"Cambios, realidades y dificultades O Sirius niñera, muggle"



Disclaimer: Este fic no se hace por dinero y todos o casi todos, no lo sé aún, pertenece J.K.Rowling la autora del libro y quién por fin nos dio una fecha para "La Orden del Fénix"

RESUMEN: ¿Qué pasaría si Sirius si hubiese atrapado a Pettigrew desde un principio, por lo tanto hubiese sido inocente y se hubiese encargado de Harry?

Capítulo I

Al llegar a la casa de Peter no había señales de lucha ni el individuo en cuestión, Sirius al dar este último paso había atado todos los cabos sueltos, en ese momento se dio cuenta de que él, su amigo, los había traicionado, tratando de enmendar su error tomó su moto y se dirigió a ver a su mejor amigo, no. su hermano.

Arribó a la casa de los Potter, sin embargo no le gustó nada lo que vio, ya no había vuelta atrás, la marca tenebrosa flotaba sobre la casa y la puerta de entrada (N/A: se que suena a redundancia, pero no se me ocurre algo mejor que poner para expresar eso) se encontraba abierta de par en par en par, así, con el temor a flor de piel se detuvo un momento antes de entrar a la casa y finalmente entró, lo primero que fue a su amigo. -¿Ja. James?- balbuceó el joven.

Sirius vio al que fuera su hermano (N/A: Amigablemente hablando) por muchos años, allí tirado en el suelo con una expresión que bien daba a entender lo que en realidad había sucedido. Sin poderse sostener Sirius cayó al piso y tal fue el shock en el que quedó que nisiquiera sintió las saladas lágrimas que volcaban sus ojos. Todos los recuerdos más importantes en la vida de Sirius y que estaban relacionados con James pasaron por sus ojos.

Poco a poco fue recuperando el aploma y con uno de los más grandes dolores en su alma cerró los ojos de su amigo, se levantó y comenzó a buscar a la esposa de James, buscó a Lily en todo el primer piso, no la encontró, así sin la más mínima esperanza subió las escaleras, no le hizo falta buscar demasiado porque en la habitación que correspondía a su pequeño ahijado se encontraba tirada la persona que buscaba. -¿Lily?- preguntó Sirius.

Lamentablemente, su amiga yacía muerta allí con una expresión que no le envidiaba nada a la de su marido, Sirius una vez más sintió que las piernas no le sostenían una vez más cayó rendido.

-¡Demonios! ¿De qué diablos me sirvió ser Auror si no puedo proteger a tu familia amigo mío? ¿De qué? ¿Eh?- gritó y golpeó el suelo con sus manos, en ese momento oyó algo que lo descolocó totalmente, un llanto que poco a poco se fue haciendo mayor. Se dirigió hacia el foco del asunto, la cuna del pequeño Harry. Sirius tomó en brazos al pequeño quien al ver a su tío paró de llorar y sonrió. -Hola campeón ¿Me podrías decir que pasó aquí?- preguntó con la mejor voz que pudo sacar -Creo que no me lo puedes decir todavía ¿Eh?... no lo creo. no.- Bajó al chiquito a la cuna de la cual lo había sacado, tomó un bolso y comenzó a sacar un poco de ropa, juguetes y cosas que creyó importantes. Harry al verse de nuevo ignorado comenzó a llorar nuevamente pero no le duró mucho ya que su padrino lo cargó nuevamente. Sirius y el bebé en sus brazos bajaron la escalera, iban abandonando la habitación cuando apareció Hagrid. -Buenas noches Hagáis- saludó Sirius tratando de no llorar.

-Buenas noches Sirius, el profesor Dumbledore reenvió por Harry- contestó el semigigante (N/A: Sin malas intenciones al decirle así) tratando de parecer neutral.

-¿Se lo llevarás a Susan? Después de todo es su madrina- preguntó Sirius, aunque más parecía aseveración.

-Yo tengo algo que hacer ¿Vas a Hogwarts?- otra aseveración -Llévate la moto, yo debo matar a una rata traicionera que mató a mis amigos- indicó Sirius mientras su mirada triste cambiaba por una furiosa mientras gritaba -¡Te mataré Pettigrew, rata inmunda!-.

¡Plop! Fue lo único que escuchó Hagrid cuando desapareció Hagrid cuando desapareció Sirius.

-Debo informar esto a Dumbledore- balbuceó Hagrid tomó la motocicleta y se dirigió hacia el castillo de Hogwarts.

Mientras Sirius había aparecido en Londres. Algo dentro de sí le decía que Peter se encontraba allí. Se convirtió en el perro que correspondía a su alter ego. Por un rato rastreó por calles, pronto sus sentidos caninos le indicaron por donde podía ir.

Antes de lo esperado encontró a la pequeña rata que chillaba como condenaba que pronto se convirtió en un hombre. -¿Por qué lo hiciste?- preguntó Sirius.

-Porque quedándome con ustedes, nunca conseguiría nada bueno, por eso- contestó arrogante el hombre.

-¡Expelliarmus!- gritó Sirius.

Peter no alcanzó a poner una barrera y salió disparado hacia la pared -¡Desmaius!- gritó enseguida tan rápido que nisiquiera la varita de Peter había llegado a sus manos, Peter cayó desmayado, finalmente Sirius hizo parecer unas cadenas y lo apresó, los Muggles que pasaban por ahí cerca nunca supieron lo que allí sucedió.

Sirius sin saber bien lo que hacía mecánicamente se dirigió al ministerio, habló a su superior y pronto se llevaron a Peter a Azkaban, sin embargo, todavía había algo que no le dejaban en Paz, sin saber que era aún se encaminó a su casa, abrió la puerta y allí comprendió lo que le molestaba.

-Harry. ¡Harry!- gritó. Sin siquiera poder descansar tomó polvos Flú y se dirigió a ver a su prometida.

-¡Casa de los March!- gritó a través del fuego. Apareció en la habitación principal de la mansión. De ahí corrió a la habitación de Susan, nisiquiera golpeó y entró, para su desgracia encontró la habitación vacía. No pudiendo aguantar por más tiempo a la presión que se había formado en su cabeza cayó desmayado.

Cuando despertó y Susan estaba a su lado.

-¿Qué. qué hago aquí?- al recordar, su semblante se entristeció -¿Por qué no estabas en tu habitación? Y. ¿Dónde está Harry?-esto último lo gritó.

-Cariño. es primer lugar, esta es la habitación que tú usas cuando te quedas aquí ¿Recuerdas?... es segundo, la mía es la contigua y ambas se conectan por esta puerta- señaló una puerta casi al lado de Sirius- Tercero, -también entristeció su semblante -Harry está aquí conmigo y tengo algo más que decirte, EL Señor Tenebroso murió ayer cuando mató a. a. - tomó aire -James y Lily, nadie sabe como, pero Harry sólo tiene una cicatriz en la cabeza-.

Sirius sólo abrazó a Susan y comenzó a llorar, un rato después cuando su llanto comenzó a menguar consiguió decir:

-Fue mi culpa Susan, no debí haber puesto a esa rata maldita, no debí.-

-Sirius, mírame- dijo mientras tomaba la cara de su prometido en sus manos -Yo sé que tu propusiste a. Pe.- se turbó -Digo a ese hombre porque tú NO sabías que él estaba asociado a Quién-tú-sabes, yo también pensé que era una buena idea ¿Recuerdas mi amor? Lo hablamos hace un tiempo- Susan calló y así sentados en la cama se quedaron bastante rato.

-Que. quédate conmigo por favor.- pronunció Sirius.

-Claro que si cariño- (N/A: quién fuera ella, escribo puras incoherencias, o quizás no, creo que haberme acostado a las 6:50 e día de ayer me hizo peor de lo esperado).

Finalmente, casi después de una hora Sirius y Susan pudieron levantarse y Susan pudo llevarlo a su habitación (La de Susan) donde lo acostó, poco después abandonó la alcoba.

El pobre Sirius no obtuvo precisamente el descanso necesario porque Harry despertó de su siesta y al extrañar a su mami se puso a llorar.

-¿Qué. qué sucede? Harry. todo este tiempo y no te había visto ni preguntado por ti. lo siento- abrazó al bebé que al verse consentido comenzó a balbucear.

Sirius levantó y bajó en repetidas veces al pequeño Harry (N/A: como se hace con las guaguas y estas se ponen a chillar felices) con lo que este pegaba pequeños chillidos de felicidad, estaban de lo más felices cuando salió un olor o muy bonito, es más, era asqueroso; Sirius que era un completo inexperto en materias de bebes, ya que su labor era hacerse el lindo, traer regalos y hacer gracias al pequeño (N/A: en Chile se dice hacer gracias, cuando alguien se hace el gracioso al burlarse o cuando alguien hace caritas chistosas); al no sabe de donde venía el olor inspeccionó varios lugares hasta que se dio cuenta de que el olor venía de Harry.

-¡Susan!- gritó Sirius.

La pobre chica llegó luego de unos minutos llegó asustadísima y muy agitada, después de haber corrido tanto.

-¿Qué sucede Sirius?- preguntó.

Sirius la miró preocupadísimo y dijo:

-Creo que me equivoqué cuando pensé que Harry había salido casi ileso- mientras observaba la herida que tenía el bebé en la frente -Porque con el olor que despide creo que algo no debe estar bien con él- expuso el animago.

-Ay. Sirius- suspiró Susan y preguntó -¿Qué me dirías si te digo que eso es normal?-.

-Te diría, cariño, que estás loca, no, demente.-expresó Sirius.

-Pues es verdad amor- se dirigió al bolso donde Sirius había puesto las cosas de Harry, buscó un poco, dio vuelta el bolso y finalmente preguntó -¿Sirius?...-.

-Si.- contestó este.

-¿Y los pañales?- contestó Susan sabiendo la respuesta.

-¿Qué Cosa?- contestó Sirius ignorando el asunto, pero derrepente recordó que con el apuro no se había fijado y no había echado pañales -UPS.- balbuceó. Susan con voz entre incrédula y divertida explicó -Trajiste: ropa, juguetes, peluches, la lamparita, una lechuza con luz fluorescente (N/A: en Chile se les llama "espantacucos", yo tuve uno de los cazafantasmas, el marinero de mashmellows), una escoba de juguete, pero se te olvidó lo más importante, o sea, la fórmula y los pañales, el talco, cremas y las vitaminas de Harry y cómo nadie se puede acercar a la casa de James y Lily- su mirada y semblante se entristecieron -Bueno. supongo que tendremos que improvisar-.

Susan llamó a un elfo doméstico y le explicó la situación, a los pocos minutos apareció con unos pañales de tela gasa, talco y demases.

-"¿Cómo lo harán?"- (refiriéndose a los elfos) se preguntaron mentalmente ambos.

El elfo llamado Sparky, entregó los insumos a Susan y se retiró, esta tomó en brazos a Harry y fue rumbo al baño.

-Sirius, ven acá- pidió la chica.

-¿Qué? ¿Yo? ¿Por qué?- refutó Sirius.

-¡Ahora Sirius!- expresó en tono que no admitía réplica.

Sirius fue al baño y al verlo allí Susan terminó su frase.

-De todas maneras tú eres su padrino y eventualmente tendrás que cambiarlo- y sonrió. -¿Yo? Tienes que estar bromeando Sus-respondió el hombre.

-Sí, tú, no es sólo mi ahijado, también es tuyo.

-Pe. pe. pero Susan- balbuceó Sirius.

-Nada, ven y aprende- resumió Susan dando a entender que no admitía ninguna queja.

Sirius viendo que no podía contra Susan fue a ver, obviamente tratando de no vomitar por el olor (N/A: Exagerado), Susan terminó de cambiar a Harry y este quedó tranquilo y poco a poco fue conciliando el sueño y Susan lo acostó.

-Sirius, antes de que me gritaras estaba leyendo el Profeta.-

-¿Ya se enteraron?- interrumpió Sirius.

-Si, hay una nota que aburra 4 páginas, todavía no tiene fotos de la casa pero hay dos cosas, una, a pesar de que se supo gracias a Albus de que Harry fue quién lo derrotó, nadie sabe que está aquí con nosotros, dos, hay otra nota similar con respecto a.- Susan se turbó.

-A Pettigrew y su traición ¿No?- Sirius terminó la frase.

-Si y tercero, como tu fuiste quien o capturó te declararon Héroe nacional o algo así- terminó Susan con burla.

-¿Cuándo será el juicio?- preguntó Sirius con preocupación.

-No lo hubo, le dieron el suero, declaró y se lo llevaron a Azkaban- contestó Susan con seguridad.

-wow- respondió Sirius como si se hubiera quitado un peso de encima.

-Dumbledore quiere hablar nosotros hoy a la hora de almuerzo - el rostro de Susan había empezado a tensarse -Sobre Harry.-.

-Me pregunto que sucedió en realidad aquel día- Sirius se veía afligido -¿Qué día es hoy?-.

-2 de noviembre por la noche- respondió Susan.

-A mi me parecen años- contestó el joven más par si mismo que para su novia.

-A mi también- respondió ella en el mismo modo-.

Derrepente Sirius se paró para susto de la pobre chica, la tomó por la cintura, hundió su cara en su pelo y dijo:

-No sé que me hubiera sucedido si te pierdo Susy-.

El chico se separó, puso su mano en la mejilla de la chica y la besó. El beso iba profundizándose por ambas partes cuando algo los interrumpido, el llanto de Harry.

-¿Cómo puede llorar tanto?- exasperado Sirius reclamó.

-Es un bebé ¿Qué harías tú en su lugar?- lo tranquilizó su novia.

-¿De verdad quieres saber?- preguntó en tono picarón.

-Sirius.- Susan lo miró con cara de "Contrólate" -¿Qué hora es?-.

-Las 11:30 PM- Dijo Sirius mirando al reloj de la pared.

-Harry debe tener hambre.- meditó ella.

-¿Y por qué si es tan tarde? Preguntó Sirius.

-¿Realmente preguntas eso Sirius?- cuestionó incrédula la chica.

-Mira, los bebés necesitan mantener en un régimen alimenticio que contenga comidas cada cierto tiempo, por eso llora Sirius- explicó catedráticamente.

-Y supongo que las actividades que siguen son dormir y evacuar ¿No?-.

-No te he dicho que si eres inteligente- se burló la joven.

-ya, ya, ya.- contestó con cara de niño bueno -¿Ahora qué?-preguntó.

-¿Qué de qué?- contestó Susan.

-¿Qué pasará con nosotros, con Harry y el resto, eso qué?-.

-Ah. eso.- perdió la sonrisa -No lo sé, Sirius, no lo sé. pero ahora creo que todo se verá mejor por la mañana y sé que es mejor dormir ahora, mañana hablaremos con Dumbledore- habló Susan.

-Tienes razón Sus.- perdió la confianza -Es mejor dormir, esperemos que el señor Potter nos deje dormir ¿No es verdad?- terminó un poco más tranquilo.

-Yo creo que si, acuéstalo allí- indicó una cuna - señalando una fina cuna de madera.

-¿De dónde?...- preguntó incrédulo Sirius.

-Elfos-.

-Ah, entiendo.-.

Susan y Sirius se acostaron y afortunadamente o quizás por buena fortuna o las buenas costumbres que tenía Lily pero Harry durmió bien y por lo tanto ellos también (Y conste que por las nuevas condiciones, a pesar de que durmieron juntos no lo hicieron revueltos).

Al día siguiente. 6:30 AM

-Susan, deja de jugar que despertaras a Harry con esos berridos.- todo esto lo dijo tan adormilada que fue bien poco lo que se le entendió.

-Sus, no soy yo. buenas noches- se dio vuelta y siguió durmiendo.

-¿Qué. quién llora?...- pensó (N/A: ¡¡¡vamos neurona piensa!!!)- Harry-.

El pobre Harry lloraba a todo pulmón. Susan se levantó y fue a avisar qué era lo que quería el pequeño, lo tomó y lo olió.

-No, no estás hecho de nada- a continuación le introdujo el dedo meñique en la boca y Harry lo chupó -¡Ah tienes hambre. Lily te adoro sin ti jamás lo hubiese sabido-Miró hacia arriba.

-Sparky-.

-Si, ¿Milady?-.

-Necesito leche para el bebé-.

-Claro. ¡Plop! Aquí está- apareció la mamadera.

-Gracias-.

-De nada Milady- desapareció.

Susan quería bañarlo y como no tenía idea de cómo hacerlo así improvisó.

Lo tomó, con cuidado lo desvistió sobre el tocador.

-Ya hora. mmm. ¡Ah! Ya sé- invocó un hechizó para que saliera espuma, lo tomo y dejó que la espuma lo limpiara, después puso agüita tibia en el lavamanos, la tocó con el codo- gracias Lily de nuevo- volvió a mirar hacia arriba, levitó al bebé para poderlo enjuagar, afortunadamente Harry no lloró, sino que se rió todo el baño, finalmente invocó una toalla y lo secó, buscó pañales limpios (los elfos le habían traído muchos), se lo colocó, invocó ropita, un conjuntito verde agua y lo vistió. Susan cubrió a Harry en una mantita y lo volvió a la cuna.

-Ahora me toca a mí bañarme, te veo en treinta, no despiertes a tu padrino, yo vuelvo luego ¿Ya?- lo besó en la frente y se metió al baño.

Harry jugó con sus peluches un rato.

Hasta aquí el primer capítulo, espero que les guste este experimento de fic, cualquier cosa mándenme Review. Bye. Katie