Eres un Asesino...

- Ron quieres calmarte?-

Hermione llevamos mas de dos horas metidos aquí!- exclamo un Ron desesperado mirándola inquisitivamente, mientras que la chica en su propio mundo solo se dedicaba a pasar su vista por el lujoso mostrador de la tienda, donde habían cientos de especies, joyas, papeles de incalculable valor:

Hermione vamos!-

Hermione no le presto atención alguna, Ron comenzaba a enfadarse, movía de arriba a abajo su pie derecho, mientras sus brazos los cruzaba encima de su pecho y miraba a su novia esperando una respuesta que nunca llego.

La castaña, caminaba lentamente alrededor del largo mostrador, leyendo todas las etiquetas que tenían algún dato histórico sobre el objeto en exhibición, realmente le parecía demasiado interesante, eran cosas finísimas, traídas de todos los lugares del mundo, con siglos de historia, para ella eso era fascinante:

Hermione!!!!!!!!! Me voy ya no aguanto ningún minuto mas aquí- grito Ron sin importarle que los brujos que andaban en la tienda lo miraran con cara de desagrado:

Esta bien Ronnie nos vemos luego- le respondió despreocupada Hermione, haciéndole un gesto con la mano, sin voltear pegando cada vez mas su cara al mostrador.

Mujeres!- suspirando el pelirrojo se escabulló entre la gente con un paso frenético y rápido y salió de la "maldita tienda" buscando con la mirada a su camarada.

Hermione bajo lentamente el brazo y lo apoyo en una de las rejillas del mostrador, con la boca semi-abierta miraba un colgante, que estaba postrado alrededor de otras alhajas, estaba en el centro, caía en una fina cadena de plata en la cual estaba engarzada una gema circular, era pequeña, eh irradiaba una luz muy incandescente, pero ínfima era esa luz, sin embargo impactaba por su hermosura y los diminutos ases de luz que salían por ella, la gema era transparente si uno la miraba de un punto o era blanca, dependía del enfoque que se le diera. La muchacha quedo hipnotizada ante tal espectáculo de luces y brillos, parecía una estrella aminorada, quedo por lo menos 5 minutos mirándola fijamente, de pronto le pico el bichito del saber y dirigió su vista hacia el pequeño letrero que estaba bajo la piedra:

"No se sabe el año exacto de la procedencia de este colgante, pero fue hecho en la isla sagrada de Ávalon (País del Verano) por manos de la Señora del Lago, suprema sacerdotisa de la gran Diosa, junto con su hermana la Señora de Broceliande, también sacerdotisa de la gran Diosa, para ser después regalado a la reina del País del Verano y esposa de Arturo Pendragón, rey supremo de Bretaña, Ginebra o Guinivere.

El colgante esta confeccionado de una fina cadena de plata con una gema sustraída de las antiguas aguas del lago de Ávalon (actual Glastonbury, en Somerset) que ahora están extintas"

Hermione lo encontró sumamente interesante, además logro recordar que cuando leyó el programa escolar que se impartiría en Hogwarts ese año, específicamente en la asignatura de Historia de la Magia, se iba a ver la historia de la dinastía Pendragón:

Te ves muy interesada por esa joya muchacha- La castaña levantó la vista, saliendo así de sus pensamientos, y miro a una mujer, relativamente anciana con grandes lentes metálicos con extrañas formas, parecía que llevara una mariposa encima de la cara, sus arrugas eran evidentes y tenia el pelo tomado en un tomate alto con adornos de piedrecillas blancas desgastadas y flores raídas de color beige que se confundían con el color natural de su cabello que era grisáceo:

Si señora- sonrío Hermione dirigiéndose a la mujer- es realmente bella esa pieza, además tiene al parecer una gran valor histórico.

Si es realmente hermosa- respondió la mujer bajando un poco la vista para vislumbrar la joya, luego fijo sus ojos en Hermione nuevamente- Pero no se le ah tomado mucho aprecio, ya que solo se toma valor a la historia de la dinastía de los Pendragón no así a las Reinas del País del Verano- dijo la mujer sonriendo con todos sus fracturados dientes.

Es una lastima- dijo Hermione fijándose nuevamente en el colgante, que la atraía enormemente.

Claro que es un lastima querida, Ávalon es una de las cunas de la magia, y no se le toma en cuenta, pero bueno hija que le haremos- exclamo la mujer levantando los hombros.

Como me gustaría tener algo así- susurro Hermione para sí

Entonces llévala niña!- respondió la mujer abriendo el mostrador

No podría señora, debe ser muy cara, yo no consto de mucho dinero- dijo la castaña con un deje de pena en sus ojos.

Pero si no es tan costosa muchacha- sonrío la mujer, tomando el colgante en sus manos- Como te dije, no se le ah tomado importancia a las cosas referentes a Ávalon, además a este colgante solo se le ve como algo hermoso, estéticamente, pero con cero atractivo a nivel mágico, no se le ah encontrado ningún tipo de talento o magia oculta, así que se dejo como una simple joya, nada mas-

Enserio!- respondió esperanzada Hermione- y cuanto vale?

Haber por ser tú - dijo la mujer- te lo dejare en 20 galeones.

Hermione saco rápidamente su cartera y vio cuanto dinero le quedaba aun, sus padres le habían pasado dinero como regalo de cumpleaños, ya que ellos no la podrían ver, por que esta se encontraría en Hogwarts, le habían dado 30 galeones como obsequio por adelantado. La chica no dudo en ningún momento saco el dinero rauda y se lo paso a la mujer:

Buena compra, y que tengas un buen día- la mujer le paso una bolsa con una cajita de madera donde iba el colgante. Hermione rebosante de felicidad, tomo la bolsa y salió de la tienda en busca de su novio y su amigo, camino con paso lento, sonriendo como boba, le había encanto el regalo que se había hecho, paso de largo por las librerías y se detuvo delante de la tienda de artículos de quidditch donde obviamente se encontrarían los muchachos, balanceando su bolsa entro en la tienda, busco con la vista algún cabello rojo intenso entre la multitud de gente que se encontraba en el lugar, hasta que vio que una mano la saludaba, era su amigo Harry que le indicaba que se aproximara, Hermione con una sonrisa, avanzo por en medio de la multitud acercándose donde estaba su novio mirando unas tarjetas con jugadores de la selección de Inglaterra haciendo alguna maniobra de vuelo, mientras tanto Harry se acerco a Hermione con una sonrisa:

Y como te fue Herms?-

Muy bien me compre un excelente regalo de cumpleaños!- respondió la muchacha con una sonrisa

Me alegro mucho- dijo el moreno con un gesto acogedor- que te parece si vamos por unos helados?-

Excelente idea!- respondió la castaña, acercándose a Ron le tomo la mano y los tres salieron del lugar riendo y comentando como seria el último año en Hogwarts.

La mañana del 1 de Septiembre era extremadamente neblinosa, oscura y espantosamente fría, en la casa de los Weasley estaba el particular ajetreo que se causaba cuando los chicos entraban a Hogwarts, una exsaltada Molly Weasley gritaba desde afuera tomando su boina con una mano ya que el viento era extremadamente fuerte:

Ron! Sal por Dios!, si no llegaremos tarde, sabes que este día hay trafico-

Ya voy mama, ya voy!- respondió el pelirrojo, tomando su abrigo gastado y saliendo de la casa, con lentitud y tomando con fuerza su baúl, para que el viento no se lo llevara, avanzo hacia el coche que le había prestado el ministerio a su padre, abrió la maleta, metió su baúl y luego con agilidad abrió la puerta trasera del auto donde se acomodo al lado de Hermione, la cual le tomo la mano y la entrelazo en la suya. Así con todos los pasajeros abordo el señor Weasley hico andar el motor y el auto se elevo con dificultad del suelo, debido a las corrientes de aire, pero después de una serie de intentos logro dar marcha.

Los chicos conversaban entre sí, mientras la señora Weasley alegaba con otros conductores por su manera de conducir, el señor Weasley reia por lo bajo, ya que si su mujer lo veía se quedaría sin comer por una semana.

Luego de un agradable viaje, todos los ocupantes del auto bajaron, rápidamente del coche sacando los baúles de la maleta y junto con ellos corriendo hacia King Cross:

Apresúrense faltan 3 minutos!- grito el señor Weasley entrando por la barrera, seguido por los demás.

Al pasar vieron el particular tren rojo brillante postrado en la vía, los muchachos sonrieron, con apuro se despidieron del matrimonio y avanzaron hacia la escalera, ayudándose entre sí con los baúles, hasta acomodarlos y salir rápidamente de nuevo para hacerles un último adiós al matrimonio que los miraba con ojos cariñosos, despidiéndose:

Bueno chicos- dijo el moreno entrando su cabeza nuevamente al tren- Yo y Ginny los dejamos ya que vamos a jugar un poco de ajedrez con Seamus y Luna-

Si- respondió Ginny tomando una maletita- nos vemos "prefectos"

Harry río fuertemente, y dándose la media vuelta junto con Ginny se perdieron por el pasillo.

Hermione sonrío y volvió su cara hacia Ron el cual le dio un rápido beso, para luego tomarle la mano y dirigirse al compartimento de los prefectos.

Entraron rápidamente y se acomodaron en el lado de las ventanas sin mirar a los otros que ingresaban en el vagón:

Así que te compraste esa joya, la de la exposición?-

Si, no me pude aguantar- dijo Hermione con una mirada culposa

Hay Herms esta bien que te des gustos- sonrío el pelirrojo- además es tu regalo de cumpleaños, no te preocupes-

Tienes razón- sonrió la chica

Me la muestras- dijo el joven- la llevas puesta?

No, aun no la eh sacado de la caja- respondió la castaña tomando su bolso del cual saco una caja, al parecer de madera de sándalo, la agarro entre sus manos y se la ofreció a Ron.

El muchacho la cogió y abrió, quedando con la boca abierta:

Es muy linda Herms-

Si es hermosa-

Ron sonrió, la tomo entre sus manos y se paro acercándose a Hermione le corrió el cabello revoltoso, y le puso el colgante, se alejo de ella y sonrió gustoso:

Es hermoso por si solo- comento- pero en ti se ve mucho mejor.

Gracias- respondió la muchacha sonrojada, tomando la gema entre sus manos, observando su forma, su color, y la textura suave y frágil que tenia.

El viaje transcurrió tranquilo, Hermione y Ron conversaban de diversos temas, apartados de todo el mundo, sin tomar en cuenta los galanteos de Draco Malfoy a una de las prefectas de Ravenclaw, ni los cotilleos de Pansy Parkinson mirándolos a ellos directamente, criticando abiertamente la actitud amorosa que los Grynffindors se tenían.

Entre tanto la lluvia no cesaba, cada vez aumentaba, trayendo consigo inmurables relámpagos como truenos que repercutían en el tren, mientras que el viento hacia que los vagones se movieran un poco, pero cada vez iba aumentando su fuerza, hasta que fue impactante, la maquina paro en seco, haciendo que los estudiantes gritaran o salieran disparados hacia delante.

En el compartimento de los prefectos, todos se pararon para ir a ver la situación del tren, y tranquilizar a los alumnos, Ron ya caminaba con Hermione detrás, este se dio la vuelta:

No Herms quédate aquí por alguna emergencia, yo iré a ver que sucede-

Pero Ron...-

Quédate!- exclamo Ron enfurecido saliendo por la puerta.

Hermione se quedo parada con la boca abierta para responder, cosa que no pudo ya que su novio se había marchado rápidamente:

Jajajajaja.... por fin alguien te calla esa bocota que tienes Granger- comento un relajado Draco Malfoy mientras no paraba de reír.

Hermione se dio la vuelta y vio al rubio que estirado en uno de los asientos, sonreía complacido mientras que sus ojos la miraban con asco:

Por que no jodes en otro lado Malfoy-

Uhhhy que susto Granger...que susto!- río Malfoy- que vas a hacer?, Llamar a tu novio para que te regañe- Draco se tapó la boca y abrió los ojos, simulando un error- Perdón para que te rescate, o prefieres a San Potter para que te salve?-

Hermione no aguanto mas y saco la varita:

Mira huroncito miedoso te conviene que cierres tu bocota-

Nadie me hace callar estupida- respondió Malfoy sin tomarle la mayor importancia a la varita de su enemiga

Oh no, seguro Malfoy- sonrío irónicamente Hermione- haber recordemos un poco Malfoy, claro si puedes, si no es un gran esfuerzo cerebral para ti Malfoy, no quiero que mueras por agotamiento mental- la castaña rió de satisfacción cuando vio como Malfoy dejaba su sonrisa por una cara totalmente contraria- te recuerda la frase "no padre por favor no, no me hagas daño no me hagas daño"- río Hermione gesticulando su cara como la había puesto Malfoy hace un año atrás frente a su padre Lucius fuera de una de las tiendas del callejón Diagon.

Mira estupida sangre sucia- Draco se paro rápidamente y saco su varita acercándose a la muchacha y poniéndola en su pecho tu no vas a venir a....- su voz se ahogo en un instante cuando vio la gema que colgaba del cuello de Hermione- Vaya vaya y esto que es- dijo Malfoy acercando su mano al colgante.

Eso no te incumbe Malfoy...-

Draco no la escucho le impresiono la belleza de la gema y sin preguntar acerco su pálida mano hacia la joya tomándola y atrayéndola hacia sí. Sin aviso sintió un mareo, el piso se resbalaba por sus pies, perdía la conciencia, cerro los ojos sin saber más.

Hermione en el momento que Malfoy aferro la gema en sus manos, abrió enormemente los ojos, mientras sentía que alguien le pegaba un certero derechazo en la boca del estomago, haciendo que la mitad de su cuerpo se fuera hacia delante, mientras su rostro se estiraba y miles de púas atravesaban sus sienes, hasta que una luz azulina entro por sus ojos, y una serie de ases de luz recorrieron su cabeza, hasta que apareció una imagen tras otra, un brazo pálido con sangre brotando mientras alguien lo tallaba, para escuchar miles de gritos suplicando clemencia, hasta ver un cuerpo pálido bañado en una sustancia transparente, para pasar a ver unos enormes ojos rojos que la miraban con odio, mas gritos, suplicas incesantes, hasta que vio a un joven que tomaba a una mujer por los cabellos y apuntaba con su varita a la garganta de esta, mientras que ella lloraba y suplicaba vivir, él reía y sin escuchar la mujer callo muerta con el cuello lleno se sangre en solo unos instantes.

Hermione sintió como la luz azulina retrocedió, mientras sus ojos soltaban lagrimas, su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba sin cesar, miro hacia arriba, y vio a Malfoy que tiritaba para luego abrir los ojos, Hermione lo miro y abrió su boca para decir:

Eres un asesino-