Tan solo un par de segundos. El ensordecedor ruido de los muros de piedra cerrándose frente a él opacaban los gritos de ánimo que venían del resto de los habitantes del Área. Un asiático sudoroso y cansado, a punto de desmayarse por el agotamiento. Un joven de piel negra, herido e inconsciente.

Su corazón latió con fuerza al darse cuenta de que no lo lograrían. Sólo un fragmento de segundo mirando al chico rubio a su lado bastó para que Thomas lo entendiera todo. Aquellos ojos llenos de desesperación y desesperanza estaban fijos en el moreno que se encontraba inconsciente a unos 5 metros de donde ellos estaban parados en ese momento. Expresaban un sentimiento del cual se encontraba seguro, jamás sería merecedor.

Miró hacia adelante una vez más. Las puertas estaban a menos de un metro de cerrarse. Se abalanzó hacia adelante sin dudarlo.

La roca raspando su cuerpo, un brazo sobre su espalda intentando detenerlo sin éxito y, finalmente, el estrepitoso sonido de las puertas cerrándose por completo detrás de él.

La voz del rubio gritando su nombre aun retumbaba en sus oídos, ya la mirada reprobatoria de Minho le hacía entender la magnitud de la acción que había llevado a cabo.

Sí, probablemente moriría. Pero si lograba sobrevivir, volvería con Alby. No importaba el precio que tuviera que pagar.

Lo haría por Newt.