione, eso era algo que ya sabía, pero su amistad era mucho mejor que anda.
La pelirroja estuvo en el lugar acordado a la hora acordada, llamó a la puerta, pero nadie le contestó, así que como Hermione le había dicho decidió entrar a esperarla. El cuarto era precioso, estaba lleno de fotografías de las dos, de ella con Harry de todos juntos, pero había una cosa curiosa, no había ninguna de Hermione con Ron, a Ginny eso le gustó, ya que odiaba verlos juntos. Ginny siguió mirando por la habitación superficialmente, no quería rebuscar, simplemente se empapaba de la vida de su querida Hermione.
Hermione por su parte estaba con Ron, él la intentó besar, pero ella se separó, ya no le gustaban sus besos, quería los de una alguien con gran parecido a él, una muchacha de pelo rojo como el fuego y ojos marrones, toda esa semana había estaba pensado en Ginny cada vez más y más, había ido despertando sus verdaderos sentimientos los cuales estaban dormitando.
-Ron...-dijo Hermione- no puedo seguir contigo y... tampoco quiero seguir contigo.
-¿eh? ¿Por qué?-preguntó Ron.
-Porque quiero a otra persona...-dijo Hermione llorando y echando a correr hacía su habitación.
Entró en la habitación y se quedó mirando a Ginny, sin apartar los ojos llorosos de la chica cerró lentamente la puerta...
CONTINUARA...
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