Disclaimer: Magi no me pertenece, de ser así Judal y Sinbad estarían juntos.
.-Sinju-.
Ni con su ropa que no era muy eficaz para cubrirse sentía el frio de la noche, era usual sentir el calor durante el día pero en el momento en que se metía el sol todo ese intenso calor se ocultaba en la densa oscuridad para llenar el ambiente con vientos helado, no con gran fuerza pero hacían un gran cambio.
Pero al magi caído no le importaba nada de esto ya que todo el lugar estaba lleno de antorchas y ellas producían un agradable calor artificial. Sin contar las fogatas que había en el sitio o el calor humano creado por todos los habitantes del reino de Sindria los cuales festejaban a ya altas horas de la noche. Sin embargo eso no pararía a la multitud y a su rey para festejar que esa mañana habían atrapado a una gigantesca bestia marina, procediendo a un día de Mahrajan.
Él se mantenía a distancia de Sinbad pues la mayoría conocía su apariencia y sus actos pasados, no quería armar un escándalo a la mitad de la fiesta, aparte no quería acercarse a la gran cantidad de Rukh blancos, era un poco sofocante. Se quedaría comiendo algún platillo típico que ofrecieron los ciudadanos mientras observaba a Sinbad, el cual estaba más que borracho y rodeado de mujeres que suplicaban como zorras que el rey de los siete mares las tomara como esposas o de perdida que pasaran una noche con él.
No era como si al pelinegro le importase pero si era algo molesto escuchar los halagos que se le daban a ese estúpido rey.
Su mirada fue a otro punto para encontrarse con el magi enano, su candidato a rey y a la mujer con gran fuerza también integrándose a la fiesta, riendo y hablando de anécdotas pasadas, era tan molesto verlos porque secretamente, dentro de sí mismo envidiaba profundamente al pequeño magi. Judal sabía que si quería algo solo debía de chasquear los dedos para tenerlo y la organización se lo daría en tan solo un parpadear, pero Aladdin tenía cosas que él no. Primeramente la sabiduría de Solomon pero él sabía la razón del porque no se le fue entregada. Segundo, el niño tenía personas a quien llamar "amigos" en cambio Judal sólo poseía aliados. Su mente le decía que cosas como el cariño no importaban solo para callar su necesidad como le fue enseñado desde chico.
Un fuerte golpe a uno de los tambores productores de las melodías que todos bailaban lo sacó de sus pensamientos, tenía que estar alerta para que nadie de gran importancia lo viera, de lo contrario tratarían de sacarlo del reino. Aunque, si uno lo pensaba bien, no tenía caso seguir con esas personas, él había ido a molestar a Sinbad y ver si el magi menor podía explicarle si lo había hechizado pues noches atrás había tenido un sueño extraño pero al encontrarse con el festejo su plan se vino abajo pues Sinbad estaba de alguna manera "ocupado" y estaba seguro de que el peliazul no le prestaría atención.
Aun así su mente le decía que se quedara. Tenía que saber que significaba ese sueño y el porqué había Rukh de color blanco a su alrededor cuando despertó. Después de meditarlo varias veces decidió quedarse hasta que el magi se quedara solo y así no podría evitar responderle.
Poco a poco se fueron apagando las antorchas y el ambiente iba cambiando de temperatura; las personas comenzaban a regresar a sus casa a descansar para preparase para el día de mañana. Cuando ya casi no había nadie se elevó a un lugar alto con un hechizo de gravedad y así ver donde estaba Aladdin.
Con un poco de esfuerzo en su vista alcanzo ver a la mujer de los fanalis cargando al magi y su candidato, uno dormido y el otro casi tan borracho como estaba el rey. Bajo hasta donde estaban ellos para corroborar si Aladdin no podía estar consiente como para responderle y en efecto, el niño no estaría en si hasta mañana.
Judal soltó un suspiro de resignación, no había valido nada todo el camino que recorrió, sin mencionar que salió del Imperio Kou sin pedir permiso a nadie. No dudaba que Al-Sarmen ya se había dado cuenta de que él no estaba en el palacio imperial, mañana no podría ver al magi pues estaría muy lastimado como para volver a recorrer el camino.
Desafortunadamente la suerte del pelinegro lo había tomado por la espalda pues escuchaba los pasos de alguien muy cerca de unos de los pasillos, antes de que logrará conjurar algún hechizo su espalada chocó con alguien. Lentamente giró su cabeza para encontrarse con el rostro sonrojado, por efectos de todo el alcohol bebido, del rey de la región: Sinbad.
Era como si su destino le jugara una broma: primero encontrarse con el Mahrajan causando que su diversión, entiéndase por molestar a Sinbad, no estuviera disponible junto con el magi, seguido por esperar horas para ver si se desocupaba el susodicho para que Aladdin se hubiera dormido y terceramente el encontrarse en el momento de irse justamente a Sinbad.
"¿Judal? ¿Eres tú?" Dijo Sinbad dudando por la oscuridad del palacio o la gran cantidad de alcohol en su cuerpo.
"¿Quién más sería estúpido rey? Tomar no es bueno y más para ti que ya estas envejeciendo. Dentro de poco alucinaras conmigo siempre." Casi escupía las palabras Judal con una sonrisa llena de burla, mientras que en su interior buscaba varias rutas de escape.
Bueno, siempre podía romper el techo y con el estado de Sinbad no importaba si se tardaba nuevamente en hacer un pequeño agujero en la defensa de Yamuraiha sin que dicha hechicera lo notara.
"Ya quisiera que siempre estuviera pensando en ti. Y dime ¿Qué haces aquí a estas horas? No me vayas a decir que también estabas festejando."
"¿Festejar? ¿Dices qué unas horas atrás tú estabas "festejando"? ¿Por quién me estas tomando Sinbad? Si mis ojos no me engañaban tú estabas casi teniendo una orgía con tu harem." Dijo Judal con un poco de enojo en su voz el cual se preguntaba de donde salía.
Sin embargo Sinbad al ver cómo le acababa de hablar el magi oscuro, también influyendo el alcohol, sonrió de lado pues malinterpreto las palabras recién dichas por el menor.
"Cuida tus palabras Judal. Con lo que acabas de decir me das a entender que estás celoso de cada mujer que me tocó ¿O es acaso que estoy en lo correcto, eh, Judal?"
Sin intención alguna las mejillas del pelinegro se tiñeron levemente con un tono carmín, incluso la manera en que el rey pronunció su nombre le produjo un leve escalofrío por todo su cuerpo. Aunque él lo negara sabía que Sinbad había dado en el punto, pero Sinbad nunca era así con él y nunca lo había sido. Por esta vez culparía al alcohol pues si su memoria no le fallaba Sinbad no parecía tenerle afecto alguno a Judal.
"¡Estoy en lo correcto! ¡Mira como te has puesto!" Grito con emoción Sinbad ante las nuevas expresiones que le mostraba el de Rukh negro.
"Se equivoca su tonteza. Sólo que me parece que tu comportamiento no es el de un rey, me alegro que Kouen no es así."
Una guerra de miradas se formo, carmín contra dorado aunque los ojos de Sinbad estaban algo brillosos por los cegadores efectos del licor. De repente ese brillo cambio a uno parecido al que veía en un hombre deseando una mujer: la lujuria. Esto creó un poco de miedo en Judal.
Sin que se lo esperara Sinbad lo acorraló al la pared más cercana y le negó escape con sus fornidos brazos.
"Sabes Judal… No me pareces tan repugnante, de hecho es la primera vez que te veo atractivo…"
Con cada palabra salida de los labios del mayor el sonrojo del magi crecía y sin pedir permiso o advertir tomó al ojicarmín de la cintura y lo cargó como si se tratase de un saco de papas.
"¿¡Pero qué diablos estás haciendo idiota?! ¡Bájame ya!" Gritaba y golpeaba la espalda del hombre con tal de zafarse de su agarre. Sinbad lo ignoró sin estar consciente de lo que estaba haciendo. Antes de que Judal conjurara algo le quitó su varita y continúo su camino a la habitación sin importarle que Judal siguiera vociferando todos los insultos que conocía. No importaba cuanto gritara, Sinbad no lo dejaría ir, aparte sabía que todos ya estaban muy cansados para salir a ver qué era lo que pasaba.
Llegaron a una habitación, Judal imaginaba que su dueño era Sinbad pues era la que más adornos poseía. Con una mano el rey abrió la puerta dejando ver la gran alcoba de Sinbad. Llena de finas telas y alfombras, cojines de los diseños más hermosos, joyas del oro más brillosos probablemente provenientes de alguno de los calabozos que Sinbad conquistó en el pasado y lo que más llamaba la atención de uno era una pared que actuaba como una gran ventana dejando ver todo el reino de Sindria junto a una hermosa luna menguante. Judal ya había estad ahí pero nunca se había tomado la molestia para admirar la alcoba pero ese no era el momento más preciso como para percatarse de cosas.
Tenía que escapar o Sinbad lo violaría.
Sin poder protestar Sinbad lo tiro a la suave cama y se dejo caer encima de él pues conociendo la fuerza física de Judal, la cual no era más que la de él, no podría escabullirse. Tiro la varita del magi sin fijarse en donde había caído.
Judal se retorcía debajo del rey hasta que se paralizó por completo al sentir los labios de Sinbad sobre los suyos. No podía mover su cuerpo al sentir la calidez de la boca del mayor y pronto sintió la lengua de este pidiendo acceso a su boca.
Al no ver resultado alguno Sinbad se separó de él.
"Se nota que eres virgen… tienes que abrir la boca." Dijo sin vergüenza alguna Sinbad, probablemente por estar borracho.
Judal quería que la tierra lo tragase para que su vergüenza se notara porque sentía su rostro ardiendo por el momento embarazoso que le hacía pasar el rey.
"¡Callat-"No pudo terminar pues los labios de Sinbad lo atacaron nuevamente con mas fiereza y como lo había tomado hablando no alcanzó a cerrar la boca. Sus lenguas bailaban juntas, explorando las bocas del otro, Judal poco a poco iba cediendo antes las caricias que proporcionaba Sinbad por su descubierto abdomen. Incluso se sorprendió cuando entre beso y beso se escapó un pequeño gemido de placer de sus vírgenes labios. Ambos rompieron el beso por falta de aire dejando a Judal con la respiración agitada.
Pero el estar ausentes de aire no detuvo a Sinbad quien bajo al cuello pálido y suave del magi oscuro, besando y mordiendo asegurando que dejaría marcas.
Judal gemía aun si trataba de callar a su boca más le era imposible contenerlos, era un nuevo placer que se abría ante él pues como había dicho Sinbad era virgen. Nunca le había importado el tener una relación amorosa pues no encontraba a nadie que satisficiera sus gustos pero no era como si buscara a alguien, aunque admitía que el gran rey de los siete mares siempre le había parecido atractivo desde el momento en que ambos se conocieron.
Sinbad ahora se entretenía con un punto erógeno de Judal, entre su cuello y su oreja y hace que Judal temblara de placer con cada beso.
Con sus manos fue retirando sin lentitud y ansia los ropajes que llevaba el magi. Se llevo una desagradable sorpresa al quitar el top de Judal pues en la piel debajo de este se ocultaban muchas cicatrices justamente hechas a medida de no verse aprovechando los ropajes diarios de Judal.
Judal abrió los ojos al ya no sentir más caricias por parte de Sinbad para encontrarse con que él veía sus cicatrices de la misma manera de cuando el magi le había contado lo de sus padres.
"Lo que pasa cuando desobedeces a "la organización". Continua antes de que me arrepienta bastardo."
Sinbad se acerco a la cicatriz más grande de todas las de sus hombros y comenzó a besarla para sorpresa de Judal quien encontró esto más excitante.
Las manos de Sinbad fueron descendiendo de manera lenta por su abdomen hasta llegar al borde donde comenzaban sus holgados pantalones negros.
Cada roce ardía en su piel, pero no de la manera al arder que él estaba acostumbrado sino que de una forma completamente deliciosa que nunca antes había sentido. Ese mismo calor hizo que las manos de Judal comenzaran a tomar parte del juego empezando por quitar todas las cosas que traía Sinbad encima. Maldecía en esos instantes que Sinbad fuera un rey y llevaba muchísimas joyas y collares encima.
El ojidorado captó el mensaje del magi y fue despojándose de sus ropas con total maestría y rapidez pues su entrepierna reclamaba a gritos que esta fuera liberada. Al final Sinbad termino completamente desnudo frente a Judal, si estuviera en sus cinco sentidos nunca estaría enfrente de unos de sus más grandes enemigos in ropa alguna.
La sangre no tardó en llegar al rostro de Judal en cual no dejaba de observar lo bien dotado que estaba Sinbad, no por nada era llamado también "el galán de los siete mares". Era la primera vez que veía a un hombre adulto sin ropaje alguno y su entrepierna se endurecía mas con cada segundo que pasaba viendo el miembro del rey.
"¿Te gusta lo que ves?" Dijo con mofa Sinbad y dirigió su mano a la entrepierna, aun con ropa, de Judal. Este al sentir el tacto no pudo dejar escapar un gemido que le dio buena señal a Sinbad.
La mano del mayor de ambos hombres se movía aumentando la velocidad pacíficamente, el magi oscuro movía sus caderas en busca de más placer y Sinbad entendiendo el mensaje quito de un solo movimiento el pantalón del más joven. Judal se estremeció al sentir el aire sobre su ahora destapado miembro.
La mano de Sinbad comenzó a masturbar el miembro endurecido de su ahora amante ignorando mas cicatrices que también se habían aprovechado de los pantalones para cubrirse. Más tarde, si recordaba, preguntaría el porqué de ellas, por el momento se debía concentrar en no tirar a la cama a Judal y desflorarlo sin compasión.
"M-más… Ah" Los ojos de Sinbad se abrieron en sorpresa al escuchar tal suplica del pelinegro. Sin decir nada el ojidorado se agachó para que su rostro estuviera a unos pocos centímetros del miembro de Judal. Él tembló al sentir la respiración del rey sobre su entrepierna y dio un grito cargado de placer al sentir la cálida boca sobre su pene.
Ahora Judal si estaba gimiendo en serio.
A ambos les valía una mierda si despertaban a alguien con todos los gritos y sonido pues en ese momento solo existían ellos dos.
Pequeñas gotas de semen salían de la punta del miembro del magi que se desvanecían al ser esparcidas por la mano de Sinbad la cual no dejaba de estimular la entrepierna de Judal. Sintiendo como tal órgano tenía pulsaciones indicando que pronto no podría más.
Todo se torno a blanco en la mente del magi al poder derramar su semilla en la mano del rey. Era una magnifica experiencia haber tenido el orgasmo más fuerte de toda su vida y no sabía si incluía también el hecho de que esa experiencia fuera junto con Sinbad. Pero su mente estaba concentrada en dejarse llevar en esos omentos por lo que no le importaba nada en esos segundos.
Sinbad quedó maravillado con la sensual expresión que acaba de crear Judal, nunca había visto tal expresión con las demás personas con que él había tenido relaciones. Hacía casi mantener la "pureza" de Judal.
CASI.
Embarró en su mano la semilla que no cayó en su mano y comenzó a dar lengüetazos a ella para después besar a Judal en la boca, haciéndole probarse así mismo. Subiendo de nivel con cada beso y dejando que un chorrillo de saliva se escapara de la comisura de los labios del magi caído. Mirando fijamente a Judal el cual trataba de no cerrar sus parpados por el inmenso placer que sentía.
Sin que el menor lo notara, las manos del rey bajaron hasta la entrada de Judal, acariciando con lentitud para advertirle al pelinegro lo que se acercaba. Este al sentir el nuevo contacto con esa zona tan sensible gimió entre los besos del rey. Sinbad introdujo unos de sus dedos en ella, este ya estaba por decir lubricado con la semilla del magi.
Judal hecho la cabeza para atrás ante la sensación nueva. No era como si doliera, definitivamente en su vida había experimentado dolores mucho más fuertes, pero era algo incomodo tener algo dentro de él y más en su entrada.
Con el paso de los segundos Sinbad comenzó a acariciar las paredes internas del joven magi logrando que el sentimiento incomodo se esfumara y se transformara en un extraño placer o por lo menos era lo que le decían los gemidos y la entrepierna, otra vez erecta, de Judal.
Ese dedo se convirtió en otro, creando más sonidos deliciosos para Sinbad. Judal se había olvidado que alguna vez le molestaron cuando ya había tres dedos dentro de él dejando que la exquisita estimulación lo llevara al paraíso.
Sin embargo el paraíso se le fue negado en el momento en que el rey de Sindria retiro los dedos de la entrada, próximamente no virgen, del magi.
Al no sentir más caricias Judal soltó un bufido de manera de queja al ya no tener estimulación a lo que Sinbad dio una pequeña carcajada.
"En verdad lo estás disfrutando… y pensar que al principio golpeabas mi espalda con tal de no tenerte en mi cama."
Judal le dirigió una mirada fría indicándole que guardara silencio aunque con lo excitado que estaba lo único que consiguió fue otra burla del rey ante el puchero que le estaba haciendo el magi.
El mayor de ambos hombre tomo su endurecido miembro y lo posicionó con cuidado en la entrada de Judal. El pelinegro tembló al sentir el órgano palpitante en su anillo.
Con mucha paciencia y autocontrol en si mismo Sinbad entró lentamente en el de Rukh oscuro. Judal soltó un grito de dolor, un pene no era lo mismo que unos dedos pero no se lograba imaginar lo que hubiese dolido si Sinbad no lo hubiese preparado, por lo menos el rey conservaba un poco de su inteligencia aun con copas encima.
"No creí que en verdad eras virgen… estas muy estrecho…" Dijo Sinbad al sentir el interior de Judal, esperando a que su interior se acostumbrara a él o de lo contrario lo partiría a la mitad.
En cuanto a Judal, el estaba conteniendo lagrimas en vano. El dolor era mucho, como si algo lo hiciera en dos, afortunadamente se acostumbro en unos minutos al dolor y empezó a encontrarlo agradable en una manera extraña. Sin que él lo manejara su cuerpo movía sus caderas contra la pelvis del mayor con el fin de obtener más profundidad y gimiendo como si se tratara de una perra en celo, encendiendo más a Sinbad quien respondía con movimiento que subían la velocidad con cada estocada.
"¡Ah! ¡Sinbad! ¡Más profundo!" Gritaba inundado en el placer el magi.
Sinbad ya no se contenía más y cambiaba varias veces de ángulo con tal de encontrar ese punto que haría llorar de placer a Judal.
"¡AHH!" Grito fuertemente el pelinegro.
Bingo.
El rey arremetió de nuevo contra ese mismo ángulo haciendo que Judal llegara a soltar lágrimas ante el contacto con su próstata.
El olor a sexo estaba impregnado en toda la habitación del gran rey de los 7 mares. Si alguien escuchaba detrás de la puerta podía deleitarse con los gemidos, suspiros y gritos que hacían los dos amantes ante la luna. Cualquiera podía escuchar el chocar de las dos pieles llenas de sudor.
Sinbad guió sus manos a los pezones de Judal los cuales a su aparecer demandaban atención de una manera desesperada. Pinchándolos con un poco de fuerza, no mucha pero si la necesaria como para sacar más gritos del magi.
Judal podía decirse que estaba completamente sin sentido común alguno, solo se concentraba en el gran placer que le estaba proporcionando Sinbad y el tratando de crear más al moverse sobre el miembro que estaba dentro de él.
Lamentablemente todo lo bueno tiene que acabar y ambos hombres sentían el orgasmo cerca. Sinbad aumentaba a todo lo que podía la fuerza y velocidad de sus estocadas mientras que Judal movía sus caderas como lo hacían las mujeres del harem de Sinbad.
Ambos soltaron el gemido más fuerte de la noche al liberar su semilla, uno en su propio vientre mientras que el mayor en el interior del pelinegro. Suspirando ante el gigantesco placer que sentían mientras que todo el mundo se detenía y se reducía a la nada ante la magia del orgasmo.
Cuando regresaron cada quien a si mismo estaban con las respiraciones sumamente agitadas, como si de un asmático se tratase. Sin embargo el mas afectado parecía ser Judal quien sentía lentamente como el semen de Sinbad lo llenaba cuando este sacaba su miembro de su entrada.
Sinbad miro a Judal por unos segundos antes de desplomarse a su lado, tratando de recuperar el aliento sin éxito alguno. Se quedaron acostados, viéndose entre sí para descansar de tal agitante experiencia.
Unos minutos después de haber descansado Judal fue capaz de levantarse para alistarse e irse. Sin mirar a Sinbad se levantó de la cama del rey y fue a donde se encontraba su ropa, tirada en el suelo de la alcoba. Recogió su varita también.
Sinbad no se dio cuenta pues el alcohol y el cansancio lo obligaron a caer en el sueño, Judal aprovecho esto para evitar preguntas. Estaba consciente que después de eso no podría volver a ver al rey de la misma manera de antes, rezaba a cualquier dios que la borrachera de Sinbad ayudara a crear amnesia y no recordara lo que acababa de suceder.
Se vistió rápido y revisó si no se había manchado nada, sería una pena llegar al Imperio Kou y tener una mancha blanca en sus ropajes negros. Aunque sabía que pronto ellos se enterarían del error que acababa de cometer, tal vez no le dolía el trasero en esos momentos pero estaba seguro que unas horas no se iba a poder levantar.
Eso no significaba que lo que hizo no lo disfruto.
Se tomó un poco más de tiempo para arreglar su cabello en esa trenza que siempre portaba desde el momento de nacer. Era muy inusual cuando el no la usaba y no quería causar más sospechas de las que ya había generado.
O peor aún, si Al-Sarmen llegaba a enterarse…
No.
Ellos seguramente ya se habían enterado.
Tenía que regresar al Imperio Kou ya.
Rápido o su castigo sería mayor.
Viendo por última vez al rey de Sindria dormido se lanzo por la ventana de la habitación de este y usando magia de gravedad se elevo por los cielos. Rompiendo un poco la barrera para salir, algo discreto sin que Yamuraiha se enterara o crearía un caos.
Aunque que mas daba, después de todo Sinbad ya se había dado cuenta que el hechicero oscuro estuvo ahí pero dudaba que el rey recordara algo.
Tomó dirección al Imperio dudando que era lo que significaban los sueños de los que no le pudo preguntar a Aladdin y porque su corazón latía más fuerte de lo usual.
.-Sinju-.
Hoy es el día Sinju según Tumblr así que ¡Feliz día Sinju!
Es la primera vez que escribo sobre ellos y la verdad me enamorado de esta pareja ;3
La verdad tenía pensado hacer esto más de un capitulo pero no sé si sea bien recibido así que esperare a ver qué opinan ustedes. Ahora que veo la cantidad de palabras se me hace mucho, supongo que esto es lo más largo (en un solo cap) que he escrito. (ADVERTENCIA: Si continuo esto es MUY probable que lo haga mpreg).
En fin, disfruten y dejen reviews.
Sayo!~
